Capítulo 13

Hola, les dejo nuevo capítulo.. Adaptacion hecha por @Chari_mar :) Recien me entere que es una de las historias de los hermanos que sube @pl_mircorazon en plmicorazon.blogspot.com ... :|  Pero bueno, pasen y lean las otras novelas que tambien son buenisimas! Gracias a las chicas de Twitter por el apoyo! :) besos. Hoy posteo doble. 

—¿Estás seguro de que es su verdadero nom­bre?

—Deja de hablar como un detective. Si qui­siera encontrarla, la encontraría —repitió Peter. 

Capítulo 13

Lo cierto era que no había dejado de preguntar­se justo eso desde que había salido de la limusi­na. Podía llamar al organizador de la fiesta y conseguir su dirección de la lista de invitados. Podía llamar a la empresa de alquileres y pre­guntar quién había contratado la limusina. Si de verdad quería localizarla, podía buscar su apelli­do en la guía telefónica de Chicago—. Yo no creo en la maldición —dijo por fin.

—Quizá sólo haya sido un aviso —comentó Thiago—. La próxima vez ándate con más cuida­do. No puedes fiarte de las mujeres.

Peter sabía que los prejuicios de Thiago no se basaban del todo en las citas que había tenido. Su desconfianza se remontaba a la infancia, cuando su madre los había abandonado a los tres años. Peter no tenía recuerdos de Laura Lanzani siendo niño. Su padre les había contado que se había ido y se había matado en un acci­dente de coche. Al cabo de muchos años, Laura había vuelto a sus vidas y Peter la había perdo­nado. Pero Thiago parecía seguir resentido.

—Mamá está en casa de Clara y Rafael —dijo Peter—. Clara ha llamado esta mañana y quiere que vayamos todos a celebrar la navidad. Ahora que está trasladando el negocio aquí, Laura está pensando en venirse también. Creo que Clara quiere convencerla de que todos quere­mos que esté con nosotros. ¿Vendrás?

—No, estoy ocupado. Estaré trabajando en un caso... fuera de la ciudad.

—¿Qué tienes con ella? Eres adulto, no un chiquillo enrabietado. Papá y mamá lo pasaron mal, los dos cometieron errores. Si papá puede perdonarla, tú también deberías.

—Tengo mis razones.

—¿Qué razones? —preguntó Peter. Thiago negó con la cabeza y dio un sorbo a su Guinness—. De verdad, te juro que eres el tío más testarudo y egoísta que he conocido.

—Lo engañaba —murmuró Thiago.

—¿Qué?

—Laura —susurró Thiago—. Engañaba a papá.

—¿Cómo lo sabes?

—Una noche, después de que el Increíble Lanzani llegara a puerto, Santiago me mandó al pub para que trajera a papá a casa. Estaba borracho. Estaba hablando con unos amigos y les dijo que había sorprendido a Laura con otro hombre. Que la había echado de casa y esperaba que no volviese nunca. No sabía que yo estaba oyéndo­lo.

—¡Vaya, Thiago! ¿Por qué no dijiste nada?

—¿Qué iba a decir? Yo no la conocía. Y Con, Gastón y Santi hablaban de ella como si fuese la reina de la virtud.

—¿Qué más dijo papá?

—Apenas me acuerdo. Estaba muy borracho. Casi no se le entendía —Thiago suspiró—. Todas esas historias de los increíbles Lanzani. No lo cul­po. Dejar que una mujer tenga poder sobre ti puede ser muy peligroso.

—Tienes que hablar de esto con mamá.

—¿Por qué?, ¿para que se invente una excu­sa? Se suponía que nos quería. Se suponía que tenía que ser fiel a papá. En eso consiste el ma­trimonio. Hasta que la muerte nos separe.

—La gente comete errores, Thiago. Y estar casado ya es bastante difícil sin un marido que se pasa semanas fuera de casa y que se gasta el di­nero en alcohol y apostando.

—¿Estás diciendo que tenía motivos para en­gañarlo?

—Estoy diciendo que tienes que hablar con ella y aclarar las cosas. Laura quiere recuperar a su familia y tú eres parte de esa familia.

—Dile a papá que mañana le echo una mano en la barra —dijo Thiago cambiando de conversa­ción—. Tengo que irme —añadió al tiempo que se levantaba.

Peter suspiró mientras su hermano caminaba hacia la puerta. Quizá lo había presionado demasiado. Pero llevaba tenso todo el día y no ha­bía podido evitar forzar una discusión.

—Tengo que olvidarme de Lali Espósito — murmuró—. Tengo que quitármela de la cabeza.

Continuará ...