martes, 26 de junio de 2012

Capítulo 28


Hello hello :)  Disfruten. + comentarios = + caps. besos ♥ 


Cuando llegaron a casa, su vecina, Hanna Turnbaugh le lle­vó a Adam un libro para colorear y una caja de lápices de colo­res «para el viaje». Se sentó en la cocina y bebió café con Peter hasta que apareció Paris con un gran pastel de coco con meloco­tón en almíbar. Adam se limitó a gruñir y encogerse de hombros, como en él era habitual, hasta que las dos mujeres desistieron de hablar con él.

 Capítulo 28
Ni Peter ni Adam durmieron mucho esa noche, y ambos se levantaron temprano. para marchar a Sun Valley. Desayunaron en Shorty's y, por encima de una montaña de crepes, Adam le prometió que ese año no lloraría.
En un pequeño aeropuerto donde los pasajeros famosos son la norma, ver aparecer por allí a Eugenia Bancroft no llamó mu­cho la atención. En la misma sala por la que habían embarcado y desembarcado Demi Moore, Clint Eastwood, los Kennedy y un largo etcétera, el ángel de América esperaba a su hijo. Eugenia, que llevaba el cabello rubio recogido en una coleta francesa, se levan­tó del sofá y apenas sonrió con sus labios perfectamente rosados. Eugenia siempre había sido hermosa, con su piel inmaculada y sus perfectas mejillas. Caminaba como una Barbie, incluso mejor, porque era real; bueno, a excepción de sus pechos, que se los ha­bía retocado en su primera temporada de éxito.
Para la ocasión, había prescindido de su imagen hollywoo­diense y llevaba unos sencillos Levi's y un suéter de verano, aun­que incluso así parecía recién salida de una revista de modas.
-Hola, cielo -dijo tendiendo los brazos. Apoyó una rodi­lla en el suelo y Adam se fundió con ella en un abrazo. Le besó toda su carita y ni siquiera se dio cuenta de que él no le correspondía-. Te he echado tanto de menos. ¿Me has echado tú de menos?
-Sí -susurró Adam.
Eugenia se incorporó y su sonrisa se enturbió un poco al mirar a Peter.
-Hola, ¿cómo estás?
-Bien. ¿Qué tal el vuelo?
-Tranquilo. -Le dio un buen repaso con la mirada, de la cabeza a los pies-. Caramba, tienes mejor aspecto cada vez que te veo.
Él no se sintió halagado. Eugenia era una de esas mujeres que lanzan cumplidos a diestro y siniestro con extrema facilidad.
-Soy un año más viejo cada vez que me ves. Ella se encogió de hombros.
-Estás exactamente igual que el día en que empotré mi To­yota en tu coche patrulla sin distintivos. ¿Te acuerdas? ¿Cómo olvidarlo?
-Claro.
Eugenia le dedicó una de sus sonrisas marca de la casa, la misma que había conquistado los corazones de todo el país, la mis­ma con que solía alterarle el pulso a Peter.
-¿Tienes un rato para picar algo antes de regresar? -pre­guntó ella-. Había pensado que podríamos charlar un rato los tres antes de que Adam y yo nos vayamos.
Peter sospechó al instante del ofrecimiento, preguntándose qué querría realmente. No era su estilo eso de sentarse a conversar.
-Adam y yo ya hemos desayunado. Tal vez en otra ocasión.
-Tendrá que ser pronto -repuso ella, y cogió de la mano al niño-. Tu abuelo está deseando verte -le dijo-. Este año nos lo vamos a pasar de maravilla.
Adam dio un paso atrás y se pegó a su padre. No se abrazó a él, pero Peter sabía que era eso precisamente lo que deseaba.
-Creía que este año no ibas a... -le dijo como si no se le estuviese partiendo el corazón ante su marcha.
-No lo voy a hacer -repuso Adam y lo miró-. Pero, papá...
Peter apoyó una rodilla en el suelo y sujetó la cara de su hijo entre las manos. Adam tenía los ojos anegados en lágrimas y ro­jas como tomates sus habitualmente pálidas mejillas. Contener el llanto le costaba mucho. Peter se sintió orgulloso de su hijo.
-Este año lo has intentado con todas tus fuerzas, eres un campeón -le dijo-. Para mí tu esfuerzo es lo que cuenta. Si quieres llorar, hazlo. -Adam le rodeó el cuello con los brazos y Peter le frotó la espalda-. Hijo, hay momentos en la vida de un hombre en que uno necesita dejarse ir. Si éste es uno de esos mo­mentos para ti, entonces hazlo. -Peter se sentía fatal. Se le ha­bía formado un nudo en la garganta y le escocían los ojos. Las si­lenciosas lágrimas de Adam le humedecieron el cuello de la camisa-. Te he anotado todos los números de teléfono en los que podrás encontrarme en cualquier momento; llámame cuan­do quieras. La lista está en tu maleta. En cuanto sientas ganas de hacerlo, llámame, ¿de acuerdo?
Adam asintió.
-Pero seguramente tu madre te tendrá tan entretenido que no creo que me eches mucho de menos. -Miró a Eugenia y en su expresión leyó «¿qué tengo que hacer ahora?». Como siempre, le dejaba a él la responsabilidad de lo que había que hacer y decir. A Peter le gustaba ser el responsable de su hijo, pero a veces le resultaba una carga muy pesada; sobre todo cuando él se sentía ofendido por ella. Como en ese instante, obligado a fingir que no sentía resentimiento. Porque Eugenia podría haber dado un pa­so al frente y haberle echado una mano. Porque al menos podría haberlo intentado. Pero no lo había hecho, y encima Peter te­nía que ocultar su irritación-. Te lo vas a pasar muy bien con tu madre y tu abuelo, y cuando vuelvas iremos a pescar esas Dolly Varden que se te escaparon la última vez, ¿de acuerdo?
Adam volvió a asentir.
-De acuerdo.
-Estoy orgulloso de ti, hijo. -Peter apartó los bracitos de su cuello y se echó hacia atrás para mirarlo a los ojos-. ¿Todo bien?
Adam se pasó el dorso de la mano por las húmedas mejillas. -Sí.
-Bien. -Secó una lágrima de la barbilla de Adam-. Este año te has comportado como todo un hombre -dijo al tiempo que se incorporaba, y le tendió a Adam su maleta-. ¿Te has acordado de poner los lápices de colores?
-Sí.
-Bien. -Dio otro paso atrás-. Te quiero, hijo.
-Yo también te quiero, papá.
Peter se despidió con un breve gesto de la mano, y se volvió para no ver cómo Eugenia tomaba al niño de la mano.
En menos de un minuto, Peter llegó al aparcamiento donde había dejado la camioneta. Subió e introdujo la llave en el contac­to. El sol de la mañana reverberaba sobre el capó azul y se le nu­bló la vista.
Sintió que era uno de esos momentos. Uno de esos momen­tos en los que un hombre tiene que dejarse ir.

Continuará...

26 comentarios:

  1. Me Encanto Me Encanto
    Que Ternura Adam Y Peter, Espero El Proximo
    Besos
    @DaniiVasqueez

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  2. pobre Adam :( me encanta este niño :)

    Mas nove...
    @Teen_Angels94

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  3. Que hermoso peter es el mejor papa y eugenia que fea ni parece que es su madre

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  4. MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE

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  5. =( Pobrecitos!
    No aparenta ser muy buena madre Eugenia! =/
    Espero el proximo cap!
    Un beso
    Juli♥
    @amorxca

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  6. Eu eu eu! Gracias por avisarme! A partir de ahora soy @YoSoyLalita gracias! amo tu nove..

    (era @GuadyLlanos )

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  7. PObrecito adam!! me da una ternurita!1
    masssss

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  8. Me encanto !!! muy tiernos adam y peter. Espero el proximo
    besos

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  9. me encanta quiero masssssssss

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  10. me da lastima adam pero se que todo va a mejorar

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  11. quiero ver YA que pasa en el siguiente capiiii subi otrooo

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  12. mmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  13. mas nove ya siento mas a laliter cerquisima haha

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  14. Padre e hijo me mataron de ternura!

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  15. :O pobres.... y no es por mala pero va tener a lali por unos dias para que lo consuele ;)

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  16. es un padrazo peter
    hasta a mi me partio el alma Adama llorando
    beso

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  17. Padre e hijo no pueden evitar en esos momentos, dejarse llevar.

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  18. QUE TIERNO PETER, LO AMOOO!!!
    MAAAASSSSS
    @BelenCorbera

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  19. divinaaaaaaaa me decis en que capitulo fue el primer beso?

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  20. No sabes casi lloro, muerta de ternura.
    Masi_ruth

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  21. Me encanto, me acabo de poner al corriente en la novela y esta super!!1
    Muchas gracias por los caps!!
    @Titel842

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  22. Waoo estaa megaa geniaal la nove porfis porfis subee mass
    mee encanto :DD estaa hermosaa... >.<

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  23. Awwwwwwwwwwww mi vida!! AME el momento padre hijo que tuvieron y lo valiente que era Adam, lo tierno y comprensivo que era Peter!! ME ENCANTOOOOOOOOO <3 @LuciaVega14

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