Sin tiempo chicas, paso rapidin. Perdon por no subir ayer. :( Disfruten y comenten. Mañana vuelvo a casa! Besos ♥
-Vamos por la perrita -propuso.
Simplemente no podía decir a su hijo lo que quería
oír. Todavía no. No hasta que supiera lo que iba a hacer. No hasta que se hiciera una idea exacta de cómo
se sentía respecto a Lali y a todo aquel enredo.
Capítulo 42
Lali no iba a esconderse como si hubiera hecho algo
malo. Y menos iba a quedarse en su casa,
paseándose por las habitaciones y
corriendo a la ventana cada dos por tres. A las ocho menos cuarto de
aquella misma tarde, se puso su vestido color melocotón, se maquilló y salió a cenar. Desafortunadamente, el local más selecto
del pueblo era el Cozy Corner Café.
En el jukebox sonaba country y la comida olía exactamente igual que el día que Lali pisó el bar por primera
vez. La hora punta de la cena ya había pasado. En un reservado había una pareja con un bebé, y en la barra tres quinceañeras
riendo y fumando.
Aparentemente, en el Cozy
Corner no habían hecho caso de la norma
de establecer una zona para fumadores y tampoco parecía preocuparles que los menores fumaran. Pero, por lo menos, las
chicas no llevaban el pelo rosa ni piercings en la nariz y los labios.
Lali eligió un reservado hacia
el fondo del local y pidió una hamburguesa
con queso, sin cebolla y con extra de mayonesa aparte, un plato de patatas fritas sin sal y un batido de chocolate.
Quizá pudiera reconfortarse con comida energética.
Trabajar
ni siquiera entraba en sus planes más inmediatos. Se había pasado el día intentando por todos los medios no llorar, preguntándose si lo suyo con Peter se habría
terminado para siempre, y si debía llamarle o esperar que la llamara él.
Se había pasado el día reviviendo el tiempo
que habían pasado juntos, especialmente
la noche anterior. Él se preocupaba por ella, lo había
percibido en su voz y sentido en su forma de tocarla.
Había pasado horas pensando en
volver a casa de Peter y hacer que la escuchara,
convencerlo de que ella nunca lo traicionaría. Tenía que creerla, pero suponía que sólo la creería cuando pudiese comprobarlo en la prensa.
Había barrido el suelo, hecho
la colada y limpiado los baños. Tras un largo baño se había
hecho una mascarilla y la manicura. Y todo
para quitarse a Peter de la cabeza, para quitarse de la cabeza aquella expresión fría e insondable mientras
le decía que ni siquiera la conocía. Todo se había ido al infierno.
Paris Fernwood le sirvió el
batido. Mientras la camarera le ponía
una cuchara larga y una pajita encima de la servilleta, Lali se acordó del día que llegó al pueblo y de su
segundo encuentro con Paris. Recordó cómo
había mirado Paris a Peter: se le habían
derretido los ojos y ablandado sus duras facciones, se le había iluminado la cara como un sol. Lali se preguntó
si ella lo miraba igual, y si él se habría
dado cuenta.
-Gracias -dijo Lali, sacando la
cañita de su envoltorio.
-De nada -murmuró Paris, sin levantar la cabeza, y
se alejó.
«Patética», pensó Lali
observando a la camarera detrás de la
barra, vaciando ceniceros. Eso mismo había pensado el primer día, pero ahora entendía un poco mejor a aquella
desangelada camarera. Querer a Peter Lanzani
no era nada fácil, especialmente sin tener claro que se
hubiera terminado de verdad. Lali se encontraba
en el limbo, con el corazón todavía a medio romper. Al menos de momento. Se
sentía como si se tambaleara al borde de un precipicio y Peter fuera la
única persona que podía salvarla.
Metió la pajita en el batido y
sorbió. Había puesto el corazón en manos de Peter y a él
correspondía decidir qué quería hacer con
él.
Paris volvió con el resto del
pedido y arrancó la nota de la libretita verde que llevaba en el bolsillo del
delantal.
-¿Tomará algo más? -preguntó
mientras hacía una pelota con la nota.
-Creo que no. Gracias.
Paris ni siquiera la miró antes
de alejarse.
Lali no sabía qué le había
hecho a aquella camarera, pero parecía algo serio. Echó ketchup en el plato y
mojó unas cuantas patatas. Estaban calientes
y grasientas, y no tan buenas como esperaba.
Esparció un poco más de mayonesa en la hamburguesa con queso, que tampoco estaba tan sabrosa como esperaba, pero algo le decía que la culpa no era de la comida.
Era su estado de ánimo. Quería
reconfortarse, pero la comida no iba a ser la solución.
Con el rabillo del ojo captó un
destello rojo. Una mujer se había parado al lado de su
mesa. Levantó la vista recorriendo los vaqueros Ralph Lauren y la camiseta de tirantes de seda roja. A pesar de la peluca castaña y las gafas oscuras,
reconoció a Eugenia Suarez.
-Si no quieres llamar más la
atención -le aconsejó-, quítate las gafas.
Sin ser invitada a ello, Eugenia
se deslizó en el asiento de enfrente.
-¿Has llamado a Mike Walker?
-le preguntó, refiriéndose al infame reportero del National Enquirer. Acto seguido, se quitó las gafas y las metió en el
bolso.
-Ya te he dicho que no trabajo
para el National
Enquirer.
-Ya lo sé. Trabajas para el Weekly News of the
Universe, que también tiene una sección de cotilleo.
-Es cierto. -Lali hizo una
pausa para comer unas patatas más-.
Pero no pagamos a los reporteros para que te sigan la pista. Todo lo que se lee en la sección de cotilleos
hollywoodienses suele estar bastante anticuado.
Eugenia cogió una carta.
-Ya he hablado con mi
representante -dijo, echando un vistazo
al menú-. Dará a la prensa la respuesta estándar «sin comentarios» hasta que nos parezca que es el momento
de hacer declaraciones.
-De mí no escucharán ni una palabra.
Eugenia levantó la vista.
-¿Por Peter?
-Por supuesto -respondió Lali
sin dudarlo-. Pero, aunque no sintiera nada por Peter,
jamás haría daño a Adam.
-Peter y yo hemos hablado con
el niño, y creo que estará bien. A quien más daño haría la
historia sería a mí -aseguró Eugenia.
-Y a mí Peter jamás me lo
perdonaría.
Paris se acercó.
-¿Qué tomará? -le preguntó a
Eugenia.
-¿El agua que tenéis es de
botella?
-Es del grifo.
-¿Tenéis algo bajo en calorías?
-Ensalada -respondió Paris.
-Vale. Tomaré una de pollo con
salsa vinagreta.
-No tenemos vinagreta.
-Pues ponme salsa rosa, pero
en un plato aparte. Y una Coca-Cola light, con mucho hielo.
-¿Quiere el hielo en un plato
aparte?
Sorprendida de que Paris pudiera
estar bromeando, Lali la miró, pero, por su expresión
irritada, vio que no estaba bromeando.
-En el vaso me va perfecto. -
Eugenia sacudió la cabeza mientras Paris se alejaba-. No
sé cómo la gente puede vivir aquí.
-Con el tiempo te llega a gustar
-replicó Lali, tan sorprendida como Eugenia de su
afirmación.
-¿Cuánto hace que conoces a
Peter?
-Lo suficiente.
-Ha sido muy fuerte para mí
entrar en su casa y encontrarte en
su cama.
-Para mí ha sido muy fuerte despertarme y encontrarte
a ti en su casa.
Una sonrisa remolona curvó los
rojos labios de Eugenia.
-Debe de tenerte aprecio.
Lali bebió un sorbo de batido.
No sabía a ciencia cierta lo que Peter sentía por ella. Más
allá de reconocer que era importante para
él, jamás le había dicho qué sentía. Ahora ya nunca lo sabría.
Una pareja del pueblo se sentó en el reservado de detrás de Eugenia y pidieron una sillita auxiliar para su hijo. Paris se la llevó y a Lali le chocó lo amable y conversadora que se mostró con ellos.
Una pareja del pueblo se sentó en el reservado de detrás de Eugenia y pidieron una sillita auxiliar para su hijo. Paris se la llevó y a Lali le chocó lo amable y conversadora que se mostró con ellos.
-No te pareces en nada a la
clase de mujer con que siempre me he
imaginado a Peter -continuó Eugenia, consiguiendo que Lali apartara la atención de la nueva Paris.
-¿Y eso por qué?
-Sabía que acabaría con una
mujer hermosa, pero supuse que se buscaría una más... casera.
-Eugenia se remetió los pelos castaños
de la peluca detrás de la oreja, y luego puso las manos sobre la mesa. Lali se fijó en el increíble diamante
que llevaba en el dedo-. ¿Qué te ha contado
Peter de mí? -quiso saber.
-No demasiado. Sólo que no
llegasteis a casaros y que, cuando se marchó, se llevó a
Adam -contestó Lali, pensando que no
le debía más explicaciones.
-Cuando se fue de Los Ángeles,
se llevó a Adam porque es un padre magnífico. -Eugenia
bajó la mirada a sus manos-. Cuando una mujer renuncia a la
custodia, aunque sea lo mejor para el
niño, la gente la mira diferente, como si no tuviera corazón. Pero eso no es cierto. Yo quiero a mi hijo y
nunca quise convertirlo en un secreto.
Lali no supo qué responder. No
tenía hijos y nunca los tendría, pero no creía que ella
fuera capaz de renunciar a la custodia por magnífico que fuera el padre.
-Te lo digo sólo por si
piensas sacar la historia. Para que conozcas mi versión. Le cedí a Peter la custodia porque es un buen hombre y un buen padre. Y porque los quiero a ambos.
Lali miraba los ojos celestes
del ángel más querido del país, y la
creyó. Independientemente de si entendía a Eugenia Suarez o si le caía bien o no, tenía razón: Peter era un
buen hombre y un buen padre.
Incluso antes de enamorarse, Lali
había conectado con él y, por primera vez en mucho
tiempo, había compartido con él su vida y
sus dolorosos secretos. Los había compartido con Peter porque se sentía segura a su lado. Confiaba en él y
él confiaba en ella.
Pero sólo hasta cierto punto. Ella no le había
contado la verdad sobre cómo se ganaba la vida y él le había mentido sobre la
mujer que ahora se sentaba al otro lado de la mesa. Le había dicho que la madre de Adam era una camarera. No
había confiado en ella hasta ese
punto. Ella le había mentido a él y él le había mentido a ella. Quizá no
fuera la mejor manera de empezar una relación,
pero podían arreglarlo.
Ahora Peter se estaba
comportando como un grandísimo hipócrita,
pero eso cambiaría pronto. Cuando comprobase que ella no era una periodista del corazón, tendría que disculparse y ella le perdonaría. Lo único que esperaba era que
no tardara demasiado. Lali no era una mujer
paciente.
Y Adam... En el poco tiempo que
llevaba en Gospel, Lali había llegado a tomarle cariño y
aquella rabia del niño le dolía casi
tanto como a su padre.
Continuará...
ME ENCANTA ESTA NOVELAAAAA! POSTA.. ES MUUUY BUENA. QUIERO QUE SE ENCUENTREN PETER Y LALI AVER QUE PASA......
ResponderEliminaray cierto que Peter también mintió.. que no se haga el sota entonces jaja!
ResponderEliminarhasta que cap iba la nove?
MAS MAS MAS MAS MAS!
Será q se dan oportunidad de hablar y conocer los verdaderos sentimientos del otro.Necesitan reestablecer la confianza,y luego está Adam q no dudo adorará a Lali,sólo es cuestión de tiempo y de q compruebe q ella no le saca atencion de su padre,cdo el niño vea q no resta sino suma cariño la va a aceptar!
ResponderEliminargrax por subir!
Estaria bueno que Peter y ella hablen . TIENE QUE ACLARAR LAS COSAS.
ResponderEliminarme encanto
besos
@foreverlaliterr
Quien diria esas dos hablando
ResponderEliminarmassssssssss
ME ENCANTO ME ENCANTO ME ENCANTO, quiero mas nove !
ResponderEliminarMas Mas Mas Mas Quiero Mas Que Solucionen Los Problemas'
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
Claramente tieenen que hablar y aclarar todo porque ambos se ocultaron cosas.
ResponderEliminarMás, más!! :)
Mas Mas
ResponderEliminarSe tienen que encontrar... sino no van a resolver nada! mas nove"!!!!
ResponderEliminarEuge me parece un poco tanto interesada solo en si y en lo que la gente pueda decir de ella que del futuro de Adam y lo que le pueda pasar a él si la verdad sale al aire!
ResponderEliminarEspero la charla Laliter y que se confesen que no pueden vivir lejos :D jajaj tanto Lali puede hacer su trabajo tambien estando lejos de California! Y estoy segura que a Adam le va a gustar que Lali sea como una "madre" para él! Lo unico que deben hacer es decirle la verdad y que aunque si Peter esta con Lali, el nunca va a paras de amar a su hijo!
Espero el proximo y que hayas disfrutado de tu viaje!
Besos
Giada
ya quiero un encuentro laliter haber que pasa ahi, y que peter se de cuenta que lali no va publicar nada sobre el. ahora espero que la que no haga nada esa eugenia!!
ResponderEliminarespero el proximo
beso
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH YA LEO COMO SIGUE @LuciaVega14
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