+ se viene el encuentro Laliter :) mi twitter es @siempreconlyp :) Si quieren las informo cuando suba nuevo cap. Besos +
—Sé exactamente lo que necesito en estos momentos —murmuró Lali—. Una
aventura de una noche, agradable y muy apasionada.
Capítulo 4
No se dedicaba a buscar tipos raros, pero los hombres que se habían
cruzado en su vida siempre habían tenido algún extraño inconveniente: tenían
miedo al compromiso o estaban casados con alguien a quien olvidaban mencionar,
eran fríos o fetichistas con el calzado femenino, estaban planteándose un
cambio de orientación sexual o eran casanovas como Daniel. Hasta había
intentado mantener una relación a distancia con un escritor de Los Ángeles,
pero él había terminado enamorándose de una actriz insulsa.
Había llegado el momento de poner ella las condiciones. Sería ella la que
no estuviera disponible, y no tendría intención de compromiso alguno; sólo
estaría en Buenos Aires unos meses trabajando y no buscaba una relación a
largo plazo. Evitaría cualquier tipo de atadura y se limitaría a divertirse.
Volvió a suspirar. Aquella fiesta de recaudación de fondos sería el
último lugar donde podría encontrar un hombre soltero. La única razón por la
que un hombre asistía a un acto de beneficencia era que sus mujeres los habían
presionado para que las acompañaran. De hecho, la mayoría de los hombres
presentes preferirían estar en otra parte. Lali siempre había imaginado que
ella planearía un acto benéfico alternativo, de modo que la gente pagara por no
asistir y el dinero recaudado fuera íntegramente a la organización benéfica y
no se destinara a pagar la decoración.
Aprovechó el paso de un camarero para agarrar de la bandeja otra copa de
champán y miró hacia los balcones, resuelta a encontrar una mesa en la segunda
planta, desde la que observar la fiesta en paz. Minutos después, se sentó en
una esquina tranquila al otro lado de la orquesta. Se descalzó, se frotó los
pies y empezó a sentir el cosquilleo del champán que ya había bebido. Cuando un
camarero le ofreció otra copa, Lali aceptó y la puso al otro lado de la mesa,
como si estuviese esperando a alguien.
—Una mujer tan bonita no debería estar sola. - Lali levantó la mirada
hacia el hombre que se había acercado. Aunque era atractiva, su sonrisa parecía
demasiado... ensayada. Llevaba el pelo engominado hacia atrás y un esmoquin que
le sentaba fatal. Aun así, decidió darle una oportunidad.
—Estoy a gusto —contestó. El hombre corrió la silla situada frente a Lali
y se sentó, a pesar de la copa.
—Pues yo no —dijo él—. Estoy solo y todos los demás parecen acompañados.
Soy Jaime Ferrer.
—Lali —se presentó ella.
—¿Lali a secas?
—Lali Espósito.
—Bueno, Lali Espósito, ya que parece que los dos estamos solos, quizá
podamos estar solos juntos. Háblame de ti —dijo. Lali abrió la boca para
responder, pero Jaime Ferrer no esperó a que contestase—. Yo soy analista de
inversiones en Bardweil Fleming. No sé si lo sabes, pero estas fiestas son un
negocio estupendo. Siempre consigo captar algún cliente. No vendemos acciones
ni letras, pero ofrecemos nuestros servicios de análisis para todo tipo de
inversiones. Llevo cuatro años en Buenos Aires. Me trasladaron de la sede de
Nueva York, necesitaba un cambio.
A pesar de sus intenciones, ligar no era tan simple. Primero tenía que
encontrar un hombre que la atrajera. Y Lali ya sabía que ese tipo no le subía
la temperatura.
—Bueno, ¿tú a qué te dedicas, Lali?
—Señor Ferrer, me temo que no estoy interesada en...
—Jaime —insistió él—. ¿Tienes un plan de jubilación?, ¿has invertido tu
dinero inteligentemente? - Lali agarró su copa, la vació y se puso de pie.
—Voy por más champán. Si me disculpas...
—Se está acercando un camarero —dijo Ferrer con una sonrisa de oreja a
oreja.
Lali reprimió una palabrota y volvió a sentarse. Si aquello no era una
tortura, andaba muy cerca. No solía ser descortés, menos en el trabajo, pero
no creía que Ricardo Soler fuese amigo de Jaime Ferrer, analista de
inversiones.
Mientras este peroraba sobre activos líquidos y bonos del Estado, Lali
dejó vagar la mirada, intercalando algún monosílabo de tanto en tanto para
contestar a alguna de las preguntas de Ferrer. Dibujó una sonrisa forzada y se
preguntó cuánto tiempo tendría que soportar el monólogo de Ferrer. Buscó
alguna excusa para acabar con aquel tormento sin parecer ruda. Entonces, se
fijó en un hombre que estaba detrás de Ferrer, de pie, apoyado contra una
columna de mármol, con una sonrisa divertida en los labios.
Lali desvió la mirada de inmediato, pero cuando volvió a girarse,
descubrió que el hombre seguía observándola. Luego, él miró el reloj, fingió
bostezar y Lali no pudo evitar sonreír. Dio otro sorbo de champán, contemplando
al desconocido sobre el borde de la copa.
Continuará ...
Quien ustedes creen que es el misterioso hombre? jaja :) Puede ser que hoy a la noche suba otro cap. besos. Espero de verdad que les guste la adaptacion hecha por @Chari_mar :)
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