viernes, 18 de mayo de 2012

CAPÍTULO 7


Holaaaaaaa :) Si hay firmas a la noche subo otro. Disfruten y firmen. Besos. ♥ 



Lali, que seguía bajo el efecto anestésico de aquella sonrisa deslumbrante, se quedó como aturdida, pero su estómago se ocupó de contestar por ella.
—Um… Por mí de acuerdo —balbució ella sonrojada, entre las risitas de Dylan.
CAPÍTULO 7
Mientras miraba por la ventanilla del avión, que estaba esperando permiso para despegar, y con el bolso estrujado entre ambas manos sobre el regazo, Lali se repitió una y otra vez: «estoy tranquila, estoy tranquila, estoy tranquila…».
Aquel mismo mantra la había ayudado a superar los nervios en innumerables recitales y competiciones a lo largo de los años. Considerando que durante los días pasados había conseguido ocultarle a Peter el miedo a volar, debería ser capaz también de fingir el tiempo que durara el vuelo. Sin embargo, resultaba difícil relajarse cuando el avión privado que les había mandado el tío de Peter tenía un sólo motor, y notaba bajo los pies su vibración, como si estuviera sentada encima de una taladradora.
—¿Estás bien? —inquirió Peter.
Alargó un brazo a través del estrecho pasillo entre sus asientos, y tomó una de sus manos. La palma de Lali estaba fría y sudosa.
—¿Te encuentras mal, Lali?, ¿estás enferma?
—No, estoy bien —le aseguró ella—. Estoy perfectamente, de verdad.
Pero, apenas había dicho eso, tuvo que taparse la boca con la otra mano para controlar las náuseas que le sobrevinieron cuando las hélices empezaron a girar.
—¿Por qué diablos no me has dicho que te da miedo volar?
—Estoy bien, en serio —insistió Lali cabezonamente—. Son sólo nervios.
Por encima del hombro de Peter vio a Dylan con la cabeza agachada sobre el órgano a pilas que su padre le había dejado llevarse consigo para que se entretuviera. ¡Hasta un niño de tres años estaba más tranquilo que ella!, pensó Lali, sintiéndose como una idiota.
—Enseguida vuelvo —le dijo Peter, soltando su mano y poniéndose de pie.
Lali agradecía que no hubiera intentado calmarla diciéndole algo como «no hay de qué tener miedo». Aquello era lo que siempre le había hecho su padre, y en un tono más irritado que amable, cuando de pequeña no quería que le apagaran la luz porque le asustaba la oscuridad; lo que siempre le había hecho Josef cuando esperaba su turno entre bastidores para tocar ante un auditorio lleno de críticos… y lo mismo que había hecho antes de despojarla de su virginidad.
Peter regresó instantes después con un vaso en la mano.
—Sé que no bebes —le dijo tendiéndoselo—, pero espero que no te disguste demasiado el whisky, porque en el mueble bar no hay tila, y es lo único que he podido conseguir antes de que el piloto nos diga que nos abrochemos los cinturones.
Lali no necesitaba que se lo dijera; ella lo había hecho nada más sentarse, y se había leído el manual de seguridad que había encontrado en el bolsillo del respaldo del asiento de delante del suyo.
Bajó la vista al vaso. A juzgar por el intenso color ámbar de la bebida, Peter apenas le había añadido agua. Tomó un sorbo, y empezó a toser de lo mucho que le quemaba la garganta.
—Espero que a tus parientes no les importe que no pueda mantenerme de pie cuando lleguemos a Savannah —farfulló.
Peter sonrió, y al sentir la ráfaga de calor que se extendió por todo su cuerpo, Lali se preguntó si sería el efecto del alcohol, o la respuesta de sus hormonas a aquella sonrisa.
—No te preocupes —le contestó Peter—. Que yo sepa el programa electoral de mi tío no promueve la prohibición de las bebidas alcohólicas, lo cual es comprensible, considerando su pasado…
Lali enarcó una ceja.
—Mi familia no es perfecta —dijo Peter, encogiéndose de hombros.
—¿Acaso alguna lo es? —replicó ella, y tomó otro sorbo de whisky.
Sin embargo, a pesar de esa respuesta indiferente, y de que no era una persona indiscreta, Lali no podía evitar sentir curiosidad por saber cómo era en realidad la familia de Peter. El verano pasado había leído un artículo acerca de ellos en una revista del corazón, pero no le había dado crédito a su contenido, porque la mayor parte de las cosas que se decían tenían tintes viles y envidiosos. Además, tratándose de una familia tan conocida, seguramente ellos mismos esperaban que los medios de comunicación magnificasen cada una de sus faltas. Se preguntó si aquella sería, al menos en parte, la razón por la que Peter había dejado Savannah y se había asentado en otro estado.
Para Lali, tras haber sufrido el afán de protagonismo de sus padres, que habían aprovechado cada ocasión para exhibirla ante los medios, era una elección que no podía menos de admirar.

Continuará....

10 comentarios:

  1. spero que a tus parientes no les importe que no pueda mantenerme de pie .. jajaja me encanto

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  2. Lina (@Lina_AR12)18 de mayo de 2012, 15:52

    Muy buena,pobre lali estaba aterrorizada y Peter un divino!

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  3. sgjhgdhjfg GENIAAAAAAAAAAAAL! MAS!!!!

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  4. Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas!! Me encanta, eres una genia :)

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  5. Buenisimo cap!!! Me encanto!!! :) Maaaaasssss noveee!!!

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  6. NO ME GUSTA ESTA MIERDA, PONELA INTERESANTE O NO LEO MAS

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    1. Si no quieres no la lea, yo no te obligo a entra acá y leer. :) Lo interesante se viene, la accion se viene, pero todo tiene su tiempo. besos!

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  7. Esta Muy Buena Graciias Por Subirlas...

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  8. Awwww el siempre preocupandose por ella!! Morí de amor con tus Noves ya me miro muchísimas veces son re tiernas :D @LuciaVega14

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