Disfruten :) SE VIENE.. SE VIENE. jajajaja besos ♥ + comentarios = + caps.
En ese momento una risotada no
muy lejana atrajo la mirada de Lali por encima del hombro del hombre. Como un
imán, su mirada se posó en un vaquero
alto y esbelto que llevaba un ajado sombrero
de paja.
Capítulo 30
Peter Lanzani estaba con los
brazos cruzados y un hombro apoyado contra el tenderete de
las patatas fritas, absorto conversando
con varias mujeres. Su repentina visión fue tan inesperada como el calor
que a Lali le subió desde el estómago. El corazón le palpitó en los oídos mientras aparentaba escuchar a Burley, aunque en realidad no distinguía ni una palabra.
Peter levantó la vista y sus
ojos se encontraron. La miró con la
cabeza ladeada para escuchar a las mujeres que lo rodeaban. Una sensación cálida
se instaló en el bajo vientre de Lali y no pudo reprimir una sonrisa. Esperó, pero Peter no le dedicó ningún gesto especial. Por su expresión, Lali no sabía
si él estaba sintiendo el mismo placer o
rubor. Él simplemente la miraba, con el rostro imperturbable. Entonces apartó la vista.
-Stanley me ha dicho que estás
escribiendo un artículo sobre Hiram Donnelly.
Lali devolvió su atención al
hombre que tenía delante.
-Sí, es cierto -dijo,
distraída y con las emociones desbocadas.
-Hiram y yo éramos primos terceros
-explicó Burley-. De pequeño, su padre lo
atropelló con un tractor. Todos creíamos que había quedado bastante tocado del
ala y que sólo era cuestión de tiempo que le
saliera todo.
Ay, Dios, otra vez no... Hacía
unos días la habían abordado unas amigas de Minnie en la oficina de correos.
Querían dejar claro que Minnie había sido una
buena cristiana temerosa de Dios y que nunca había hecho
nada ilegal. Cuando Lali les dijo que
las perversiones sexuales no eran necesariamente ilegales y que hasta las buenas cristianas disfrutaban con un
poco de perversión de vez en cuando, la
habían mirado como si por su boca hablara
el mismísimo demonio.
-Sea como sea, la familia
apreciaría que mencionara que el resto
de nosotros somos normales -añadió el campeón de lanzamiento de váteres. Inspiró ruidosamente por la nariz y cruzó sus gruesos brazos sobre el pecho prominente-. Y que
a ninguno nos gusta recibir zurras de
ninguna clase.
-Lo tendré en cuenta -le
aseguró Lali, antes de excusarse.
Fue hasta la papelera para
tirar el resto de su perrito empanado. A
su alrededor, la gente hablaba y bromeaba, llenando el ambiente de esa naturalidad y alegría que da el
conocerse de toda la vida.
Alguien encestó un vaso vacío
en la papelera y ella se abrió paso
entre la gente hacia Rochi. Se sentía muy sola, aunque no era la primera vez que se sentía así entre una
multitud.
De repente, una mano le sujetó
el brazo por detrás. Al volverse, se encontró con el
rostro de Peter, que no parecía alegrarse demasiado de verla.
-No esperaba verte aquí -dijo
ella.
-Y yo no esperaba venir. -Dejó
caer la mano y un soplo de aire frío sustituyó el calor de
su mano-. Hace años que no estoy en el pueblo para el Cuatro de julio.
-¿Te han llamado por trabajo?
-preguntó ella, y él negó con la cabeza.
Como casi todo el mundo en la
feria, iba muy sencillo con una camisa a rayas azules y
blancas. En lugar de sus Levi's habituales, llevaba
unos Wrangler azul oscuro. El cinturón era de piel curtida y la hebilla plateada con dos T en el centro
debía de pesar por lo menos un kilo.
-¿Qué te trae entonces por aquí?
¿Tienes un irrefrenable deseo de comerte un perrito
caliente?
-Tengo un deseo irrefrenable,
pero no de perritos calientes -respondió
él, y le dio un repaso de pies a cabeza. Su mirada subió lentamente por las piernas y los muslos de Lali, y se detuvo en la camiseta negra para leer el logo bebe escrito en blanco. Entonces sus ojos se encontraron con los de ella, abrasándola. Dejando atrás la indiferencia, parecía querer
comérsela allí mismo.
Señalándole el hombro, le
dijo:
-Bonito tatuaje.
-Gracias. He pensado que me daría aire de motera.
Una de las cejas de Peter se
elevó y desapareció bajo la sombra de
su sombrero.
-No te pareces en nada a una
motera. En primer lugar, te falta cuero y actitud
arrogante. -Hizo una pausa y añadió-: Aunque pensándolo bien, quizá ya tengas parte de esa actitud ganada.
Lali no tenía ninguna actitud,
simplemente no se conformaba con cualquier cosa.
-Si fueras una motera, tendrías
que obedecer a tu hombre e ir de paquete en su moto. -Peter
inclinó la cabeza hacia ella-. Y francamente, cariño,
me da que tú eres de las que quieren
conducir. -Alguien llamó al sheriff, pero él posó la mano en la espalda de Lali, a la altura de la cintura-.
Venga -dijo en un tono suave y profundo
que la hizo estremecer-. Vamos a cazar
ardillas.
-¿Ardillas?
Se
la llevó lejos de los puestos de comida. En aquel momento, Lali lo habría seguido a cualquier lugar.
-¿Quieres
cazar ardillas? -le preguntó.
-Sí -dijo él.
Lo
habría seguido a la luna, a los confines de la tierra o a cazar ardillas, pero tenía que admitir que esto último
era de lo más raro.
-Supongo
que tendrán un sabor parecido al del pollo - tanteó ella.
-No lo sabría decir.
Atravesaron la zona central en
dirección a los tenderetes de juego.
La mayoría de gente estaba haciendo un descanso para comer y, salvo por la presencia del feriante, la
caseta de la caza de la ardilla estaba vacía. Lali había visto la caseta pero
se le había olvidado, y no sólo porque no
tuviera ningunas ganas de disparar una
escopeta de aire comprimido, sino porque el exorbitante precio de cada partida ascendía a dos pavos.
Miró las cinco felices ardillas
que conformaban el blanco y después miró a Peter. Tenía una parte del rostro
iluminada por la luz de la caseta, y la otra
sumida en la oscuridad.
-Cuando dijiste que querías cazar ardillas, pensé...
-Ya sé lo que pensaste. -Peter
se sacó la cartera del bolsillo. Entregó diez dólares al
feriante, que se llamaba Neville, y recibió dos escopetas-. Haremos un concurso -anunció mientras remetía la cartera en el bolsillo trasero-. Dos
turnos para mí y dos para ti. Tendrás un
turno gratis para practicar.
Lali agarró la escopeta.
-¿Qué te hace pensar que
necesito practicar?
-Intuición. -Sonrió lenta y
sensualmente-. También haremos una pequeña apuesta.
-No crees que tenga ninguna posibilidad, ¿verdad?
-No.
Probablemente tenía razón.
-¿Cuál es la apuesta?
Peter apoyó su escopeta contra
la caseta y, sin decir palabra, se puso
detrás de ella y le colocó la escopeta contra el hombro. Posó su mano caliente sobre la suya y le colocó los
dedos correctamente.
-Ahora aprieta el gatillo -le
dijo muy cerca del oído.
Ella obedeció y el disparo dio en el corcho detrás de la
primera
ardilla. Entonces él la envolvió con el calor de su sólido pecho y, al disparar de nuevo, a ella se le erizó el
vello de la nuca. El disparo dio en un blanco de
frondosa cola que roía felizmente una
bellota.
-El secreto de un disparo
seguro está en saber manejar el arma
cargada -explicó él susurrando mientras le cargaba la escopeta-. Hay que tener un suave dominio del juego de
muñeca... y apretar
el gatillo lentamente pero con firmeza. -El tercer disparo acertó en la tercera ardilla con un
fuerte chasquido que hizo que a Lali
le temblara el cuerpo-. Pareces buena con los golpes suaves y los apretones firmes. -Falló el cuarto blanco, y también el último-. ¿Lo eres, Lali?
Lali miró al feriante, que a
su vez los estaba mirando pero no les
oía. Decidió ignorar la pregunta de Peter, pero eso no pudo evitar que la excitación le subiera y los nervios
empezaran a traicionarla. Miró a Peter y
preguntó:
-¿Cuál es la apuesta?
Él
la miró a los ojos un instante y acercó la boca a su oído.
-Cuando gane -dijo-, te lameré como si fueras
un helado. -El cálido aliento de Peter le
rozó el cuello.
-¿Y si
gano yo?
Peter tardó en contestar, como
si estuviera considerando esa remota
posibilidad.
-No ganarás.
-¿Y si gano?
-Pide lo que quieras.
Ella intentó pensar en algo que
aligerara la tensión sexual, pero sus palabras afloraron
con más sensualidad de la que había calculado.
-¿Podría ordenarte que fueras
a segarme el césped?
-¿Eso es todo lo que pides?
-Desnudo -añadió ella.
-Lo de desnudo me gusta. Quita
la parte de segar el césped y te dejo ganar. - Entonces le
frotó el brazo con la palma y se quedó
pensando-. Prefiero mi apuesta. Quizá deberías aceptar ya la derrota y evitarte el apuro.
-¿Puedo decidir yo?
Él dejó caer las manos y se
retiró un paso.
-Lali, tu siempre puedes
decidir. Nunca te haría hacer nada que
no quisieras. ¿Dónde estaría la gracia?
Ella le creyó.
-Vale, pero yo tengo que disparar primero.
Peter
recogió su escopeta de aire comprimido y esperó. Neville restituyó los blancos
y, bajo la atenta mirada de Peter, Lali le
dio a dos de las cinco ardillas.
-¡Lo he hecho bastante bien! -exclamó orgullosa.
Peter soltó un suave «ja-ja-ja». Alzó entonces su escopeta, apuntó y tumbó los cinco
blancos en menos de cinco segundos.
Sus movimientos fueron suaves y firmes, de tirador bueno y experto.
-Creo que he perdido -admitió
ella.
-No tenías ninguna posibilidad,
chica de ciudad. Yo tuve mi primera escopeta de aire comprimido a los cuatro
años. -Bajó el cañón-. Te diré lo que
haremos. Todo o nada: en el próxima turno tú sólo tendrás que acertar tres y
yo, para ganar, todo.
-Adelante.
Tan pronto las ardillas
volvieron a estar en su sitio, ella tomó posición.
-Fíjese en la mira -dijo
Neville, avanzando un paso para aconsejarla.
Peter echó una mirada
envenenada al feriante, que volvió a su sitio, a un lado de la caseta. Lali entendió a qué se refería Neville al apuntar con la mira del cañón. Lo alineó
hacia una ardilla de corbata verde.
-¡Toma! -exclamó Lali,
mientras el blanco caía. Falló los dos
siguientes, pero acertó el cuarto. Entonces apuntó a la última ardilla, que llevaba zapatillas rosas-. No escaparás
-susurró.
-Espero que no...
Ella miró a Peter por encima del hombro y volvió a
concentrarse en la ardilla.
-No lograrás distraerme.
-No es mi intención-dijo, y
bajó la voz-, pero si lo fuera, seguramente
me limitaría a acercarme y decirte que estoy viendo el color de tus bragas.
Ella sacudió la cabeza.
-No creas que funcionará ese
infantil intento de distraerme. -Dio en el blanco, y sopló la punta del cañón
como un pistolero-. ¿Preocupado, sheriff?
-Sí, cariño -dijo lentamente, mientras disparaba y
tumbaba la primera ardilla-, estoy
temblando.
Lali decidió que era el
momento de distraerlo un poco. Se sentó
en la esquina de la caseta y cruzó las piernas. La falda beige le trepó por los muslos mientras paseaba la vista
por la enorme hebilla del cinturón, el pecho
y el rostro de Dylan.
-¿Por qué no me enseñas otra
vez cómo se maneja un arma cargada? -Se pasó la lengua por los labios y bajó la
voz hasta convertirla en un seductor
susurro-. Dime cómo iba eso de los golpes
melosos y el apretón suave.
Peter disparó y abatió el
segundo blanco.
-Era «apretón firme». -Cayó la tercera ardilla y Lali
se puso tensa-. Es diferente.
-Rosas -dijo ella para que sólo
él lo oyera. Él la miró de soslayo.
-¿Rosas?
-Mis braguitas son rosas. -Arqueó una ceja
seductora-. De seda rosa con topos rojos
pequeñitos y la frase «Cuidado: material
picante» bordada en la delantera.
A él se le fue la mirada a la
entrepierna de Lali. -¿De veras?
Claro que no.
-Sí.
Ping. Ping. Ping. El resto de blancos cayeron y Peter
dejó la escopeta.
-Bueno, ya ves. Me parece que
he ganado.
Neville dio a escoger a Peter
entre un pollo de goma, una selección
de vómitos de mentira, un espejo de Corvette o un casco de plástico con una cerveza estampada a cada lado. Peter
escogió el casco y se lo puso a
ella.
-Para
tu próxima noche de dos por uno -le dijo Peter. Era la primera vez en su vida
que un hombre le regalaba un trofeo barato de feria. El
gesto le caló más hondo de lo normal, y dio por hecho que era un reflejo más del nuevo rumbo de su vida.
Continuará...
jaja tan lindos!!! ya no pueden más de las ganas que se tienen
ResponderEliminarmasssssssssssssssss
GENIAL quiero mas nove
ResponderEliminar@Pela_Teamo
Quiero Mas Quiero Mas
ResponderEliminarQuiero La NOCHE De Dos Por Uno
Besos
@DaniiVasqueez
se nota mucho las terribles ganas que se tienen jaja
ResponderEliminarespero el proximo capítulo
besos
la ganas que tienen esos dos ajajajajaja
ResponderEliminarquiero mas nove
@Teen_Angels94
Waoo mee encanto quiero maas novee porfis
ResponderEliminarporfis mee encanto :DD!!
Otro
ResponderEliminarQuiero mas
ResponderEliminarMas
ResponderEliminarMas
Mas
Mas
Mas
Mas
Mas
Mas
Me encantaa
ResponderEliminarEstan on fire,la energia sexual flota en el ambiente.
ResponderEliminarSube el q sigue por favor...
Aube otro
ResponderEliminarYa quiero que llegue laliter 100%
ResponderEliminarQue intriga quiero saber que pasara
ResponderEliminarHaces desear mucho en momento intimo laliter
ResponderEliminarMe muero de introga PUM
ResponderEliminarArriba peter y lali osi
ResponderEliminarOtro(:
ResponderEliminarTe pido algo sube otro
ResponderEliminarMe enamlre de esta adaptacion me fascina
ResponderEliminarRecomendada
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarQUE TIERNO
ResponderEliminarY ARDIENTE A LA VEZ ;)
ResponderEliminarme encanta la nove
ResponderEliminaramo esa ''relación'' que tienen es como que son muy distintos pero se complementan
ResponderEliminarmas, mas, mas nove
ResponderEliminarse pone picante la cosa jaja
besos
Jajajajaja myy buenoooo
ResponderEliminarSe buscan todo el tiempo.
ResponderEliminarJajajajajajaja que feo intentar hacer trampa para ganar! Jajajaja AME este cap, está MUY bueno :D me encantooo @LuciaVega14
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