Holaaaaa :) Nada que decir.. solo que estoy feliz feliz feliz con todo lo Laliter que esta pasando en los shows. :) Disfruten. + comentarios = + caps. besos ♥
-¿Estás
segura?
-Segura, Peter -resopló Lali.
¿Acaso iba a ser tan duro?
Capítulo 22
-Dedo sangriento a una manzana de distancia... -Bajo
una especie de tienda de campaña levantada
con mantas, pinzas de tender ropa y
sillas de cocina, Lali encendió la linterna debajo de su barbilla y miró a los dos jovencitos que
tenía delante. Abrió la boca para proseguir con la narración de aquella historia de terror con un tono misterioso-. Corrí y me escondí
bajo mi cama, pero seguía oyendo:
dedo sangriento a una casa de distancia...
-Metió la mano bajo una pila de sacos de dormir y golpeó con los nudillos el suelo de madera-. Dedo
sangriento en la puerta de tu
casa... -Adam abrió mucho los ojos y Wally se mordió el labio inferior-. Toc... toc... toc... toc.
-Sacó la mano-. Abrí la puerta... y
el que estaba allí era un niño. -Una pausa para crear un efecto dramático-. Se había cortado en el dedo y le salía sangre. Necesitaba una tirita.
Durante unos segundos, los
niños siguieron mirándola en la oscuridad
de la improvisada tienda de campaña. Después se miraron el uno al otro y resoplaron.
Adam sacudió la cabeza.
-Menuda chorrada.
-Ni siquiera daba miedo -añadió
Wally.
-Estabais asustados -dijo
ella-. Os estaba viendo.
-Wally
sí, pero yo no.
Wally golpeó a Adam en el
hombro.
-Ni hablar.
-Venga ya, chicos -les increpó Lali
cuando empezaron a darse golpes en los brazos-.
Vais a echar la tienda abajo, y la próxima
vez seré yo la que os zurre.
Los niños habían pasado la
mayor parte de la tarde luchando, y a
pesar de que a ellos parecía encantarles, esa actividad a Lali la sacaba de sus
casillas. Le hacía pensar en la botella de vino Zinfandel que había en la nevera. Una copa probablemente no le haría daño, pero el padre de Adam dudaba de
su capacidad para cuidar de dos niños.
No estaría bien que viniese a buscar a
su hijo y ella apestase a vino.
-Contaos historias mientras yo
limpio -dijo saliendo de la tienda.
Se puso en pie y estiró los
brazos por encima de la cabeza. De niños, su hermano y ella solían luchar, y él
le hacía cosquillas hasta el punto de hacerse pipí en
las braguitas, pero por todos los santos,
nunca habían luchado como lo hacían Wally y Adam. Esos dos no paraban ni un minuto.
Recogió las latas medio vacías
de Pepsi de la mesa de café y un
cuenco con restos de palomitas y se dirigió a la cocina.
Peter le había telefoneado
hacía cosa de tres cuartos de hora para
informarle de que habían transferido a Rochi al hospital de Sun Valley. La herida de la mano era bastante
delicada para requerir cirugía. También le
dijo que los gemelos iban camino del hospital y que, en cuanto llegasen, él iría en busca de los niños.
Lali dejó el cuenco en la
encimera y tiró las latas de Pepsi a la bolsa de basura reciclable. El trayecto
desde Sun Valley le llevaría a Peter una hora, como
mínimo, así que suponía que llegaría en un lapso de entre
hora y cuarto y hora y media, dependiendo
de lo que tardasen los gemelos.
-¡Eh! -escuchó proveniente de la otra habitación-. ¡Suéltame la cabeza, caraculo!
-¡Tú sí que eres un caraculo!
Cerró los ojos y se llevó las
manos a los oídos. Iba a ignorarlos
durante unos minutos; tal vez agotasen toda su energía y se quedasen dormidos. En cambio, ambos empezaron a
gritar, lo cual no era un buen síntoma.
Llegó al salón y se detuvo
delante de la tienda con los brazos en
jarras.
-Eso no ha estado bien, Wally
-dijo Adam.
-Tengo otro. Rápido, tira de mi
dedo.
Nadie sería lo bastante tonto
para obedecer esa orden, pensó ella. Estaba equivocada, y
de repente oyó un ruido sordo y más
chillidos. Lali lo tuvo claro: si alguna vez se decidía a adoptar, sería una niña. Nada de chicos. Ni hablar.
Encendió el televisor y vio las
noticias de las diez. Para su alivio y
posterior sorpresa, el escándalo en el interior de la tienda de campaña cesó, y a mitad del parte meteorológico
Adam le informó de que Wally se había
dormido.
-¿Quieres sentarte aquí conmigo
o dibujar un poco? -le propuso ella.
-Prefiero dibujar.
Lali le entregó la caja de
lápices de colores que utilizaba para
corregir sus artículos y dejó unos folios en blanco en la mesilla del café.
-¿Qué vas a dibujar?
-A mi perra.
Lali se sentó en el suelo a su
lado. La cornamenta que hacía las
veces de patas de la mesa no le dejaba espacio, así que tuvo que sentarse con
las piernas cruzadas.
-¿Y tú qué vas a dibujar?
-preguntó él.
-A ti. -Y empezó a dibujar un
niño de grandes ojos verdes y pelo castaño. Ella no tenía
mucha habilidad y el resultado no se
pareció en nada a Adam.
Él lo miró y se echó a reír.
-Ése no soy yo.
-Claro que sí. -Le añadió unas
pecas y destacó que le faltaba un diente-. ¿Ahora lo ves?
-Vale. Ahora te dibujaré yo. -Agarró una hoja en
blanco.
-Fíjate en mi lado bueno. -Se
puso de perfil.
-Mi madre es rubia. Pero antes
tenía el pelo castaño como vos.
Lali sintió un chispazo de
curiosidad, y le preguntó con tacto:
-¿Dónde vive tu mamá?
Él la miró a los ojos, después
siguió dibujando.
-En California, pero cuando
estamos juntos vamos a casa del abuelo.
-¿Dónde está?
El niño se encogió de hombros.
-En
Montana.
Lali se sintió un poco culpable
de sonsacarle información, pero no lo suficiente como para detenerse.
-¿Os
veis muy a menudo?
-Sí. Está en la tele.
¿En la tele?
-¿Quieres decir que tienes su
foto sobre el televisor?
-Sí.
Una pregunta más y lo dejaría
estar.
-¿En qué trabaja tu mamá?
-Se supone que no debo hablar
de eso.
Lali se preguntó qué sería eso tan malo que hacía la ex
esposa de Peter
y sobre lo que su hijo no podía hablar. Tal vez era prostituta o bailarina de striptease.
-Eh-dijo señalando el dibujo-,
¡mi nariz no es tan grande!
Adam asintió y se echó a reír.
-Ahora sí.
-De acuerdo -se resignó ella.
Tomó otra hoja y dibujó a Adam bizco y con grandes
orejas-. Mírate -dijo.
Iniciaron una carrera por
dibujar la cara más ridícula. Adam resultó
el ganador gracias a su dibujo de Lali con orejas de lobo y bigote.
-¿Qué me das? -le preguntó.
-¿Qué quieres decir?
-He ganado. Tienes que darme
algo.
-Umm... Tengo palomitas para el microondas.
-Ni
hablar. -Echó un vistazo alrededor y señaló el lince disecado que había encima
de la chimenea-. Eso.
-No puedo.
No es mío.
El chaval señaló la piel de
oso.
-¿Y eso?
-Tampoco. -Lali se puso en pie
y fue al comedor. Lo único que podía darle era un
pequeño colibrí de cristal que colgaba de la ventana, junto al ordenador-. ¿Te gusta esto?
-¿Para qué sirve?
-Cuando lo cuelgas junto a la luz -le explicó tendiéndoselo- lanza destellos de color por toda la
habitación. Funciona mejor con luz
solar. -Adam llevaba el pelo más largo de la cuenta y le cayó sobre los ojos mientras estudiaba el
pájaro. Se preguntó cómo sería su tacto, o qué haría si ella le apartase el
flequillo de la frente.
-Es bonito, ¿no? -dijo él.
-Yo creo que sí -asintió ella,
y se dejó llevar por la curiosidad. Le apartó el mechón de pelo de los ojos.
El fino cabello del niño se deslizó con
suavidad entre sus dedos. Tal vez no sería algo tan malo tener a un niño correteando por la casa, pensó.
-Bien, ¿qué decides?
Adam se rascó el hombro. El
pájaro parecía cosa de niñas, pero no
estaba mal.
-Vale, me lo quedo. -Se
encogió de hombros y se encaminó hacia la tienda de
campaña. Antes de entrar miró a Lali-. Avísame
cuando llegue mi padre -le pidió, y luego se metió dentro con Wally.
Se
tumbó en un saco de dormir que habían encontrado en el armario debajo de las escaleras y colocó una manta a modo de almohada.
Deseaba estar en casa. Deseaba que su padre no tardase en llegar. Agarró el
pájaro que Lali le había dado y lo colocó
muy cerca de su cara. La luz que llegaba del salón se filtraba a través de las mantas y entornando los ojos podía
apreciarla a través del colibrí.
Pensó en Lali, en cómo habían dibujado juntos. Y también le había hecho un
regalo. Y no se había apresurado a llevarlo a su casa para poder ver a su padre. No era como las otras mujeres. Tal vez Lali era como Rochi, que tampoco
era como las otras. No fingía que le gustaba Adam para poder hablar con su padre. Se volvió de costado y se metió el colibrí
en el bolsillo de sus pantalones. A lo mejor
podría encontrar una piedra bien chuli
para Lali. Le había gustado que le hiciese fotos a él y a Wally, y también le gustaban esas botas azules que
llevaba de vez en cuando. Había construido una
tienda de campaña con mantas, y había resultado muy gracioso verla huir de los
murciélagos. Le gustaba cómo brillaba
su pelo.
Era como un ángel. Como su
madre, pese a que su madre en realidad no era un ángel. Sabía que vivía en
California y a veces en Montana con su abuelo, pero
lo que era seguro era que no vivía en el cielo. Sabía que no
se sentaba sobre una nube a rezar, porque ni siquiera rezaba
antes de comer o cenar. Y que su madre no podía vivir con él porque tenía que
estar en la televisión. Y que no podía decirle a sus amigos quién era su madre
porque entonces irían a molestarlos cuando
estuviesen juntos en Montana. El único amigo que sabía quién era su madre era
Wally, y tampoco él podía contárselo a
nadie.
Adam intentó mantener los ojos
abiertos, pero se le empezaron a cerrar. Se dijo que tal vez podría echar una
cabezadita antes de que llegase su padre.
Sabía que su madre era actriz
y que ése era su trabajo. Y que algunas
de las cosas que hacía no eran reales, que no podía volar ni hacerse invisible a voluntad. Pero suponía
que algunas de las cosas que hacía en su
programa tenían que ser reales, y deseaba
poder conocer algún día a todos esos niños que había salvado de un incendio la
semana anterior. También salvó a su gato. Y
además su madre conocía a Santa Claus. Salvó a Santa Claus cuando bebió demasiado y le atropelló un
autobús. Le dijo que tenía que seguir
viviendo por todos los niños del mundo
que le querían, y Adam deseó poder ir algún día al Polo Norte a conocer a Santa Claus. Wally y él habían
hablado de eso. Dado que su madre
había salvado a Santa Claus, las próximas navidades iba a pedir algo grande, un kart, tal vez, a pesar de que su padre había dicho que no podría tener uno hasta
cumplir los diez.
Adam bostezó y colocó una mano
bajo la mejilla. Deseaba que su madre viviese con él y
su padre. Tal vez si se portaba muy bien y
si lo deseaba con todas sus fuerzas, lo hiciese.
Continuará...
al menos a adam le cae bien lali :)
ResponderEliminargracias por avisarme... espero el proximo cap
ResponderEliminarMuy lindo el cap :)
ResponderEliminarEspero mas!
Aii que monoo que es (L) que lindos!!!! Me niego a irme a dormir sin leer el 23! Que lo sepas (;
ResponderEliminarME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAA!!! SUBI SUBI SUBI!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSe me borró -.-' jajaja decía que que gracia con lo de las piedras chulis! Ya me veo la casa de Lali de aquí a nada toda decorada con piedras por todos lados jajaja
ResponderEliminarJAHDKSKFHDUIMSBFKSLSFHKFLDJFK me ncantan +++++tierniiiis!
ResponderEliminarHaaaaay que tierno
ResponderEliminarMAs linda lali con un nene.
ResponderEliminarPara mi es "Cristobal" (en CA)
Maaas noveeee
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminar@foreverlaliterr
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!! ME ENCANTAAA QUE LINDOOS!
ResponderEliminarawwww que tiernosss! más más
ResponderEliminarmas nove .....
ResponderEliminarE
ResponderEliminarC
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ResponderEliminarN
ResponderEliminarT
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ResponderEliminarporfavor subi otro que yo tampoco me voy a dormir sin el 23 :D
ResponderEliminarMe dio risa eso de los dibujos de solo imaginarme la escena me da risa.. jajajaajaa
ResponderEliminarAaaaaaaaaay me mori de amor! me encanto! Ya me imagine a Lali se enamora de Peter, Peter de Lali, Adam pega alta onda con Lali y la ayuda a que Peter le de bola y despues Lali adopta a Adam y son felices para siempre <3
ResponderEliminarjajaja que facil no? buen, me encanta!
Seguime avisando! Beso @GuadyLlanos
Ah eso! yo siempre me imagine a Adam como Tomas Ross y a Wally como Nazareno Antón :P
ResponderEliminarMe Encanto Me Encanto Y Lo De Los Dibujos
ResponderEliminarBesos
@DaniiVasqueez
aaaaw re tierno!! Lali va formando el vínculo con el hijo, bien ahí ;)
ResponderEliminarmás!!!!!!!!!!!!!!
Q divino Adam,me compro y creo q Lali se lo compro a él aun sintener esa intencion!
ResponderEliminarNo le hicieron trastadas ,jugaron todo el tiempo como niños k son ,nunca les faltan pilas.
ResponderEliminarAwwwwwww que tierno momento entre Adam y Lali, me encanto morí de amor <3 @LuciaVega14
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