Aviso: Capítulo no apto a menores o personas impresionables.
+ comentarios = + capítulos :) Disfruten!!
—Mi dulce Lali, podría emborracharme con tu sabor
—gimió Peter mientras ella se estremecía observando, esperando que inclinara la
cabeza y moviera los labios sobre los anhelantes pliegues que clamaban por él.
—Por favor —susurró. Moriría si no la tocaba con los
labios, con la lengua—. Por favor, Peter. Sabes lo que quiero.
Capítulo
16
Complaciente, él le pasó la lengua por la hendidura de
su sexo y azotó suavemente el clítoris con la punta, provocando que un jadeante
grito escapara de los labios de la joven.
—¿Te gusta esto, Lali? —Volvió a darle un toquecito en
el clítoris, y ella tembló con fuerza al verse asaltada por una nueva oleada de
placer.
—Peter. Oh, Dios, es tan bueno... —gritó, llevada por
la demoledora pasión que se había apoderado de su cuerpo—. Es tan bueno. Lo
necesito, Peter. Necesito que vuelvas a hacerlo. —Se moría de deseo por él.
Peter le separó más las piernas y la obligó a alzar
las rodillas hasta que pudo apoyar la planta de los pies en el borde de la encimera,
dejándola completamente expuesta a la hambrienta voracidad de su lengua.
Aquella lengua que daba golpecitos en su clítoris, que lo rodeaba creando una
tormenta de sensuales sensaciones que la dejaban sin aliento.
—Sí —gimió, incapaz de contener el placer que inundaba
su voz—. Peter, te necesito. Tanto...
—¿Qué es lo que necesitas? Dímelo, Lali —le exigió
mientras le separaba más los pliegues para devorar su sexo con deliberados
toques de su experimentada lengua.
La succión, la presión de sus labios sobre el sensible
clítoris, provocó que sus sentidos se desbordaran. Lali no pudo mantenerse
sentada y apoyó la espalda contra la encimera, buscando algún lugar donde
clavar las uñas.
Estaba a punto de correrse. Cada lametazo, cada
succión, la acercaba más al clímax. Un intenso calor inundaba su cuerpo y
humedecía sus sienes mientras gemía ahogadamente.
Peter apartó los labios un segundo, impidiendo que
ella alcanzara la explosión que la llevaría aún más alto.
—¡No! —jadeó Lali entrecortadamente, estirando las
manos y agarrándole el pelo para impedir que se alejase.
Un masculino gemido de protesta resonó en la estancia,
pero aun así, Lali sintió que él le comenzaba a lamer más abajo, revoloteando
entre los pliegues interiores mientras empezaba a rodear y acariciar la
estrecha entrada a su cuerpo con los dedos.
Le necesitaba. Necesitaba que la penetrara con la
lengua, con los dedos. Necesitaba cada posesiva y ardiente caricia de Peter.
Se arqueó hacia él, desesperada por ese último roce
que la haría volar hacia el éxtasis.
—Podría emborracharme con tu sabor —gimió Peter.
Llevó la lengua más abajo, lamiendo y deleitándose con
la sonrosada y sensible carne. Ella cerró los dedos en su pelo e intentó que se
quedara quieto. Si seguía lamiéndola allí un poco más conseguiría alcanzar el
orgasmo.
—Por favor —gritó agonizando por el placer que la
atravesaba—. Oh, Dios, lámeme. Penetrame con la lengua.
Con una sonrisa secreta, él hundió la lengua en las
anhelantes profundidades de la prieta abertura de su cuerpo y comenzó a moverla
dentro y fuera con firmes movimientos.
—¡Peter! —Un rugiente placer la envolvió y se
estremeció de pies a cabeza. Sintió los roces de aquella caricia en la sensible
piel interior, recogiendo los jugos, consciente de que él estaba avivando un
fuego en sus entrañas y que ella no podía escapar. Con cada empalamiento de su
lengua, con cada hambrienta penetración, le separaba los tensos músculos
internos, rozaba todas las terminaciones nerviosas y provocaba en la joven una
ardiente necesidad que crecía imparable.
En aquel instante, Peter supo que había perdido la
batalla por mantener su autodominio; estaba perdida incluso antes de haber
tocado a Lali.
Su intención había sido demostrarle que no podía
obligarle a marcharse, que no podía sacarle de su vida cuando le necesitaba,
pero en vez de eso se encontró inmerso en una espiral de deseo y desposeído de
todo control. Sumergido por completo en el placer que ella sentía.
Aquella cálida e íntima dulzura que fluía de ella le
embriagaba. Estaba tan necesitado del sabor de aquella mujer que, una vez que
éste estalló en su paladar, le había resultado imposible retroceder o
contenerse.
Le clavó los dedos en los muslos y se los separó
todavía más para penetrarla con húmedas y profundas estocadas de su lengua. Y
antes de pararse a pensar lo que estaba haciendo, extrajo aquella dulce y
resbaladiza esencia que brotó de su sexo y la llevó más abajo, acariciando y
lubricando la sensible entrada de su trasero. Era un placer en el que no había
tenido intención de iniciarla, pero no podía resistirse a mostrarle un atisbo
de lo que podría llegar a sentir.
Lali se contoneó y le retorció los mechones de pelo
que sostenía entre los dedos. Cuando la escuchó gemir su nombre con voz rota,
le atravesó un profundo placer. Deslizó un dedo en el apretado ano y sintió que
los sensibles músculos vaginales le ceñían la lengua. Más jugos le anegaron la
boca, pero los dejó resbalar más abajo y usó el resbaladizo fluido para
penetrar más fácilmente el estrecho orificio entre sus nalgas.
Buscó otra vez aquella crema abundante y volvió a
apretar el índice contra la fruncida entrada de su trasero sin dejar de
deslizar la lengua en el dulce canal de su vagina. Quería observar cómo su dedo
se hundía íntimamente en ella, ver cómo la joven lo aceptaba con ávida
necesidad.
—Peter. —Lali gimió su nombre y arqueó las caderas,
aceptando plenamente la doble intrusión a su cuerpo.
—Santo Dios, Lali —gimió él, usando el pulgar para
arrastrar más jugos hasta el índice antes de sacarlo de su interior. El
sensible clítoris estaba hinchado, palpitante, tentadoramente rosado, y parecía
reclamar sus labios mientras le abría la estrecha entrada del trasero con
suaves envites, adorando el apretado calor que le succionaba.
Siempre pensó que prefería que sus amantes fueran
silenciosas hasta que se acostó con Lali; hasta que fue testigo de que sus
caricias conseguían que se desintegrara la pátina de control que la joven
mostraba siempre. Hasta que escuchó sus salvajes gritos y supo que jamás se
sentiría satisfecho con menos.
Lamer la piel sedosa y desprovista de vello de su sexo
provocaba en su interior unas sensaciones que jamás había experimentado antes.
Dilatar su ano, sentirla, escuchar su placer, enardecía sus sentidos.
Estremeciéndose visiblemente, Lali le tiró del pelo y separó más los muslos
para facilitar la intrusión de su dedo en la delicada entrada y reclamar la
lengua en su sexo.
—No puedo... resistir más... —jadeó, provocando que
Peter tensara los músculos para contener el irrefrenable deseo que hizo palpitar
su erección.
Necesitaba tenerla. Si no la penetraba ya, moriría de
necesidad.
Peter tuvo que obligarse a retirarse del cerrado
orificio de su trasero, pero no pudo apartar la boca de su sexo. Alzó un poco
la cabeza y cerró los labios en torno al clítoris para succionarlo en el
interior de su boca. Para torturarlo y excitarlo al máximo sin dejar de gemir
de deseo. La necesitaba, estaba desesperado por más.
Apretó la punta de los dedos contra la flexible
entrada de la vagina y pudo sentir que los frágiles músculos vibraban, que los
jugos inundaban su mano. Sin duda, estaba muy cerca del orgasmo. El éxtasis de
la joven crecía con tanta intensidad que él casi podía sentirlo en su propio
cuerpo.
Sin piedad, aplanó la lengua contra el clítoris y
comenzó a lamer con firmeza el sensible nudo de nervios. Movió los dedos con
más fuerza, con más rapidez, empalando la ardiente carne más profundamente en
respuesta a los roncos y suplicantes gritos que desgarraban la garganta de Lali.
Un segundo después la sintió estallar contra su boca.
El clítoris latía y se convulsionaba mientras las cálidas paredes de su sexo
ondeaban en rítmicos espasmos, capturando sus dedos cada vez que se estremecía
de éxtasis.
Le succionó el clítoris con fuerza para prolongar el
placer y siguió acariciándola con la lengua y moviendo los dedos al tiempo que
utilizaba la otra mano para liberar la torturada longitud de su erección.
Entonces, sin perder un segundo, se incorporó en toda
su altura y la atrajo por las caderas para llevarla al borde de la encimera,
obligándola a rodearle las nalgas con las piernas.
—¡Hazlo ya! —gritó Lali, intentando aferrarse a él al
tiempo que un resplandeciente fuego esmeralda brillaba en sus pupilas.
En respuesta, Peter rozó el glande contra la húmeda
entrada de su sexo.
—¿Quieres que te penetre? —la tentó él con la voz
ronca de lujuria—. Dime cómo quieres que lo haga. Quiero penetrarte hasta que
pierdas el sentido.
Los cálidos jugos femeninos cubrieron la gruesa punta
de su pene, quemándole con un agonizante placer que hizo que se le tensaran los
testículos a causa de la anticipación. Eso era lo que había soñado, lo que le
había perseguido durante nueve meses.
—No me tortures —suplicó Lali, clavándole los dedos en
las muñecas cuando él le inmovilizó las caderas—. Por favor, Peter, penetrame.
—Sus ojos estaban húmedos de desesperación cuando clavó la mirada en él.
Las caderas de Peter se sacudieron con vida propia,
enterrando la ancha columna de su erección en el cuerpo femenino, y, al
instante, la carne tensa y caliente de la joven palpitó en torno a él, haciendo
que derramara una gota de líquido preseminal.
Observó que Lali estaba cubierta por completo por una
fina pátina de sudor y escuchó satisfecho el gemido ronco que escapó de su
garganta. Hundirse en su sexo era como sumergirse en un manantial de calor
líquido. Los jugos le acariciaban el glande con tanta suavidad que tuvo que
tomar aire para no perderse ni un segundo de aquel increíble placer.
Apretando los dientes con tanta fuerza que le dolió la
mandíbula, cerró la mano en torno a la base de la erección para deslizar
únicamente la punta en el interior de la apretada entrada, pero el palpitar de
los músculos internos de la joven alrededor del glande casi provocó que se
perdiera en un electrizante éxtasis.
Mirándola a los ojos, se introdujo un poco más. Lo
necesario para dilatar la estrecha funda.
—¡Peter, por favor! —Lali movió la cabeza a un lado y
otro sobre la encimera y cerró las piernas alrededor de sus caderas para
atraerlo a su interior—. Por favor, no juegues conmigo. Por favor, Peter. Ha
pasado demasiado tiempo. Ha sido tan duro... —Una gruesa lágrima se deslizó por
su mejilla.
—¿Jugar? —jadeó él—. No estoy jugando, Lali. Esto es
para ti. Sólo para ti. No quiero que olvides nunca este momento.
Se retiró durante un segundo y miró el lugar donde se
unían sus cuerpos. Observó que la cabeza de su erección estaba brillante por la
humedad femenina y volvió a sumergirse en ella. Sólo un poco más. Centímetro a
centímetro, estirando lentamente los apretados tejidos que se cerraban a su
alrededor.
—Más fuerte. —Lali se arqueó y alzó la cabeza buscando
su mirada—. Penetrame más duro, Peter. Hasta el fondo. Por favor. Quiero
sentirte por completo.
El apenas podía contenerse para no hacer precisamente
eso. Se estremecía por el esfuerzo de no sepultarse en ella en ese instante.
Que Dios le ayudara; ella estaba suplicándole que hiciera lo que él deseaba más
que cualquier otra cosa. Que la tomara con fuerza, que la penetrara y poseyera
hasta el fondo. Que el dolor se mezclara con el placer. Que la marcara como
suya. Lali no sabía lo que le estaba pidiendo.
Ella le miró fijamente, aturdida, desesperada. Se
sentía atravesada por una intensa y atormentadora necesidad. Se moría de deseo.
El anhelo hacía que le latiera el clítoris, que le
ardieran las entrañas que le hirviera la sangre en las venas.
—Por favor, te necesito —gimió, suplicándole con la
voz y la mirada mientras observaba que una gota de sudor resbalaba por la sien
de Peter al ritmo de sus caderas introduciendo en un interior sólo un par de
centímetros más—. ¡Penetrame...! —gritó.
Lali agrandó los ojos y se retorció sobre la encimera cuando
Peter cedió a sus demandas y se impulsó con un brusco envite para sumergirse
casi por completo en su interior. Ni siquiera fue consciente de que él apretaba
los dientes al sentir que un furioso clímax amenazaba con arrasar todos sus
sentidos.
Y aún no era suficiente. Aún no la había tomado por
completo.
La joven acogió cada penetrante empuje conteniendo la
respiración y mordiéndose el labio inferior hasta hacerlo sangrar.
Inmisericorde, Peter estiró con su miembro la sensible carne apretada. La hizo
arder con una intensidad tan extrema que supo que jamás volvería a ser la
misma. No había cura para el dolor que él le provocaría una vez que se
marchara.
Se sostuvieron la mirada durante un segundo eterno. El
tenía una expresión tensa a causa del ansia que le atenazaba mientras le
aferraba las caderas para enterrarse en su sexo con violentos envites. El sudor
le humedecía el rostro y los duros músculos del amplio pecho. Lali comenzó a
respirar de una manera jadeante y superficial. La gruesa longitud de su pene la
penetraba una y otra vez amenazándola con partirla en dos, llenándola cada vez
más hasta que pareció imposible que pudiera albergar más. Y, aún así, quería
más.
Desvalida y sin aliento, no pudo evitar gemir
desesperadamente al sentir las devastadoras sensaciones que arrasaban su sexo.
Tenía el vientre tenso y el clítoris palpitante por la inminente liberación, y
de pronto todo su cuerpo convulsionó, perdido en el salvaje orgasmo que se
apoderó de ella.
—Eso es, La —gruñó él con una vibración ronca en la
voz—.Déjame sentirte, Lali, notar cómo te corres alrededor de mi.—Los
movimientos se volvieron más duros, más rápidos.
La explícita sexualidad de sus palabras la azotó
eróticamente e incrementó la velocidad del clímax que atravesaba sus venas. Su
cuerpo estalló de nuevo, y un demoledor placer lo inundó todo con ardientes
oleadas hasta que Lali sintió que no había límites para lo que Peter provocaba
en ella. Cada célula de su cuerpo gritaba de placer. Atravesaba su mente. Ardía
en sus sentidos y la despojaba de todas sus defensas.
El éxtasis la desgarró hasta el mismo centro de su
ser. La dejó sin aliento y le arrebató la cordura.
El ronco grito de Peter resonó en sus oídos, pero fue
la sensación de tenerle sumergido por completo en su sexo, del enorme cuerpo
masculino tomando posesión de ella cuando los espesos e incontenibles chorros
de su eyaculación la inundaron, lo que hizo que se sintiera colmada por
completo.
Su semilla la llenó con prolongados y brutales
estallidos que consiguieron que el orgasmo se prolongara infinitamente hasta
que fue como si se desintegrara en un puro y candente placer.
Cerró los ojos impotente y sintió cómo el duro y
pesado cuerpo de Peter se estremecía una y otra vez al compás de los rítmicos
movimientos de caderas que se estrellaban contra su pelvis con cada tembloroso
estallido, marcándola con cada una de ellos. La señal de una posesión de la que
Lali sabía que jamás se liberaría.
Cuando el atormentador placer comenzó a remitir,
liberándola lentamente de aquella aniquiladora unión, Lali se dejó caer
desmadejada contra la encimera con los músculos débiles. Una intensa sensación
de cansancio la invadió y se vio envuelta en una dulce neblina de saciada paz.
Había pensado que nada podría ser mejor que lo
ocurrido aquella noche en la base, y eso que el despechado dolor que sintió
después fue tan desgarrador que llegó a pensar que ni siquiera todo el placer
del mundo sería suficiente para compensarla.
Se equivocó. Sí era suficiente... y definitivo. Ahora
él había apresado su alma.
Lali había conseguido conservarla la noche que huyó de
Texas. Se había encerrado en sí misma y en su dolor, dispuesta a enfrentarse a
una vida sin él. Pero Peter había vuelto; había roto sus defensas, derribado
los muros que protegían su espíritu y llenado vacíos rincones oscuros que jamás
habían conocido la paz, que nunca habían sabido qué era el calor o la presencia
de un amante.
Hasta ahora. Ahora él se había abierto paso hasta
vencerla y reclamar esa parte que ella ocultaba.
Esta vez, perderlo la mataría.
Continuará...
woooow primer cap de estos que leo sin saltarme partes jajajjajajaja
ResponderEliminares tan intenso que yo siempre me salto partes pero este cap WOW!!
Eliminarme carga la actitud dominante y de super macho que toma peter =/
ResponderEliminarHermoso capitulo como siempre amiga! ♥ Esta nove es lo mas!! Miralo a Peter che :| jajaj Te amo Juli ♥
ResponderEliminarmaaas pooor favooor maaas
ResponderEliminares geniaaal este cap no deje de leer ni una letra
ResponderEliminarmooooooore
ResponderEliminarWOO HOOOOOOOOO ME ENCANTO ESTOY SIN PALABRAS MAS NOVE ME ENCANTO
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
:O maaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarRealmente la mató literal!Dificil q ambos se olviden de esto encima sere cureiosa pero aparentemente ni de cuidarse se acordaron!
ResponderEliminarNo termino de entender el pq se niegan a una relacion!
Insisto son fuego juntos! más!
ResponderEliminarMas
ResponderEliminarMas nove
ResponderEliminarWow este capitulo fue fuego puro
ResponderEliminarMas!
ResponderEliminarno puedo creer que capitulo!!! wow esos dos casi se matan del placer!!
ResponderEliminarquiero mas nove ya!! que impresion esto che!! me encanto!
ResponderEliminarWoooww calitulazo me encanto esa encimera. O se la misma y allis no olvidaran eso woooww ni una sola palabra me salte cada punto ...masss
ResponderEliminarUAU!!! Me imprecionó =O
ResponderEliminarB U E N I S I M O!' mee encanto la novee es geniaal (:
ResponderEliminar@mf_lazaro
QUE CAPITULO WOW.
ResponderEliminarLALI como se sentira dsp de esto
PETER Y LALI podran tener alguna relacion dsp de esto.
MUY BUENO EL CAP
MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
me quede con una duda ella dice "su semilla la lleno" osea que queda embarazada?
ResponderEliminarMe encanto el cap! estos dos deben de dejar de negar lo que les pasa.
@angelaliter
Que buen cap super hot jaja;)ya quisiéramos ser laly jaja
ResponderEliminarmasi_ruth
Con lo de la semilla me parece que das a entender que se queda embarazada no?? Esta genial la nove!! Maaas!! :)
ResponderEliminar@lau_pj
ME ENCANTO!! el aviso estaba bien no es apto para cardiacos jaja, muy bueno el cap! tienen razon arriba, pero es muy temprano para que este embarazada... QUIERO QUE LALI HAGA QUE PETER SEA EL QUE LE TENGA QUE ROGAR AJJA! Quiero que lo haga desearla jaja ..Mas nove!
ResponderEliminarMe encanto :D
ResponderEliminarCon eso de la semillita pareciera que viene el bebé :) jajajaja
Espero mas!
MUY BUENA la nove! Aunque voy super atrasada jajajajaa
WOOOOW CAPITULON! Me encanta, quiero saber YA que va a pasar despues de todo esto! Please subi otro cap Juli!!
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.
@Camhii_Infante
Parece k es Peter quien lleva las riendas,pero es Lali rogándole y exigiéndole ,quien para mi ,hace k el desee mucho mas.
ResponderEliminarOjala la continúes pronto, me gusta mucho :)
ResponderEliminarhttp://fanficslibros.blogspot.com.es/
ya esta el continuo?? Me encanta DEMACIADOOOOOO!!! ;)
ResponderEliminarnooo que no se pierdan!!! tienen que estar juntitos <3 @LuciaVega14
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