CAPÍTULO 15

Bueno, subo uno más porque mi amiga linda @Frilaliter me pidio.  eee pasen por su nove http://frilaliterlover.blogspot.com.br/ esta BUENISIMA!! :) Disfruten y firmen chicas. Buenas noches ♥

—Será mejor que no —respondió, haciendo un gesto de despedida y dirigiéndose hacia la puerta—. Debo irme ya.

Salió del servicio, la siguió la chica, y Lali se quedó allí de pie, deseando haberles preguntado al menos sus nombres.

CAPÍTULO 15  

Rodeado por un enjambre de mujeres solteras, Peter observó desde lejos a la niñera de su hijo. Había sido un tonto al preocuparse de que la pobre, que parecía tan tímida, fuera a sentirse alienada en aquel ambiente de sofisticación y ostentación. Lo cierto era que Lali estaba tan sexy con aquel vestido, y se la veía tan calmada, que, de no saber quién era, habría pensado que había nacido y crecido en ese mundo, asistiendo a esa clase de fiestas… la clase de fiestas por y para las que su ex esposa había vivido, la clase de fiestas por las que los había dejado a Dylan y a él.

Peter tomó un trago de su segunda copa de champán para quitarse de la garganta el regusto amargo que le dejaron esos pensamientos. No tenía la fuerza de un buen lingotazo de whisky, pero estaba seguro de que ni eso habría logrado desterrar los celos que lo asaltaron al verla riendo algún comentario ingenioso que Fred Prowell, uno de sus antiguos compañeros de universidad, le acababa de hacer al oído.

Fred siempre le había parecido un poco irritante, pero hasta esa noche jamás había sentido odio hacia él. El sólo verlo conduciéndola a la pista de baile hizo que se pusiera tenso como la cuerda de un instrumento.

¿De dónde diablos había sacado Lali aquel vestido? Desde luego no parecía algo que uno pudiese encontrar en las rebajas. Mientras bailaban, Fred bajó las manos al hueco de su espalda, y los dedos de Peter apretaron el pie de la copa de champán, pensando cómo disfrutaría rompiéndole el cuello a aquel pulpo.

¿Acaso ignoraba Lali que a los hombres un vestido con la espalda descubierta les resultaba más excitante que un escote vertiginoso? Las hormonas de Peter se dispararon cuando sus ojos recorrieron aquella extensión de blanca piel. Para lo recatada que le había parecido desde que había empezado a trabajar para él, no parecía muy molesta de que un desconocido estuviese manoseándola en público.

Bueno, ¿y a él qué si no le molestaba? Al fin y al cabo no era asunto suyo. Lali era una mujer libre, y como tal podía pasarse la noche bailando con media docena de idiotas si quería. Más aún, si quería salir de allí con un anillo de compromiso en el dedo, por él perfecto… siempre y cuando no lo dejase… a Dylan, no a él, a Dylan, sin previo aviso.

Peter maldijo entre dientes. No esperó a que acabara la canción. Simplemente salió, casi a empellones, del círculo de mujeres que lo tenían rodeado, y las dejó comentando lo grosero que había sido mientras se dirigía hacia Fred y Lali.

Le dio unas palmadas en el hombro a su antiguo compañero de estudios, y le dijo:

—¿Te importa que te robe a tu pareja un rato?

Considerando que en un solo movimiento se había interpuesto entre ellos, y había rodeado la cintura de Lali con un brazo, la pregunta era meramente retórica. Como tal, no requería respuesta, sino que se apartase, lo que Fred hizo a regañadientes.

—¿Te he dicho ya que estás preciosa esta noche? —le dijo Peter a Lali,  atrayéndola hacia sí y empezando a girar con ella.

Pestañeando exageradamente e imitando a Marcie Mae, Lali le respondió:

—Eres perverso, querido. ¿Qué pretendes?, ¿hacerme sonrojar? Esos cumplidos pueden hacer que una chica pierda la cabeza.

Las comisuras de los labios de Peter se arquearon levemente. ¿Sería posible que estuviese tan aburrida de aquella fiesta como él?

—El sarcasmo no te va —le dijo.

Sin dejar de bailar, para que ningún hombre pudiera quitársela como había hecho él con Fred, la llevó hacia las puertas abiertas a los jardines.

La música terminó justo cuando atravesaron el umbral, pero mientras bajaban la escalinata, empezó la siguiente pieza, un suave vals, y Lali aprovechó para cambiar el tema de conversación por uno menos peligroso:

—La orquesta es estupenda.

Peter la tomó en sus brazos otra vez, y comenzaron a bailar de nuevo. Allí fuera había menos gente, menos ruido, y bajo el cielo nocturno una suave brisa transportaba el aroma de los magnolios en flor.

Continuará...

Se viene Laliter? jajajaja