jueves, 14 de junio de 2012

Capítulo 8


Hello hello chicas! Todas quieren Laliter no? jajaja pronto llega, la historia se va dando lenta pero pronto se viene. Bueno, disfruten. + firmas = + caps. ♥ besos



Una lenta sonrisa empezó a dibujarse en su rostro, bajó las manos hasta el teclado y escribió: «Mujer trastornada se asfixia comiendo huesos de pollo. Durante la celebración de una cere­monia ritual, la excéntrica adoradora de pollos Dodie Adams...

Capítulo 8
Por la mañana despertó temprano, se dio una ducha rápida y se puso unos vaqueros y una camiseta negra. Mientras se le se­caba el pelo, se calzó las botas, después enchufó la línea de telé­fono en un costado del ordenador y envió la historia de la co­medora de huesos de pollo. No trataba sobre Bigfoot, pero era lo bastante curiosa como para salir en la edición de la próxima semana. Lo más importante era que había vuelto a escribir. Te­nía que darle las gracias a Ada Dover, y la ironía del asunto la hizo sonreír.
Tras recogerse el pelo en una coleta, condujo tres manzanas hasta el M&S. Había dormido un total de cuatro horas, pero se sentía mejor que en mucho tiempo. De nuevo funcionaba, y eso la satisfacía enormemente. Ni siquiera quería pensar en que hu­biera sido una casualidad y que esa noche volviese a pasar horas ante la pantalla en blanco.
Lo primero que la impresionó al entrar en M&S fue la visión de las cornamentas detrás del mostrador. Eran grandes y estaban colocadas sobre placas lacadas. Lo segundo fue un aroma en el que se mezclaba la carne cruda y el cartón. De algún lugar al fon­do le llegó la música de una emisora country y los fuertes golpes de lo que parecía un hacha contra un bloque de madera de car­nicero. Aparte de ella misma y de quien estuviese en la parte tra­sera, la tienda estaba vacía.
Lali cogió una cesta de plástico azul y se la colgó del brazo. Le echó un rápido vistazo al estante con la prensa y las revistas. El National Enquirer, el Globe, y el mayor competidor de Lali, el Weekly World News, todos apilados junto al Weekly News of the Universe. Tendría que haberle echado un vistazo a ese nú­mero, pero su historia sobre los huesos de pollo no saldría hasta la semana siguiente. Ya había recibido un e-mail de su editor di­ciéndole que pensaba incluirlo.
El entarimado crujió bajo sus pies al dirigirse por el pasillo de los cereales y las galletas hacia la sección de refrigerados.
Abrió la puerta de cristal y colocó una botella de leche desna­tada en la cesta. Luego comprobó el contenido de azúcar de un zumo de naranja. Contenía más sirope de maíz que zumo de fru­ta, así que lo devolvió a su sitio. Alargó la mano para coger un zumo de uva y kiwi, pero en el último momento prefirió uno de manzana.
-Yo me hubiese quedado con el de uva y kiwi -comentó una voz ligeramente familiar a su espalda.
Sorprendida, Lali se volvió y la puerta de cristal se cerró sola. La cesta le golpeó la cadera.
-Pero claro, uva y kiwi puede ser un poco fuerte para estas horas de la mañana -dijo el sheriff. No llevaba puesto su Stetson negro. Lo había reemplazado por un estropeado sombrero va­quero de paja con la banda de piel de serpiente. El ala sombrea­ba parte de su rostro-. Se ha levantado muy temprano.
-Hoy tengo muchas cosas que hacer, sheriff Lanzani.
Él abrió la puerta de cristal y ella se apartó un paso.
-Peter -dijo cogiendo dos cartones de leche chocolatea­da y poniéndoselos bajo el brazo. En ese momento no parecía el representante de la ley que había conocido el día anterior. Lle­vaba una camiseta azul vieja y arrugada y unos Levi’s gastados ; el bolsíllo trasero estaba roto y el extremo de la billetera asomaba por encima. Se inclinó y sacó lo que parecían dos pequeñas tarrinas de helado-. ¿Ha encontrado a alguien que le eche una mano? -preguntó.
-Todavía no. Pensaba llamar a mis vecinos, tal como usted me sugirió, pero quería esperar un poco por si todavía estaban durmiendo.
-Ya se han levantado. -Se apartó del refrigerador y la puer­ta de cristal se cerró sola-. Éste. -Con su mano libre le tendió una botella de fruta de la pasión-. Es mi favorito.
Ella la cogió, pero él no soltó la botella. En lugar de eso, dio un paso para situarse a escasos centímetros de Lali.
-¿Le gusta la fruta de la pasión, señora Espósito?
Ella le rozó el pulgar y, tras mirarle la mano, alzó la vista y la clavó en aquellos profundos ojos verdes bajo el ala del sombre­ro de paja. Ella no era una pueblerina de las que perdían el habla ante un vaquero sexy con unos pantalones ceñidos.
-Me parece un poco temprano para la fruta de la pasión, sheriff.
-Peter -la corrigió de nuevo y esbozó una lenta sonrisa-. Cariño, nunca es demasiado temprano para la fruta de la pasión.
La palabra «cariño» se deslizó en su interior como una re­pentina onda cálida. Le había oído utilizarla con la camarera, y Lali se creía inmune a su efecto. Pero obviamente no lo era. In­tentó soltar algún comentario ingenioso, en vano. Él había inva­dido su espacio personal y ella no sabía cómo reaccionar. La sal­vó la aparición del hijo del sheriff.
-Papá, ¿has comprado ya las lombrices? -preguntó Adam.
Peter apartó la mano de la botella y dio un paso atrás. Si­guió mirando a Lali un segundo más, pero luego se centró en su hijo.
-Están aquí, colega -dijo alzando los dos botes.
-¿Son gusanos? -Lali le echó un vistazo a lo que había supuesto eran tarrinas de helado.
-Sí, señora.
-Pero están junto a la leche. -Señaló la nevera.
-Pero no justo al lado. -Hizo un gesto hacia Lali-. Adam, saluda a la señora Espósito.
-Hola. ¿Necesita que espante más murciélagos?
Ella meneó la cabeza tras mirar a padre e hijo.
-¿Qué clase de donuts tomas en el desayuno? -le preguntó Peter a su hijo-. ¿Con azúcar glaseado?
-No, los de chocolate.
-Bueno, creo que podré engullir algo más de chocolate.
-Vamos a ir a pescar Dolly Vardens -le informó Adam.
-¿Dolly qué?
Peter soltó una carcajada.
-Son truchas -aclaró-. Vamos, hijo. Pescaremos unas cuantas Dolly qué.
Adam rió; era poco menos que una versión infantil de su padre.
-Chicas de ciudad -comentó Peter cuando se alejaron.
-Jo -añadió Adam. El roce de sus zapatillas de deporte ca­saba con el ritmo que marcaban las botas de su padre.
¿Quiénes eran ellos para reírse de ella?, pensó Lali viéndo­los ir hacia el mostrador. No estaba mal de la cabeza por pensar que los gusanos no tenían que estar junto a la leche. Ella era una persona normal. Puso la botella de zumo en la cesta y se dirigió al pasillo de los productos del hogar. Más allá de los detergentes y la comida para perros, vio a un hombre corpulento con una pan­za considerable, un tupido bigote y un delantal manchado de san­gre, aproximándose desde la parte de atrás. Mientras el hombre le cobraba a Peter, Lali recorrió los pasillos arriba y abajo. Metió en la cesta dos pares de guantes de goma rosa, dos litros de lim­piador con fragancia de pino y un frasco de insecticida. En la pe­queña sección de alimentación notó el aroma de los melocotones.
-Nos vemos, señora Espósito.
Ella alzó la vista de los melocotones y vio a Peter aguantán­le la puerta a Adam. La miró con una leve sonrisa y se fue. -¿Le cobro? -preguntó el tipo corpulento del mostrador.
-Sí. -Metió unos melocotones en una bolsa y se acercó a la caja.
-¿Es usted la mujer del coche con alarma?
Lali dejó la cesta en el mostrador junto a un expositor con cigarrillos y encendedores.
-La misma -respondió secamente.
-Ada me llamó cuando esa cosa se disparó -dijo. Sus gruesos dedos agarraron la llavecita de la caja registradora.
 -Lamento haberle molestado.
-Casi se ahogó con un hueso de pollo, ¿lo sabía? -El hombre miró el precio del insecticida y tecleó la cantidad-. ¿Va a quedarse mucho tiempo en el pueblo?
-Seis meses.
-¿En serio? -La miró a los ojos-. ¿Es usted una de esas que abrazan árboles?
-No.
-Ya me lo parecía. -Metió la mano bajo el mostrador y sacó una bolsa de papel-. No tiene pinta de abrazar árboles.
Lali no supo si se trataba de un cumplido o una burla, así que no dijo nada.
-He oído que se aloja en la casa de Donnelly.
-Así es.
-¿Qué va a hacer ahí?
Era la segunda vez en dos días que le preguntaban lo mismo.
-Pasar un verano relajado.
-Mi esposa Melba estaba en la peluquería de Dixie cuando Ada llamó desde el Sandman para decir que usted buscaba hom­bres disponibles.
-Para que echen los murciélagos de la casa que he alquilado -le aclaró. El tipo hizo la cuenta y ella sacó veinte dólares de la billetera.
Él la observó y al parecer decidió que era una mujer inofen­siva, porque sacudió la cabeza y sonrió.
-Sí, eso fue lo que dijo Ada. -Recogió el billete y le entre­gó el cambio-. Lástima. Tengo un sobrino que está trabajando en la mina cerca de Challis, y seguro que sabría sacarle partido a una mujer disponible. Aunque usted no parece el tipo de mujer que podría interesarse por Alvin.
Aquellas palabras espolearon su curiosidad.
-¿Qué tipo de mujer sería?
-Una que no estuviese en sus cabales. -Las puntas del bi­gote se le curvaron.
-Gracias.
-Bienvenida. Me llamo Stanley Caldwell. Mi esposa Melba y  yo  regentamos esta tienda, y si hay alguna cosa especial que ne­cesite, hágamelo saber.
-Lo haré. -Agarró la bolsa de papel-. ¿Sabe dónde pue­do tomarme un cappuccino?
-Sí, claro. En Sun Valley.
Nunca tendría tantas ganas de tomarse un cappuccino como para conducir una hora. Le dio las gracias y salió de la tienda.

Continuará... 

14 comentarios:

  1. Me sentiria taan ella en ese pueblo jajaja que de gente rara!!
    Va tomando forma espero. El. Proximo y ojala antes que ganas de laliter!!
    Besitoos

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  2. ME ENCANTO ME ENCANTO ME ENCANTO
    QUIERO MAS
    BESOS

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  3. Buen encuentro con Peter y su hijo,creo q es lo único q hay en ese pueblo,JAJA ni un lugar para tomar su capucchino,YO MUERO!

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  4. Me encanta kamnd lkjasdnaskjdldalkda
    quiero laliter love

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  5. Me gusto el cap subes otro?
    LALITER

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  6. Aaaaaaaaaay ame, ame ame! quiero mas.. este Peter que se lanza jajaja por algo el apellido chem...

    Que bueno que ya la vayan queriendo un poquito mas no? Te queremos Lali te queremos! (ah porq?)

    bueno.. ame, ame... seguime avisando.. yo @GuadyLlanos

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  7. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah quiero mas!!!!!!!! @ConEllosSiempre

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  8. AMO AMO AMO la nove! quiero maaaaaaaaaaaaas!

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  9. quiero mas nove
    beso

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  10. Peter si que la quiere sacar de sus casillas y el nene le siguela corriente al padre jaja:).
    Pobre lali en el pueblo yo muero sin capucchino jaja:)
    Masi_ruth

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  11. la adoro
    lali al fin se lleva con alguien
    jaja

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  12. Jsdhjsjhfdjshd fruta de la pasión!!!! Jajajajja me encanto el cap la nove está muy buena! @LuciaVega14

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