Hola hola :) Gracias por los comentarios! Disfruten. + comentarios = + caps. Beso ♥
Lali también sonrió.
-Alguien
con mucha imaginación.
-O alguien que está loco -dijo
Melba cuando Stanley apretó el botón de «total» en la
caja registradora.
Capítulo 20
Lali reconoció que la música que
sonaba era country; de haber sido otra clase de
música, no habría tenido ni idea. Se vistió de manera informal, con una falda caqui, una camiseta de tirantes blanca y sandalias sin tacón. Se recogió el
pelo en una coleta y se encasquetó una gorra
Gap.
El sol del atardecer formaba un
rastro dorado sobre la superficie del lago cuando Lali
salió al jardín trasero de la casa de los Dalmau. Llevaba un plato de plástico con ensalada y huevos rellenos.
Una docena de chicos y chicas
comían juntos en una de las dos mesas de picnic ubicadas en
la zona sombría del jardín. El humo que despedía la barbacoa Weber envolvía a
los dos hombres que se ocupaban de ella. Sólo se les veían las piernas. Uno llevaba unos Wrangler y tenía el trasero plano; el
otro llevaba unos Levi's de tiro bajo. La
brisa aclaró la humareda y permitió ver que los dos hombres no le quitaban ojo
a las hamburguesas y salchichas, así como a las
ostras de las Rocosas. Wally y Adam estaban
detrás de ellos con los platos vacíos.
Gaston se dio la vuelta y
colocó una gran salchicha ennegrecida en el plato de cada niño.
-Está quemada, papá -se quejó
Wally.
-Ponle un buen chorro de
ketchup -le dijo Gas-. No notarás la diferencia.
-Le dije que no pusiese
demasiado carbón en la barbacoa -susurró
Rochi a Lali mientras se dirigían hacia los hombres. La brisa cambió de dirección y el humo volvió a envolverlos.
Desde atrás, lo único que se
veía ahora eran los dos traseros y parte
de las camisetas, una verde y la otra blanca. Lali no necesitó ver sus caras. Tras haber caminado detrás de Peter
por el interior de su casa aquella
noche, habría reconocido sin problema su trasero, su zona
lumbar, los bolsillos de sus Levi's...
Peter miró por encima del
hombro y el humo se arremolinó en el ala de su sombrero de
paja.
-A ver, ¿qué vienen a buscar estas damas? -preguntó.
-¿Qué es lo que más se ha
achicharrado? -quiso saber Rochi.
-Las
salchichas están bastante chamuscadas y las hamburguesas están superhechas, pero las ostras no están tan mal.
-Aleja de mí esas ostras -dijo Rochi con ceño-. Ponme una hamburguesa.
Peter puso una hamburguesa en
un panecillo abierto y se lo pasó a Rochi.
-Gas va a provocar que todos tengamos cáncer -gruñó
ésta alejándose.
Peter centró su atención en Lali.
-¿Y tú, señora buen
comportamiento?
-Me arriesgaré a lo del cáncer
y tomaré una salchicha.
-Un perrito caliente bien
quemado. -Lo depositó en un panecillo y lo puso en su
plato-. Gas dice que lo mejor es echarle mucho ketchup.
-A
mí no me parece tan mal -le aseguró al cocinero-. Me gustan las salchichas chamuscadas. No como carne cruda.
Peter tragó saliva y apretó los labios.
-¿Vas a
probar las ostras? -le preguntó Gas.
–¿Están muy hechas?
-No lo dudes. ¿Cuántas quieres?
-Sólo una.
-No creo que sea buena idea -le dijo Peter mientras
colocaba una ostra empanada junto a la
salchicha chamuscada. -¿Las has
probado alguna vez?
-Claro. -Había comido marisco
cocinado de mil maneras diferentes-. Montones de veces
-añadió antes de ir a sentarse en una
mesa junto a Rochi y los niños. En la otra mesa, los adolescentes estaban sumidos en profundas discusiones
filosóficas sobre quién era el «malo más malo»,
Freddy Kruger o Chucky. Los gemelos
habían acabado de comer y tenían oscuros churretones alrededor de la boca. A las chicas sentadas a su lado
no parecía importarles. De hecho, todos tenían
los labios ennegrecidos.
-Míralos -dijo Rochi sacudiendo
la cabeza-. Eran tan monos de pequeños... Cuando los
vestía de marineritos estaban orables.
Ahora han crecido y tienen esas desagradables cosmbres propias de los hombres. -Como si la hubiese oído, Anew escupió
tabaco en una taza de plástico.
Lali miró a Rochi.
-¿Tienes un ataque de nostalgia?
-Me siento mayor. -Su mirada
era triste-. Ya no me acuerdo cómo olían. Ya no
huelen a niño.
-Yo sí, mami -dijo Wally a su
lado.
-Es cierto. -Le pasó el brazo por los hombros y lo
apretó contra sí-. Tú eres mi pequeñajo.
Al otro lado de la mesa,
frente a Wally, Adam levantó la vista de la
salchicha requemada que descansaba en su plato. -Puedes olerme si quieres, Rochi.
-¿Por qué iba a querer olerte
nadie? -preguntó Peter dejando una lata de Coca-Cola en
la mesa y pasando una pierna y luego la
otra sobre el banco para sentarse junto a su hijo-. Siempre hueles como tu desaseada perrita. -La puntera de
su bota tocó los dedos de Lali y ella
retiró el pie.
-Es que le gusta lamerme la cara. -Apoyó la cabeza
en el hombro de Peter.
Peter observó a su hijo y el
ala de su sombrero vertió un retazo de
sombra sobre su nariz y su mejilla.
-Seguramente lo hace porque
sabes a chuleta de cerdo.
El niño sonrió.
Lali le dio un bocado a su
crujiente salchicha y estudió el perfil
de Peter buscando el parecido con su hijo. El cabello de Adam era más oscuro,
su boca y su nariz eran diferentes, pero sus ojos eran idénticos a los de su padre.
Rochi señaló la Coca-Cola de Peter.
-¿No vas a comer nada?
Él alzó la vista y la sombra
le cubrió la mitad de la cara. Lali observó
sus labios antes de que hablase.
-Me zampé unos cuantos perritos
calientes antes de que quedasen calcinados.
Gas trajo un plato con carne y
se sentó junto a Wally.
-Creo que Lali es la única
mujer que aprecia mi forma de cocinar.
De hecho, la salchicha estaba
demasiado quemada incluso para ella. Le gustaban
tostaditas, no crujientes, pero no iba a decirle que no. En lugar de eso, le
dio otro bocado.
-Mmm...
Peter sonrió socarronamente, y cuando Lali tragó, dio la impresión de que la
salchicha se le atascara en mitad del esófago. Rochi señaló el plato de su marido.
-Come un poco de la ensalada
que ha traído Lali o alguna otra cosa. Vas a
tener que estar en forma si quieres ganar el concurso de lanzamiento de váteres este año.
-¿Vas a participar de nuevo?
-preguntó Peter.
-Sí,
el primer premio es un televisor de pantalla gigante.
-Yo quiero ese televisor -dijo Rochi-. Así que mañana voy a
empezar a darle a Gas esos esteroides que le inyectan al ganado. Tiene que estar fuerte como un toro.
-¿Y qué pasa si me pongo como un
toro en otro sentido? -quiso saber Gas.
-Esos esteroides afectan al
impulso sexual, y es más probable que te dejen el pitorro fuera de combate -le
advirtió Peter.
-¿Qué es
el pitorro, papá?
-Ya te lo explicaré luego.
Lali dio otro bocado a la
salchicha y bajó la vista. Desde luego
nunca había comido con gente que mascase tabaco, que hablase de sexo o dijese cosas como «dejar el pitorro
fuera de combate».
Mientras Lali comía ensalada,
escuchó a Rochi y Gas hablar de su estrategia para
ganar el concurso de lanzamiento de váteres, en la que se incluía una dieta para rebajar peso y la ingestión de un buen puñado de vitaminas. De nuevo Peter
le tocó los dedos del pie con la bota,
y ella volvió a retirarlo. Alzó la vista, pero Peter estaba mirando a Adam y Wally, que acababan de levantarse para ir al lago en busca de piedras.
-¡Quedaos donde pueda veros!
-les gritó Rochi.
Lali le echó un poco de sal a
su ostra y alargó la mano para coger un
cuchillo de plástico. No estaba segura de querer probarla.
-¿En serio vas a comértela? -le preguntó Peter.
-¿Qué?
-Levantó la mirada y vio que sostenía una lata de Coca-Cola en una mano. Una gota de agua se deslizó por el aluminio rojo hasta desaparecer entre sus nudillos.
Él separó un dedo de la lata y
señaló su plato.
-Sabes que no es una ostra
auténtica, ¿verdad?
-¿Y qué es, una ostra falsa?
-Podría decirse que sí.
Ella alzó un poco más la vista,
hasta su ancho pecho.
-¿Como las barritas de
cangrejo, que en realidad son pescado
blanco?
-No, cariño. Las ostras de las
montañas Rocosas en realidad son pelotas.
Ahí estaba otra vez. «Cariño»,
y lo decía de un modo...
-¿Pelotas de qué?
-Dios, sabía que no tenías ni
idea. Pelotas... Testículos.
Por fin
ella le miró a la cara, entre las sombras del ala de su sombrero, directamente a los ojos.
-Sí, claro. Y lo próximo que
me dirás es que mi salchicha en realidad
es un pitorro.
Peter enarcó las cejas.
-¿No me crees?
-Por supuesto que no. Eso es repulsivo. -Cortó un
trozo de ostra y se lo llevó a los labios.
-Si te parece repulsivo, será
mejor que no te lo metas en la boca.
Olió lo que había pinchado y se
volvió hacia Rochi, que discutía con Gas sobre dónde
colocar el nuevo televisor.
-Rochi, ¿qué es esto?
-¿Qué?
-Esto. -Sacudió el tenedor.
-Una ostra de las montañas
Rocosas.
-¿No es marisco?
-No; es un testículo.
-¡Oh,
Dios mío! -Dejó caer el tenedor como si le hubiese dado un calambrazo-. ¿De quién?
Peter estalló en una carcajada.
-Mío no.
-Vienen del rancho Rocking C.
Las compré durante la temporada de castraciones- explicó
Rochi.
-¿Las compraste? ¡Oh, Dios mío!
-Bueno -añadió Rochi como si Lali
se hubiese vuelto loca, - no iban a regalármelas, ya sabes.
-No,
no lo sé. Soy de California. Comemos comida auténtica. No comemos testículos de vaca.
-De buey.
-¡De lo que sea!
-Saben a pollo -le informó Peter.
-¡Dijiste
lo mismo sobre las serpientes! -Se sintió como si la hubiesen lanzado al interior de la película Rústicos en Beverly Hill. Probablemente no tardarían en asar una ardilla.
-Lo de las serpientes fue una broma.
-Peter tiene razón -comentó Gas-.
Las ostras de las Rocosas saben a pollo...
aunque son más crujientes.
-Eso dicen -dijo Rochi-. Por
supuesto, yo jamás las he probado.
Por fin algo de cordura. Lali
se llevó las manos a la cara. Sintió
que se le revolvía el estómago, pero al menos la intervención de los gemelos la libró de una descripción
culinaria más detallada.
-Mamá, nos vamos al centro
-informó Thomas a su madre.
-¿Qué pasa en el centro?
-Nada. Seguramente acabaremos jugando a billar en el
local de Zack.
-Si conducís bebidos, os quitaré
el coche -les advirtió Gas.
-Quiero que estéis de vuelta a
las doce -dijo Rochi, lo cual inició
un debate sobre si los gemelos eran lo bastante mayores para saltarse el toque de queda.
Continuará...
me encanta quiero mas
ResponderEliminarGracias por avisar
besos @Teen_Angels94
jajajajajaj.. me mato lo de los testiculos. estaba tentada yo ajaja
ResponderEliminarMAS NOVEEEEE
ResponderEliminarBESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarjajajajaaja MAS!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYA ME PUSE AL ORDEN JAJAJA ME ENCANTO MAS ME ENCANTO
ResponderEliminarBESOS
@DaniiVasqueez
Tendria que estar arreiglando mis uñas para el quince de mi hermana, pero no podia dejar de leer tu novela, me acabo de leer los 20 capítulos me encantaron !!!
ResponderEliminarya quiero el proximo capítulo
besos
Dioooooos jajajajaja que locura vamos!! Anque vamos de milagro la han avisado, como le toman el pelo ahí con todo pobrecita jajajaja que poco duraria yo en ese sitio xD hoy espero otro antes eh?? Ya sabes antes de que me vaya! (;
ResponderEliminarjajajaja estan todos locosssssssssssss
ResponderEliminary pobre lali, la agarran para la joda
beso
JAJAJAJAJA me estalle con lo de las ostras rocosas! jajajajaja me imaginaba la cara de todos y las expresiones y fue muuy bueno! Que imaginacion dios mio! Tenes que ser escritora..
ResponderEliminarAme,ame el cap!
Seguime avisando, @GuadyLlanos beso!
Los testiculos .. mio no JAJAAJAJAJAJA
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSSSS
@sweetlaliter
quiero ya un cap laliter nos dejas con ganas che!!!!
ResponderEliminarjajajaj mass noveeee
ResponderEliminar¡Vaya con la comida campestre!,todo quemado y encima esos testiculos,ostras rocosas,me pregunto para quien las compra Rochi,si solo Lali las prueba?.
ResponderEliminarJajajajajjajajajjajajajaja entre que la comida estaba toda quemada, y que la ostra no era ostra, y las cosas que decía Peter me re tente te lo juro!!! Muy buena la nove! @LuciaVega14
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