viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 23


Me quedo satisfecha con las 5 firmas y las cosas que algunas chicas me dicen en twitter, entonces aca les dejo otro capítulo. Si hay firmas subo más antes de irme a dormir, si no.. hasta mañana! Besos besos. @siempreconlyp


Se llevó la cuchara a la boca y dejó que la crema de plátano se le derritiera en la lengua.
—Esto es mucho mejor que el sexo —mur­muró—. Sólo necesito tomar más postres. Y conseguiré que desaparezcan estos sentimientos disparatados.

Capítulo 23
—Necesito a la diosa de la cámara —Peter se puso la chaqueta, abrió el cajón del escritorio en busca de una corbata. Le gustaba dar una ima­gen respetable en directo, pero las noticias no siempre surgían cuando se estaba bien vestido. Salió del despacho, atravesó el departamento de redacción y encontró a Vanesa en la sala de montaje—. Venga, tenemos que irnos.
—Tengo que tener esta pieza editada a medio­día —dijo ella, levantando la mirada del monitor—. Quieren ponerla en el telediario de las seis.
—Esto es más importante —dijo él—. Fernando puede terminarla por ti. ¿Puedes, verdad? —aña­dió dirigiéndose a este.
Fernando asintió con la cabeza y Vanesa se le­vantó.
—¿Qué pasa? —preguntó mientras seguía a Peter.
Un juez acaba de dictar una orden de re­querimiento contra el proyecto portuario de Soler. Alega irregularidades en la financiación y ha ordenado que se abra una investigación. David me va a conseguir una transcripción del informe judicial. Tenemos que preguntarle a Soler qué piensa. Grabar su reacción.
—Lanzani, el director de informativos y la jun­ta directiva del canal te han pedido que te olvi­des de Soler. Si le plantamos una cámara en la cara, se nos va a volver en contra. Nos acusará de hostigamiento si no tienes cuidado.
—Asumo toda la responsabilidad —dijo él—. Vamos en la furgoneta de Bernardo. Tienes que con­seguirme una buena imagen. Te digo que tene­mos una historia.
Vanesa aceptó a regañadientes, aceleró el paso mientras iban al aparcamiento. Tal como había prometido, Bernardo los estaba esperando con el motor en marcha. Vanesa era la mejor cá­mara del canal y, para Peter, Bernardo era el mejor conductor. Sabía hacerse hueco entre los co­ches, sorteando los atascos para llegar de los es­tudios al distrito financiero en diez minutos. Aparcó en una zona donde estaba prohibido es­tacionar, frente a las oficinas de Soler.
—Bueno, ¿cómo vamos a hacerlo?
—Soler tiene una reunión con sus inver­sores esta tarde en su club. Está previsto que su chofer lo recoja aquí dentro de unos minutos — Peter apuntó hacia un Lincoln aparcado frente a ellos—. Ese es su coche. Así que supongo que tiene que pasar por aquí.
—¿Cómo te has enterado de la reunión? — preguntó Vanesa mientras agarraba la cámara. Comprobó la batería y se la cargó al hombro.
—El dueño de la empresa que le alquila los coches a Soler es un viejo amigo del institu­to. Una vez robamos un televisor juntos.
—¿Robaste un televisor? —preguntó asom­brada ella.
—Estaba a mano en un camión de reparto con las puertas abiertas. De pequeño tenía muy malos impulsos.
—No creas que has cambiado tanto —mur­muró Vanesa mientras Peter miraba hacia la entrada de las oficinas.
—Verá nuestra furgoneta cuando salga. Si se da la vuelta y sale corriendo, grábalo también. El hecho de que no quiera dirigirse a los medios de comunicación será significativo de por sí — dijo justo antes de que se abrieran las puertas—. Ahí está, prepárate.
Pero, cuando ya iba a salir de la furgoneta, reparó en una mujer que salía del edificio tras Soler. Lali. Peter se quedó helado, incapaz de moverse durante unos segundos.
—¡Lanzani! —susurró Vanesa.
—¿Qué?
—Si no sales ahora mismo, no tendré tiempo de enfocarlo. ¡Venga! —lo apremió. Peter abrió la puerta de la furgoneta, se apeó, agarró el mi­crófono y lo encendió. Vanesa lo siguió con la cámara—. Lo tengo. Adelante.
Peter clavó los ojos en Soler, por miedo a mirar siquiera a Lali. Era la peor distracción que podía imaginarse, con su traje de negocios convencional y el moño remilgado tras la nuca. Pensó en quitarle las horquillas y... Dios, tenía que concentrarse.
—Señor Soler —lo atajo—. El juez Ramí­rez ha dictado orden de requerimiento contra el proyecto portuario. ¿Alguna declaración?
—Sin comentarios —gruñó Soler, miran­do directamente a la cámara.
—Afirma que una comisión de expertos inde­pendientes ha descubierto irregularidades económicas. ¿Le importa explicar a qué se refiere?
—Sin comentarios —repitió él, acelerando el paso.
—¿Cuánto dinero aportó su empresa a la últi­ma campaña del senador Fernando Morgan?, ¿espera­ba favores a cambio?
Soler se metió en el coche y cerró de un portazo.


Continuará... 

9 comentarios:

  1. uuh genialll! a ver que le dice Lali...

    MAAAAAAAAASSS!!

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  2. Ahí lo agarra Lali y le dice de todo jajajajajajaja.... qué pasará? MASSSSSSSSSSS

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  3. ESTAMOS DE SUERTE! SUBISTE OTRO CAPITULO! GRACIAS!!

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  4. Nhahhh no la dejes ahí! se viene el sermón de Lali. Me pregunto cuánto más se van a estar "aguantando"..

    Me encanta tu nove!! Me la recomendaron y me re prendí!

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  5. muy buenos los dos caps de hoy!! queremos mas nove

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  6. Uuuuuyyyy les toca controlarse, son de bandos opuestos....Noooo quiero mas! eso no puede quedar ahiii.....Y como consejo: Pues q no se controlen jajajaja ;)

    Andre
    @Complicidad_yp

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  7. intuyo q esta nove va a tener capitulos como muy sufridos... esto que los dos tengan intereses encontrados no va a ser bueno... espero el proximocon ganas!

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