domingo, 22 de abril de 2012

Capítulo 27


Hello chicas! :) No pude subir antes, sorry. Espero que les guste. Muchas gracias a las que siempre firman y me hablan por twitter. Disfruten y firmen mucho! besitos, buenas noches!



—Bajo a comer algo —te comunicó mientras metía el informe del investigador en el bolso—. Y puede que luego me dé un paseo por el par­que. Si vuelve a llamar Peter Lanzani, dile que no tengo nada que decirle... No, mejor que le agra­decería que deje de llamarme. No, espera, no le digas eso. No digas nada. Tómale el recado nada más.
  
Capítulo 27
Mientras caminaba hacia el ascensor, apenas podía contener la curiosidad. El informe, al igual que el anterior, era muy claro y detallado. Pero este se centraba en la vida privada de Peter más que en su carrera profesional.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Lali se unió al grupo de trabajadores que bajaban en la hora de la comida. Una vez fuera del edificio, se confundió entre la masa anónima de peatones que abarrotaban la acera. De pronto, sintió el peso abrumador de la soledad, tan asfi­xiante como el aire caliente y húmedo de la ciu­dad.
Desde que estaba en Buenos Aires, no había deja­do de sentirse como una extranjera. No tenía amigos, nadie en quien pudiera confiar, a quien contarle sus problemas. Nada más conocía a Peter Lanzani y había decidido expulsarlo de su vida para siempre.
Lali suspiró y se encaminó hacia el parque de la plaza de Correos, un pequeño oasis en medio de tantos rascacielos. Una vez allí, se dirigió a la fuente de cristal y encontró un hueco de césped cerca, desde donde se oía el sonido relajante del agua.
Se puso la carpeta en el regazo y agarró el in­forme, pasando la vista a toda velocidad por en­cima hasta encontrar la alusión a la fiesta de recaudación de fondos.
—Según varios invitados —leyó en voz alta—, Peter Lanzani estuvo presente en la fiesta de re­caudación patrocinada por Ricardo Soler, ce­lebrada en el hotel Copley Plaza el sábado 14 de diciembre. Entró sin invitación y fue visto en compa­ñía de una mujer morocha de identidad descono­cida, con la que estuvo bailando hasta el final de la fiesta.
Lali respiró profundo. No había referencia al­guna a lo que Peter había hecho después de bailar con ella, a nada de lo que había ocurrido en la limusina. Aliviada, Lali regresó al principio del informe y empezó a leer con más deteni­miento. El detective había descrito pormenorizadamente la historia de una infancia bastante dura.
Lali leyó sobre los viajes de pesca del padre de Peter, sobre el abandono de su madre, sobre las dificultades para llegar a fin de mes en la casa de la calle Filgore en San Clemente del Tuyú, sobre cómo el hermano mayor había cuidado de los meno­res antes de hacerse policía. Otro hermano ha­bía entrado en el cuerpo de bomberos.
—Santiago y Gastón. Bruno, escritor. Thiago... detective privado —Lali frunció el ceño. Y el hermano menor, Bautista, era fotógrafo. También había una hermana, pero Lali se saltó los deta­lles de lo que parecía una historia compleja.
Hasta ese punto, no había encontrado nada que pudiera utilizar en su contra. No era delito haber tenido una infancia dura, con un padre apenas presente en casa y una madre que había abandonado a la familia cuando Peter tenía sólo tres años. Pero, al llegar al siguiente párrafo, redobló su atención:
—Peter Lanzani cometió diversos delitos sien­do menor de edad, entre los que cabe destacar hurtos en tiendas, vandalismo y pequeños ro­bos. Existen pruebas del robo de un coche cuando tenía quince años, pero su hermano mayor, Santiago, recién incorporado a la policía, con­venció al propietario para que retirase los cargos.
Había robado un coche. Lali no creía que sus jefes en televisión conocieran aquel incidente. Pero, ¿estaba dispuesta a sacar a la luz su pasado? Aunque ya se había visto obligada a jugar sucio en alguna ocasión, nunca había hecho daño a nadie a propósito. Y divulgar esa información podría perjudicar seriamente la carrera de Peter.
—Y eso que, con la suerte que tengo, igual le dobla los índices de popularidad —murmuró.
Lali se tumbó sobre el césped y se cubrió la cara con el informe, protegiéndose del sol. Necesitaba relajarse, olvidarse de cualquier preocupación durante un rato. El murmullo del agua re­sultaba relajante. Pero las imágenes que acudían a su cabeza no eran de cascadas bucólicas y ár­boles mecidos por el viento. Más bien, veía cuer­pos desnudos, ropas arrugadas, lugares turísticos a través de las ventanas tintadas de una limusina. Esa vez se permitió recrearse en el recuerdo.
—¡Qué sorpresa!

Continuará...

5 comentarios:

  1. Me encanta la nove! y tengo miedo que Lali sin querer le haga daño a Peter.....ya veo que se vienen momentos MUY duros
    Seguila pronto!!!

    Andre
    @Complicidad_lyp

    ResponderEliminar
  2. renuncien y escapense juntos! (?
    jajaja maaaaaaaaaaas noveeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  3. Genial el cap!! Aunque no aparecio peter!! Nos dejas con ganas de mas!
    Besossss Fri!

    ResponderEliminar
  4. me encantaa, ojalá Lali no utilice eso en contra de Peter.

    ResponderEliminar
  5. Noooooo que Lali no use eso en su contra u.u pobrecito Peter!!!!!!! :( muchas gracias por subir cap!!!!!!!!!! espero lograr ponerme al dia porque mañana tengo la ultima integradora y despues me quedara algun que otro trabajo pero me voy a poder viciar! jajajajaja @LuciaVega14

    ResponderEliminar