Capítulo 32

Holaaaa, pronto me voy asi que les dejo otro cap :) Mañana subo, pero a la noche .. tengo clases a la tarde tambien! Pronto se viene más Laliter. ♥ Disfruten y firmen. besitos, buenas noches. Las quiero! 

-Hecho —dijo Peter—, Encuéntrame algo bueno y te conseguiré pases para toda la temporada si hace falta.

Sonó el timbre y Thiago se levantó.

Capítulo 32

—La pizza —dijo y Peter le lanzó la cartera a su hermano.

—Invito yo- Thiago no discutió, así que Peter supuso que estaría un poco escaso de dinero. Le remordía la conciencia pedirle que trabajara gratis para él, pero a Thiago no parecía importarle. Aceptaba el dinero si se lo daban, pero no lo pedía si no se lo ofrecían.

Instantes después, Thiago regresó con la caja de la pizza y la colocó encima de la mesa. Lue­go fue a la cocina, agarró dos paños y le lanzó uno a Peter.

—No se lo digas a Elena —murmuró—. Me matará si se entera de que uso sus trapos como servilletas.

—¿Dónde están Bautista y Elena?

—Buscando piso. Les dije que me mudaba yo y que se quedasen con el apartamento, pero entre el sueldo de Elena en el banco y los encar­gos que le están saliendo a Bautista, parece que se pueden permitir algo mejor. No sé cómo voy a pagar el alquiler de este sitio yo solo.

—Siempre puedes venirte conmigo —dijo Peter—. Tengo sitio.

—No, tendría que volver a mudarme cuando empieces a vivir con Lali.

—No voy a vivir con Lali —protestó Peter. Y, sin embargo, no tenía claro que la idea le disgustara. Al menos quería tener la oportunidad de averiguar si lo que había entre ellos era algo más que pura atracción física. Si la pasión se apagaría con el tiempo.

—No podrás remediarlo —Thiago agarró un triángulo de pizza y sopló para enfriarlo—. Es la maldición. No tienes escapatoria.

—Pero en realidad no la rescaté. Su vida no corría peligro. Estaba a salvo —se defendió Peter—. Bueno, puede que haya habido un par de ocasiones en que sí ha corrido un poco de peligro: el otro día, frente al pub, cuando iba a cruzar la calle sin mirar. Y luego se tropezó en las escaleras,.. y casi se cae con la bici del par­que... Pero no era peligro de muerte.

—Puede que tengas razón —Thiago dio un mordisco a la pizza—. Santiago salvó a Olivia de unos matones. Y Gastón rescató a Rocío de un incendio. Bruno sacó a Amy de una pelea en un bar.

—Y Bautista espantó al ladrón que entró en el apartamento de Elena —finalizó Peter—. Yo sólo la he librado de una noche aburrida. No es lo mismo.

—Pero suena como si te gustara que lo fuera —contestó Thiago, enarcando una ceja.

—Ahora mismo, Lali y yo somos incapaces de estar en una habitación sin encontrar alguna razón para discutir. No parecemos abocados al matrimonio precisamente.

—Algo te habrá gustado de ella.

—Primero hicimos el amor en el asiento tra­sero de una limusina. Es una fantasía sexual hecha realidad. Y luego me dijo que no quería vol­ver a verme. A la mayoría de los hombres le habría encantado oír algo así. Pero yo quería volver a verla. Sigo queriendo.

—Anda, toma un poco de pizza y echa un trago —dijo Thiago—. Te sentirás mucho mejor. Luego podemos bajar al pub, a ver si hay alguna mujer que te interese.

Peter asintió con la cabeza. Pero no le basta­ba con cualquier mujer. La única mujer que de veras le interesaba era Lali. Y aunque ya había hecho el amor con ella una vez, necesitaba repetir.

Continuará...