Disfruten y firmen :) Si hay firmas, antes de irme a dormir subo uno más! besos ♥
Capítulo 47
Quedaba mucho día y Lali se sentía agotada. Estaba sentada en el
despacho, descalza, mirando por la ventana un cielo tristón. Un relámpago
anunció la proximidad de una tormenta de verano. Si estuviese en casa en esos
momentos, habría llamado por teléfono para avisar de que estaba enferma, se
habría acurrucado en la cama y se habría dado una fiesta de
autocompadecimiento.
Recordó la noche del viernes y después, la semana que había pasado con Peter
Lanzani. Al enterarse de quién era, había tomado conciencia de lo peligroso
que era seguir viéndolo. Pero, por más que lo había intentado, no había
conseguido resistirse. Era demasiado dulce, atractivo, encantador, y la hacía
sentirse la única mujer sobre la tierra,
Pero las cosas habían cambiado. Desde que se habían cruzado con la señora
Navarro, ya no podía pensar en Peter como un hombre al que deseaba. Volvía a
ser el enemigo... responsable de arruinar su prestigio profesional. Tenía que
estar preparada para ello.
De ese modo, por lo menos, se acallarían las confusiones. Sabría de
verdad que quería de Peter. Hasta lo había presionado, contándole que seguían
con el proyecto, para que informase al respecto. Quizá no hubiese sido un
movimiento inteligente desde el punto de vista laboral, pero estaba harta de
tener la amenaza del reportaje sobrevolando. A veces era mejor afrontar un problema
de cara que tratar de imaginar cómo solucionarlo si llegaba a darse.
—Es lo mejor —se dijo mientras se frotaba una sien. Luego descolgó el
auricular y marcó un número familiar.
—Relaciones Públicas Dilan Scott —dijo la recepcionista.
—Con Cande Vetrano, por favor —Lali forzó la voz para que la mujer no la
reconociese. Esperó a que su amiga respondiese—. Hola Cande. ¿Qué se cuece en
Chicago?
—¡Lali! ¡qué alegría! Estaba esperando que me llamaras. He ido a tu casa,
he regado las plantas y he recogido el correo. Todo está bien, aunque alguien
te ha robado los geranios que tenías a la entrada. ¿Qué quieres que haga con el
correo? Tienes una tarjeta de tu madre.
—No sé —dijo Lali—. Guárdalo todo de momento.
—De acuerdo —Cande se quedó callada unos segundos—. ¿Te pasa algo, Lali?
Te noto mal.
Se mordió el labio inferior. En otras circunstancias, no habría dudado
en sincerarse con Cande. Pero estaba enredada en un lío que afectaba al
trabajo y quizá no fuese la persona más indicada. Después de todo. Cande era
una empleada leal de Dilan Scott y quizá no fuese la observadora más objetiva.
—No sé. Empiezo a pensar que no debería haber aceptado este trabajo.
—¿Estás loca?, ¿cómo ibas a negarte? Dilan está entusiasmado desde que
vio el cheque por los adelantos de los honorarios. No deja de hablar de lo
increíble que eres y el futuro tan brillante que tienes. Como te descuides, te
pone una placa con tu nombre en el vestíbulo.
—Pero no estoy segura de poder con esto, Cande.
—¿Tan mal están las cosas? ¿Qué ha hecho Soler? No le habrá encargado a
nadie un abrigo de cemento, ¿no?
—¡No! —exclamó Lali—. No es un mafioso. Al menos no lo creo. Ni siquiera
es por él... Oye, si me surgiera una emergencia familiar, quizá pudiera
convencer a Dilan para que me releves. Buenos Aires te encantaría.
—Lali, ¿qué es lo que pasa? Puedes contármelo.
Aunque ya sí estaba dispuesta a hablar, no estaba segura de cómo
explicarle lo que le había pasado. Había salido de Chicago decidida a dar un
giro a su vida, a dejar de soñar con el amor perfecto y evitar hombres que no
estuvieran disponibles. Pero había tenido una aventura de una noche con un
hombre perfecto y disponible. Ese había sido su error.
Era una situación complicada. Peter y ella se parecían demasiado, los dos
tenían empuje y decisión en el terreno laboral. Aunque se compenetraban de
maravilla en la cama, la pasión no bastaba para construir una relación
duradera. Y luego estaba el montón de mujeres con las que había estado Peter.
—Es que... no sé. Quizá tengo nostalgia.
—¿Y por qué no te vienes? Te pasas el próximo fin de semana aquí y
vuelves a Buenos Aires el domingo por la noche. Y me hachas una mano.
—¿Con el trabajo?
—No, estoy lijando el suelo de casa y es una pesadilla. Llevo una semana
cubierta de polvo.
—Creo que sí. Me vendrá bien acercarme — contestó Lali. Luego se quedó
callada unos segundos—. He... he conocido a un hombre. Peter Lanzani. Es periodista.
Periodista de investigación para un canal de televisión.
—¿Y?
—Y nada. Solo estoy un poco confundida.
—Espera. No me digas esto; está trabajando en una historia sobre Soler
¿verdad? — Cande gruñó—. No sé cómo te las arreglas para enamorarte del peor
hombre posible.
Lali se revolvió en la silla. No podía explicarle su atracción hacia
Peter Lanzani por teléfono. Cande necesitaba verlo para comprender a qué se
enfrentaba.
Continuará...
Otroooooooooo!!!
ResponderEliminarme encanto el capi!!! :D
ResponderEliminarpero no me gusta que esten separados.. :(
que le dira Cande a Lalita?
otro capi prontito! :P
:D Idem a lo que posteo Lalita Pasion!!!! :D
ResponderEliminarre adicta soy... más nove!!
ResponderEliminarLali ya sabe q está re metida!
ResponderEliminardfkewuhekfhkuewkkfw que le lleve una foto asi ve a Peter y se muere de amor como nosotras! jajajajaja ♥ ojala todo se resuelva pronto :D @LuciaVega14
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