martes, 10 de abril de 2012

Capítulo 6


En el proximo, el beso y los capitulos que vienen son una bomba :) No me gusta eso de subo cuando haya tantas firmas, pero me harian muy feliz con algunas firmas, aca o en mi twitter (@siempreconlyp) Si a la noche hay algunas firmas subo otro cap. besos :)





Lali sonrió antes de ponerse en marcha y dar­le alcance.
—¿Ya has olvidado mi nombre? Yo soy cari­ño. Tú corazón.

Capítulo 6
La orquesta acababa de empezar su interpre­tación de Isn't It Romantic cuando Peter intro­dujo a la bella desconocida del vestido dorado en la pista de baile. La rodeó con un brazo y luego la acercó contra su cuerpo, moviéndose al compás de la música. El vestido tenía un escote pronunciado por la espalda y le sorprendió la suavidad de su piel.
Los negocios habían cedido el paso rápida­mente al placer. Al llegar, no le había costado convencer al portero para entrar; pero no había encontrado la oportunidad de dirigirse a Ricardo Soler. Según uno de los invitados, Soler se había marchado hacía unos minutos debido a una emergencia de trabajo. Peter había decidido subir al balcón para localizar a alguno de los colegas de Soler. Pero nada más posar los ojos en la chica del vestido dorado, se había olvida­do de cualquier otra cosa.
—Bailas muy bien —dijo ella.
—Tú también.
Le divertía el juego. Pero no estaba seguro de dónde terminaba este y dónde empezaba la rea­lidad. La chica se comportaba como si no lo reconociese, cosa difícil de creer cuando su cara estaba en un montón de vallas publicitarias por toda la ciudad. Quizá no viera las noticias. O quizá no fuera de Buenos Aires.
Estaba dispuesto a seguir el juego, al menos de momento. Aunque había seducido a bastantes mujeres, siempre había sido muy directo. Esa vez, en cambio, era distinto. Habían establecido unas reglas. ¿Servirían para protegerlos de sus deseos o para liberarlos de sus inhibiciones?
—Mi madre me apuntó a clases de baile de los siete a los doce años —comentó Lali—. De­cía que algún día me haría falta. Yo no la creía, pero supongo que tenía razón. ¿Y tú? —pregun­tó tras pasar la mano por uno de sus hombros.
—En mi caso es un don natural. Además, es muy fácil bailar bien con una mujer que sabe.
Peter la miró y no pudo apartar los ojos de su cara. Era bonita, tenía ojos negros, luminosos, una cascada de rizos castaños, algunos de los cuales le bailaban sobre la frente y las mejillas. Peter contuvo el impulso de retirárselos.
Pero luego pensó que no tenía por qué fre­narse. La actitud de la desconocida no daba a entender que se molestaría si la tocaba. De modo que le acarició una mejilla y le puso los ri­zos detrás de la oreja. Por un instante, Lali se quedo sin respiración, sus miradas se enlazaron. Hasta que Peter la sujetó por el talle y la inclinó hacia atrás.
Siguieron bailando, dando vueltas por la pis­ta como Ginger Rogers y Fred Astaire ( http://agaudi.files.wordpress.com/2009/02/fred-astaire-y-ginger-rogers.jpg ). De he­cho, lo sorprendía la facilidad con la que se compenetraban. La mujer parecía anticipar to­dos sus movimientos. Con ella al lado, parecía el mejor bailarín de la pista. Y, a sus ojos, ella era la mujer más bella de la fiesta.
—Si no hablamos de trabajo, del tiempo ni de dónde somos, ¿de qué podemos hablar? — preguntó ella.
—De lo que quieras —repuso él—. Tú me haces cinco preguntas y yo te hago otras cinco. De lo que sea. Sin restricciones. Y tenemos que responder con sinceridad. Seguro que dará pie a una conversación interesante, ¿no te parece?
—Empiezo yo —dijo Lali—. ¿Estás casado?
—No, nunca lo he estado. ¿Y tú?
—Tampoco, nunca —contestó ella. La or­questa pasó a Embraceable You y siguieron bailando—. Estuve a punto una vez, pero no sa­lió... ¿Estás saliendo con alguien? —añadió tras considerar la segunda pregunta.
—¿Vas a gastar una pregunta en eso, cariño? —Peter sonrió, negó con la cabeza—. No, no estoy con nadie. Y no voy a devolverte esta pre­gunta, me da igual si tienes pareja. Ahora estás aquí, conmigo, y es lo único que importa.
—Otra pregunta —dijo ella—. ¿Cómo te llamas?
—Peter, Peter Lanzani —contestó. Esperó a que la mujer le dijera el suyo, pero comprendió que tendría que gastar una pregunta para saber­lo—. ¿Y tú?
—Lali Espósito. Yo llevo tres, tú dos. ¿Quie­res preguntarme algo?

Continuará ... 

Algunas firmas y otro capitulo a la noche. :) Si no, nos vemos mañana. No se lo pierdan los proximos capitulos! ;) 

4 comentarios:

  1. más novela! :) Quiero el besoooo

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  2. Me gusto mucho.. Espero que sigas con la nove!

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  3. Esta Re Buena Graciias Por Subirla...

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  4. JNBSZHDJSWBDHSJ AMO ESTA NOVE!!! ESTA MUY BUENA :D @LuciaVega14

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