domingo, 30 de septiembre de 2012

Capítulo 15


Aviso: Capítulo un poco hot.  
Perdón por no subir esos días.. pasa que estuve sin mi compu :(   Pero ahora ya lo tengo de vuelta!! Tengo pensado hacer un maratón, pero solo depende de ustedes.  + comentarios = + capítulo. DISFRUTEN!! 



Peter se conocía muy bien a sí mismo y también a ella. Romperle el corazón había quebrado una parte de su ser que no sabía que existían.
—No necesito que me enseñes nada —aseguró ella entrecerrando los ojos—. Y tampoco te daré la oportunidad de demostrarme nada más. No malgastes tu tiempo y vete en busca de una mujer que pueda apreciar tus esfuerzos. Yo no lo hago.

Capítulo 15
 Un reto. Era lo único que Lali no había aprendido cuando trabajaba con él: a no desafiarle nunca. Y en aquella ocasión las consecuencias podrían ser fatales para ella.
—Créeme, podría enseñarte unas cuantas cosas —afirmó Peter con suavidad, observando el rubor de las mejillas de la joven y el brillo de sus hermosos ojos al verse atravesada por una oleada de deseo.
Sin dejar de mirarla, caminó hacia ella con el ceño fruncido.  Acababa de decidir que ése era tan buen momento como otro cualquiera para demostrarle lo equivocada que estaba. Hasta que eso acabara, fuera cierto o no, Lali era su mujer y sería su amante. Y acabaría con cualquiera que intentara arrebatársela.
La joven sintió una intensa debilidad en las piernas mientras retrocedía.
El no se movía con rapidez. La observaba con los ojos entrecerrados, y su musculoso y poderoso cuerpo de depredador estaba concentrado en ella con una expresión de apremiante lujuria. Llegó a su lado en apenas un instante. La apretó contra la encimera y presionó las caderas contra las suyas, haciendo que fuera consciente de la endurecida longitud que pugnaba contra la bragueta.
—¿Qué piensas demostrar con esto? —Lali escuchó la fragilidad y el deseo en sus palabras jadeantes, y lo odió.
Peter sólo tenía que rozarla para que ella se rindiera ante él. La joven ansiaba tanto su contacto que ni siquiera le importaba saber que no la consideraba lo suficientemente buena para mantener una relación ni para amarla. Cuando la acariciaba, no importaba que la única razón que él tuviera para hacerlo fuera la responsabilidad y el deber. Lo único importante era que lo hacía. Que estaba a su lado, y que ella disfrutaría de un momento más de placer en sus manos.
—Demostrará que los dos sabemos que no podemos negar lo que ocurre cuando estamos juntos —susurró él, inclinando la cabeza y rozándole el lóbulo de la oreja con los labios—. Luchar contra ello era más fácil cuando podíamos escondernos en el interior de una montaña, pero aquí...
Lali contuvo la respiración.
—Sin embargo, yo no fui la única que luchó contra ello, ¿verdad, Peter?
La joven había anhelado sus caricias, todavía las ansiaba. Llevaba nueve meses soñando con ellas.
—No, no lo fuiste. —Le acarició la mandíbula con los labios y el roce de la oscura barba incipiente erizó todas las terminaciones nerviosas de Lali—. Y ahora ya no tengo fuerzas para salvarnos a los dos.
La joven apenas tuvo tiempo de tomar aire antes de que él la apretase con fuerza contra su cuerpo y le cubriera la boca con la suya, cerniéndose sobre ella y arrastrándola a una vorágine de ardiente deseo.
Le apresó la nuca con una mano y la inmovilizó al tiempo que separaba los labios de la joven con los suyos y comenzaba a lamer su lengua como si no pudiera pensar más que en saborearla.
Con un pequeño gemido de desesperación vibrando en su garganta, Lali enterró los dedos en su pelo negro. Un intenso placer atravesaba sus sentidos, envolviéndola en pecaminosas y decadentes sensaciones. Peter le rodeó las caderas con un brazo y la alzó para sentarla encima de la encimera. Era una posición que la dejaba completamente vulnerable ante él y que hablaba de dominación y posesión.
Un voraz deseo la inundó cuando él bajó las manos y la obligó a separar las rodillas para colocarse entre sus piernas. Peter apretó la dura erección contra su sexo y, al instante, los jugos que evidenciaban su deseo comenzaron a humedecer la seda de las bragas. El clítoris se hinchó y comenzó a latir, llevándola a cerrar los puños en su pelo para acercarle todavía más. Lali rezó para que él no se interrumpiera, para que no se alejara. Para que crearan algún recuerdo más al que aferrarse.
—No te detengas. —La desesperación inundó su voz cuando él apartó la boca y deslizó los labios por su cuello para trazar una línea de besos hasta su clavícula. Rendida a sus demandas, dejó caer la cabeza hacia atrás sintiendo que su cuerpo era inundado por un lánguido placer.
—No pienso hacerlo —la tranquilizó él, tirando de la camiseta de la joven hasta dejar al descubierto las generosas y doloridas curvas de sus pechos. Lali observó que los ojos profundamente verdes caían sobre sus pezones con un brillo depredador en las pupilas antes de levantar la vista hacia ella.
—Peter...
Él le oprimió suavemente los pechos con las manos y buscó las sensibles y endurecidas cimas con la punta de los dedos al tiempo que inclinaba la cabeza hacia ellas.
—¡Dios, sí! Me gusta eso. —Se deleitó con el húmedo calor que rodeaba el sensible pezón, acercándose más cuando las explícitas palabras abandonaron sus labios. Palabras que hicieron que él cubriera por completo la enhiesta cima y la apretara con más fuerza entre los labios.
Lali clavó los ojos en Peter, conmocionada y anhelante, al sentir que las sensaciones eran más intensas y poderosas que la primera vez que hicieron el amor. En aquella ocasión habían sido a placenteras, pero él se había contenido; había conservado un poco de dominio sobre sí mismo. Sin embargo ahora se estaba dejando llevar por el deseo que lo consumía y no se molestaba en intentar mantener el control.
Lo miró fijamente. El la observaba con aquellos ojos verdes mientras succionaba el pezón en una fiera demanda que hizo que Lali sintiera un latigazo de placer en el clítoris con cada movimiento de su lengua. Sus músculos internos palpitaron con intensidad, constriñéndose ante la dolorida necesidad de ser penetrados. Anhelaba que la llenara, que la poseyera de nuevo.
Cada vez que Peter rozaba la lengua contra la sensible punta le provocaba una punzada de placer en el centro del vientre y, al final no pudo contener un jadeante gemido. Anhelando aún más su contacto, Lali le rodeó los muslos con las piernas y alzó las caderas hacia él, friccionando el sensible monte de Venus contra la pesada erección que presionaba contra los vaqueros.
—Despacio, despacio —gimió él, levantando la cabeza y trazando un camino de besos al dirigirse al otro pezón.
Lali observó cómo lo lamía primero, para después presionar contra la carne endurecida antes de succionarla con erótica voracidad. Ella contuvo el aliento al sentir que incontenibles oleadas de deseo atravesaban su cuerpo y, un segundo después, cuando él cerró los dientes sobre la erguida cima, no pudo evitar gemir y arquear las caderas una vez más hacia la pesada solidez que se apretaba contra su sexo.
Entonces, él separó los labios casi violentamente y tomó por completo el pezón en su boca con anhelante expresión. Lali intentó tomar aire a pesar del rudo y constante palpitar que el irrefrenable deseo de Peter provocaba en las profundidades de su sexo. Afiladas sensaciones fluían desde el pezón hasta el clítoris cada vez que él lo mordisqueaba y lamía, y Lali comenzó a arder cuando aquellas incontrolables ráfagas inundaron sus sentidos. Cada succión de la boca de Peter incrementaba el latido de su vientre, tensándolo con violento placer.
—Te he echado tanto de menos... —jadeó él, deslizando los labios por el pecho, besando y saboreando las redondeadas curvas al tiempo que llevaba la mano al cierre de los shorts y los abría con dedos expertos—. Soñaba con tenerte. —El ronco tono gutural de su voz acarició los sentidos de la joven con aquellas provocativas palabras, haciendo que se estremeciese de anticipación. Estaba cada vez más sensible, más ardiente.
Los sueños que había tenido durante los últimos nueve meses no podían compararse con aquello. Ni siquiera lo que había sentido cuando la poseyó en la base era comparable al calor y al placer que la envolvían ahora.
Llevó las manos a los hombros de Peter con la respiración entrecortada y observó cómo él desplazaba los labios de un pecho al otro al tiempo que le separaba los muslos y se deshacía de los shorts.
Lali admitió para sí misma que su intención había sido provocarle un poco, excitarle. Pero no esperaba eso. Aquel ansia que no parecía tener límites.
Él alzó las pestañas y la miró fijamente mientras le quitaba el tanga que cubría los sonrosados y resbaladizos pliegues de su sexo.
—Soñaba con devorarte por entero —masculló—. Aquella noche no te saboreé lo suficiente, La.
¿Saborearla? La había vuelto loca de placer cuando la penetro con la lengua.
Lali agarró la tela de la camiseta de Peter y tiró para quitársela. El se separó unos centímetros y pasó la prenda por la cabeza revelando el poderoso pecho cubierto con una ligera capa de vello negro sobre la piel bronceada. Una incitante flecha oscura bajaba por el duro abdomen hasta desaparecer bajo la cinturilla de los vaqueros.
—No quiero que lo lamentes después —susurró ella, tragando saliva.
No sabía si podría soportar ver la pena en sus ojos cuando hubiera satisfecho su deseo. Si sobreviviría al hecho de verlo marchar como si aquello no importara.
El verde de los ojos de Peter se volvió más oscuro.
—No lo lamenté la primera vez, La —le confesó—. Si en mi vida hubo algo mejor que esa noche, no puedo recordarlo.
Peter mentía, estaba segura. Se lo hubiera dicho si él no hubiera elegido ese momento para pasar los dedos por los húmedos y resbaladizos pliegues, haciendo que una maravillosa sensación la atravesara de pies a cabeza y que tuviera que cerrar los puños al sentir que se humedecía aún más.
—¿Te haces la cera aquí? Eres tan suave. —La voz de Peter rezumaba una evidente satisfacción.
Ella se estremeció cuando él le rozó la sensible zona que rodeaba el clítoris. Por primera vez en su vida no se avergonzaba de la piel sin vello, brillante por los fluidos.
—Es natural —logró musitar.
Una mezcla de sorpresa y deseo brilló en los ojos masculinos.
—Eres suave como un susurro. —Le acarició lentamente los acogedores pliegues, consiguiendo que el palpitante anhelo que inundaba su sexo se hiciera más intenso—. Dulce como el azúcar. — Exploró con delicadeza en su interior, recogió una muestra de los espesos jugos y alzó la mano.
Lali vio con horror cómo él se llevaba el dedo a la boca y lo saboreaba con evidente placer. Su expresión estaba llena de lujuria al observarla, al paladearla.
La cruda sexualidad de aquel acto hizo que los músculos internos de su sexo se contrajeran con tanta fuerza que casi alcanzó el orgasmo. Las duras oleadas de sensaciones que la colmaban fueron como llamas que devoraran su cuerpo, haciéndola extremadamente sensible a cada roce, a cada suspiro jadeante.
—Mi dulce Lali, podría emborracharme con tu sabor —gimió Peter mientras ella se estremecía observando, esperando que inclinara la cabeza y moviera los labios sobre los anhelantes pliegues que clamaban por él.
—Por favor —susurró. Moriría si no la tocaba con los labios, con la lengua—. Por favor, Peter. Sabes lo que quiero.

Continuará...

24 comentarios:

  1. Madre mia que capítulon ya quiero saber que va a pasar aunque me imagino

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  2. MAAAAAAAAAAAAAAS <3
    @RochiMyWorld_

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  3. Mas nove!! la empeze a leer y me encanta luego me pongo al dia ya que solo habia leido el prologo! es genial

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  4. Bueno parece q tendra un buen encuentro!ojalá tambien sean sinceros en cuanto a sus sentimientos no sólo a la pasion q se despierta en ambos!

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  5. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssss

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  6. masssssssssssssssssssssssssssss massssssssssssssssssssss nove vane

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  7. massssssssssssssss noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  8. QUE CAPITULON QUIERO MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE
    @DaniiVadqueez

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  9. CA PI TU LON !! Maaaaaaaaaaaaaaaaas, quiero saber como sigue, aunque es obvio jaja. Por fas subi el proximo cap♥

    @Camhii_Infante

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  10. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS

    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOVEEEEEEEEEE!

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  11. Pedazo de capitulooooooooo!!!!! Por favoooor suuuube maaaaaaaas!!! No nos dejes asiiiiii !!! Me encanta!!!

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  12. Nose xk me da que van a parar . Mas Nove!!

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  13. Ni se sabe quien está más ansioso,los dos están k arden.

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  14. OMG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! VIVEN ON FIRE ESTOS DOS!!!!! ESTA MUY BUENA LA NOVEEE @LuciaVega14

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