Holaaaa :) Firmen, firmen, firmen mucho que pronto se viene Laliter otra vez. Si hay firmas subo más y más, asi pronto hay mucho más Laliter! Besos, disfruten ♥
CAPÍTULO 26
Lali sólo había visto a
la mujer una vez, pero le había bastado para decidir que no le gustaba en
absoluto. En su opinión, la señorita Rillouso pasaba más tiempo flirteando
descaradamente con Peter que preocupándose por Dylan. Además, lo máximo que
había conseguido sacarle a Dylan con su sistema habían sido un gruñido o dos, y
sólo porque le había prometido alguna golosina.
—Si ganas al menos
veinte de las pegatinas que le dejo a tu niñera para que las vaya poniendo en
esta tabla —le había prometido al pequeño en la última visita—, la próxima vez
que vengas te sorprenderé con algo especial.
Dylan no había mostrado
el más mínimo entusiasmo ante la idea, y Lali, a la que le había parecido una
supina estupidez, tiró la tabla a una papelera en cuanto salieron del edificio.
—¿Qué haces? —la increpó
Peter furioso, sacándola.
Lali no se amilanó.
—Sí a ti te parece que
esa chorrada que se le ha ocurrido puede funcionar, hazlo tú mismo —le dijo
tendiéndole la hoja con las pegatinas—. Intentar hacer hablar a Dylan mediante
sobornos me parece una pérdida de tiempo además de una soberana estupidez, y va
contra los principios de lo que considero una buena educación.
—Por si lo has olvidado
—le dijo Peter entornándolos ojos—, te recuerdo que te pago para que cuides de
mi hijo, y eso incluye seguir las indicaciones de la terapeuta. Si te ves
incapaz de hacer lo que hay que hacer por el bien de Dylan, quizá debería
buscar otra niñera.
Lali no se arredró:
—Si quieres despedirme,
hazlo, pero te advierto que si te descuidas acabarás convirtiendo a un niño que
es bueno y cariñoso en un monstruo, un monstruo que cuando llegue a la adolescencia
no querrá sacar la basura por menos de un dólar, y no se preocupará por sacar
buenas notas a menos que le prometas una bicicleta de montaña o un video-juego
nuevo para su consola.
Por el entorno en el que
había crecido, en el que muchos padres malcriaban a sus hijos dándoles todo lo
que querían con tal de que los dejaran tranquilos, Peter sabía que tenía razón
en lo que estaba diciendo, pero, cabezota como era, se obstinó en insistir en
su punto de vista:
—Helen Rillouso es una
profesional cualificada —protestó.
—Y yo no lo discuto
—replicó ella—, pero me parece que se equivoca. Hay que darle tiempo a Dylan
para que vuelva a hablar por su propia voluntad. Estoy convencida de que antes
o después lo hará, y no le resultará tan traumático como que intentemos
forzarlo poniéndole delante un caramelo o una galleta.
Peter no podía negar que
su manera de acercarse al pequeño, sin agobiarlo, había dado mejores resultados
que las tácticas de la logopeda, ni que Dylan parecía más feliz, pero no veía
razón para interrumpir el tratamiento indicado por una persona que se suponía
entendía más del tema que él ó ella.
—Lo único que te pido es
un poco de apoyo —insistió—. Si no te ves capaz de aplicar el programa de la
logopeda, al menos podrías no intentar sabotearlo.
Lali consideró sus
palabras en silencio y finalmente asintió con la cabeza.
—Está bien; por respeto
a ti no volveré a meterme en si los métodos de la doctora son buenos o no, y no
interferiré si tú quieres probarlos con Dylan, pero creo que deberías pensar lo
que te he dicho: intentar obligarle a hablar es tan malo como intentar forzar
una relación antes de que la persona se sienta preparada.
Peter suponía que
aquella era su manera sutil de decirle que la dejara tranquila, que le dejara
espacio. Aquello reforzaba la impresión que había tenido tras la noche de la
fiesta, pero aparte de dormir en el establo, no se le ocurría qué otra cosa
podría hacer para dejarle espacio sin distanciarse aún más de Dylan. Desde que
había empezado a evitar a Lali echaba muchísimo de menos pasar tiempo con su
hijo, como hacía antes.
Con Sheila nunca había
tenido tantos problemas para controlar su libido. Claro que Sheila lo había
perseguido sin el menor pudor desde el día en que se habían conocido, y además
le había mentido diciéndole que estaba tomando la píldora sólo para que la
dejara embarazada y que, siendo un hombre honorable, se viera obligado a
casarse con ella.
Lali no era así. Aunque
ella sólo lo había mencionado vagamente, era obvio que su natural introversión
se había visto incrementada por alguna experiencia negativa con el sexo
opuesto. Así las cosas, si quería que la atracción mutua que había entre ellos
llegase a alguna parte, tendría que ser él quien diera el primer paso. Y lo
cierto era que, acostumbrado como estaba a que las mujeres se le insinuasen y
flirteasen con él para obtener su atención, la timidez de Peter se le antojaba
como un desafío imposible de resistir.
Lali tendría que haber
estado ciega para no darse cuenta de las ardientes miradas que le lanzaba Peter
cada vez que pensaba que no estaba mirando. Y cada vez que aquello ocurría, Lali
notaba que una oleada de calor la invadía, que el estómago se le llenaba de
mariposas y se le aceleraba el pulso.
Pronto, confundida por
aquel cambio en su comportamiento, y por el hecho de que había dejado de
evitarla, comenzó a reaccionar como una adolescente nerviosa cuando lo tenía
cerca.
Continuará...
Me Enacanta Me Encanta
ResponderEliminarQuiero Maas Nove
Ay, estos dos... Quiero Laliterrr :)
ResponderEliminary que Dylan hable :)
mas noveeee!!!!
Qué vuelteros!Y Peter menos mal q no evita mása lali,por ese motivo se estaba alejando de Dylan y así ni loco van a lograr q hable!Me juego q1 si forman pareja el bebu habla!Necesita confianza y flia,sólo eso!
ResponderEliminarMe encanta, me encanta, me encantaaaa!!! :)
ResponderEliminarMe encanta La voy a recomendar en tw.
ResponderEliminarmas nove!!
ResponderEliminarBuenicimo !!!!!
ResponderEliminarleti2311
:) bueno de a poco las cosaas están mejorando y eso me gusta! @LuciaVega14
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