Holaaa :) Disfruten chicas. + comentarios = + caps. besos ♥
Lali sonrió. A ella también se
lo había parecido. Acababa de experimentar el sexo más asombroso de su vida.
Eso no era amor. Lali sabía diferenciar
entre sexo y hacer el amor. Lo que él le
había proporcionado era el orgasmo más increíble de toda su vida. No, no era amor, pero había sido
maravilloso. Y él también lo era.
Capítulo 32
Claros
recuerdos de los dedos de un hombre
Peter apoyó un hombro desnudo
contra el marco de la puerta y levantó
su taza de café. Bebió un sorbo y metió la mano libre en el bolsillo de sus Levi's. El sol matutino se colaba entre las rendijas de la persiana, inundando su cama
de bandas de luz y resaltando el brillo del
pelo de Lali, que yacía bajo una maraña de
sábanas, con un brazo detrás de la cabeza y la cara ligeramente inclinada hacia la almohada de Peter. Dormía y
su respiración era suave y regular.
Él se frotó la taza caliente
contra el pecho mientras la contemplaba.
Ella le había pedido que la llevara a casa de madrugada,
pero él la había persuadido para que no se fuera.
Hacía mucho que Peter no
practicaba el sexo, pero todavía más que
no dormía con una dulce mujer a su lado, y no sabía cuál de las dos cosas había echado más de menos.
Despertarse con aquellas cálidas curvas contra
su cuerpo y un cabello sedoso para acariciar era algo que
hasta había olvidado que echaba de menos.
Lo otro, y de eso no se había olvidado, era que no recordaba haberse sentido nunca tan bien.
A lo largo de su vida, Peter
había estado con más mujeres de las que podía recordar. No estaba orgulloso de su
pasado, pero no podía cambiarlo. Había sido
un adolescente alocado. Cuando entró
en la veintena, frenó un poco, pero
nunca había pensado demasiado en
todas las consecuencias de un acto tan íntimo. Había tenido que aparecer Eugenia
para que empezara a pensar en ello, y había tenido que pasar por
el condón roto y el nacimiento de su hijo para comprender las eventuales consecuencias del acto, pero
además había descubierto que existían implicaciones emocionales más profundas.
Lali se revolvió en la cama y
él vio asomar uno de sus pies por
debajo de la sábana.
Hasta entonces no había
querido arriesgarse, pero había algo en Lali Espósito que le hacía olvidarse de las consecuencias que pudiese tener implicarse emocionalmente con ella.
Era algo más que su piel o el sabor de su boca. Algo más que la
belleza de su cuerpo y de lo que le hacía sentir. A Peter le gustaba su humor inteligente, su ironía y su risa. Le gustaba que
no le interesaran las tonterías. Y
también le gustaban sus uñas de los pies pintadas de rosa.
Quería conocerla mejor.
Habían hecho el amor tres veces
aquella noche. La primera vez fue rápida y explosiva. En
la segunda, lenta y también explosiva, se había tomado su
tiempo, lamiendo de sus pezones el azúcar
glaseado y comiéndose los trocitos de melocotón que le había puesto en los pechos, pero que habían
resbalado por todo su cuerpo hasta los muslos. Ella también había comido
tarta untada en el cuerpo de Peter, en el
vientre y más abajo. La tercera
vez, el sexo había empezado en la ducha y había acabado en la cama.
Y lo volvería a hacer. No
podría evitarlo. No quería hacer daño a
Lali. Tampoco quería hacerse daño a sí mismo, ni a Adam, ni siquiera a Eugenia, pero sabía que volvería a yacer con Lali. Creyó que con una noche bastaría, pero no
bastaba en absoluto. Tendría que ir con
mucho cuidado.
Lali movió la mano y Peter
observó cómo se iba despertando lentamente, hasta que
parpadeó y frunció el entrecejo.
-Buenos días -dijo él, y se
acercó.
Ella se irguió de golpe, como
si le hubieran echado un cubo de agua.
El pelo le caía a un lado de la cara y la sábana se escurrió hasta su cintura.
-¿Dónde estoy? -preguntó con la voz áspera del sueño
y de una noche usando la boca para todo
menos para hablar.
-Si no te acuerdas, es que no
he hecho bien mi trabajo -contestó él. Con un pie en el suelo, se sentó a su
lado y le apartó el pelo de la cara-. ¿Vas
recordando?
Ella no contestó, pero sus
mejillas se sonrojaron.
-Toma -dijo Peter, acercándole
la taza de café a los labios-. Igual te ayuda.
Lali bebió unos sorbos.
-Se supone que ibas a llevarme
a casa.
Peter
bajó la mirada a sus firmes pechos y vio que los pezones rosados empezaban a erizarse por el frío.
-Supongo que se me olvidó.
Ella se apartó de él y se
subió la sábana hasta las axilas.
-No quería despertarme aquí.
Él la miró a los ojos.
-¿Por qué?
-Porque por las mañanas siempre estoy horrible. No
tengo ni ropa ni bragas limpias, y tengo
los ojos hinchados.
Peter se hubiera reído, pero
ella parecía hablar muy en serio. A
él le parecía que estaba tan bien que le hubiera saltado encima para besarle el cuello. Tenía ganas de hacerla
reír para que susurrara su nombre, pero se
levantó y se dirigió al armario. Sacó un albornoz que le iba demasiado corto y no se ponía nunca y, tras lanzarlo a los pies de la cama, se acercó a la
cómoda.
-Éstos no los he usado nunca
-informó, después de encontrar unos calzoncillos boxer-. Mi madre me los
regaló por Navidad, pero yo no llevo
calzoncillos. -Los lanzó al lado del albornoz-.
Nunca deja de intentar reformarme. -Le dedicó una sonrisa, pero ella no dijo nada-. Te prepararé el desayuno -añadió,
saliendo de la habitación para que se vistiera tranquilamente.
Los pies descalzos de Peter no
hicieron ningún ruido al recorrer el pasillo y dejar atrás
la habitación de Adam y el baño. En la
cocina, el pastel pulverizado aún lo cubría todo. Antes, mientras esperaba a que se hiciese el café, había
recogido los trozos más grandes, pero gran parte
del azúcar glaseado seguía esparcido por la mesa y el suelo.
Echó un vistazo en la nevera.
Como no tenía previsto volver a casa
en dos semanas, la había limpiado y no quedaba mucha cosa dentro. Un bote de margarina, uno de mostaza y algo de ketchup. En los armarios encontró paquetes de
macarrones, patatas instantáneas y frutas y verduras en conserva.
Oyó cómo se abría y se cerraba la puerta del baño.
Luego oyó el grifo del lavabo. En la casa no
había provisiones y no podía llevarla a desayunar. No, porque iba con sus
boxer y porque, en ese caso, a la hora de comer todo el pueblo sabría que
habían pernoctado juntos.
Sacó la escoba y el recogedor
del armario y limpió el suelo de la
cocina. Si aquel pueblo fuera distinto, si él no fuera un sheriff que trataba de reponerse de su pasado y del de Hiram
Donnelly, a nadie le hubiera importado
nada, pero él no era uno más y Lali no se
había integrado fluidamente con los oriundos.
Tiró más tarta a la basura y
sonrió. La próxima vez que Paris le
preguntara si le había gustado su tarta, y seguro que lo haría, porque siempre lo hacía, podría decirle con toda
sinceridad que era la mejor tarta que había
comido jamás.
Luego guardó la escoba y el
recogedor y, cuando se dio la vuelta, encontró a Lali de pie en el umbral. Se había peinado y lavado
la cara. Los bajos del boxer asomaban por debajo del albornoz.
-Me temo que no tengo nada para
desayunar -se excusó.
-No importa. De todos modos,
nunca como antes de mediodía. ¿Has visto mi ropa?
-Apartó una silla de la mesa y señaló su
ropa bien doblada-. ¿Me has doblado la ropa?
Peter se encogió de hombros y
la observó. No sabía qué le esperaría por la mañana y
tampoco lo había pensado, pero nunca
hubiera esperado que ella se mostraría tan fría. Le recordó a la Lali que llegó al pueblo en su Porsche. En algún
momento de la noche algo había cambiado,
y él no alcanzaba a imaginar qué podía ser.
Cuando ella fue a recoger su
ropa, él le cogió la mano.
-¿Qué planes tienes para hoy?
-Tengo trabajo. Voy muy retrasada.
-¿Ya tienes los archivos de los
federales?
-Sí.
-Podría ayudarte a revisarlos.
-No, gracias.
Tenía la mirada perdida más
allá de Peter, pero él le volvió la
barbilla para que lo mirase a los ojos. Sus ojos no se movieron y, al no hacerlo, le dijeron todo lo que él quería
saber: se estaba escondiendo de él. Acercó los labios y la besó suavemente.
Ella trató de retroceder, pero él le
sujetó la nuca con la mano. Le recorrió
el contorno de los labios con la punta de la lengua y notó que ella cedía por momentos. Se le relajaron los
hombros y aflojó su postura, y luego soltó
un leve suspiro. Él la besó más intensamente
y la siguió besando hasta que las manos de ella se posaron en su nuca, hasta que se puso de puntillas y
apretó sus senos contra su pecho. Entonces
se separó de ella y la miró a los ojos.
-¿Me perdonas lo del desayuno?
-Mmm... Todavía estoy ahíta de tanta tarta.
Peter sonrió. Terrible, pero le
gustaba.
Continuará...
DEMASIADOO TIERNOSS <3<3
ResponderEliminarESPERO EL SIGUIENTEE =)
@BelenCorbera
awww mee encantaa :DD!! quiero maas porfis porfis porfiss haay no de vdd estaa megaa padrisimaa <3!
ResponderEliminarPfff... estaa super mee encanto la partee en la que
ResponderEliminarla beso... super tiernos mee encantaan, seguilaa
quiero maas plis :') <3!
@FernandaLazaroG
Ella m muere de vergÜenza,pobre!
ResponderEliminarajajjajaja coomo que quero más laliter todavia JAJAJJA @ConEllosSiempre
ResponderEliminarnononono me encanto! espero el que sigue..
ResponderEliminarPara mi que Lali se puso asi por lo de la cicatriz..
Seguime avisando! Besi @YoSoyLalita
me encanto el cap
ResponderEliminarque rara la reaccion de lali
beso
Mas mas mas
ResponderEliminarPobre Lali me he reído en la parte de despertar toda desarreglada solo en las noves aparecen regias jaja:), más tiernos.
ResponderEliminarMasi_ruth
Naaaaaaaaaaaaa que tiernos! Me encantoooooooo
ResponderEliminarmaaaas please!:)
MAS
ResponderEliminarAaaaaai .as aaamor
ResponderEliminarawww me encanta!!!
ResponderEliminarmas kdnskljad
@sweetlaliter
me encanta son un amor!!!
ResponderEliminarespero el proximo
besos
jajajajaa los roles han cambiado... mayormente son los hombres los q se alejan o se hacen los indiferentes.. pero en este caso es Lali... lo bueno es q Peter lo ha sabido manejar...!!!!
ResponderEliminarEspero q subas mas nove...!!! :)
Besos q estes bien...!!!! ♥
Me Encanto Me Encanto
ResponderEliminarPero Porque Lali Reacciona ASi
Besos
@DaniiVasqueez
Sube ya otroo
ResponderEliminarQue rara lali
ResponderEliminaray me encanta, son hermosoooooosss! ♥ ♥
ResponderEliminarMAS!!!!!!
Lo odoro
ResponderEliminarDemasiado buena
jajaj me mori con lo de la tarta jajaj
ResponderEliminaryo sabia que le iban a dar un nuevo uso a la tarta jajajajjajaja me mori encima re tierno Peter intentando que Lali se sienta mas comoda me moriiiiiii mas tiernoo!!!! me encanto el cap y la nove @LuciaVega14
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