miércoles, 26 de septiembre de 2012

Capítulo 14


+ comentarios = + capítulos! Disfruten :))




Tenía que encontrar la manera de deshacerse de Peter. Tenía que conseguir que se fuera y la dejara luchar sola esa batalla. Todo aquello era consecuencia de su pasado, no el del hombre que poseía, su corazón. Y sencillamente, no podía luchar contra todo al mismo tiempo.

Capítulo 14
 Llevarla a la base habría sido mucho más sencillo para él, pensó Peter a la mañana siguiente mientras observaba cómo Lali trasteaba en la cocina preparando café. Sólo podría combatir de una manera eficaz contra lo que la acechaba si sabía que ella estaba a salvo, si fuera imposible que la secuestraran. Si el deseo que sentía por ella no le distrajera, que era justo lo que le ocurría ahora.
Lali llevaba unos shorts vaqueros con los bordes deshilachados que apenas le cubrían las redondeadas curvas del firme trasero. Viendo aquellos tonificados músculos, era evidente que la joven había continuado entrenándose. El ceñido top color café moldeaba los pechos a la perfección y se ceñía a su espalda con unos tirantes cruzados. Parecía más frágil, más delicada con aquella ropa veraniega. Casi demasiado delicada para la salvaje lujuria que provocaba en él.
No se había puesto sujetador y las duras puntas de los pezones presionaban contra la tela que los cubría, atrayendo su mirada y haciendo que tuviera que apretar la mandíbula con fuerza. Recordaba el cálido y dulce sabor que tenían sus senos, así como la incontenible respuesta de Lali cuando se los succionaba.
Durante un momento la observó servir un café, que le ofreció deslizando la taza por la encimera mientras le miraba de reojo con resentimiento. Su expresión casi le hubiera hecho gracia si no odiara verla tan tensa.
—Te has comprado esta casa —comentó mirando a su alrededor. Prefería sacar un tema que le hiciera olvidar su irritación.
Peter había estado investigando en el ordenador desde antes de que ella saliera del dormitorio. Lali no sólo había adquirido la casa, sino también una pequeña empresa que realizaba proyectos de decoración de jardines y que, tras ocho meses en sus manos, había pasado de estar a punto de quebrar a ofrecer una saludable rentabilidad.
—Sí, la he comprado —asintió ella.
No esperaba que Lali echara raíces; era algo que le había sorprendido mucho.
—¿Por qué? ¿Por qué has preferido comprar una casa en vez de invertir tus ganancias? —Sentado en un taburete frente a la encimera, se inclinó hacia delante para mirarla a los ojos. Se había dirigido a ella en un tono calmado y con expresión de curiosidad. No quería discutir esa mañana. Era necesario que buscaran alguna alternativa ahora que el plan A se había ido al garete, pero también necesitaba conocer más profundamente aquella faceta de Lali que tanto le sorprendía.
La joven se apoyó en la encimera y le miró con una serena confianza que le puso todavía más duro.
—¿Por qué no iba a comprar una casa, Peter? —inquiné— Pensaba que estaba a salvo de mi pasado. Si hubiera sabido la verdad, quizá hubiera actuado de otra manera.
—Debiste planteártelo cuando te fuiste de Texas —murmuró él. Algo en su tono indicaba que estaba convencido de que la decisión de adquirir esa casa y el negocio era una decisión que Lali tomó después de haber salido de la base y creer que había perdido a su familia—. Comprar una casa no es algo que uno decida de un día para otro.
Ella se encogió de hombros y miró a su alrededor sin darse cuenta de que su expresión se suavizaba por un instante. Fue entonces, durante ese momento perdido, cuando Peter vislumbró los sueños que jamás supo que Lali guardaba en su interior. Maldita sea, ¿cómo era posible que ni siquiera hubiera sospechado que su Lali quería echar raíces?
—Puede ser —susurró ella finalmente.
¿Puede ser? Era algo definitivo. Igual que la certeza de que ella estaba corriendo peligro.
—Lali, estoy buscando un lugar seguro para ti.
—Entonces pierdes el tiempo —le advirtió la joven de forma tajante—. Ocultarme en un lugar seguro sólo supondrá un retraso, Peter. Igual que cambiar de identidad, huir o esconderme. No sirvió de nada en el pasado y no servirá ahora. —Una amarga y triste aceptación tensaba la expresión de su rostro.
Peter se pasó la mano por la cara e intentó pensar un nuevo plan.
—Me he pasado la vida huyendo de un lado a otro desde que cumplí cinco años —dijo ella mirando otra vez a su alrededor—. Jamás fui a un colegio normal, ni tuve amigos con los que jugar o casa propia. —Cuando sus miradas se encontraron, los ojos de Lali brillaron de dolor—. Cambiar mi pelo, mi apariencia, mi nombre, mis huellas dactilares o mi hogar no servirá de nada. Siempre me encontraron y siempre lo harán. Retrasar lo inevitable sólo les ofrecerá la posibilidad de sorprenderme. Deberías coger tus cosas y marcharte. Déjame luchar sola contra mi pasado; resolverlo para siempre. Sé a lo que me enfrento y cuál es la mejor solución.
¡Joder!
Peter se apoyó en la encimera y la observó en silencio. Lali había echado raíces y parecía determinada a no moverse de allí; quería luchar para conservar su hogar. Tenía que admitir que no se lo esperaba, pero lo cierto es que Lali nunca había sido previsible.
—Si fuera yo quien corriera peligro, ¿te irías y me dejarías solo? —preguntó él, conociendo la respuesta pero dispuesto a que ella se diera cuenta de que jamás la abandonaría.
—Es diferente —respondió la joven con suavidad—. Como sospechas, me importas más de lo que debieras.
Maldita fuera, aquella mujer tenía la facultad de traspasar sus defensas más arraigadas de maneras que no esperaba.
—¿Crees que no me importas? —¿Cómo coño había llegado ella a esa conclusión?
—Te conozco —resopló Lali—. Dime, ¿le has preguntado por mi teléfono al comandante Riera? —Se enderezó y arqueó las cejas inquisitivamente mientras él intentaba encontrar la manera de responder a la última pregunta y asimilar el brusco cambio de tema sin ceder a la furia que suponía la traición de Nicolas.
—Me dijo que podías haber llamado a cualquier miembro de la antigua Unidad —le explicó—. Al parecer no recibías llamadas debido a un fallo de programación. Me juró que ese problema no fue culpa suya, y que hubieras podido llamar a cualquiera de los números pregrabados. Sin embargo, eso no cambia los hechos.
Lali se pasó la punta de la lengua por el labio superior en un gesto típico de ella, mezcla de burlona incredulidad y dolor.
—Supongo que Nicolas piensa que la sangre tira —comentó como si no le importara—. ¿Crees que deberíamos escandalizarnos?
Lo cierto es que él lo había hecho. Se había escandalizado y enfurecido. Si Nicolas hubiera estado presente cuando se enteró de lo que había hecho, habría corrido la sangre.
—Lali, tú no nos llamaste —le recordó él con voz apremiante—. Y sabías que te estaban siguiendo, que alguien te había encontrado.
Ella apretó los labios y negó con la cabeza, provocando que la larga coleta le rozara la espalda con el movimiento.
—Lo cierto es que pensé que estaba paranoica —admitió con renuencia—. Jamás había permanecido tanto tiempo en un sitio salvo los años que estuve en la Unidad. En la base me sentía segura porque sabía que era un lugar completamente protegido. Trabajaba donde vivía y no corría ningún peligro. —Contuvo el aliento durante un segundo—. Pensé que lo que me ocurría era producto de no estar rodeada de seguridad y de vivir sola.
Peter respiró hondo al pensar en los peligros que podían estar acechándola, consciente de que el hecho de que Lali hubiera ignorado su instinto podría haber resultado fatal.
—Gaston y Pablo se dirigen hacia aquí con sus esposas —le informó—. Tenemos que averiguar quién te persigue y por qué. Los que te siguen no son más que lacayos. Ira Arthur y Mark Tenneyson no son los líderes, hay alguien por encima de ellos.
—No necesito tu ayuda con esto. —La expresión de Lali se ensombreció—. Yo me ocuparé de todo. Ya te lo he dicho, sé cómo arreglármelas y no necesito que me protejas.
—¿De verdad piensas que si me lo repites muchas veces vas a convencerme para que me vaya y te deje sola? —A él casi le divertía pensar que ella pudiera creerlo. Era divertido y jodidamente ofensivo a la vez—. Deja de malgastar saliva inútilmente.
—¿Y a ti qué te importa lo que me pase? —replicó la joven cruzando los brazos—. Hace nueve meses estabas más que ansioso por deshacerte de mí. ¿Crees que te necesito ahora? Te aseguro que no es así.
Nadie podía sacarle de sus casillas más rápido que Lali. Maldición, le sostenía la mirada con firmeza, como si creyera a pies juntillas lo que acababa de salir de sus labios. Como si de verdad pensara que a él no le importaba.
Esa seguridad, unida a la cólera, hizo que su excitación creciera todavía más. Lali le tentaba y le retaba a partes iguales. No parecía creer que su muerte le afectaría; sin embargo, él sabía a ciencia cierta que perder a Lali le destrozaría por completo y que nunca podría recuperarse.
—Estoy cansándome de esta discusión —le advirtió, levantándose del taburete con los puños apretados en respuesta al desafío que lanzaban aquellos brillantes ojos negros.
—No necesité que me protegieras antes de conocerte y no lo necesito ahora —le aseguró ella con las mejillas encendidas.
Peter hubiera jurado que los pezones de Lali estaban más duros. Parecía que, mientras ellos se dedicaban a discutir, sus cuerpos sólo pensaban en sexo.
Hubiera sido una situación divertida si no fuera tan peligrosa para su vida.
—¿Por qué demonios piensas que Dani te contrató para la Unidad, La? —La furia en su interior se acrecentaba cada vez más—. ¿Crees que fue porque le gustó tu cara bonita y tu encantadora personalidad?
Fila le lanzó una mirada irritada.
—Aprecié su ayuda —admitió entre dientes—. Y agradecí la paz que disfruté esos años. Dani ya lo sabe.
A pesar de la firmeza en sus palabras, Peter reconoció el destello de miedo en sus ojos. Miedo por los secuaces de Carlos y terror por tener que pasar tiempo con él.
—Estás más asustada por el fuego que arde entre nosotros que por la posibilidad de morir —afirmó mirándola fijamente. Dios, ella prefería enfrentarse a su pasado antes que a él.
Su pene palpitaba bajo los vaqueros con tanta intensidad que amenazaba con hacer trizas su autocontrol. La necesidad de saborearla, de sentir su ardiente y apretado sexo ciñendo su pene, le desquiciaba.
Esa noche había permanecido tumbado a su lado en la cama fingiendo dormir, mientras ella daba vueltas durante horas. El sueño había tardado mucho tiempo en reclamarle y, aun después de dormirse, había soñado que hacía el amor con ella.
No podía estar con Lali sin desearla, sin que un deseo incontenible le royera las entrañas; y sabía que para ella era incluso peor. Sus sentidos estaban atrapados por la ilusión del amor, por las emociones y por una fiera sexualidad que no podía dominar.
—Te equivocas —repuso Lali con desdeñoso sarcasmo—. No sé si recuerdas que no fui yo la que lamentó la única vez que nos acostamos juntos, sino tú.
Sí, él había lamentado lo que ocurrió porque sabía que después le resultaría imposible olvidarla. Y todavía fue peor de lo que se había imaginado. Desde entonces, la mayoría de sus noches habían estado pobladas de sueños imposibles. La recordaba al sentir en el rostro algo tan insignificante como la brisa, el calor del sol en verano, la lluvia de Texas. Dondequiera que fuera, el recuerdo de la joven le perseguía sin cesar.
—¿Te herí, Lali? —inquirió preocupado—. Sabías que sólo pasaríamos juntos una noche. Cuando llegó el día siguiente, ¿te dolió tener que asumirlo?
Ella apretó los labios.
—En absoluto, Peter. Si hubiera sabido lo fácil que me resulta ría alejarme de ti, lo habría hecho mucho antes.
Estaba mintiendo. Peter casi sonrió descaradamente ante la contradicción que existía entre las palabras de la joven y el deseo que expresaban sus preciosos ojos.
—Me pasé ocho años intentando convencerte de que soy un cabrón. —Se enderezó sin dejar de mirarla—. Créeme, lo último que quería era herirte. Me importas mucho, Lali. Tú aún no sabías que el amor es sólo una ilusión, la mayor de todas, y no quería ser yo quien te lo enseñara.
Peter se conocía muy bien a sí mismo y también a ella. Romperle el corazón había quebrado una parte de su ser que no sabía que existían.
—No necesito que me enseñes nada —aseguró ella entrecerrando los ojos—. Y tampoco te daré la oportunidad de demostrarme nada más. No malgastes tu tiempo y vete en busca de una mujer que pueda apreciar tus esfuerzos. Yo no lo hago.

Continuará...

37 comentarios:

  1. Por Dios Se Nota Que Estos Se Tienen Unas Ganas y Pronto Estallaran Y Yo Quiero Estar Ahi Para Leerlo, Mas Nove
    @DaniiVasqueez

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  2. ufa los se atacan :(
    me encanta mas

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  3. Mas nove me muero ya!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  4. MAAAAAAAAAAAAS , ESTA BUENIMO!!!! MAS NOVE

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  5. Me encanta como se provocan mutuamente!!! Más!

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  6. mas nove!!! son un par de tercos...

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  7. LALI Y PETER doscuten pero no pueden dejar de penar en estar juntos.

    LALI no puede creer en PETER y menos k el se preocupe de verdad x ella.

    ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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  8. LALI y PETER en cualquier momento explotan.

    BUENISIMOOOOOOOOO EL CAP

    MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEE

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  9. estos dos en cualquier momento rompen todo con las tremendas ganas que se tienen jaajaj
    mas mas maaaaaaaaaaaas

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  10. Se la van a pasar atacándose verbalmente hasta que un día exploten de pasión.
    Me gusta la novela, espero el próximo CAP gracias!!!

    @Titel842

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  11. mas mas mas mas noveeeeeeeeeeliz :$

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  12. por dios jaja! se quieren tragar de las ganas que se tienen ,esta muy buena la nove, mas mas me muero por lo que pasará.

    Peter es un calenton jaja! muy buena.. muy buena :D

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  13. hasta cuando se van a pelear ..... me canzan quiero mas ternura , esta muy buena la nove .


    MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS

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  14. méé mueró como se tienen altas ganas! puaaaaaaaj , buenaaa la nove , che.. espero el proximo cap !
    segui subiendo

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  15. se re provocan! me encanta!

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  16. subi mas , me muero por lo qe va a pasarrrr!

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  17. Haha q tensión deseo hay entre estos dose encanta massss

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  18. Q aire denso se respira aquí, deben aflojar esa tension sexual q flota en el aire!

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  19. mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  20. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
    @RochiMyWorld_

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  21. me encanta mas noveeeeeeeeeeeeeeee

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  22. maaas noveee, esta buenisimaaaa

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  23. Uiiiiiii masssssssssssss

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  24. Quieren estar juntos pero Lali es muy orgullosa
    @masi_ruth

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  25. Sigue terca como una mula .Tienen k liberarse pronto,xk temitas d k hablar ,ya no les quedan.

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  26. RECIEN EMÈCE A LEER TU NOVE Y EN UN DIA ME LEI TODOS LOS CAPS! Subi más me encanta la nove, me encantaria que lali deja a peter con las re ganas por unos caps jaja!! Me encan me encanta, mas nove porfa!

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  27. chan chan chan aca hay amor ♥ jajajaja me encanto el cap @LuciaVega14

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  28. que FUERTES las palabritas que se leen por aquí igual me encanta!! re zarpada la nove!!

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