Hola hola, sorry pero no pude subir más temprano.. me colgue con la entrevista de los Teens y despues tuve una noche de amigas JAAA! Bueno, les dejo cap un poquito tierno (? jajaja Disfruten. BESOS ♥ + comentarios = + capítulos.
Eso significaba, o eso supuso Lali,
que no era el mejor momento para confesar al sheriff
que ella no era precisamente una gran
amante de la Madre
Naturaleza.
Peter se calzó su mochila: una
versión aumentada de la de Adam. Aun así, Lali se
maravillaba de cómo había logrado embutir en ella una tienda de campaña para dos.
Capítulo 38
Él le dio la mano y se pusieron
en marcha. La primera hora fue fácil. Siguieron el
sendero del Iron a través de la espesura de los pinos. Él se paraba a mostrarle flores que podrían interesarle para su artículo de la imaginaria revista del
noroeste. Cerca del cristalino riachuelo crecían
jacintos silvestres, brezos y laureles alpinos. Peter arrancó una margarita silvestre y se la puso detrás de
la oreja. Parecía pasárselo tan bien ayudándola que ella no tuvo
agallas para decirle que no habría ningún artículo de fauna y flora. Tomó unas
cuantas fotos de flores y también unas cuantas de él.
La
segunda y la tercera hora no fueron tan fáciles. El bosque se hizo más espeso y el sendero empezó a serpentear y ondularse por la
ladera de la montaña. La densa vegetación cubría el suelo y hasta parecía tragarse las rocas y los troncos
caídos. Las ardillas parloteaban mientras cruzaban corriendo y
desaparecían entre el follaje. Los pájaros canturreaban en las
copas de los árboles y sus gorjeos eran
transportados por una brisa con fragancia a pino.
A Lali le dolían las pantorrillas y se le estaba
haciendo una ampolla en el talón. Cuando
trepaba, tenía que cargar su peso hacia
delante para no desequilibrarse.
Peter le dijo el nombre de los
picos de diferentes montañas y le contó la vez que había
ido a cazar cabras montesas a las Montañas Blancas. Lali se estropeó una uña y él le ofreció su cortauñas
para que se la arreglase.
-Eres un caso -le dijo, y se
rió.
Cuando el sendero se estrechó,
la hizo pasar delante. Ella echó de menos ver las piernas y el
trasero del sheriff, y cuando
decaía la conversación, volvía a
preguntarse qué sentiría Peter por ella. Trató de imaginarse su vida con él y
no pudo, pero tampoco pudo imaginársela sin él. No se habían hecho
ninguna promesa. Nunca hablaban del mañana,
pero ella se preguntaba en qué cambiaría su relación cuando Adam
regresara de visitar a su madre. El niño
volvería a casa aquel domingo y ella estaba segura de que eso lo cambiaría todo, aunque no sabía cómo
exactamente.
Peter la ayudó a mantener el equilibrio sobre las
rocas y los troncos caídos para cruzar un
torrente. Hicieron un alto junto a un
enorme risco para que Lali recuperase el aliento, así que descargaron las mochilas y las apoyaron contra la
roca. Mientras ella comía unos
cacahuetes y bebía de su cantimplora, Peter se quitó el sombrero y se
mojó la cabeza. El agua le chorreó por el cuello
y le empapó la camiseta. Se sacudió como un perro mojado, salpicándolo todo de gotas transparentes. Y a
continuación sacó el tema de Adam.
Lali continuó sentada, inmóvil, esperando
escuchar los planes de Peter. Se dijo que fueran cuales fueran, a ella le parecerían bien.
-Parece
que le gustas -comentó él mientras se sentaba a su lado y se frotaba una
manzana roja contra la manga. Una ráfaga de aire le alborotó el pelo mojado y
le secó las puntas, avivando su color castaño dorado-. Pero cuando vuelva a
casa, ya no podré seguir pasando la noche
contigo. -Dio un mordisco a la manzana-. Si yo lo hago, no creo que pueda decirle a mi hijo que no traiga chicas a casa cuando sea mayor.
Además, la semana que viene empiezo a trabajar
otra vez. Quiero buscar tiempo para
estar contigo, pero no será fácil. -Dio el último mordisco y tiró el corazón-. Y no me refiero sólo a buscar
tiempo para un revolcón en cualquier lado.
Lali soltó un suspiro que ni
siquiera sabía que estaba aguantando.
-Bueno, podemos planear cosas
divertidas para hacer con Adam -propuso convencida-. Es un muchacho divertido
y a mí no me importaría salir por ahí con
él.- Lo miró a los ojos. Eran del
mismo verde oscuro que las hojas de los pinos que tenía detrás-. Y tú
tienes una hora para comer, ¿no?
-Sí -sonrió él-. Al menos tengo
eso.
Lali le pasó las manos por la
camiseta mojada y entrelazó los dedos detrás de su cuello.
Se acercó a él y sus pechos rozaron el
pecho húmedo y fresco del sheriff.
-¿Y qué pasaría si tuviera que
ir a tu oficina para poner una denuncia
por algo? ¿Me dejaría pasar tu secretaria?
-Depende de cuál fuera tu
denuncia.
Lali le besó los labios.
-Pues a lo mejor de que me
siento sola -le susurró-. O quizá de
que echo de menos a cierto vaquero y su gran... -Deslizó la mano hasta la bragueta del pantalón y lo acarició
por encima de la tela hasta que notó su
reacción.
-¿Su gran qué...?
-Ego -respondió ella, y empezó
a atormentarlo con la lengua y la boca.
Peter la apoyó de espaldas
sobre la roca y la besó con ardor. Con
fuerza, le dio un chupetón húmedo y tan caliente como el sol que les iluminaba. La tenía sujeta, con las
caderas contra las suyas. Hope le pasaba los dedos
por el pelo húmedo y él hundió la cara
en su cuello.
-Me
encanta tocarte aquí -le susurró junto a la garganta-. Adoro tu piel suave y tu aroma fragante.
-A
mí también me gustas -le correspondió ella, sintiéndose halagada, y le metió las manos por debajo de la camiseta para frotarle la espalda.
Él la miró a la cara, con la
respiración algo forzada.
-Lo siento, cariño. Ahora mismo
no te puedo mostrar mi gran ego. -Le apartó las manos
y le besó la frente-. Más tarde. Bajo
las estrellas.
Lali dio un respingo.
-¿Bajo las estrellas? ¿Has
traído una tienda de campaña?
-No, pero he traído mi saco de dormir. Estaremos un
poco justitos. -La sonrisa maliciosa que le curvó los labios sugería que tenía la noche planeada desde mucho antes de
preparar la mochila-. Pero creo que
nos apañaremos.
Lali se sentó de golpe.
-¿Y qué pasa con los bichos?
-Sólo te tragarás unos pocos. -Lali
parpadeó y él se rió-. Pero si ni siquiera te
enterarás. Estarás dormida. Y si te entra un escarabajo, lo masticas y ya está.
Lali no quería tragarse ningún
bicho ni comerse ningún escarabajo mientras dormía.
Tampoco quería comportarse como una
cría, pero la había puesto nerviosa.
-Lo del escarabajo era broma
-aclaró él, sin conseguir calmarla
demasiado.
Subieron hasta una cima y contemplaron
el minúsculo lago verde acunado entre las
montañas a cientos de metros por debajo de ellos. Les llegaron voces, pero no vieron nada entre el denso
mar de esmeraldas arbóreas. Lali se sentía casi como si estuviera en la cima del mundo.
-Escucha -susurró Peter.
-No oigo ninguna voz -replicó
ella.
-No son voces. -Peter guardó
silencio un momento y le tomó la mano-. ¿No lo oyes?
Ella oía la brisa silbando
entre las copas de los árboles, el canto de los pájaros y puede que hasta el torrente que habían cruzado.
-¿Qué
tengo que oír?
-Es
difícil de explicar, pero Rochi dice que es como escuchar a Dios. Yo diría que
es más como escuchar un latido o como escuchar la belleza en lugar de verla. -Se encogió de hombros-. Para cada persona es diferente, pero lo sabrás
cuando lo oigas. Te sientes como si cayeras al
vacío, y no puedes hacer nada para evitarlo.
Continuaron subiendo. Ahora el
sendero parecía cincelado en la roca. Lali escuchaba con atención, pero no oía
a Dios. Tampoco escuchaba la belleza ni
nada parecido, pero cada vez estaba
más agotada. No cesaban de cruzar torrentes y bordear charcas en aquella zona de tundra. Llevaba la
coleta llena de enredos, estaba
segura de que se había quemado la nariz y la uña limada le había quedado más corta que las demás.
Justo cuando iba a pedir un
alto para descansar, salieron a la orilla
cubierta de nieve del lago Sawtooth. El agua era de un azul tan cristalino, que pudo ver el fondo del lago en la
misma base del pico granítico que se
erigía sobre ellos.
-Este lago tiene setenta y seis
metros de profundidad -informó Peter-. Pero está tan
limpio que podrías atravesarlo a pie
plano.
Lali guardó silencio unos
instantes, mientras observaba el
reflejo de la nieve perpetua, que en el lago adquiría el color del más puro zafiro. A pesar de que la belleza que la
rodeaba era realmente asombrosa, Lali no
escuchó a Dios.
-Esto es lo que quería
enseñarte. Es el lugar más bonito que he visto en mi vida. -Le tomó la mano y
la apretó levemente-. Me recuerda a ti -añadió.
Fue entonces cuando Lali lo
oyó. El corazón se le hinchó como un globo y se le aceleró
el pulso. Sintió que caía al vacío, tal
como él le había explicado. Y se enamoró perdidamente de Peter Lanzani, sin que pudiera hacer nada para
remediarlo.
Continuará...
awwwwwwwwwwwww!!
ResponderEliminaryo tambien quiero conocer su
graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan.. ego
JAAJAJAJAJAJAJAAJ
asjkfhzsdg
ResponderEliminarMe encantooooooooooo :)
Mas, mas, mas, mas, mas!
Buenisimo el cap!
aaaaaaaaai que tiernos
ResponderEliminarYo quiero MAS Mas Quiero Saber Que Piensa Peter Y Tambien Quiero Conocer Su GRAN EGOOOOOO.
ResponderEliminarBesos
@DaniiVasqueez
:O que ternura :)
ResponderEliminarMe mataron lentamente!Pero el q a la defensiva está con respecto al futuro,ella se arriesga +.Adam estara encantado de estar con Lali!
ResponderEliminarMe mato♥
ResponderEliminarTIERNOS
ResponderEliminarson tan tiernos !!!!!! yo tambien quiero saber que siente peter aunque creo que es más que obvio pero bueno.
ResponderEliminarespero el proximo
besos
maaaaas
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarM A S N O V E ! ! !
Hermoso el capítulo!!!!... CAPITULÓN!!! Se enamoro!!! jajaja
ResponderEliminarCuando puedas subí mas nove please
Quiero más, me muero de curiosidad!!
ResponderEliminarAwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww ME MORIIIIIIIII ME ENCANTO EL CAP LA NOVE TODOOOOOOOO @LuciaVega14
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