CAPÍTULO 08

Hola otra vez ! :) + firmas = + caps. Buenas nocheees ♥

Hizo un gesto hacia la pista de baile.

―¿Estás lista para una segunda ronda?

 CAPÍTULO 08

 ―Entonces, ¿qué va a hacer Agus por ti el Día de San Valentín? ―preguntó Lali mientras se apoyaba contra la encimera de la cocina de Cande. Ella, Rochi y Cande  estaban reunidas en la cocina mientras los hombres se sentaban en el salón para ver la pelea.

Cande se detuvo removiendo el té y situando la jarra a un lado. Sonrió tristemente.

―Nada romántico me imagino. Él probablemente terminará pintando la habitación del bebé y probablemente iremos a recoger la cuna.

―Suena excitante ―dijo Lali secamente. ―¿Qué hay de ti, Rochi? Si conozco a Gaston, tiene previsto algo increíble.

Un rubor se abrió camino en el rostro de la hermosa rubia.

―No lo sé exactamente ―dijo Rochi. ―Él me dijo de no hacer planes.

Cande sonrió.

―Gas tiene previstas las sorpresas más maravillosas.

Lali asintió.

―Perra afortunada. ¿Qué no daría yo por un hombre que me mirara a mí de la forma en que Gas te mira, Rochi ―incluso cuando lo dijo, el recuerdo de la manera en que Peter la había mirado en su cita envió un fuego lento hacia su columna vertebral.

Rochi se rió y volvió a sonrojarse.

―No me quejo. Soy tan afortunada de tenerle.

Cande se acercó y le acarició el brazo.

―No, cariño, él es afortunado de tenerte a ti.

―Sin duda ―estuvo de acuerdo Lali. ―¿Quién más podría aguantar toda esa testosterona?

―Oh, no sé, Lali. Tienes que admitir que todo esa cosa de machote es terriblemente sexy ―dijo Cande descaradamente.

―Juraría que esas hormonas del embarazo están en su apogeo. Debes mantener a Agus muy ocupado ―dijo Lali secamente.

Cande se ruborizó. Realmente se sonrojó. Lali cantó de alegría.

―¡Pillada!

Las tres mujeres se disolvieron en risas.

―¿Y tú, Lali? ¿Tienes algún plan con Peter? ―preguntó Cande intencionadamente.

Lali sintió arder sus mejillas, pero maldita sea, ella no iba a traicionarse a sí misma como las otras dos mujeres.

―Sí, pasaremos el fin de semana juntos.

Cande arqueó una ceja.

―¿El fin de semana como en el que tendréis un par de citas o el fin de semana como en el que pasareis cada minuto juntos?

―El último ―respondió Lali.

―Wow, chicos os movéis rápidamente. ¿Vais a alguna parte en especial?

―No lo sé exactamente. Él está planificándolo. Sólo sé que el sexo está envuelto.

Cande la fijó con una mirada.

―¿Estás nerviosa?

―Por supuesto que lo estoy. Este no es cualquier tipo. No quiero estropear las cosas.

―Lo harás bien ―tranquilizó Cande.

―Peter es un gran tipo ―intervino Rochi.

―¿Qué estáis haciendo aquí chicas? ―preguntó Peter al entrar en la cocina.

―Cotilleando, por supuesto ―dijo Cande a la ligera.

―Peter le dio un beso en la mejilla a Cande. ―¿Cómo te sientes, cariño?

Cande le sonrió.

―Lo estoy haciendo bien. El bebé está creciendo como la mala hierba.

Él se volvió a Rochi y le dio un abrazo rápido.

―¿Y tú? ¿Gas te está tratando bien?

La sonrisa de Rochi iluminó su rostro.

―Voy a tomar eso como un sí ―dijo Peter.

Luego volvió su atención a Lali.

Lali sintió un escalofrío extraño cuando Peter la alcanzó para tirarla a sus brazos. La besó suavemente en los labios antes de alejarse.

―El combate está empezando. Me pregunté si necesitabais ayuda con el tentempié ―dijo.

Las chicas se pusieron a toda marcha. Lali le dio una bandeja a Peter mientras Cande recogía la jarra de té y las bolsas de patatas fritas. Rochi cogió los vasos de hielo y siguió a los demás a la sala de estar.

Era una escena familiar. Una que traía consuelo a Lali. Todos ellos reunidos en casa de Agus y Cande a ver un combate de UFC.

―Hey, Lali, ven a sentarte ―dijo Nico. Palmeó el lugar junto a él en el sofá.

Peter se sentó en el suelo delante de ella y se echó hacia atrás entre sus piernas de modo que su espalda se apoyaba en el sofá. Rochi se sentó ubicada en los brazos de Gas, y Lali sintió una punzada de nostalgia con la evidente devoción de la pareja.

Pasaron la tarde riendo y disfrutando. Peter no se desviaba de su camino para pegarse a ella delante de los demás, un hecho por el que ella estaba agradecida.

Ella no quería hacer alarde de su naciente relación con Peter. Todavía se sentía incómoda al respecto y no quería extender esa incomodidad al resto del grupo. Y en favor de los demás, actuaban de forma completamente normal.

El combate había empezado hacía unos minutos, cuando sonó el timbre. Agus se levantó y desapareció de la sala para contestar. Unos pocos segundos más tarde, volvió a aparecer.

―Lali, Benjamin está en la puerta para ti.

Lali se puso rígida. ¿Por qué ahora de todos los momentos? ¿Acaso nunca pensaba en llamar o por lo menos ir a su casa si tenía algo que decir? Por qué se había aficionado a hacer una escena delante de sus amigos, ella nunca lo sabría.

―¿Ha estado bebiendo? ―preguntó Lali mientras se levantaba.

Las cejas de Gas se levantaron, y su cara se ensombreció.

Agus sacudió la cabeza.

―No lo creo, y sería un tonto si apareciera por aquí, si lo hubiera hecho ―le guiñó un ojo. ―Le di mi mejor mirada de policía y le dije que mejor que no empezara ninguna mierda.

Lali sonrió.

―Gracias, Agus.

Peter puso una mano sobre su hombro mientras ella se levantaba del sofá.

―Voy a salir contigo.

Dudó un momento y luego asintió. Al salir de la sala de estar, Peter deslizó un brazo por su cintura y la apretó para tranquilizarla.

Cuando abrió la puerta de entrada, Benjamin, que se encontraba en el porche, de espaldas a ella, se volvió. Sus labios fruncidos con disgusto y le brillaron los ojos con un poco de miedo cuando vio a Peter.

―¿Qué quieres ―preguntó Lali.

―Esperaba que pudiéramos hablar a solas ―dijo Benjamin, mirando fijamente a Peter.

Peter la atrajo más cerca, su mano apoyada posesivamente en la cadera.

―Todo lo que tengas que decirle a Lali puedes decirlo frente a mí. ¿No es así, cariño?

―¿Así que estás con él ahora? ―exigió Benjamin.

―Parece que si ―dijo Lali con calma.

―¡Maldita sea, Lali! Ni siquiera das una oportunidad a un tipo ―se quejó Benjamin. ―No puedes esperar soltarme una mierda como lo hiciste. Sé que reaccioné mal, pero ¿qué esperabas?

Lali alzó las cejas.

―¿Esperar? Supongo que no esperaba nada de ti después de todo, Benjamin. He dicho todo lo que tengo la intención de decir sobre el asunto. Hemos terminado, y realmente apreciaría si dejaras de venir a la casa de mis amigos.

―Yo también ―Peter arrastró las palabras.

Benjamin se pasó la mano por el pelo y juró de nuevo.

―Está bien, Lali. Si eso es lo que quieres. Sales perdiendo.

Se volvió y salió del porche frontal hacia su camión, pisando fuerte. Salió disparado de la calzada y dejó una nube de polvo.

―Gilipollas ―murmuró Lali.

―¿Qué viste en él? ―preguntó Peter mientras volvían a entrar en la casa.

―No me lo restriegues

Peter se rió.

―Está bien, me callo ahora.

―Buena idea.

―¿Todo bien, Lali? ―preguntó Agus mientras entraban Peter y ella en la sala de estar.

―Sí, se ha ido ―dijo.

―Tal vez tú y yo deberíamos hacer a Benjamin una pequeña visita en calidad oficial ―le dijo Nico a Agus. ―Podríamos decirle que dejara a Lali en paz.

―¿Está molestándola? ―preguntó Gas con el ceño fruncido. ―¿Tengo que ir a golpear su flaco culo?

―Puedo cuidar de mi misma, Gas ―dijo Lali. ―Pero gracias. Chicos sois los mejores.

―¿Quién quiere una cerveza? ―interrumpió Cande.

Lali la miró agradecida, y Cande le guiñó el ojo.

―¿Quién quiere ver el combate de nuevo? ―preguntó Agus mientras recogía el control remoto.

Continuará...