Holaaaaaaaa :) Volvii jaja Espero que les guste la novela. Disfruten, firmen hablando acerca de que les parece, hablen conmigo en twitter (@siempreconlyp) , hagan lo que sea, pero yo quiero saber qué es lo que ustedes opinan de la nove :) besos besos. ♥
De pie en el umbral del
salón del hombre que la había contratado, Lali Espósito no podía dar crédito a
la chocante escena que estaba presenciando.
Como la puerta de
entrada a la casa no tenía timbre había usado los nudillos, pero, a pesar de su
insistencia, nadie había acudido a su llamada. Había probado a girar el picaporte,
y al ver que la puerta estaba abierta, había entrado y había seguido el sonido
de una voz masculina hasta llegar al lugar donde se encontraba en ese momento.
El dueño de aquella voz resultó ser un hombre increíblemente guapo, pero
aquello no disminuyó ni un ápice la impresión de que la había contratado un
monstruo… un monstruo cruel que estaba torturando a un pobre niño con una
galleta con trocitos de chocolate.
—Vamos, Dylan —estaba
ordenándole exasperado—. Si lo dices, te la daré.
Tan enfrascado estaba el
hombre en sus intentos por imponer su voluntad sobre la del pequeño, que no advirtió
la presencia de Lali.
El chiquillo, que no
tendría más de tres años, alzaba desesperado sus manilas regordetas hacia la
golosina que el monstruo sostenía frente a él, pero cada vez que sus dedos la
rozaban, la ponía fuera de su alcance. Las lágrimas que la frustración había
hecho aflorar a los ojos del pequeño empezaron a rodar por sus mejillas
sonrosadas, y el hombre maldijo entre dientes.
—¡Vamos, Dylan!, ¡sólo tienes
que decirlo!
No podía seguir allí de
pie sin hacer nada, se dijo Lali, aunque significase perder aquel empleo el
primer día, y aunque aquel empleo supusiese la diferencia entre no tener que
depender de sus padres y dormir en el banco de un parque.
—¡Démela!
Ignorando la expresión
patidifusa del hombre, que había girado la cabeza al oírla, Lali se dirigió
hacia él a grandes zancadas y le arrancó la galleta de la mano. Después,
agachándose, secó las lágrimas del niño con el puño de una manga, y se la dio.
El chiquillo se la metió
en la boca a toda velocidad para que su padre no pudiera requisarla, y sonrió a
Lali con la cara pringada de churretes de chocolate y los carrillos llenos.
—¿Se puede saber quién
diablos es usted, y qué se cree que está haciendo? —exigió saber Peter Lanzani,
aún acuclillado en el suelo frente al niño.
La tela de los vaqueros,
tirante sobre los muslos en esa posición, quedó más holgada cuando se levantó y
miró a la joven, profundamente irritado. Debía medir más de un metro ochenta,
lo que lo hacía un gigante en comparación con el metro sesenta de Lali, que de
pronto se sintió como David frente a Goliat… y sin honda.
—Soy la niñera que envía
la agencia de empleo —le dijo, armándose de valor—, y lo que he hecho ha sido
poner fin al tormento al que tenía sometido a este chiquillo. Por si no se ha
dado cuenta, señor Lanzani, es un niño, no un perro al que pueda enseñar trucos
prometiéndole galletas.
—¿Cómo se atreve…?
—Me atrevo porque me
importa. Ésa no es manera de educar a un niño —lo cortó ella, alzando la
barbilla desafiante.
Los ojos verdes de Peter
Lanzani la miraron como si quisieran fulminarla, pero Lali había tenido a
algunos de los profesores de música más estrictos y desagradables del planeta,
y no se arredraba fácilmente ante esas tácticas intimidatorias.
—¿Y cree que a mí no me
importa mi propio hijo? —le espetó el hombre en un tono sardónico.
El brillo feroz de sus
ojos habría hecho huir a un lobo, pero Lali puso los brazos en jarras, manteniéndose
firme a pesar del leve temblor que sentía en las piernas.
—Dudo que los servicios
sociales aprobaran medidas educativas como la que acabo de verle aplicar con su
hijo —contestó.
Peter Lanzani apretó la
mandíbula.
—Salga de mi casa.
Aunque las palabras
habían sido pronunciadas en un tono tan suave que el niño apenas sí dio un
ligero respingo, hicieron estremecer a Lali.
«Adiós trabajo», pensó,
preguntándose cómo iba a explicar aquello en la agencia de empleo. Quizá había
estado fuera de lugar entrometerse, pero no había podido evitarlo.
El envalentonamiento que
acababa de demostrar ante aquel hombre era en realidad algo reciente en ella,
algo que había surgido un día, tras veinticinco años de sumisión a sus padres,
cuando ya no había podido más. Habían amenazado con desheredarla si se
encabezonaba en actuar contra su voluntad, pero ella se había adelantado,
marchándose de casa.
Se sentía orgullosa de
haberse enfrentado a ellos y haber tomado las riendas de su vida, pero todavía
tenía que aprender a atemperar con prudencia esa vena justiciera que le salía.
De lo contrario, acabaría teniendo que vivir de la caridad.
Pero hasta eso sería
preferible a trabajar para un hombre que le recordaba tanto a su severo y
exigente padre, se dijo irguiéndose con dignidad y dirigiéndose hacia la
puerta.
Sin embargo, apenas
había dado tres pasos cuando una voz infantil la hizo detenerse:
—¡Alleta!
Como si de una máscara
de blanda cera se tratase, el rostro de Peter Lanzani se transformó al escuchar
a su hijo. El gélido brillo de sus ojos se derritió al instante, y poniéndose
de rodillas tomó al niño por los hombros y lo miró a los ojos.
—¿Qué es lo que has
dicho?
Si sus manos no hubiesen
estado temblando, Lali habría pensado, por la fuerza con que tenía asidos los hombros
del pequeño, que iba a zarandearlo para sacarle una respuesta.
—Ha dicho «galleta»
—intervino contrariada—, y por si le interesa mi opinión, yo diría que quiere
otra.
—¿Otra? ¡Por mí puede
comerse la bolsa entera! —exclamó Peter Lanzani, con una euforia que dejó aún
más aturdida a Lali.
Tomó al pequeño por
debajo de las axilas, y lo hizo girar con él riendo. La expresión de radiante
felicidad de su rostro hizo que los latidos del corazón de Lali se aceleraran.
¿Sería posible que se hubiese equivocado y después de todo aquel ogro fuera un
buen hombre?
El chiquillo reía
también, y cuando dejaron de girar repitió la hazaña que había provocado el
entusiasmo de su padre:
—¡Alleta!
El juicio que Lali había
hecho del hombre se desmoronó como un castillo de naipes al ver lágrimas en sus
ojos cuando bajó al niño y le alborotó el oscuro cabello.
Las gentes del lugar lo
tenían por un millonario excéntrico con vocación de ermitaño, y a Lali no le
extrañaba, porque para quienes habían nacido y crecido en aquellas tierras
inhóspitas, era inconcebible que un hombre de su posición hubiese renegado de
la vida fácil y las comodidades para dedicarse a la ganadería como si fuese una
afición similar a la de otros ricos, como el polo o el golf.
Sin embargo, para Lali,
lo que resultaba verdaderamente sorprendente era que un hombre así pudiese
conmoverse de semejante manera con los balbuceos de un niño pequeño.
Peter Lanzani tomó la
bolsa de galletas de una estantería y se agachó para dársela al chiquillo. El
niño le rodeó el cuello con los bracitos, cubriéndole el rostro de besos, y, al
verlo, la primera impresión que Lali había tenido de su padre se disipó por
completo.
La escena era tan
enternecedora y a la vez tan distinta de lo que había sido su propia infancia, que
Lali sintió una punzada de arrepentimiento por haber fastidiado aquel empleo.
Continuará...
Continuará...
Muy bueno :D
ResponderEliminara pesar de todo lali logro lo que Peter no pudo =D
me encanto que lo enfrentara! quiero otro!
ME ENCANTO!
besos
Juli♥
@amorxca
aaaaaaaaaw mas tier
ResponderEliminarme encanto!!!
ResponderEliminarmas tierno Pitt con el nene... :)
y Lalita me encanto que le enfrentase :P jajaja
espero otro capi prontito! :P
Me encanta tu nove
ResponderEliminaravisame cuando subas otro :)
@sweetlaliter
Me encantó la nove! Espero el siguiente capi, se ve buena la nove :)
ResponderEliminarAy que tiernoo, Lali niñera con su personaje de la pelii :)
ResponderEliminarEspero el siguiente!
Ya me enganche con este tambn jajajajajaja
ResponderEliminar@Pela_Teamo
Meeee encantoooo :D Que buenooo que sigas!!! :D
ResponderEliminarMe gustó ya quiero más capítulos, ya decía yo que Peter no podía estar gritando a su hijo por nada.
ResponderEliminarRuthy_lu
Me Encanto Muy Buena
ResponderEliminarAhhhh ya me parecia medio raro lo que Lali habia visto!! me mori de amor me imagino a Peter con un hijo parecido a el y efhwekfkewhfwke me muero ♥ =$ me encanto @LuciaVega14
ResponderEliminarbien lali me encanta que enfrentes a los hombres gbesos
ResponderEliminarbien lali me encanta que enfrentes a los hombres gbesos
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