viernes, 4 de mayo de 2012

Capítulo 50


El ultimo por hoy chicas.. DISFRUTEN y firmen :) besos besos ♥



—No es su esposa —dijo Thiago—. Y están en un motel de tres al cuarto. El televisor es de los de echar monedas a cambio de pornografía.
—¿Quién es ella?

Capítulo 50
—No sé —dijo Thiago—. Esperaba que me lo dijeras tú. La seguí a su casa la otra tarde. Que­dan a menudo de cinco a siete. El sale por la puerta trasera de la oficina y se va en un coche de la empresa. Ella lleva un Mercedes negro y vive en la misma casa que Diego Crespín.
—¿Crespín? —Peter contuvo la respira­ción—. Luisa Crespín es la directora de urba­nismo. Es la que tiene la última palabra sobre las adjudicaciones de cualquier construcción de Buenos Aires. Es ella. Es Luisa Crespín —repitió tras mirar a la foto de nuevo y reconocerla.
—Él le compra joyas —dijo Thiago—. Caras. La semana pasada le regaló unos pendientes de diamantes.
—¡Santo cielo, Thiago! Es increíble. ¿Sabes lo que esto significa? Tengo la clave. Ya sé cómo consigue Soler los contratos. Dios, este podría ser el escándalo del año. ¡Y tengo fo­tos!
—Bueno, ¿comemos o no? —preguntó Thiago—. Me muero de hambre.
Peter sacó la cartera y se dirigió a la camare­ra que atendía tras la barra.
—Pásala —dijo, ofreciéndole la tarjeta de crédito—. Pago la comida de mi hermano. Ponle lo que pida. Es más, ponle cinco veces lo que pida. Y suma una propina para ti.
Peter agarró el sobre, salió a la calle a toda prisa y paró un taxi. Le indicó al conductor que fuese a las oficinas de Soler. Por segunda vez en diez minutos, Peter marcó el teléfono de Lali y preguntó por ella cuando contestaron en recepción. Al oír su voz, no pudo evitar sonreír.
—Hola, soy yo. ¿Cómo estás?
—Sorprendentemente bien —dijo Lali—. Sigo teniendo trabajo.
—Tengo que verte. ¿Comemos?
—No puedo, Peter —Lali dudó—. Creo que no deberíamos seguir viéndonos. Tengo que centrarme en el trabajo.
—Es importante. Necesito hablar contigo. Te prometo que será una conversación estrictamente laboral.
—De acuerdo.
—Llegaré en cinco minutos. Espérame fuera —Peter tuvo que reprimir el impulso de decirle lo que sentía. Pero, ¿qué iba a decirle?, ¿que creía que se estaba enamorando de ella? ¿Cómo diablos podía estar seguro?—. Te veo ahora mismo.
Peter pulsó el botón de fin de llamada, echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Quizá no debiera preocuparse. Teniendo en cuenta lo que les había pasado al resto de los hermanos Lanzani, la decisión podía no estar en sus manos. Si la maldición había vuelto a golpear, se daría cuenta antes o después.
Claro que sólo lo estaba viendo desde un punto de vista. Lali tenía su vida en Chicago y, por el momento, conservaba su trabajo. La mal­dición podía hacer que se enamorara de Lali, pero no que esta sintiera lo mismo.
—Es demasiado pronto —murmuró—. O puede que demasiado tarde.
El taxi paró unos minutos después y Peter le pidió que esperase. Salió del coche, vio a Lali, la saludó. Cuando llegó junto a Peter, este le abrió la puerta. Luego, una vez dentro. Peter le indicó al conductor que los llevara al parque central. Y, por fin, pasó un brazo sobre los hombros de Lali y le dio un beso.
—Llevaba pensando en esto toda la mañana —susurró él.
—Me habías prometido que no...
—Bueno, ¿qué ha pasado? —atajó Peter—. Entiendo que la señora Navarro no ha abierto la boca.
—No. Se lo contó a Soler y me llamó a su despacho. Piensa que estaba utilizando mis armas de mujer para... distraer tu interés. Ya sa­bes, vender mi cuerpo a cambio de tu silencio.
—¿Eso te ha dicho?
—No con esas palabras, pero lo dio a enten­der. Y me felicitó por ello. Así que supongo que tenemos luz verde. Si es por él, podríamos reser­var una habitación de hotel ahora mismo —Lali soltó una risotada—. Bueno, ¿de qué querías ha­blarme?
—Ahora mismo de nada. Ahora sólo quiero besarte. Ya hablaremos luego —Peter paseó el pulgar por el labio inferior de Lali—. ¿Tú quieres besarme? -le preguntó, acercando la boca a la de ella.
Lali separó los labios, pero Peter tuvo la sen­sación de que se estaba reservando. La había besado suficientes veces para intuir sus senti­mientos. Y ese beso no sabía a felicidad. Peter se retiró, le agarró una mano y entrelazó los de­dos.

Continuará...

10 comentarios:

  1. Hay no los amo....se aman y YO amo la nove!
    Seguila seguila seguila seguila....(8)

    Andre
    @Complicidad_lyp

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  2. Ahhhh mas tiernossssssssssss!!!!! Muy divinos!! Espero estes mejor! :D Besos

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  3. DEMASIADO TIERNOSSSS ........AMO LA NOVEE SUBE MASSS =)
    @BelenCorbera

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  4. Hola Juli, quiero que subas mas porque me encanta, que pasara que sintio algo raro en el beso o.O

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  5. aaay más novee, me encaanta! Hace tiempo no comentaba :)

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  6. Aaaaa quiero mas me enta te lo juro!!

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  7. Por q lali está distante?
    "la maldicion de Los Lanzani"otra vez!

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  8. fkefjwefkewfjwljw AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW ME MUEROOOOOOOO ♥ que le pasara a Lali es que decidio qe cuando terminra se iria?? o algo mas hay escondido?? :| @LuciaVega14

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