hola hola :) DISFRUTEN! La foto es de la genia de @cutenesslyp :) El amiguito de Peter ama a Lali (? jajajajaja BUENO! + comentarios = + capítulos.
-Mmm... -Lali
abrió los ojos.
-Yo nunca haría
nada que tú no quisieras. Nunca te haría ningún daño. - Y con la mano libre empezó a desanudarle el vestido
tras la nuca-. A menos que me lo pidieras con mucho cariño, claro.
Capítulo 35
El nudo se deshizo y los
tirantes del vestido se escurrieron por los
hombros de Lali. Peter la miró a los ojos y encontró exactamente lo que quería encontrar. Ahí estaba, en sus párpados
ligeramente caídos, junto a la chispa que destellaba como una llama. Le frotó suavemente el pezón y sintió que se
endurecía entre sus dedos. Ella se pasó
la lengua por los labios y él la besó, saboreando el deseo en su boca. El deseo de ella hacia él. El deseo de él hacia ella. El mismo deseo que lo había tenido
despierto aquella noche. El mismo deseo
que le había provocado una tremenda
erección.
Deslizó los tirantes hacia abajo
y el vestido cayó hasta las caderas. Peter se inclinó un poco hacia atrás para
contemplarle los pechos. Perfectos. Suaves.
Con forma de pera y el pezón como una
pequeña frambuesa. El que sostenía le llenaba la mano y él lo sobaba con dulzura. Notó cómo ella tomaba
aire, cómo aguantaba su lascivo
escrutinio.
¿Cómo podía haber pensado que una noche con ella le bastaría? Después de una noche
la deseaba aún más que antes, cuando sólo había sido una fantasía. Ahora sabía
que era mucho mejor que una fantasía. Mejor que nada de lo que había tenido
hasta entonces. Y sabía que, mientras
ella estuviera a su alcance, iría por
ella.
Lali le agarró la camiseta para
arrancársela de los vaqueros. Él se la
quitó por la cabeza y, antes de que la camiseta tocara el suelo, las manos de ella ya se habían posado en su
torso. Le acariciaban los costados y los
hombros y le recorrían el pecho. Lali se inclinó hacia delante y le besó la nuez. Aquella lengua húmeda
y caliente le provocó un escalofrío en todo el cuerpo y se puso tan erecto que hasta pulsaba.
Los dedos de Lali le peinaban
el vello del pecho, trazando un reguero de fuego hasta la
cintura de los pantalones. Le desabrochó
el botón, metió la mano dentro de los vaqueros y lo invitó a salir. Ésa era una de las cosas que a él le
gustaban de Lali: no le daba ninguna vergüenza ir por lo que quería.
Peter miró hacia abajo, por entre los pechos de Lali,
y vio su pene descansando en la suave mano
de la mujer. No sabía cómo iban a ir
las cosas entre ellos, pero en aquel momento tampoco le importaba.
Sentía el bombeo desbocado de la sangre en las
venas, en la cabeza y en la entrepierna. El deseo se le había instalado como un nudo en el estómago. Entonces
cubrió la mano de Lali con la suya y empezó a moverla arriba y abajo,
haciendo resbalar el suave prepucio acompasadamente.
Sabía que llegaría el momento
en que no podría tocarla, cuando ella
no estuviera ya allí. Pero ahora sí estaba y él la deseaba como nunca había deseado algo. Deseaba el dolor en
la tripa y las fuertes palpitaciones en el
vientre. Deseaba tener aquella sensación
de ser arrollado por un tren fuera de control, de ser aplastado
por algo que no podía ni quería detener.
La besó en la boca, en las
mejillas y el cuello. Le desabrochó el
vestido por detrás y la prenda cayó ondeando a sus pies. La tenía de pie ante él sin nada más que las
braguitas de seda azul. Lali frotó su vientre
plano contra la punta del erguido pene y a
él casi se le doblan las rodillas. Aunque sabía que le aguardaban cosas mejores, deseó que aquel momento
durara para siempre.
-Hazme el amor, Peter -le
susurró ella.
Él le tomó las manos y se las
apoyó en sus hombros.
-Estas chicas de ciudad...
-dijo mientras la levantaba del charco
formado por el vestido amontonado en el suelo-. Siempre vais con prisas. -Volvió a bajarla muy lentamente,
deslizándola por todo su cuerpo. Los pezones
se rozaron y la estrechó aún más contra su cuerpo. Pezón
con pezón, ingle con ingle, y la erección oprimida contra el muslo y la entrepierna de Lali-. Tenemos todo el día. Y toda la noche.
-¿No tienes que ir a ningún sitio? -preguntó ella,
con la boca a la misma altura que la suya-.
¿No te reclama el deber?
-No. Hoy ya he hablado con Adam
y he dejado a su perrita con mi madre. -Presionó las
caderas contra ella-. Éste es el único
sitio donde quiero estar.
Peter hubiera permanecido así
más rato, pero ella se deshizo de sus brazos y él,
dolorosamente erecto, vio cómo se alejaba.
-¿Adónde
crees que vas?
-No te muevas. -Lo miró por
encima del hombro y sonrió-. Ahora vuelvo.
Peter miró hacia abajo, a la
erección que asomaba por sus pantalones como un madero a la
deriva, y se preguntó qué demonios se proponía aquella
mujer. ¿Acaso no acababa de pedirle que
le hiciera el amor? Se sacó la cartera y la tiró sobre la mesita del café.
-¡Haz algo útil! -le gritó ella
desde el comedor-. ¡Quítate la ropa!
El sheriff se quitó las botas y
metió los calcetines dentro. Mientras se bajaba lo
pantalones oyó una guitarra acústica y un violín. Dejó caer los vaqueros junto a las botas y levantó la vista. Lali reapareció y se dirigía hacia él, con los
pechos balanceándose ligeramente a cada paso.
Desde la otra sala, Dwight Yoakam cantaba
algo sobre un viaje salvaje. Mierda, ya no podría volver a escuchar a Dwight
sin pensar en Lali acercándosele con sólo las braguitas puestas.
-Nunca había escuchado música
country -le informó Lali-. Quiero ampliar mis horizontes. Experimentar cosas
nuevas.
Él la agarró y la estrechó contra su pecho. Se tomó a pies juntillas sus palabras y consideró un deber proporcionarle nuevas experiencias. Mientras Dwight cantaba sobre una mujer que se frotaba la mano en el muslo, Peter se frotó contra los muslos de Lali y recorrió con las manos aquel delicioso trasero cubierto sólo por las braguitas de seda. Sintiendo los senos de Lali contra su pecho, Peter le oprimió la pelvis y la besó provocando una larga, intensa y húmeda maraña de lenguas y bocas entrelazadas y jadeantes. Después deslizó la mano por el costado del femenino cuerpo hasta la parte delantera de sus braguitas. Estaba mojada y, cuando le tocó el punto más caliente y húmedo, Lali emitió un torturado gemido.
Él la agarró y la estrechó contra su pecho. Se tomó a pies juntillas sus palabras y consideró un deber proporcionarle nuevas experiencias. Mientras Dwight cantaba sobre una mujer que se frotaba la mano en el muslo, Peter se frotó contra los muslos de Lali y recorrió con las manos aquel delicioso trasero cubierto sólo por las braguitas de seda. Sintiendo los senos de Lali contra su pecho, Peter le oprimió la pelvis y la besó provocando una larga, intensa y húmeda maraña de lenguas y bocas entrelazadas y jadeantes. Después deslizó la mano por el costado del femenino cuerpo hasta la parte delantera de sus braguitas. Estaba mojada y, cuando le tocó el punto más caliente y húmedo, Lali emitió un torturado gemido.
Lali volvió a deshacerse del
abrazo, pero esta vez no lo abandonó.
-Siéntate -le ordenó.
No esperó que él obedeciera y
le plantó las manos en el pecho, empujándolo hasta
sentarlo en el sofá. Se puso de pie entre sus piernas abiertas y se bajó las bragas deslizándolas por los muslos. Mientras ella las echaba hacia atrás con el
pie, él paseó la mirada por sus piernas hasta
el pubis. Aquella misma mañana había estado imaginando
aquella entrepierna, con el resultado de
que había empotrado el tractor en la pared del establo de su madre.
Sólo con mirarla se le hacía
difícil respirar.
-Necesito un sombrero de fiesta
-anunció Peter.
-¿Qué?
-Tengo un preservativo en la
cartera.
Lali la cogió de la mesita y
sacó un envoltorio dorado.
-Pensaba
que no habías venido por sexo.
Él sonrió.
-Bueno, los tíos siempre
tenemos la esperanza.
Lali levantó una ceja mientras
retiraba el preservativo del envoltorio y lo sostenía entre
los labios. Y, ante los atónitos ojos del sheriff, se lo colocó con la boca.
-¡Ay, Dios! -gimió Peter mientras ella le ampliaba los horizontes,
proporcionándole una experiencia completamente nueva para él.
Cuando ella se le subió al
regazo, él ya estaba muy cerca del punto
sin retorno. Lali colocó la punta del pene en posición y se sentó lentamente sobre él hasta tenerlo hincado
en lo más profundo. A pesar de la fina capa de látex, su vagina ardiente envolvió la erección de Peter como si estuviera hecha a
medida para él. Ella se estremeció y él
sintió todas y cada una de las ondulaciones de aquel ajustado conducto. Ella se le agarró a los hombros y se echó hacia atrás. Tenía los labios
abiertos, la cabeza ladeada y las mejillas sonrosadas. La nitidez de sus
ávidos ojos se concentraba en él como si
fuera el único hombre de la tierra que podía darle lo que ella necesitaba.
Ella susurró su nombre y él le
puso las manos en la espalda. Le besó
los pechos y, cuando ella tensó sus apretados músculos, Peter tuvo que hacer un esfuerzo para no alcanzar el
clímax antes que ella. Intentó pensar
en otra cosa, pero hasta la última célula
de su cuerpo estaba concentrada en ella. En cómo se sentía en su interior. En la calidez de sus músculos
contraídos. En el latido punzante y sordo que
le oprimía las ingles.
Lali se enderezó y pegó su
frente a la de Peter, que respiró el aire de los pulmones de aquella mujer que
se movía arriba y abajo, envolviéndolo con un ritmo lento y regular que encendía aún más su deseo febril. Le agarró las nalgas y
la empujó hacia abajo con fuerza,
instándola a moverse más rápido.
En aquel momento pensaba que
no podía haber nada mejor que estar dentro de Lali pero,
con la siguiente penetración, cambió de opinión. Sintió un ardor mucho más
intenso. Y la humedad, como en su boca, pero
todavía mejor. El calor le recorrió la
piel como un fuego desbocado. Lali gimió y lo estrujó con fuerza, palpitando y contrayendo los músculos
vaginales. Las fuertes contracciones de aquel
orgasmo le arrancaron a Peter una
eyaculación abrasadora, dejándolo sin resuello.
Alcanzó las profundidade pero, ya cuando se vaciaba por última vez en su
interior, se percató de por qué de
repente se había sentido tan arropado.
Se había roto el preservativo.
Lali apoyó la cabeza en el
hombro de Peter mientras la música llenaba el silencio,
roto sólo por sus jadeos al respirar. No había imaginado que el sexo con Peter pudiera ser aún mejor que la primera noche. Pero se había equivocado.
Puede que ahora fuera mejor porque ella
estaba más relajada, más a gusto con su propio cuerpo y el de su amante, más cómoda para ser ella misma.
Esperó a recuperar el aliento y
entonces bromeó:
-Creo que me has arruinado
todas las expectativas de estar con
otros hombres. -Al ver que él no decía ni palabra, separó la cabeza y lo miró a
la cara. No tenía precisamente el aspecto de un hombre disfrutando de su placer-. ¿Qué ocurre?
-Levántate -repuso él, lacónico.
Nada más levantar las rodillas,
él la agarró por las caderas y la puso
de pie. Sin mediar palabra, recogió sus vaqueros y se fue al baño.
Lali lo miró hasta que la
puerta del baño se cerró y la burbuja de
dicha que la envolvía explotó como un globo. Estaba de pie en medio del salón, y de pronto se sentía desnuda
e indefensa. ¿Qué había pasado? ¿Qué
había ido mal? ¿Qué había hecho?
Recogió su vestido y se lo
puso por la cabeza. No sabía ni qué había
pasado ni qué había hecho mal. Todo había sido maravilloso hasta después de
terminar, hasta que ella había hecho aquella broma picante. Quizás había sido eso. Quizás a él le había sonado a compromiso. Se ató los tirantes en la
nuca. Tenía que ser eso. Lo había puesto
de mal humor. Ahora seguramente se iría. Pensar que saldría por la puerta le
heló la sangre.
Continuará...
jodeme que viene un lanzani-esposito aaaaaaaaaa
ResponderEliminarTodo bien q se rompio el preservativo,pero ël podria haber actuado diferente,lo paralizó el miedo a tener otro hijo pero actuar así te hace sentir la peor!
ResponderEliminarSube otro por favor!
chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan dale subite el otroooo no seas mala (? @ConEllosSiempre
ResponderEliminarMe gusta :D
ResponderEliminarPeter ella no se puede quedar embarazada :)
Mas nove
@Teen_Angels94
oh oh.... y ahora quien podra defenderlos ;)
ResponderEliminarnaaa un hijito pero que bravo peter haha
ResponderEliminarhay no :(
ResponderEliminarmasssssssssssssssss porfis!!
quiero el proximo cap.... como se comportara peter
ResponderEliminarporque igual dudo que lali tome las pastas :/
ResponderEliminarchann !!! ahora que pasara??? me encanto el capítulo !!
ResponderEliminarespero el proximo
besos
AAAAAAH, POR FIN LLEGUE!!!!!!! me encantaa!! pero yo creo que Peter tendria que saber el SECRETO de Lali!!! Buenisimaaaaaa :)
ResponderEliminarY ahi ella le dice que esta operada y que no puede tener hijos =/
ResponderEliminarQue onda Peter con los preservativos? Ya es la segunda vez que se rompe ¬¬ jajajaj
aaaaaaaaaaai quiero mas nove♥
ResponderEliminarQUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE
ResponderEliminarQUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE
QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE
QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE QUIERO MAS NOVE
Quiero mas y que peter se entere que ella no se puede embarazar
ResponderEliminarseguro se le cruza por la cabeza el dia q eugenia quedo embarazada por eso salio corriendo
ResponderEliminarquiero otro cap
beso
quiero otro cp :)
ResponderEliminarPeter seria muy piña cómo se dice en Perú si vuelve hacer padre debido a un descuido pero cómo es con Lali sería algo lindo.
ResponderEliminarDesde el lunes no podré firmarte seguido, empezaré a trabajar y se me complicará pero te leeré desde el celu.
Masi_ruth
aaaay noo! Pero Lali no puede tener hijos, debería decírselo a Peter. Este Peter... es la 2da vez que se le rompe el preservativo, pobre.
ResponderEliminarEspero el sgte. capi!!
maaaas
ResponderEliminarwhat the fuuuuuuck!!!!!??????
ResponderEliminarM A S S S S S S S S ! ! !
Mas Mas Mas
ResponderEliminarque lastima que Lali no le dijo la verdad a Peter sobre su operacion sino esto se podria haber evitado, encima pobrecita piensa que es culpa de ella, mas le vale no tratarla mal porque le corto las kfwelfhrwl ¬¬ jajajaja muy buena la noveeee @LuciaVega14
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