CAPÍTULO 21

Hola, recien llegue a mi casa y les dejo cap :) MUCHAS GRACIAS por las firmas y por todo lo lindo que me dicen por twitter, de verdad. Es muy importante para mi saber que les gusta la nove. Gracias, gracias, gracias! Disfruten y firmen mucho. Lo bueno se hace esperar, pronto hay más laliter. Besos besos ♥  Buenas noches. 

Y, por otra parte, el hacerlo sólo haría que se prolongase su estancia en Savannah. Era una ciudad muy bonita, de eso no había duda, pero también era bulliciosa, como todas las ciudades, y Lali ansiaba regresar al rancho Doble D, donde se respiraba calma y sosiego, y donde podría explorar sus sentimientos por Peter, lejos de los familiares bienintencionados pero entrometidos, y de los molestos reporteros.

CAPÍTULO 21

La mañana siguiente al día de la fiesta en casa de Harold y Miranda Lanzani los preparativos de la marcha de Peter, Dylan, y Lali comenzaron temprano, y a las nueve en punto estaban allí también Imogene, Jake, y su hijo. Toda la familia había quedado para ir a despedirlos al aeropuerto.

Jake llevaría en su coche a sus padres, a Imogene y a Thiago, y Peter, Dylan y Lali irían en un coche que Abraham, igual que para la ida, les había brindado para llevarlos al aeropuerto, donde también los estaría esperando su jet privado.

—No es justo. ¿Por qué tenéis que iros tan pronto? —le preguntó Thiago a su tío Peter, poniendo morritos, mientras éste ayudaba al chófer a meter el equipaje en el maletero.

—Verás, Thiago —comenzó Peter muy solemne, acuclillándose frente a él—, aunque crecí aquí; y Dylan y yo os queremos mucho a todos, nuestro hogar está en Wyoming. Algunas personas marchan al son de su propio tambor —añadió, alzando la cabeza hacia Lali, con una media sonrisa—, y yo soy una de ellas. Mis padres podían haberse enfadado conmigo por irme a vivir tan lejos, pero me dieron su apoyo, y espero que algún día si tú también decides tomar un camino distinto al que tu papá y tú mamá querrían, te dejen libertad para perseguir tus sueños.

Lali habría dado cualquier cosa por contar con ese apoyo incondicional. Si hubiera podido elegir a sus padres, habría escogido unos parecidos a Harold y Miranda Lanzani. Fiel a sus palabras, la madre de Peter no la había tratado como a la niñera de su nieto, sino como a una invitada. De hecho, se había sentido más cómoda en su casa de lo que nunca se había sentido en la de sus padres.

Sin embargo, no todo era de color de rosa en el hogar de Harold y Miranda Lanzani, y Lali estaba segura de que la gente que veía sus fotos en las revistas del corazón no podía imaginar que su vida estaba marcada por una terrible tragedia.

Imogene, que había insistido en que la llamara Genie como su familia y amigos, le había referido, en una charla personal que tuvieron, cómo su hermana pequeña, Victoria, había desaparecido hacía varios años. A pesar de que hasta la fecha las investigaciones de la policía habían resultado infructuosas, y de que las estadísticas decían que probablemente estuviese muerta, ni sus padres, ni sus hermanos, ni ella habían perdido la esperanza de encontrarla viva algún día.

Lo cierto era que, después de haber perdido a una hija, Lali no comprendía cómo los padres de Peter podían soportar tenerlo lejos de ellos, y no a treinta o cuarenta kilómetros, sino a miles de kilómetros.

Peter miró su reloj de pulsera y dijo que era hora de ponerse en marcha, así que después de asegurarse de que no se olvidaban de nada, subieron todos a los dos vehículos, y salieron hacia el aeropuerto.

Un rato después, de camino allí, Lali bajó la vista hacía Dylan, acurrucado en el regazo de su padre. Seguía sin saber cuáles habían sido las circunstancias por las que sus padres se habían divorciado, pero cada día que pasaba su corazón se endurecía más hacia ella. ¡Que una mujer, fueran cuales fuesen sus motivos, hubiese abandonado a su propio hijo…!

Durante su estancia en Savannah no había oído de la familia de Peter ni una sola crítica hacia ella, y aunque antes de conocerlos había pensado que probablemente fueran unos esnobs, lo cierto era que le habían parecido muy buena gente, y se había sentido muy a gusto entre ellos.

Cuando pasaban por delante de Crofthaven, el vehículo dio un bote al pasar sobre un bache en la carretera, sacando a Lali de sus pensamientos, y de pronto le pareció ver de refilón algo negro. Giró la cabeza, y la vio de nuevo… a aquella misteriosa mujer frente a la verja de la mansión. El corazón le dio un vuelco cuando sus miradas se encontraron, y recordó las palabras que le había dicho.

Temblorosa, Lali se volvió en el asiento hacia Peter, y agarrándole el brazo con ambas manos, le dijo:

—Por favor, dime qué ves por mi ventanilla.

Peter se inclinó hacia delante para mirar.

Continuará...