domingo, 30 de septiembre de 2012

Capítulo 16


Aviso: Capítulo no apto a menores o personas impresionables. 

+ comentarios = + capítulos :) Disfruten!!



—Mi dulce Lali, podría emborracharme con tu sabor —gimió Peter mientras ella se estremecía observando, esperando que inclinara la cabeza y moviera los labios sobre los anhelantes pliegues que clamaban por él.
—Por favor —susurró. Moriría si no la tocaba con los labios, con la lengua—. Por favor, Peter. Sabes lo que quiero.

Capítulo 16
Complaciente, él le pasó la lengua por la hendidura de su sexo y azotó suavemente el clítoris con la punta, provocando que un jadeante grito escapara de los labios de la joven.
—¿Te gusta esto, Lali? —Volvió a darle un toquecito en el clítoris, y ella tembló con fuerza al verse asaltada por una nueva oleada de placer.
—Peter. Oh, Dios, es tan bueno... —gritó, llevada por la demoledora pasión que se había apoderado de su cuerpo—. Es tan bueno. Lo necesito, Peter. Necesito que vuelvas a hacerlo. —Se moría de deseo por él.
Peter le separó más las piernas y la obligó a alzar las rodillas hasta que pudo apoyar la planta de los pies en el borde de la encimera, dejándola completamente expuesta a la hambrienta voracidad de su lengua. Aquella lengua que daba golpecitos en su clítoris, que lo rodeaba creando una tormenta de sensuales sensaciones que la dejaban sin aliento.
—Sí —gimió, incapaz de contener el placer que inundaba su voz—. Peter, te necesito. Tanto...
—¿Qué es lo que necesitas? Dímelo, Lali —le exigió mientras le separaba más los pliegues para devorar su sexo con deliberados toques de su experimentada lengua.
La succión, la presión de sus labios sobre el sensible clítoris, provocó que sus sentidos se desbordaran. Lali no pudo mantenerse sentada y apoyó la espalda contra la encimera, buscando algún lugar donde clavar las uñas.
Estaba a punto de correrse. Cada lametazo, cada succión, la acercaba más al clímax. Un intenso calor inundaba su cuerpo y humedecía sus sienes mientras gemía ahogadamente.
Peter apartó los labios un segundo, impidiendo que ella alcanzara la explosión que la llevaría aún más alto.
—¡No! —jadeó Lali entrecortadamente, estirando las manos y agarrándole el pelo para impedir que se alejase.
Un masculino gemido de protesta resonó en la estancia, pero aun así, Lali sintió que él le comenzaba a lamer más abajo, revoloteando entre los pliegues interiores mientras empezaba a rodear y acariciar la estrecha entrada a su cuerpo con los dedos.
Le necesitaba. Necesitaba que la penetrara con la lengua, con los dedos. Necesitaba cada posesiva y ardiente caricia de Peter.
Se arqueó hacia él, desesperada por ese último roce que la haría volar hacia el éxtasis.
—Podría emborracharme con tu sabor —gimió Peter.
Llevó la lengua más abajo, lamiendo y deleitándose con la sonrosada y sensible carne. Ella cerró los dedos en su pelo e intentó que se quedara quieto. Si seguía lamiéndola allí un poco más conseguiría alcanzar el orgasmo.
—Por favor —gritó agonizando por el placer que la atravesaba—. Oh, Dios, lámeme. Penetrame con la lengua.
Con una sonrisa secreta, él hundió la lengua en las anhelantes profundidades de la prieta abertura de su cuerpo y comenzó a moverla dentro y fuera con firmes movimientos.
—¡Peter! —Un rugiente placer la envolvió y se estremeció de pies a cabeza. Sintió los roces de aquella caricia en la sensible piel interior, recogiendo los jugos, consciente de que él estaba avivando un fuego en sus entrañas y que ella no podía escapar. Con cada empalamiento de su lengua, con cada hambrienta penetración, le separaba los tensos músculos internos, rozaba todas las terminaciones nerviosas y provocaba en la joven una ardiente necesidad que crecía imparable.
En aquel instante, Peter supo que había perdido la batalla por mantener su autodominio; estaba perdida incluso antes de haber tocado a Lali.
Su intención había sido demostrarle que no podía obligarle a marcharse, que no podía sacarle de su vida cuando le necesitaba, pero en vez de eso se encontró inmerso en una espiral de deseo y desposeído de todo control. Sumergido por completo en el placer que ella sentía.
Aquella cálida e íntima dulzura que fluía de ella le embriagaba. Estaba tan necesitado del sabor de aquella mujer que, una vez que éste estalló en su paladar, le había resultado imposible retroceder o contenerse.
Le clavó los dedos en los muslos y se los separó todavía más para penetrarla con húmedas y profundas estocadas de su lengua. Y antes de pararse a pensar lo que estaba haciendo, extrajo aquella dulce y resbaladiza esencia que brotó de su sexo y la llevó más abajo, acariciando y lubricando la sensible entrada de su trasero. Era un placer en el que no había tenido intención de iniciarla, pero no podía resistirse a mostrarle un atisbo de lo que podría llegar a sentir.
Lali se contoneó y le retorció los mechones de pelo que sostenía entre los dedos. Cuando la escuchó gemir su nombre con voz rota, le atravesó un profundo placer. Deslizó un dedo en el apretado ano y sintió que los sensibles músculos vaginales le ceñían la lengua. Más jugos le anegaron la boca, pero los dejó resbalar más abajo y usó el resbaladizo fluido para penetrar más fácilmente el estrecho orificio entre sus nalgas.
Buscó otra vez aquella crema abundante y volvió a apretar el índice contra la fruncida entrada de su trasero sin dejar de deslizar la lengua en el dulce canal de su vagina. Quería observar cómo su dedo se hundía íntimamente en ella, ver cómo la joven lo aceptaba con ávida necesidad.
—Peter. —Lali gimió su nombre y arqueó las caderas, aceptando plenamente la doble intrusión a su cuerpo.
—Santo Dios, Lali —gimió él, usando el pulgar para arrastrar más jugos hasta el índice antes de sacarlo de su interior. El sensible clítoris estaba hinchado, palpitante, tentadoramente rosado, y parecía reclamar sus labios mientras le abría la estrecha entrada del trasero con suaves envites, adorando el apretado calor que le succionaba.
Siempre pensó que prefería que sus amantes fueran silenciosas hasta que se acostó con Lali; hasta que fue testigo de que sus caricias conseguían que se desintegrara la pátina de control que la joven mostraba siempre. Hasta que escuchó sus salvajes gritos y supo que jamás se sentiría satisfecho con menos.
Lamer la piel sedosa y desprovista de vello de su sexo provocaba en su interior unas sensaciones que jamás había experimentado antes. Dilatar su ano, sentirla, escuchar su placer, enardecía sus sentidos. Estremeciéndose visiblemente, Lali le tiró del pelo y separó más los muslos para facilitar la intrusión de su dedo en la delicada entrada y reclamar la lengua en su sexo.
—No puedo... resistir más... —jadeó, provocando que Peter tensara los músculos para contener el irrefrenable deseo que hizo palpitar su erección.
Necesitaba tenerla. Si no la penetraba ya, moriría de necesidad.
Peter tuvo que obligarse a retirarse del cerrado orificio de su trasero, pero no pudo apartar la boca de su sexo. Alzó un poco la cabeza y cerró los labios en torno al clítoris para succionarlo en el interior de su boca. Para torturarlo y excitarlo al máximo sin dejar de gemir de deseo. La necesitaba, estaba desesperado por más.
Apretó la punta de los dedos contra la flexible entrada de la vagina y pudo sentir que los frágiles músculos vibraban, que los jugos inundaban su mano. Sin duda, estaba muy cerca del orgasmo. El éxtasis de la joven crecía con tanta intensidad que él casi podía sentirlo en su propio cuerpo.
Sin piedad, aplanó la lengua contra el clítoris y comenzó a lamer con firmeza el sensible nudo de nervios. Movió los dedos con más fuerza, con más rapidez, empalando la ardiente carne más profundamente en respuesta a los roncos y suplicantes gritos que desgarraban la garganta de Lali.
Un segundo después la sintió estallar contra su boca. El clítoris latía y se convulsionaba mientras las cálidas paredes de su sexo ondeaban en rítmicos espasmos, capturando sus dedos cada vez que se estremecía de éxtasis.
Le succionó el clítoris con fuerza para prolongar el placer y siguió acariciándola con la lengua y moviendo los dedos al tiempo que utilizaba la otra mano para liberar la torturada longitud de su erección.
Entonces, sin perder un segundo, se incorporó en toda su altura y la atrajo por las caderas para llevarla al borde de la encimera, obligándola a rodearle las nalgas con las piernas.
—¡Hazlo ya! —gritó Lali, intentando aferrarse a él al tiempo que un resplandeciente fuego esmeralda brillaba en sus pupilas.
En respuesta, Peter rozó el glande contra la húmeda entrada de su sexo.
—¿Quieres que te penetre? —la tentó él con la voz ronca de lujuria—. Dime cómo quieres que lo haga. Quiero penetrarte hasta que pierdas el sentido.
Los cálidos jugos femeninos cubrieron la gruesa punta de su pene, quemándole con un agonizante placer que hizo que se le tensaran los testículos a causa de la anticipación. Eso era lo que había soñado, lo que le había perseguido durante nueve meses.
—No me tortures —suplicó Lali, clavándole los dedos en las muñecas cuando él le inmovilizó las caderas—. Por favor, Peter, penetrame. —Sus ojos estaban húmedos de desesperación cuando clavó la mirada en él.
Las caderas de Peter se sacudieron con vida propia, enterrando la ancha columna de su erección en el cuerpo femenino, y, al instante, la carne tensa y caliente de la joven palpitó en torno a él, haciendo que derramara una gota de líquido preseminal.
Observó que Lali estaba cubierta por completo por una fina pátina de sudor y escuchó satisfecho el gemido ronco que escapó de su garganta. Hundirse en su sexo era como sumergirse en un manantial de calor líquido. Los jugos le acariciaban el glande con tanta suavidad que tuvo que tomar aire para no perderse ni un segundo de aquel increíble placer.
Apretando los dientes con tanta fuerza que le dolió la mandíbula, cerró la mano en torno a la base de la erección para deslizar únicamente la punta en el interior de la apretada entrada, pero el palpitar de los músculos internos de la joven alrededor del glande casi provocó que se perdiera en un electrizante éxtasis.
Mirándola a los ojos, se introdujo un poco más. Lo necesario para dilatar la estrecha funda.
—¡Peter, por favor! —Lali movió la cabeza a un lado y otro sobre la encimera y cerró las piernas alrededor de sus caderas para atraerlo a su interior—. Por favor, no juegues conmigo. Por favor, Peter. Ha pasado demasiado tiempo. Ha sido tan duro... —Una gruesa lágrima se deslizó por su mejilla.
—¿Jugar? —jadeó él—. No estoy jugando, Lali. Esto es para ti. Sólo para ti. No quiero que olvides nunca este momento.
Se retiró durante un segundo y miró el lugar donde se unían sus cuerpos. Observó que la cabeza de su erección estaba brillante por la humedad femenina y volvió a sumergirse en ella. Sólo un poco más. Centímetro a centímetro, estirando lentamente los apretados tejidos que se cerraban a su alrededor.
—Más fuerte. —Lali se arqueó y alzó la cabeza buscando su mirada—. Penetrame más duro, Peter. Hasta el fondo. Por favor. Quiero sentirte por completo.
El apenas podía contenerse para no hacer precisamente eso. Se estremecía por el esfuerzo de no sepultarse en ella en ese instante. Que Dios le ayudara; ella estaba suplicándole que hiciera lo que él deseaba más que cualquier otra cosa. Que la tomara con fuerza, que la penetrara y poseyera hasta el fondo. Que el dolor se mezclara con el placer. Que la marcara como suya. Lali no sabía lo que le estaba pidiendo.
Ella le miró fijamente, aturdida, desesperada. Se sentía atravesada por una intensa y atormentadora necesidad. Se moría de deseo.
El anhelo hacía que le latiera el clítoris, que le ardieran las entrañas que le hirviera la sangre en las venas.
—Por favor, te necesito —gimió, suplicándole con la voz y la mirada mientras observaba que una gota de sudor resbalaba por la sien de Peter al ritmo de sus caderas introduciendo en un interior sólo un par de centímetros más—. ¡Penetrame...! —gritó.
Lali agrandó los ojos y se retorció sobre la encimera cuando Peter cedió a sus demandas y se impulsó con un brusco envite para sumergirse casi por completo en su interior. Ni siquiera fue consciente de que él apretaba los dientes al sentir que un furioso clímax amenazaba con arrasar todos sus sentidos.
Y aún no era suficiente. Aún no la había tomado por completo.
La joven acogió cada penetrante empuje conteniendo la respiración y mordiéndose el labio inferior hasta hacerlo sangrar. Inmisericorde, Peter estiró con su miembro la sensible carne apretada. La hizo arder con una intensidad tan extrema que supo que jamás volvería a ser la misma. No había cura para el dolor que él le provocaría una vez que se marchara.
Se sostuvieron la mirada durante un segundo eterno. El tenía una expresión tensa a causa del ansia que le atenazaba mientras le aferraba las caderas para enterrarse en su sexo con violentos envites. El sudor le humedecía el rostro y los duros músculos del amplio pecho. Lali comenzó a respirar de una manera jadeante y superficial. La gruesa longitud de su pene la penetraba una y otra vez amenazándola con partirla en dos, llenándola cada vez más hasta que pareció imposible que pudiera albergar más. Y, aún así, quería más.
Desvalida y sin aliento, no pudo evitar gemir desesperadamente al sentir las devastadoras sensaciones que arrasaban su sexo. Tenía el vientre tenso y el clítoris palpitante por la inminente liberación, y de pronto todo su cuerpo convulsionó, perdido en el salvaje orgasmo que se apoderó de ella.
—Eso es, La —gruñó él con una vibración ronca en la voz—.Déjame sentirte, Lali, notar cómo te corres alrededor de mi.—Los movimientos se volvieron más duros, más rápidos.
La explícita sexualidad de sus palabras la azotó eróticamente e incrementó la velocidad del clímax que atravesaba sus venas. Su cuerpo estalló de nuevo, y un demoledor placer lo inundó todo con ardientes oleadas hasta que Lali sintió que no había límites para lo que Peter provocaba en ella. Cada célula de su cuerpo gritaba de placer. Atravesaba su mente. Ardía en sus sentidos y la despojaba de todas sus defensas.
El éxtasis la desgarró hasta el mismo centro de su ser. La dejó sin aliento y le arrebató la cordura.
El ronco grito de Peter resonó en sus oídos, pero fue la sensación de tenerle sumergido por completo en su sexo, del enorme cuerpo masculino tomando posesión de ella cuando los espesos e incontenibles chorros de su eyaculación la inundaron, lo que hizo que se sintiera colmada por completo.
Su semilla la llenó con prolongados y brutales estallidos que consiguieron que el orgasmo se prolongara infinitamente hasta que fue como si se desintegrara en un puro y candente placer.
Cerró los ojos impotente y sintió cómo el duro y pesado cuerpo de Peter se estremecía una y otra vez al compás de los rítmicos movimientos de caderas que se estrellaban contra su pelvis con cada tembloroso estallido, marcándola con cada una de ellos. La señal de una posesión de la que Lali sabía que jamás se liberaría.
Cuando el atormentador placer comenzó a remitir, liberándola lentamente de aquella aniquiladora unión, Lali se dejó caer desmadejada contra la encimera con los músculos débiles. Una intensa sensación de cansancio la invadió y se vio envuelta en una dulce neblina de saciada paz.
Había pensado que nada podría ser mejor que lo ocurrido aquella noche en la base, y eso que el despechado dolor que sintió después fue tan desgarrador que llegó a pensar que ni siquiera todo el placer del mundo sería suficiente para compensarla.
Se equivocó. Sí era suficiente... y definitivo. Ahora él había apresado su alma.
Lali había conseguido conservarla la noche que huyó de Texas. Se había encerrado en sí misma y en su dolor, dispuesta a enfrentarse a una vida sin él. Pero Peter había vuelto; había roto sus defensas, derribado los muros que protegían su espíritu y llenado vacíos rincones oscuros que jamás habían conocido la paz, que nunca habían sabido qué era el calor o la presencia de un amante.
Hasta ahora. Ahora él se había abierto paso hasta vencerla y reclamar esa parte que ella ocultaba.
Esta vez, perderlo la mataría.

Continuará...

31 comentarios:

  1. woooow primer cap de estos que leo sin saltarme partes jajajjajajaja

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    1. es tan intenso que yo siempre me salto partes pero este cap WOW!!

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  2. me carga la actitud dominante y de super macho que toma peter =/

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  3. Hermoso capitulo como siempre amiga! ♥ Esta nove es lo mas!! Miralo a Peter che :| jajaj Te amo Juli ♥

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  4. maaas pooor favooor maaas

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  5. es geniaaal este cap no deje de leer ni una letra

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  6. WOO HOOOOOOOOO ME ENCANTO ESTOY SIN PALABRAS MAS NOVE ME ENCANTO
    @DaniiVasqueez

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  7. Realmente la mató literal!Dificil q ambos se olviden de esto encima sere cureiosa pero aparentemente ni de cuidarse se acordaron!
    No termino de entender el pq se niegan a una relacion!

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  8. Wow este capitulo fue fuego puro

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  9. no puedo creer que capitulo!!! wow esos dos casi se matan del placer!!

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  10. quiero mas nove ya!! que impresion esto che!! me encanto!

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  11. Woooww calitulazo me encanto esa encimera. O se la misma y allis no olvidaran eso woooww ni una sola palabra me salte cada punto ...masss

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  12. UAU!!! Me imprecionó =O

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  13. B U E N I S I M O!' mee encanto la novee es geniaal (:

    @mf_lazaro

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  14. QUE CAPITULO WOW.

    LALI como se sentira dsp de esto

    PETER Y LALI podran tener alguna relacion dsp de esto.

    MUY BUENO EL CAP

    MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

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  15. me quede con una duda ella dice "su semilla la lleno" osea que queda embarazada?
    Me encanto el cap! estos dos deben de dejar de negar lo que les pasa.

    @angelaliter

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  16. Que buen cap super hot jaja;)ya quisiéramos ser laly jaja
    masi_ruth

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  17. Con lo de la semilla me parece que das a entender que se queda embarazada no?? Esta genial la nove!! Maaas!! :)
    @lau_pj

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  18. ME ENCANTO!! el aviso estaba bien no es apto para cardiacos jaja, muy bueno el cap! tienen razon arriba, pero es muy temprano para que este embarazada... QUIERO QUE LALI HAGA QUE PETER SEA EL QUE LE TENGA QUE ROGAR AJJA! Quiero que lo haga desearla jaja ..Mas nove!

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  19. Me encanto :D
    Con eso de la semillita pareciera que viene el bebé :) jajajaja
    Espero mas!
    MUY BUENA la nove! Aunque voy super atrasada jajajajaa

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  20. WOOOOW CAPITULON! Me encanta, quiero saber YA que va a pasar despues de todo esto! Please subi otro cap Juli!!

    Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.

    @Camhii_Infante

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  21. Parece k es Peter quien lleva las riendas,pero es Lali rogándole y exigiéndole ,quien para mi ,hace k el desee mucho mas.

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  22. Ojala la continúes pronto, me gusta mucho :)
    http://fanficslibros.blogspot.com.es/

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  23. Laliter para siempre28 de octubre de 2012, 6:58

    ya esta el continuo?? Me encanta DEMACIADOOOOOO!!! ;)

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  24. nooo que no se pierdan!!! tienen que estar juntitos <3 @LuciaVega14

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