sábado, 21 de abril de 2012

Capítulo 26

Hola hola.. aca estoy otra vez! Disfruten y firmen mucho! besos besos. Buenas noches chicas. ♥ Gracias por las firmas y estoy muy feliz que les guste la novela. chau chau. 





Al fin y al cabo, no parecía capaz de mantener el control cuando estaban cerca. Lo que era un problema, pues podía llevarlo a hacer alguna tontería... como enamorarse. Y la historia más reciente demostraba que, cuando un Lanzani se enamoraba, no había marcha atrás.



Capítulo 26
—Necesitamos una estrategia —dijo Lali en la sala de conferencias—. Peter Lanzani no va a quedarse de brazos cruzados.
Lali recordó el beso que habían compartido en las escaleras y comprendió que debería estar planteándose su innegable deseo hacia Peter, más que los problemas de Soler.
Hasta ese beso, había conseguido engañarse, creyendo que seguía controlando lo que sentía por él. Pero había bastado el simple roce de sus labios para hacerle tomar conciencia de que Peter ejercía un poder extraño sobre ella, el po­der de volverla una mujer obsesionada con el sexo. Tendría que esquivarlo, era la única solu­ción que se le ocurría.
—Tendré que esquivarlo —repitió. Luego miró a los miembros del departamento de relaciones públicas de Soler y se obligó a sonreír—. Necesito que enviéis mensajes positivos a los medios de comunicación. Tenemos que conseguir que el público le dé la espalda a Lanzani. Tenemos que conseguir que vean el proyecto portuario como algo positivo para Buenos Aires.
—Pero es uno de los periodistas más popula­res —dijo Darío Silva—. Sus índices de audiencia están por las nubes desde hace un año, sobre todo entre las mujeres.
Lali suspiró. Sí, tenía un trabajo complicado por delante y no cabía duda de que a las mujeres de Buenos Aires les resultaba tan irresistible como a ella misma. Pero tenía que haber alguna forma de frenar a Peter Lanzani. Bastaría con un par de rumores desafortunados para que los inversores retiraran su confianza en Soler.
—Tenemos que desviar la atención —dijo Lali—. Necesitamos un escándalo mayor. Algún ministro aceptando un soborno o un famoso que se acueste con su hermanastra. Podríamos... podríamos dejar pistas falsas. Que Peter Lanzani no sepa qué fuentes creer y cuáles descartar.
—Buena idea —dijo Rubén Castillo—. Dejare­mos pistas falsas. Si se confía y no comprueba las fuentes, destruirá su reputación en esta ciu­dad.
Lali dudó. No debería tener reparos en pegar a Peter Lanzani donde más le dolía: en su reputa­ción. Pero tampoco quería destruirlo.
—Es una posibilidad —murmuró.
—Podríamos sorprenderlo en una situación comprometida —sugirió Ana Pedraza.
—Tengo entendido que le gustan mucho las mujeres —añadió Margarita—. Si lo pillamos con la clase equivocada de mujer, podríamos hacer que se calmara.
La idea le resultó despreciable. Por no hablar del ataque de celos que le entraba sólo de pen­sar en Peter con otra mujer.
—Son opciones, son opciones —comentó ella.
—Tiene antecedentes —apuntó Darío.
—¿De escándalos con mujeres?
—Penales —precisó Darío—. Antecedentes penales.
—¿Peter Lanzani está fichado? —preguntó asombrada Lali—. ¿Cómo lo sabes?
—El señor Soler contrató a un detective para que lo investigara.
—He leído el informe. Pero no recuerdo nada de eso.
—Esta es la última actualización del detective —Margarita le acercó una carpeta—. Ha llegado esta mañana. Al parecer, Lanzani ha tenido unos cuantos encuentros con la policía. Da la impre­sión de que la única razón por la que no está en la cárcel es porque su hermano es policía.
¿Sabías que Lanzani tuvo la desfachatez de colarse en la fiesta de recaudación de fondos que ofreció Ricardo Soler el fin de semana pasado? —intervino Ana—. Lo vieron unas cuantas personas.
—A partir de ahora, quiero ser la primera persona en ver los informes del investigador — dijo Lali tras agarrar la carpeta—. Margarita, ase­gúrate de que me la hagan llegar según se reciba. Nos vemos mañana por la mañana otra vez. A ver si se nos ocurren más opciones. Necesito tiempo para leer esto —añadió, dando por zan­jada la reunión.
Salió de la sala de conferencias y, antes de entrar en su despacho, fue a la mesa de su ayudante María y recogió los mensajes que le habían dejado. Había dos de Peter, uno desde el teléfo­no del canal y otro desde su móvil.
—Bajo a comer algo —te comunicó mientras metía el informe del investigador en el bolso—. Y puede que luego me dé un paseo por el par­que. Si vuelve a llamar Peter Lanzani, dile que no tengo nada que decirle... No, mejor que le agra­decería que deje de llamarme. No, espera, no le digas eso. No digas nada. Tómale el recado nada más.


Continuará... 

9 comentarios:

  1. Increibles los caps!!!!! Son grosas ambas!!!!! Un besooo :D Fri!

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  2. Increíble!!! Quiero mas caps! me gusta MUCHOOO la nove!

    Andre
    @Complicidad_lyp

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  3. muuuuuuy bueno el cap!! Quiero másss

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  4. me encantaa muy bueno el cap

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  5. Espero que Lali no cometa el error de usar esa info en contra de Peter.

    Muy lindo el cap!

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  6. me encantaa ,, quiero más capitulos ajja :)

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  7. awwwwwwwwwwwwwwwww se puso celosita me muero de amor ♥ me encantoooo, ajajajajaja y el final me sono a una mujer histerica que no sabe qe deecir! jajajaja me encataaa Laliii ♥ la amooo jajaja @LuciaVega14

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