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Capítulo 23
Peter llamó a la puerta de Lali.
Eran las once y media, y había salido del hospital en
cuanto se presentaron los gemelos, dejándoles al cuidado de
su padre tanto como de su madre. Peter nunca
había visto a Gas tan alterado. Nunca antes lo había visto emocionarse, pero cuando se llevaron a su mujer se había
puesto a chillar. Gas se culpó por lo ocurrido y actuó como si le hubiese clavado a su esposa el cuchillo
en el corazón. Dijo que no soportaba
verla sufrir.
Sin duda, el corte que Rochi se
había hecho tenía mala pinta, pero no
había puesto en peligro su vida. Cuando se sentó al lado de
su amigo, en lugar de sentirse agobiado por los balbuceos de Gas, lo que sintió fue algo parecido a la envidia.
Él nunca había amado así a una
mujer. Nunca al punto de echarse a llorar como un chiquillo, más teniendo en cuenta que ellos llevaban diecinueve años
casados. Se preguntó por qué no había encontrado él a una mujer a la que amar así. Y si alguna vez la encontraría.
Ahora bien, la lujuria era otra
cosa. Sentía auténtico deseo por MZBHAVN desde la primera vez que la
había visto. Durante el trayecto desde el hospital,
no pudo pensar en otra cosa que en lo
ocurrido en la cocina de Rochi, cuando había estudiado las líneas de la mano de Lali. El largo trayecto
desde Sun Valley le dio tiempo a pensar
también en la noche que la sacó del Buckhorn
y la llevó a su casa. Recordaba muy bien el modo en que ella lo había acariciado, era casi como ver una película en cámara lenta, pues podía visualizar cada mínimo
detalle. La húmeda textura de su boca, la caricia
de sus manos deslizándose por su pecho, la presión que
sintió en la entrepierna.
La puerta se abrió y allí
apareció ella, iluminada por la lámpara de
la entrada. Tras haber pasado tantas horas con Wally y Adam, esperaba que Lali tuviese el aspecto de
Medusa. No era así. No tenía el pelo revuelto,
aunque sí parecía haberla despertado.
-¿Te he despertado? -le
preguntó.
-No; estaba tumbada en el sofá viendo la tele. -Se
hizo a un lado para que entrara.
Lali transmitía calor y
somnolencia.
-¿Te han dado problemas los
niños?
-Se durmieron. -Lo condujo
hasta el salón y él pudo observar su cabello, y descender
por su espalda hasta la curvatura de su
trasero y la suavidad de sus muslos. Estaba descalza-. Encontramos unos sacos
de dormir y acampamos en el salón.
Lo sorprendió ver la tienda de
campaña hecha con mantas. Le habría sorprendido menos si
hubiese montado un salón de belleza.
-Jugaron un rato a la casa
encantada en la planta de arriba, y cuando
se cansaron de eso bajaron aquí y les conté unas historias de miedo.
Apartó la vista de la tienda y
miró a Lali.
-¿Ha sido
muy duro?
-Bueno, no paran de luchar
entre ellos. Todo lo que encuentran lo transforman en una
espada o un revólver, y resulta un poco
pesado que estén todo el rato riñendo. -Sacudió la cabeza y le miró con el rabillo del ojo-. Sólo he
tenido ganas de zurrarles en un par de
ocasiones.
Él observó su sonrisa, sus
labios rosados, y se preguntó si también
transmitirían somnolencia, o calor y deseo, como si la hubiese despertado en mitad de la noche para hacer
el amor.
-Adam es un niño encantador.
Has tenido mucha suerte con él. -Se colocó el pelo detrás
de las orejas-. ¿Cómo está Rochi?
¿Rochi? Pero regresó a la
tierra a tiempo. Abrió la tienda y comprobó
que los niños dormían. Yacían acurrucados como osos en hibernación entre mantas y sacos de dormir.
-El corte ha sido profundo
-dijo después-. Los médicos han tenido que coser los
tendones, pero se recuperará. Mañana por la mañana estará en casa.
-Supongo que eso es una buena
señal.
-Ella lo lleva mejor que Gas.
Se siente como si hubiese asesinado
a su mujer. No estuve presente cuando Rochi dio a luz, pero me dijo que Gas se pasó el rato dando vueltas
como un lobo enjaulado y que lloró cuando
nacieron sus hijos.
-¿A ti no te ocurrió lo mismo
con tu esposa?
Él no la corrigió, no le dijo
que Eugenia y él no se habían casado.
-No tuve tiempo. Apenas logré
llevarla al hospital antes de que
Adam naciese.
-¿Un parto rápido?
-Un trayecto largo. Íbamos camino de la casa de su
padre. -Miró los dibujos que habían quedado
encima de la mesa de café-. Adam
nació en un hospital de allí.
-Adam habló un poco del tema
esta noche.
Peter alzó la mirada.
-¿De Eugenia? ¿Qué te dijo?
-Que vive en California y que
es rubia a pesar de que antes tenía el
pelo castaño.
No había duda, era el momento
de cambiar de tema.
-¿Te has recuperado ya del
incidente con las ostras de las montañas
Rocosas?
-Contestaré a tu pregunta si
tú contestas a una de las mías.
-¿Qué quieres saber?
-¿Cómo se gana la vida tu ex
esposa?
Él la miró a los ojos y dijo:
-Es camarera.
-Oh. -Lali frunció ligeramente
el entrecejo al tiempo que se sentaba en el brazo del
sofá.
-Y ahora dime si te has
recuperado de lo de las ostras.
-A duras penas. Si alguien me
hubiese dicho que había gente que se comía esas cosas, no
lo habría creído. Es algo rarísimo.
Al menos, al hablar de ello ahora no estaba pálida
ni parecía que fuese a vomitar. De hecho,
sus labios esbozaron algo parecido a
una sonrisa. A Peter le gustaba su modo de sonreír. También le gustaba el sonido de su risa, femenina y
entrecortada. Le gustaba tanto que se dispuso a contarle el segundo
mayor secreto de su vida. Un secreto tan
embarazoso que en su familia nunca
se comentaba, ni siquiera el día de Acción de Gracias, cuando todos se reunían para comer.
-Si
eso te parece raro, tendrías que conocer a mi primo Frank. Puede hipnotizar gallinas.
Lali alzó las cejas y lo miró
como si se hubiese vuelto loco.
-¿Cómo?
-Les baja la cabeza y las obliga
a concentrarse en un dedo suyo.
Ella rió.
-Anda ya...
Si su madre se enterase de que
estaba contando el secreto del primo
Frank, mataría a Lali. No quería que nadie supiese que la cadena genética de la familia incluía los genes de Frank, y oír la risa de Lali hubiese sido suficiente excusa
para liquidarla.
-Te aseguro que es cierto.
Ella sacudió la cabeza y un
mechón de pelo le cayó sobre la mejilla.
-¿Por qué alguien querría
hipnotizar a una gallina?
-Para demostrar que puede
hacerlo.
-¿Y
cuál sería el motivo? ¿Para subirlas a un escenario y hacer que se comporten como personas?
Él dejó escapar una risotada y
se acercó a ella.
-Hace
que se tumben como si estuviesen muertas. -Le pasó el pelo por detrás de la
oreja y, al hacerlo, le acarició la mejilla con los nudillos-. Mi tía Kay cree que tiene un don.
-Estás chiflado.
Su cabello era suave y sedoso
al tacto.
-¿No me
crees?
-No.
Aquel breve roce le provocó a Lali
un estremecimiento. Peter apartó la mano.
-No te mentí con lo de las ostras de las Rocosas.
-También me dijiste que habías
comido lagarto.
-No, no te dije que hubiese
comido lagarto.
-Me dejaste creer que sí lo
habías hecho.
-Sí, pero eso no es mentir.
-Técnicamente tal vez no, pero
querías que creyese algo que no era verdad.
La mirada de Peter se desplazó
desde la mejilla al labio superior.
-Bueno,
entonces supongo que estamos empatados.
-¿También
crees que te he mentido? -Clavó la mirada en sus
ojos verdes, teñidos ahora con un deje de inocencia.
-Desde el mismo día en que
llegaste al pueblo.
Ella arrugó la frente.
-Puedes comprobar mi historial.
-Podría, pero no hago esa clase de cosas a menos que
tenga una razón para ello. Va contra la
política del departamento. -Hizo una pausa antes de preguntar-: ¿Tengo
alguna razón en tu caso?
-No.
-¿Has infringido alguna ley
últimamente?
-No que yo sepa.
-¿No te han acusado de conducta
inmoral?
-No.
-¿Acoso sexual?
Ella rió.
-Últimamente no.
Él la repasó de la cabeza a los pies y volvió a
mirarle a los ojos.
-Es una lástima.
Ella se puso de perfil y le
miró con el rabillo del ojo.
-¿Estás flirteando conmigo,
sheriff Lanzani?
-Cariño,
si tienes que preguntármelo significa que me estoy haciendo mayor.
-¿Qué edad tienes?
-Casi treinta.
Los labios de Lali esbozaron
una sonrisa sensual.
-No estás mal para tu edad.
-Señora Espósito, ¿está usted
flirteando conmigo?
-Tal vez. -Arrugó ligeramente el
entrecejo-. Hace mucho tiempo que no flirteo con
nadie, pero creo que sí. -Suavizó el gesto-. Creo que has tenido suerte.
«Suerte.» No supo si huir como
alma que llevase el diablo o tumbarla en el sofá y demostrarle
que era ella la que tenía suerte. Dio un paso atrás.
-¿Has cursado una solicitud
para que te envíen los viejos archivos de Hiram Donnelly? -Cambió de tema,
estableciendo una distancia entre ambos.
Ella le miró unos segundos sin
decir nada, como si no pudiese ubicar lo que acababa de
preguntarle.
-Ah, sí -dijo finalmente-. La
semana pasada.
-Bien. Si necesitas ayuda para
darle algo de.sentido al asunto, házmelo saber. -Ella se incorporó y él dio otro
paso atrás-. Será mejor que me lleve a los niños y los meta en la
cama.
-Los zapatos están arriba.
Ahora te los traigo. -Lali fue hacia las escaleras y se sintió igual que la noche en que se habían besado en la cocina. Tras un ligero roce, él se iba con viento fresco, y
al igual que aquella noche, ella no sabía qué había hecho mal.
Una vez arriba, entró en la
habitación de la derecha. Tal vez no
debería haber admitido que no flirteaba con nadie desde hacía mucho tiempo. Tal vez lo
había asustado.
Junto a la cama, en la
habitación vacía al fondo del pasillo, encontró las botas de Wally y
una zapatilla de deporte de Adam. Al arrodillarse
en el suelo en busca de la otra, se preguntó si se habría mostrado desesperada y él
habría captado esa vibración. Al admitir que hacía mucho que no flirteaba, quizá le había hecho pensar que había algo malo en ella, y quizás estaba en lo cierto al pensarlo. Había conocido a Peter hacía justo una semana. En realidad, no sabía quién era, pero cuando la miraba
o le sonreía, ella notaba algo en el pecho. Y
cuando la tocaba, su mente se quedaba en blanco.
Fue hacia el armario y buscó
por los alrededores. Mientras lo hacía oyó los sonoros pasos de Peter por el pasillo.
Continuará....
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS :)
ResponderEliminarNaaaah que mala! NO PUEDES DEJARLO AHÍ!!!! ¬' espero que cuando me levante mañana leer uno nuevo eh? jajaja Besitoooos!!! (:
ResponderEliminarP.D Me encantan DEMASIADO! jajaja pero cómo se hace de rogar el sherif!
mamamamamamasssssssssssssssssss me encantóooooo! ksfkajfslfjkdkg
ResponderEliminarMas, me encantaaaa!
ResponderEliminarque fliteeen ajaja
ResponderEliminarmasssssssssss
dale uno mas kñasjdnllakjdnas
Me Encanta Mas Me Encanta
ResponderEliminarSos Mala No Podes Dejarlo Asi
Me Encanata Demaciado Sos Una Genia'
Besos
@DaniiVasqueez
que tanto roollo . los dos se tiene ganas y PUNTO . No les va a venir mal un rockanroleo jajaja
ResponderEliminarya pero no iban a rockanrolear con los niños ahi ;)
EliminarMas noveee.
ResponderEliminarbesos
@foreverlaliterr
aaaay creo que no se el significado de Flirtear! es como Chamuyar?
ResponderEliminarMe encanta y quiero maaas! muero de ansias por saber que hara el Sheriff con la escritora
me da la sensacion que Lali necesita mucho cariño, esta como muy sola en su vida.. y Peter tiene que dejarse llevar por lo que siente y dejar de pensar tanto che -.-
Amo tu nove! Seguila y seguime avisando.. @GuadyLlanos
Peter tiene miedo!Por eso reacciona así,Lali lo atrae demasiado!
ResponderEliminarPeter es inseguro y no quiere aceptar que lali lo vuelve loco, espero que pase algo en el armario y que tenga 30 no es viejo, mi amore cumple 30 este ano jaja.
ResponderEliminarGracias por los capítulos
Aaaaaay subi uno mas!
ResponderEliminarno nos podes dejar asi porfavor que buena que se quedo la novela mañana espero es continuacion ahaha
ResponderEliminarPlease sube mass
ResponderEliminarMAS
ResponderEliminarEl saber k la casa la alquilo x 6 meses ,también debe ser un freno,pero con lo coqueto k es con todas, y con Lali se retira a tiempo,cobardica!.
ResponderEliminarDjsajfhdkuscfjdkcfjhdksfjkdjfghd por dios Peter!! Cuando v as a admitir o hacer algo con lo que sentís por Lali!?! @LuciaVega14
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