jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 18


@siempreconlyp + comentarios = + caps. BESOS ♥ 


A Peter lo mencionaban bastante, siempre diciendo: «El FBI está a cargo de la investigación. En este momento no dis­pongo de información.» Por suerte para los reporteros, los ayu­dantes del sheriff no se habían mostrado tan reticentes.

 Capítulo 18
Era poco más del mediodía cuando Lali llegó a su casa, pero no llevaba allí ni dos minutos cuando llamaron a la puerta. Era su vecina Rochi, con expresión ceñuda.
-¿Sabes una cosa? -empezó-. No tenía vecinos desde ha­cía mucho tiempo, por eso esperaba que pudiéramos ser amigas.
Lali miró a su vecina, plantada en el porche con la cabeza la­deada. No tenía ni idea de por qué parecía tan molesta.
-Lo somos -dijo, aunque no creía que haber compartido una única comida pudiese convertir automáticamente a dos mu­jeres en amigas.
-Entonces ¿por qué he tenido que enterarme por Peter de lo que pasó anoche en el Buckhorn?
-No he tenido tiempo de contártelo -respondió Lali, y se preguntó si Rochi quería una amiga o sólo una cotilla que la mantuviese informada-. ¿Cuándo has hablado con Peter?
-Esta mañana, cuando vino a buscar a Adam. Estaba preo­cupado. Emmett Barnes es un tipo raro y podría haberte hecho mucho daño.
-Lo sé, pero un tal Hayden Dean se lo impidió. De no ha­ber sido por él, Emmett me habría pegado.
-Es muy probable, pero los Dean no son mucho mejores, créeme.
-¿En serio? Tenía pensado preguntar dónde vive Hayden para ir a ver cómo se encuentra.
Rochi meneó la cabeza.
-Mantente alejada de esa gente. Si no recuerdo mal, Hayden es  primo de Emmett. -Alzó una ceja-. No sé si me entiendes.
Lali sonrió, ya no le importaba si Rochi quería una amiga o una cotilla. Hacía tanto tiempo desde la última vez que había estado cotilleando con otra mujer, que casi había olvidado lo di­vertido que era.
-¿Quieres entrar? Creo que tengo unas Pepsi light.
- Light? ¿Crees que tengo que hacer dieta? -repuso Rochi, una mujer que parecía necesitar tumbarse en el suelo cada vez que quería cerrar la cremallera de sus Wrangler-. No estoy a dieta.
-También tengo té.
-No, gracias. Wally, Adam y yo nos vamos de picnic al la­go. ¿Por qué no vienes con nosotros?
Lali tenía mil cosas que hacer. Acabar la historia de los alie­nígenas, tomar unas fotos de la zona, revelarlas en la tienda del pueblo en una hora, escanearlas, introducirlas en el ordenador y pegar unos cuantos alienígenas en las fotos. Tenía que leer los ar­tículos recogidos en la biblioteca, y tenía que decidir si había una historia en ese asunto. Algo que no se hubiese contado antes.
Pero le escocían los ojos y tenía la cabeza bastante embota­da. Un par de horas tumbada en la orilla del lago, sin pensar en nada y charlando relajadamente le pareció poco menos que un regalo del cielo.
-De acuerdo -dijo-. Iré en diez minutos.
En cuanto Rochi se marchó, Lali corrió escaleras arriba. Se lavó la cara y se rasuró las piernas. Su bañador azul y verde era de corte alto hasta las caderas, y a ella le gustaba porque hacía que sus piernas pareciesen muy largas. Cogió una vieja cesta de pic­nic que encontró en la despensa y la abrió temiendo encontrar roedores calcificados. Estaba limpia, así que metió en ella unas latas de Pepsi light, aceitunas, galletas saladas, queso azul y su cá­mara Minolta, por si acaso. Con una toalla de playa al hombro, unas chancletas japonesas en los pies y las gafas de sol puestas, se encaminó hacia el lago.
Adam y Wally ya se habían metido en el agua y Rochi se en­contraba a la sombra de unos pinos ponderosa. Sentada en una tumbona a pocos metros del agua, bebía un refresco y comía pa­tatas fritas sabor barbacoa. Llevaba una camisa de estampado ha­waiano y un pareo a juego.
-Hemos traído unos sándwiches de más por si tienes ham­bre -le ofreció cuando Lali se sentó en una tumbona a su lado.
-¿De qué son?
-Mantequilla de cacahuete con gelatina de uva o jamón y queso.
-Jamón y queso. -Lali se acomodó en la tumbona-. He traído algo de fruta, también queso y galletas saladas -dijo, abriendo la cesta.
-¿Queso fresco?
-No, azul. -Lali extendió el queso sobre una galleta, le colocó una aceituna encima y después le dio un mordisco-. ¿Te preparo una?
-Puajjj... No, gracias.
Lali miró a Rochi, que la observaba con cara de asco, como si la estuviese viendo comer vísceras.
-Está buenísimo -dijo, y se acabó el singular canapé.
-Vale.
-Ni hablar. Yo probé tu comida, ahora tú tienes que probar de la mía. -Y le preparó una galleta.
-¿Ésta es tu idea de cocinar? -Parecía no tenerlas todas consigo, pero la cogió igualmente.
-Es lo que hay.
Rochi dio un bocado, masticó con cuidado y declaró:
-Eh, está mejor de lo que pensaba.
-¿Mejor que el queso fresco?
-Pues sí. -Rochi alargó la mano para coger la cesta de Lali y las intercambiaron-. Puedes comerte lo que te apetezca menos el de mantequilla de cacahuete y gelatina de uva -le dijo Rochi mientras Lali rebuscaba-. Es cosa de Adam; es muy quisquilloso con su gelatina. Tiene que ser muy suave, sin semi­llas ni nada. Peter tiene que prepararle personalmente sus sánd­wiches.
Lali escogió un sándwich de jamón y queso con el tipo de pan blanco que no probaba desde su infancia, y también unas aceitosas patatas fritas.
-¿Dónde está la madre de Adam? -preguntó como quien no quiere la cosa.
-Vive en Los Ángeles -respondió Rochi colocando una aceituna en lo alto de un montoncito de queso azul-. Pero cuando tiene que quedarse con Adam, van a algún lugar de Mon­tana.
-Qué raro. -Lali abrió una lata de refresco-. Habitual­mente son los padres los que tienen régimen de visitas.
Rochi se encogió de hombros.
-Peter es un buen padre, y cuando Adam necesita influen­cia femenina, se va a pasar unos días con su abuela y su tía Doble. También pasa mucho tiempo aquí, conmigo y con Wally cuan­do Peter está trabajando. -Le dio un bocado a la galletita y des­pués preguntó-: ¿Tienes hijos?
-No. -Lali esperaba que Rochi frunciese el entrecejo o alzase las cejas, pero no fue así.
-Este queso es adictivo -dijo Rochi preparándose otra ga­lletita.
Lali se repantigó en la tumbona y se acabó el sándwich. Observó cómo Wally y Adam se sumergían dejando las manos fuera del agua. La comida fue hipercalórica, y la remató con tres galletas Oreo y un trozo de regaliz. Cuando volvieron a inter­cambiar las cestas, lo único que quedaba en la cesta de Lali eran unas pocas aceitunas, dos Pepsi y su cámara. Sacó la Minolta de su funda y enfocó hacia los niños en el lago. Lali no era una gran fotógrafa, pero sabía lo suficiente. Enfocó un momento más y disparó.
-¿Son para tu artículo de flora y fauna?
De repente, Lali se sintió incómoda ante la idea de mentir a Rochi.
-Sí -dijo, lo cual no era del todo mentira. Estaba tomando fotos de la zona para su artículo sobre alienígenas. Tomó unas cuantas más. Después los niños salieron del agua y corrieron en busca de las toallas.
Adam rebuscó en el bolsillo de su bañador y le entregó a Rochi varias piedrecitas. Le dijo que podía quedarse con la que más le gustase.
-Hazme una foto, Lali -pidió Wally flexionando sus del­gados brazos.
-No; a mí. -Adam empujó a Wally y posó como un cultu­rista.
-Os haré una foto a cada uno y os las daré cuando revele el carrete. -Hizo unas cuantas más antes de que los chicos agarra­sen sus sándwiches de mantequilla de cacahuete y sus refrescos y se fuesen en busca de más piedras «superchulis» a la orilla del lado.
-¿Cuándo acabarás tu artículo? -le preguntó Rochi.
Lali fue a decirle una fecha de entrega ficticia, pero se de­tuvo. Habían compartido sus cestas de picnic. Se había bebido el refresco de naranja de Rochi y se había comido sus Oreo, de ahí que no quisiese mentir más. Rochi no la había juzgado al saber que no tenía hijos. Quizá no juzgase tampoco su trabajo ni las histo­rias relacionadas con Elvis.
-Verás, si no se lo cuentas a nadie, te diré qué es lo que es­cribo realmente.
Rochi se inclinó hacia Lali.
-Sé guardar un secreto.
-En realidad escribo para Weekly News of the Universe. Te  mentí sobre lo del artículo para una revista del noroeste.
-¿En serio? ¿Por qué?
-Porque la gente no ve con buenos ojos a los que escribimos en la prensa sensacionalista. Creen que metemos las narices en todas partes y que escribimos cotilleos.
-¿Y no es así?
-No. Yo escribo historias sobre Bigfoot y extraterrestres y gente que vive bajo el mar en el Triángulo de las Bermudas.
-Vaya, vaya... ¿Te refieres a esa revista en blanco y negro que siempre colocan junto al Enquirer en el quiosco?
Lali esperó a que una lancha con motor fueraborda pasase antes de sacar una fotografía de las claras aguas verdes del lago.
-Sí, a ésa -dijo luego.
-¿Esa que tiene la imagen de un niño murciélago en la por­tada?
-El niño murciélago -repitió Lali mientras escudriñaba la otra orilla con el objetivo de la cámara. Enfocó los árboles y dejó la arena en segundo término. Un rincón perfecto de acam­pada para alienígenas-. Ésa es Weekly World News. Ésos no sa­ben de lo que hablan. Esa gente no tiene ni un gramo de imagi­nación. -Según su opinión, la del niño murciélago era una de las historias de la competencia más estúpidas que había leído nunca.
-Entonces ¿escribes en esa en la que apareció la historia «Hormigas gigantes atacan Nueva York»?
 -Bingo.
-¡Oh, Dios mío! ¿Tú escribes esa clase de cosas?
Lali bajó la cámara y miró a su vecina a los ojos.
-No, pero publico ahí mis artículos, y de vez en cuando escribo una columna de opinión y contraopinión con dos seudónimos distintos: Lacy Harte y Frank Rhodes.
--¿Tú eres Lacy Harte?
-Soy los dos, Lacy y Frank.
-¡Me tomas el pelo! Creía que se trataba de dos personas distintas. Quiero decir que como se metían tanto el uno con el otro...
-Al principio me sentía un poco esquizofrénica, pero aho­ra me gusta. También escribo artículos que firmo como Madilyn Wright.
-¿Qué has escrito que yo pueda haber leído?
Lali volvió a guardar la cámara en su funda, después bajó el respaldo de la tumbona y se puso cara al sol.
-El año pasado escribí una serie de artículos sobre el Trián­gulo de las Bermudas que se hicieron muy populares. Después seguí con unos artículos sobre Micky el Duende Mágico.
-¡Oh, Dios mío! Leí algunas de esas historias sobre Micky el Duende Mágico. ¿Eras tú?
-Sí.
-Mi suegra compra esas revistas y cuando acaba de leerlas me las da.
Según la opinión de Lali, sólo las suegras compraban ese tipo de revistas sensacionalistas. Todo el mundo las leía, pero ja­más había conocido a nadie que reconociese abiertamente comprarlas. Era algo así como encontrar a alguien que admitiese ha­ber votado a Nixon.
Sin embargo, tan sólo las suscripciones a Weekly News of the World rondaban los diez millones en todo el mundo. Había un montón de lectores anónimos, y no todos debían de ser suegras.
-Me encantó cuando Micky se transformó en RuPaul.
Esa historia había aparecido en el último artículo sobre Micky, justo cuando empezaron sus problemas.
-Él odiaba esa historia. -Cuando leyó el artículo, amena­zó con demandar a Lali, a su editor e incluso al director de la publicación.
-¿Micky el Duende es una persona real?
-No es un duende, es un enano. Su nombre auténtico es Myron Lambardo, aunque también se le conoce como Myron el Triturador. Lo conocí en Las Vegas mientras trabajaba en un ar­tículo sobre imitadores de Elvis. En aquel entonces trabajaba en un tugurio, luchando contra mujeres en una piscina inflable llena de barro. -Le pagó por dejar que lo fotografiase, y se ase­guró de que firmase un documento cediendo los derechos de di­chas fotografías-. Al principio, las historias le gustaban. Obtu­vo sus quince minutos de fama y logró contratar varios combates auténticos como Micky. Me llamaba y me dejaba mensajes en mi buzón de voz, me decía lo mucho que le gustaban. Entonces es­cribí lo de RuPaul y creyó que le estaba haciendo parecer ho­mosexual. Me dijo que lo estaba explotando y que lo había hu­millado, como si las mujeres que le daban revolcones en el barro le dignificasen mucho.Cuando Myron descubrió que había cedido sus derechos de imagen, empezó a hacerme llamadas amenazadoras. Quería que le transformase en un supermacho estilo Arnold Schwarzeneg­ger. Al ver que yo no respondía a sus amenazas, encontró la di­rección y un día apareció en mi casa. Me acosaba y no quería de­jarme en paz, por eso tuve que llevarlo a juicio y dictaron una orden de alejamiento contra él.
Rochi balanceó las piernas a ambos lados de su tumbona.
-¿Micky el Duende te acosó?
-Myron Lambardo.
-¿Llegó a hacerte daño?
-No; se limitó a amenazarme de muerte.
-Pero tú eres más grande que él...
-Sí, pero es un tipo muy fuerte. Se ganaba la vida peleando.
Rochi abrió mucho los ojos y se llevó una mano a la boca.
Lali creyó que había dejado sin palabras a su vecina, pero entonces Rochi se echó a reír como una posesa.
Wally y Adam se volvieron y la miraron como si hubiese perdido la chaveta.
-¿Qué te hace tanta gracia, mamá? -le preguntó Wally. Rochi sacudió la cabeza y los niños miraron entonces a Lali, como si ella tuviese la respuesta.
Lali se encogió de hombros. ¿Qué podía decir? Hay gente a la que se le va la olla. A veces se preguntaba si no sería ella la única persona cuerda en un planeta de locos.

Continuará...

15 comentarios:

  1. UN PLANETA DE LOCOS JAJAJA
    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSS
    @SweetLAliter

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  2. Jajajaja nah entrebel pueblo raro y las historias raras de lali estan en el lugar perfecto! Jajaja espero el proximo, besitooos

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  3. jajajaja quiero ser escritora (?
    más y más laliter :)

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  4. mas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. Realmente esta en un mundo de locos!

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  6. me encanta esta amistad que se esta empezando a formar
    le paso de todo a lali en la vida
    quiero mas nove
    besos @Ari_StaFe

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  7. Lalochi QUE TIERNAS!!! amo esa amistad!! @ConEllasSiempre

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  8. Estaria bueno que llegue el sheriff a buscar a su hijo y la vea a ella asi con la maya sexi jajaj

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  9. Me encanta! Las historias de Lali, bien creativas jajaa
    espero el siguiente cap :)

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  10. o estas loca o Lali esta loca o estamos todos locos jajaja na esta geniaaal!
    descubri que te puedo leer desde el celu :) asique voy a poder leer mas seguiido!

    Me encanta la amistad Lalochi que estas haciendo! Seguime avisaando eu!

    @guadyllanos

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  11. Con dos seudónimos k se atacan entre sí,para volverse loca,jajaja.

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  12. Awww ella interesada en la mamá de Adam! Jajajjajaja Siiii le dijo la verdad a Rochiiii me gusto el cap!! Muchas gracias por subir está nove mee encanta @LuciaVega14

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