Holaaa :) Como estan chicas? Yo estoy triste porque estoy en mi ultima semana de vacaciones :( Bueno, les dejo nuevo cap.. disfruten y comenten! Besos ♥
La «feliz» pareja salió a la parte delantera de la
mansión para saludar a los medios que se habían reunido allí, y con el «clic»
de las cámaras de fondo, se vieron acribillados por la interminable batería de
preguntas de los reporteros. Peter esbozó una sonrisa de marido orgulloso, y
rodeó los hombros de Lali con un brazo… para contener los nervios de ella y que
no saliera corriendo.
Sin embargo, la joven lo
sorprendió gratamente al mantenerse erguida, sonriente, y con la cabeza bien
alta. Dudaba que Maria hubiese sido capaz de sobrellevar aquello con tanta estoicidad.
Capítulo 7
Una vez terminaron de
posar y contestar las preguntas de la prensa volvieron dentro, pero allí fueron
rodeados por los invitados y los fotógrafos contratados para el evento
comenzaron a disparar también sus cámaras mientras la gente les sonreía y los
felicitaba de nuevo. Peter mantuvo el brazo en torno a los hombros de Lali,
interpretando a la perfección el papel de amante esposo. Lali charló con la
gente, y siguió sonriendo hasta que empezaron a dolerle las mejillas de tanto
sonreír. Aceptó una copa de champaña de un camarero que pasaba, y tomó un buen
trago esperando que no sólo calmase su sed, pues tenía la garganta seca de
hablar, sino también las revueltas emociones que se agitaban en su interior.
La madre de Peter, una
mujer bajita y elegante que llevaba el plateado cabello peinado a la última y
un traje de falda y chaqueta de firma color azul pastel, se secó los ojos
llorosos con un pañuelo y le dio un cariñoso abrazo a Lali.
—Estás preciosa, querida
—le dijo.
—Gracias, señora Lanzani.
—Llámame Sofia, por
favor —le pidió la mujer—. Tú y yo vamos a ser buenas amigas; estoy segura.
Oh, Dios, pensó Lali
sintiéndose fatal. Aquella mujer estaba siendo tan amable, y ella… ella estaba
engañándola; estaba engañando a toda la gente que había allí…
Desesperada, intentó
pensar en algo que decir mientras se preguntaba por qué Lali no le habría
explicado la situación al menos a su madre.
—Sofia, siento que esto
haya sido tan repentino y que…
—No te preocupes,
querida —la interrumpió la mujer, igual que solía hacer su hijo. Ahora ya sabía
de quién había copiado aquello—. La verdad es que Maria nunca me gustó, ¿sabes?
Tenía unos ojos muy fríos. Pero tú… —se quedó callada y puso la mano en su
mejilla—… tú tienes unos ojos amables, y una sonrisa preciosa. Sé que harás muy
feliz a mi hijo.
Oh, Dios… ¿Podía el
sentimiento de culpa matar a una persona?
Las dos horas siguientes
se pasaron volando. Se sirvió la cena, cortaron juntos la tarta… pero nadie
hizo en ningún momento mención alguna al hecho de que la novia había sido
sustituida en el último momento. Peter debía tener aún más poder que su padre,
pensó Lali, para que ninguno de los presentes se atreviera a toserle.
Cuando la fiesta
posterior al banquete hubo terminado, Lali regresó a la habitación de invitados
para volver a ponerse su ropa. Tenía la sensación de que aquello no hubiese
sido más que una delirante obra de teatro en la que ella hubiera sido la
protagonista, y de que, una vez terminada la función, había regresado a su
camerino para quitarse el disfraz y ser otra vez ella misma… hasta que se abrió
la puerta y apareció Peter tras ella.
—¡Eh! —Le gritó
agarrando el vestido de novia, que acababa de quitarse, sujetándoselo contra el
pecho, como una chica de la era Victoriana—. ¿Te importa?
—No, claro que no me
importa —respondió él esbozando una sonrisa guasona antes de entrar y cerrar
tras él.
Lali resopló y lo miró
irritada, pero a Peter le dio igual.
—Querría tener un poco
de intimidad —le dijo al ver que pensaba quedarse.
—Ahora estamos casados, Lali
—replicó él sentándose en el sillón orejero que había cerca de la puerta.
—Ni siquiera nos
conocemos —le recordó ella, caminando de lado hacia el cuarto de baño con el
vestido aún agarrado al pecho.
—Bueno, en algún momento
tendremos que empezar a conocernos.
—No cuando me estoy
desvistiendo.
—Está bien; cerraré los
ojos.
Lali abrió la puerta del
cuarto de baño, entró, la entornó tras de sí, y asomó la cabeza para decirle:
—No me fío de ti.
—Pues mal comienzo para
un matrimonio —respondió él, con la cabeza echada hacia atrás y con los ojos
cerrados.
Lali dejó caer al suelo
el vestido de novia y se cambió rápidamente mientras le hablaba.
—Sólo que éste no es un
matrimonio normal.
—Podría serlo —apuntó
él.
Lali volvió a asomar la
cabeza para mirarlo. Sus ojos seguían cerrados. Bueno, aquello al menos era
algo, pensó mientras se abrochaba la blusa y la remetía luego por dentro de la
cinturilla de la falda.
—Le he gustado a tu
madre.
—Lo dices como si fuera
algo malo.
—Lo es. Le hemos
mentido, y no me gusta tener que mentir.
—Se lo explicaré todo a
su debido tiempo.
—Bien, porque parece una
buena persona —dijo Lali agachándose para calzarse un zapato negro y después el
otro.
Ya vestida y sintiendo
que tenía la situación algo más bajo control, abrió del todo la puerta del baño
y salió.
—Ya puedes abrir los
ojos.
Peter los abrió, se puso
de pie y fue junto a ella.
—¿Por qué no me dijiste
que eras una Espósito?
Ella ladeó la cabeza y
se quedó mirándolo.
—Hemos hablado varias
veces durante este mes por los preparativos de la boda, Peter. No era ningún
secreto.
—Pero nunca me dijiste
tu apellido.
—Tú nunca me lo
preguntaste.
—Cierto —admitió él. Se
desabrochó la chaqueta y se metió las manos en los bolsillos del pantalón—.
Debería haberlo hecho. Tal y como están las cosas el que pertenezcas al clan Espósito
las complicará aún más.
—¿Qué quieres decir?
El sol del atardecer
entraba por las ventanas de la habitación, que miraban a los jardines y la
piscina, y a través de una de ellas, medio abierta, se filtraba el perfume de
las rosas tempranas transportado por la suave brisa.
—No creo que te sea
difícil imaginar a qué me refiero; siendo yo quien soy y tú la hija de Carlos
Espósito, nuestro matrimonio interesará a los periódicos el doble de lo que les
habría interesado si hubieses sido una persona anónima.
Lali no lo había
pensado, pero era probable que Peter estuviera en lo cierto, porque los medios
siempre estaban persiguiendo a su padre por un motivo o otro. Sin embargo, se
había acabado por acostumbrar a ello porque era algo que había vivido desde muy
niña, y tendía a olvidarse de ello. En ese momento, sin embargo, fue de pronto
plenamente consciente de que el ser hija de un hombre poderoso y esposa de otro
podía en efecto convertirla en el nuevo blanco de reporteros y paparazzi.
—Será sólo por un año —le
recordó a Peter.
—Sí, pero tenemos que
presentar una fachada que haga que parezcamos un matrimonio de verdad —respondió
él. Se alejó un par de pasos, se volvió para mirar por la ventana y giró la
cabeza hacia Lali—. La luna de miel en Fiji será un buen comienzo, por supuesto
—miró su reloj y asintió, como si estuviese haciendo una anotación en su mente—.
Tenemos tiempo para que prepares el equipaje, pero no hace falta que llenes
demasiado la maleta. Haremos escala en París para que puedas comprarte la ropa
que te haga falta.
A la mayoría de las
mujeres semejante plan las habría vuelto locas, pero Lali no entraba dentro de
esa mayoría.
—¿Fiji?
—Repitió sacudiendo la cabeza—. Lo siento, pero eso va a ser imposible.
—¿Qué dices? —exclamó
él, volviéndose hacia ella—. Lali, hiciste un trato conmigo…
—Sí, hice un trato
contigo respecto a casarnos, pero… ¿un viaje de luna de miel? Perdona, pero no
puedo desatender mi trabajo.
Peter soltó una risa
incrédula.
—¿Tu trabajo? ¡Pero si
trabajas para tu familia!
Lali se puso tensa, como
cada vez que alguien daba por sentado que no era más que una niña rica y mimada
que se divertía organizando fiestas.
—Mi trabajo es
importante para mí —le respondió con aspereza—, y en las próximas dos semanas
tenemos dos bodas y un cumpleaños, así que no puedo irme, ni lo haría aunque no
tuviera ningún compromiso.
—¿De veras? —Dijo él
entornando los ojos—. ¿Y por qué no?
—Porque puede que haya
aceptado ser la novia de repuesto —le contestó Lali avanzando hacia él hasta
que estuvo tan cerca que podría haberle clavado el índice en el pecho—, y puede
que me haya casado con el vestido de otra, e incluso que me vea obligada a
llevar también el anillo de otra —añadió agitando la mano delante de su cara—,
pero no pienso ir a la luna de miel de otra mujer.
Peter frunció el
entrecejo.
—¿Qué tiene de malo el
anillo?
No había entendido nada.
Y no la sorprendía, después de todo, pensó Lali poniendo los ojos en blanco
antes de mirarlo irritada.
—¡Pues que no lo elegí
yo! —le espetó.
Bajó la vista a la
alianza que había en su dedo. Era de oro, y tenía engarzado un enorme diamante
rodeado de esmeraldas. Ella no habría elegido nunca un anillo así, y el hecho
de que fuera a tener que llevarlo durante todo un año sería como un
recordatorio constante de que aquél no era un matrimonio de verdad, de que se
había casado con un extraño, que se había conformado con lo que otra mujer
había desdeñado.
—¿No te gustan los
diamantes?
Parecía tan sorprendido
que Lali casi se rió.
—A todas las mujeres les
gustan los diamantes —replicó—, pero a mí nunca me ha gustado el oro amarillo,
y tampoco me gusta tener que llevar un anillo tan grande que se enganche con
todo, ni me gustan las esmeraldas.
Peter frunció el
entrecejo pensativo.
—Bueno, quizá podría…
—Da igual, déjalo —dijo
ella, sintiéndose bien por ser por una vez ella quien lo interrumpiera—. No
importa; di mi palabra de que haría esto y lo haré, pero no pienso irme de
viaje de luna de miel a Fiji, de todos los sitios del mundo, y menos con un
hombre al que no conozco.
Se hizo un incómodo
silencio hasta que finalmente Peter volvió a hablar.
—Hacía mucho que no me
encontraba con alguien con el valor de llevarme la contraria como tú lo haces.
Lali se rió y se dirigió
hacia la puerta.
—Bienvenido a tu nuevo
mundo.
—¿Adonde vas? —quiso
saber él.
—Vuelvo al trabajo —contestó
ella—. Tengo que ocuparme de los preparativos de la boda de la semana que
viene.
Y salió de la
habitación, dejándolo anonadado. Decididamente aquélla iba a ser una
experiencia interesante.
Continuará...
Me fascinaaaaaaaaaa!
ResponderEliminarMas, mas, mas!
No quiero que se terminen las vacaciones ¬¬ que horror!
muy bueno,
ResponderEliminarlali definitivamente tiene mucho caracter
ResponderEliminarMe encanta la actitud de lali quiero massss nove
ResponderEliminarmmmmmmmmmmmmmmassssssssssssssss nove
ResponderEliminarme encanta! Esto es adictivo Juli!
ResponderEliminarjajajajajaj me gusto mucho el cap ... peter se asombra del caracter de lali y su personalidad.... estos van a sacra chispas entre los dos jajajajaj esta demas decir que quiero mas pero igual lo digo MAS NOVE PORFAAA!!
ResponderEliminarEstá lali me mata!?!!! Jajaja copadisima la nove
ResponderEliminarMe encantaaaaaa
ResponderEliminarcada vez mas interesantee
massssss
@sweetlaliter
ME ENCANTAA !!
ResponderEliminar@Pela_Teamo
Esta re buena la novela @ConEllosSiempre
ResponderEliminarme encanto !!!
ResponderEliminarespero el proximo
Fiji <3 jajaja.
ResponderEliminarQue buena que está la noveee!
Me encanta, lali no se amedrenta nada con la presencia de peter!! Más!
ResponderEliminarVan a vivir luchando,pero q bien la van a pasar cdo "se conozcan"JAJA!Ahora si usó el vestido y aceptó el anillo,q hace q no se fue a Fidji!Por algo asi me guardo los principuios por unos días y después sí a la lucha otra vez!
ResponderEliminarMAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE'
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
MAS ME ENCANTA
ResponderEliminarme encanta, me encanta, me encanta! Segui subiendo y avisandome :) besos!
ResponderEliminarHo si que lo sera!!
ResponderEliminarAmo la actitud de Lali y el desconcierto de Peter frente a ella, para mi que él sucumbe antes al amor -o eso espero-
QUIERO OTRO CAPITULO, LA NOVELA ES GENIAL!
Interesante y desconcertante para Peter.
ResponderEliminarPeter va a tener que aprender a tratar a Lali porque ella no se va a dejar controlar ni mandar ... ya me imagino las peleas que se vendran por delante @LuciaVega14
ResponderEliminarmuy buena tu adaptacion
ResponderEliminarpleno 2021 y yo leyendo esto AMO
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