jueves, 3 de mayo de 2012

Capítulo 48


Wujuu, nuevo cap para ustedes chicas! Disfruten y firmen. Buenas noches ♥



Lali se revolvió en la silla. No podía explicar­le su atracción hacia Peter Lanzani por teléfono. Cande necesitaba verlo para comprender a qué se enfrentaba.

Capítulo 48
No sabía quién era cuando lo conocí. Debería haber cortado nada más descubrirlo. Sabía que no tenía futuro, pero... tiene algo. Y sentía curiosidad por saber cuánto podía durar —Lali trago saliva—. Y ahora me temo que quizá ten­ga que dejar el encargo. Tengo un conflicto de intereses muy serio.
—¿A que le refieres con cuánto podía durar?, ¿el qué? ¿Estáis saliendo?, ¿os habéis acostado?
—Más o menos.
—Tal como lo veo, tienes dos opciones — dijo Cande—. Una, olvidarte del tipo, centrarte en el trabajo, venir aquí y que Dilan te ponga en un altar. O dos, llamar a Dilan, decirle que lo dejas, ver cómo te despide, perder la casa, el coche y renunciar a volver a comprarte unos za­patos de marca. ¿Qué eliges?
Desde esa perspectiva, la decisión debería ser muy sencilla, pensó Lali.
—Hay otra opción —dijo sin embargo—. Ricardo Soler descubre que estoy saliendo con Peter Lanzani, me despide, Dilan me vuelve a despedir y salto por un puente.
—¿Y si te entra vértigo?
—Si me despiden —continuo Lali—, siempre podríamos crear nuestra propia empresa, como tantas veces hemos hablado. ¿No sería genial? Relaciones Públicas Vetrano Espósito. Hasta dejaré que tu apellido vaya primero.
—No te molestes en venir el fin de semana, iré yo a visitarte. Iremos de compras, comeremos juntas y aclararemos las cosas —propuso Cande al tiempo que llamaban al despacho de Lali.
Tengo que irme, te llamo esta noche y ha­blamos. Adiós, Cande—se despidió. Colgó, respiró profundamente y se preparó para recibir a Ricardo Soler—. Adelante.
—Han traído algo para usted —dijo en cam­bio María tras abrir la puerta.
—¿El informe que pedí? —preguntó Lali. Cuando María regresó, apareció con un enor­me ramillete de preciosas flores rosas.
—Es muy bonito. Hay una tarjeta. ¿Quiere que se la lea?
—No, sé de quién son.
Lali se levantó, agarró el ramo y puso las flo­res en un jarrón situado en el medio del escrito­rio.
—Sí que son bonitas —comentó mientras sa­caba la tarjeta del sobre. Tal como esperaba, era un detalle de Peter. La echaba de menos y la in­vitaba a cenar esa noche. Lali sonrió, se sentó. No habían hablado desde la noche de los fue­gos artificiales. Se había propuesto no pensar en Peter Lanzani en todo el fin de semana y casi ha­bía llegado a convencerse de que, pasara lo que pasara, podría con ello... sola.
¡Si al menos supiera lo que sentía por Peter! De ese modo, quizá fuese más fácil imaginarse un futuro a su lado. Pero su historial con los hombres la hacía desconfiar de sus sentimien­tos. Porque sí, era obvio que se sentían atraídos. ¡Pero no era amor!
—La secretaria del señor Soler acaba de llamar —añadió María—. Quiere verla lo antes posible.
De acuerdo, gracias —Lali sintió un nudo en el estómago—. Dígale que voy en seguida.
La señora Navarro era una empleada leal. Era lógico que no ocultara algo así, Soler la despediría, Dilan la despediría... El corazón le mar­tilleaba contra el pecho. Nunca la habían despe­dido. No sabía qué esperar.
Lali corrió al ascensor, pero luego reparó en el cartel de averiado. Mientras subía las escaleras, se preguntó si debía tomar la iniciativa. Si dimitía nada más entrar, al menos no la echarían. No tendría un borrón en el currículo.
—La está esperando —dijo la secretaria de Soler cuando la vio—. Puedes entrar.
Lali llamó a la puerta y pasó, preparada para lo peor. Pero Ricardo la recibió con una sonrisa de oreja a oreja.
—Buenos días —saludó Lali, devolviéndole la sonrisa con cautela,
—Siéntate —dijo Ricardo—. Sólo quería feli­citarte por el trabajo tan estupendo que estás haciendo,
—Gracias —contestó ella, totalmente atónita.
—La señora Navarro me ha contado que te vio con Peter Lanzani el viernes por la noche. Se extrañó mucho, pero yo siempre he creído en eso de mantén cerca a tus amigos, pero más cer­ca a tus enemigos. Me alegra que esté dispuesta a hacer lo que sea para tenerlo vigilado.
—Por... por supuesto.
—Bien, no me importan los detalles, pero el hecho de que te prestes a... llegar a esos extremos es admirable —finalizó Soler tras carraspear—. Un plan magnífico. Adelante, haz lo que tengas que hacer.
—De acuerdo —Lali se dio la vuelta y salió del despacho. Le temblaban las piernas—. Genial. Ni pierdo el trabajo ni cree que lo traiciono. Cree que soy una zorra —murmuró cuando se hubo alejado de la señora Navarro.
Bueno, al menos tenía permiso para disfrutar de una o dos noches más de sexo tórrido con Peter Lanzani. La cuestión era, ¿por qué, de re­pente, parecía ser lo último que quería hacer?


Continuará...

9 comentarios:

  1. Qué feo lo q pensó el jefe pero le da carta blanca para verlo,aunq parece q tiene miedito,será por lo q siente o por q él piense q lo usa como piensa su jefe

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  2. pobreeee jaja y bueno habra que esperar para que se le complique!! jeje besotessss

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  3. Hay mas....quiero que Lali y Peter no se vayan a lastimar por culpa de terceros! los quiero junticos pero hay que pasar por mucho para llegar a el amor...igual los amo así de cómplices e inocentes!

    Andre
    @Complicidad_lyp

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  4. Que Lali no la caque cómo se dice en perú espero que lo veo y le diga lo que pensó la secre.
    Ruthy_lu

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  5. aaaay! Mas noveee :) me encantaa!

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  6. no me gusto lo que penso Soler de Lalita... :@
    y lo que opina Cande.. a ver a quien le hace caso la morocha...
    eso si, Peter es un dulce.. y mal que bien, Lali tiene via libre para verle :P

    otro capi prontito! :P

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  7. Cuántos capitulos tiene la novela?? :))

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  8. lewfjewlfjweljfiewil me moriiiiiiiiiiiiiiii casi muero pensando en que la iban a despedir y todo lo que venia despues!!!!! y cuando admitio lo de la ultima parte!!!!!! laahdkfqkuhkqe mme encanto el cap! @LuciaVega14

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