Holaa :) Disfruten y comenten chicas. Estan un poquito flojas con los comentarios.. no sé si les gusta o no. :( Pero les cuento que todavía estamos en el pasado.. creo que en el capítulo 8 empieza la historia en el presente, ahí empieza toda la historia, la acción (real y no sexual jajaja) y el misterio. Pronto ustedes van a ir entendiendo mejor la historia. Y con relación a la acción sexual, les cuento que pasa en el pasado y tambien despues que lleguemos en la historia presente. Y como ya dije, cuando suba esos capítulos voy a poner un aviso para las chicas que no quieran leer. :) Recomiendo 3 noves: http://www.tunovelalaliter.blogspot.com.ar/ - @mimundoeslali ; http://fandelalii.blogspot.it/ - @porLali_ITALIA ; http://mordiaaa.blogspot.com.br/ - @morditaaa;
Bueno, disfruten y comenten!! Besos ♥ @siempreconlyp
Capítulo
2
Ella era una belleza.
Bajo la tenue luz de la silenciosa sala de
comunicaciones de la base de la Unidad de Fuerzas Especiales, situada en el
corazón del parque nacional de Big Bend, Lali Espósito parecía esperar al
amante que cumpliría sus sueños más atrevidos. Y por la expresión de su cara,
se diría que se trataba de un amante que la había dejado sola demasiado tiempo.
Un amante que haría realidad todos sus sueños, y no
solo aquellos que implicaban sexo ardiente y lujurioso. Buscaba un final feliz
y eros era algo que él no podía darle.
Peter Lanzani lo había aceptado hacía mucho tiempo. Esa
certeza le había llevado a los SEALs, y la vida en la Marina le enseño que nada
duraba eternamente. Que un hombre no podía tener amigos que no soportaría
perder, ni amantes de las que no podría alejarse.
Era posible que se saltara alguna regla todos los
días, pero esa en concreto la había seguido siempre como el militar de elite
que era.
Como comandante de la Unidad de Fuerzas Especiales,
había sido fiel a una sola consigna: jamás intimar demasiado con sus agentes. Y
solo uno había estado próximo a él, el sobrino al que casi había perdido antes
de entrar a formar parte de aquella organización secreta.
Sin embargo, había estado a punto mil veces de
saltarse esa norma con aquella mujer.
La observo con detenimiento. Por alguna extraña razón,
la desierta sala de comunicaciones era el escenario perfecto para su cuerpo
apenas cubierto. Para la sexualidad que rezumaba por cada poro de su piel.
Estaban solos y los dos lo sabían. Lo supieron desde
el momento en el que el último agente abandono la base por la mañana.
Lali permanecía de pie orgullosa, en medio del
cavernoso centro de operaciones que había debajo de la pasarela de metal desde
donde Peter la miraba. Sabía que podría desnudarse o disfrazarse de la manera
que quisiera y nadie lo sabría salvo él.
En realidad, Peter debería estar en su apartamento, no
allí, deseándola. Con las entrañas contraídas por una necesidad tan intensa que
resultaba una agonía. Negarse a acostarse con ella le estaba matando.
Lali estaba descalza y cubierta hasta los tobillos por
un largo vestido de seda negra que se cenia a los generosos pechos por unas
estrechas cintas. Lo ponía duro como una barra de hierro.
Le hacía sentir tan condenadamente hambriento por ella
que incluso dolía. Tenía los testículos tensos y el pene palpitante. Todo le
impulsaba hacia ella; a acariciarla, a llevársela a la cama y tenerla. A
tomarla hasta que aquel ansia infernal que le hacía arder por dentro fuera
saciada y se aliviara la necesidad que le consumía.
Pero se obligo a permanecer allí, contemplándola en
silencio.
Lali miro a su alrededor acariciado con los ojos los
silenciosos ordenadores, los mapas apagados, las pantallas oscuras donde antes
parpadeaban las imágenes que recibían vía satélite.
Parecía perdida, como si no supiera donde estaba ni
adonde ir ahora que aquella parte de su vida había acabado.
La Unidad de Fuerzas Especiales había desaparecido.
Todos los agentes habían cumplido el contrato de ocho años que firmaron.
Algunos lo tenían de doce, pero también esos contratos habían finalizado. Los
cinco hombres que habían formado la Unidad seguirían ahora su propio camino en
la vida guiados por las mujeres que, finalmente, habían salvado sus almas.
¿Dónde diablos le dejaba eso a él? ¿Dónde dejaba a Lali?
La captaron cuando era una chica por sus conocimientos
en comunicaciones y por los contactos que poseía en el extranjero. Peter la
había aceptado a su pesar, pero lo cierto era que había encajado por completo
en una Unidad que no sabía que la necesitaba tanto.
Si hubiese dependido de él, Lali jamás habría
desperdiciado aquellos años de su vida en el interior de esa montaña. No habría
estado tanto tiempo con los ojos clavados en los ordenadores, participando en
misiones que les habían llevado más allá del hacer y las paredes de roca y
cemento que les rodeaban ahora.
Debería haber vivido. Debería haber ido a la
universidad. Tendría que haberse casado y llenado una casa de bebes, en vez de
esconderse en la segura y secreta base de operaciones de las Fuerzas
especiales.
Mientras él la observaba, ella se peino con los dedos
los largos mechones de pelo que le caían por la espalda. Era raro que no lo
llevara recogido. Durante años la había visto con una trenza apretada o una
coleta.
Se pregunto si podría haber mantenido las manos
alejadas de ella durante todo aquel tiempo si lo hubiera llevado suelto como
esa noche.
Aquellos largos y gruesos mechones le tentaban, le
provocaban, le desafiaban. Y Peter no era hombre que diera la espalda a un
reto.
Durante los años que Lali trabajo en la Unidad, el se
obligo a mantenerse apartado de ella, pero no podía negar que la joven se había
convertido en una parte imprescindible del equipo.
Había sido el cerebro del centro de comunicaciones y
la mano derecha de Daniela. También había sido su ayudante y, desde luego,
nadie podía haber hecho un trabajo mejor.
Fue ella quien se ocupo de mantener los archivos al
día, clasificar la información de las misiones, suministrar café caliente en
abundancia y ponerle duro como una piedra.
Tan duro como estaba ahora mismo, con los testículos
tensos y palpitantes y los músculos rígidos por el esfuerzo que le costaba
mantenerse alejado de él. Tenía que conseguir ignorar la muda invitación que
había visto tantas veces en sus ojos.
Era una tentación que no volvería a ver después de que
amaneciera. Entonces, Lali se iría y abandonaría la base para comenzar una
nueva vida. Aprendería a ser Marianella Rinaldi, una mujer que se había pasado la vida clasificando datos en las
oficinas de una importante empresa. Una de esas abejas anónimas que rara vez
sabía de algo más que de la información y los archivos que caían en sus manos.
Desaparecería de su vida… y él no sabía qué demonios
haría entonces.
Peter cerró los puños al ver que Lali se retiraba el
pelo de la cara y que la espesa mata se ondulaba sobres su espalda como una ola
de seda. Le hormiguearon los dedos por el deseo de enredarse entre aquellos
exuberantes rizos.
Los largos mechones la envolvieron cuando ella negó
con la cabeza y suspiro, un sonido suave y lleno de pesar, antes de darse la
vuelta y salir de la mal iluminada estancia. La observó en silencio, ignorando
el fiero deseo que le hacía tensar los rasgos.
Por suerte, solo había sido necesario estar cerca de Lali
en contadas ocasiones. Fue su compañera en algunas misiones secretas debido a
su habilidad para entrar en cualquier sistema y pinchar cualquier tipo de
conexión. Durante esas operaciones encubiertas, se vieron forzados a mantener
una relación muy estrecha. Tanto que, más de una vez, tuvieron que dormir en la
misma cama.
No era necesario decir que, precisamente en esas
misiones, no había dormido demasiado. Tampoco conseguiría dormir esa noche
sabiendo que estaban solo en la base y que podría ser suya si quisiera.
Ella encendía su deseo de tal manera que a veces era
como si estuviera envuelto en una neblina de lujuria tan caliente que le
resultaba casi imposible mantener el pene dentro de los pantalones.
En sus fantasías, Lali estaba desnuda, con los ojos
brillantes de deseo y la cara sonrojada por el placer que él le proporcionaba.
Le gustaba jugar con la joven antes de satisfacer el deseo que crepitaba entre
los dos. Veía como se encendía su piel, como se dilataban oscurecían sus
pupilas, como arqueaba las caderas. Su sexo estaba hinchado, anegado de fluidos
y, cuando la penetraba, ceñía su pene como un guante.
Sus fosas nasales se dilataron al revivir aquella
fantasía imposible de ignorar. Volvió a la realidad cuando escucho que se abría
la pesada puerta de acero y que Lali la traspasaba para dirigirse a los
apartamentos que se encontraban en el interior de la montaña.
La sala de comunicaciones estaba situada en el nivel
inferior de la base. Una base oculta en la montaña que ocultaba diez pisos
perfectamente seguros.
Los apartamentos de los miembros de la Unidad ocupaban
la planta que estaba justo debajo de la superficie exterior, y cada uno estaba
equipado con un dormitorio, cuarto de baño, salón y cocina. Los agentes,
entrenados y preparados para casi todo, no se privaban de nada. Pero ahora
todos se habían marchado. Todos, excepto Lali y él.
Peter se había despedido de cada uno de sus hombres
con una sensación de amargura imposible de ignorar, a pesar de que había sido
decisión suya quedarse solo; convertirse en un tío complaciente que malcriaría
a sus sobrinos. En realidad envidiaba la felicidad que sus hombres habían
alcanzado. Todos tenían esposas, hijos…
Disfrutaban de la libertad de reírse y amar.
Algo que Lali nunca había vivido. Sin embargo, si
había temido año tras año que encontrar a un hombre adecuado para ella y,
durante todo ese tiempo, no había dejado de preguntarse cuál sería su respuesta
ante esa tesitura.
Incluso permitir ahora que se fuera le resultaba casi
imposible. Lali era la razón de que todavía estuviera allí. La había mantenido
ocupada a propósito todo el día, asegurándose de que fuera la última en
marcharse. No quería perderla de vista hasta que no quedara mas remedio, hasta
que una nueva Unidad tomara posesión del control de la base.
¿Por qué la había retenido allí? Durante la última
semana la había evitado por completo. La miraba desde lejos mientras intentaba
convencerse a sí mismo de que podría dejarla marchar, y se masturbaba por la
noche, cuando la lujuria amenazaba con hacerle perder la razón.
Negó con la cabeza consciente del ansia que desgarraba
su control, metió las manos en los bolsillos de los pantalones y finalizo la
inspección antes de alejarse.
A la mañana siguiente abandonarían la base, quizá por
última vez.
Tenía la opción de regresar y liderar la nueva Unidad.
En ese caso, el nuevo comandante, Nicolas Riera, sería su segundo al mando y
Peter asumiría el control de la base y de las operaciones.
Le habían dado un mes para tomar la decisión. Podía
dedicar otros doce años de su vida a las Fuerzas Especiales o renunciar,
encontrar su lugar en el mundo civil y vivir como un ciudadano normal.
El único problema era que no se veía viviendo fuera de
esa montaña y tampoco podía imaginar que Lali no formara parte de su vida,
aunque fuera de esa manera superficial. No podía pensar en que la joven ya no
le atormentaría con aquella graciosa y descarada sonrisa que le ponía más
caliente que el infierno y que le impulsaba a penetrarla hasta que los dos
quedaran saciados.
¡Joder!
Acaricio la endurecida longitud de su miembro mientras
entraba en el ascensor que había al final de la pasarela y presiono el botón
para acceder al piso de los apartamentos. Pensar en la marcha de Lali provocaba
que la necesidad de hacerla suya le atravesara con una intensidad que casi le
hacía explotar. Anhelaba ir junto a ella, estrecharla con fuerza, alzarla para
que esas increíbles piernas le rodearan las caderas y sumergirse en su cuerpo.
Lali atravesaría las puertas de la base en cuanto
amaneciera y él pensaba asegurarse de que sus caminos jamás volverían a
cruzarse.
¡Qué dios le ayudara! ¿Sería capaz de mantenerse
alejado de ella esa noche?
Lo dudaba mucho.
Su intención era ir directo a su propio apartamento.
No quería volver a verse tentado por ella, pero de repente se encontró ante la
puerta de la joven. Duro y palpitante, con todo el cuerpo en tensión por culpa
del ansia imparable que le recorría de pies a cabeza como una adictiva droga.
No se había despedido de ella. A Lali le dolería que
no le dijera algo antes de irse, y lo último que quería era hacerle daño.
Oprimió el timbre con el índice para anunciar su
presencia y esperó. En vez de responderle por el interfono, Lali abrió la
puerta metálica.
Continuará...
Qué pasará? Lali, Peter ... solos en la Unidad. Ustedes creen que ellos podran resistir?? :)
Lo dudo con ese clima de calentamiento global q se respira ahí!JAJA!
ResponderEliminaraajajaj me emncantaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarhoto hot
ajajaj masssssssssss
Me encantaaa :D
ResponderEliminarya quiero saber que pasara
jajajaaj que hoooot va a estar el proximoo capitulo jaja
ResponderEliminar@RochiMyWorld_
otro masssss
ResponderEliminarporfisssssss
=)
mas noveeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarSuper sxy y hot lo que se viene va me imagino pero igual me encants esta nueva nocve!! Siempre elegis lo mejor GRACIAS!!!!
ResponderEliminarPETER me parece k esta como k muy desesperado jajaja ya no puede controlarse.
ResponderEliminarLALITER sera esta la ocasion para despedirse como el quiere.
ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
jajajjajaja MAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarpara mi no resisten
ResponderEliminarAPAAAA que buen capitulo! me rei mucho de la situacion
ResponderEliminarquiero qie sea mañana para leer tu cap!!! vendra zarpado o discutiran que sera??
ResponderEliminarmas noveeee
ResponderEliminarme encanta!!!!!!!!! no para mi no se resisten estan solos y todo da para que pase algo pero bueno veremos!!
ResponderEliminarespero el proximo
Nahhh quiero mas! No me dejes asi... mas pliss.
ResponderEliminarAh y te sigo via twitter ;)
Besiitos.Abril
increiblee!!
ResponderEliminarmmm no entiendo, porque si la historia empieza en el pasado, en el capitulo 1 dice 8 anios despues?
ResponderEliminar8 anios despues de que?
no seria mas bn el futuro?
haha ya me enrede cx
como despues de todo eso no agan nada voy a tu casa y te mato xD
ResponderEliminary nos dejas asi...jajaja me encanta
ResponderEliminarPresiento que algo va a suceder!!! jajajaja
ResponderEliminarNose por cuanto tiempo mas PEter podra resisitirse y mas sabiendo que no hay hìnadie mas que ellos dos! jajajaja
Espero el proximo
Besos
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarestaa re buena la novee
Cero resistencia .
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH nah que se van a resistir si Peter ya dejo bastante en claro que verla lo vuelve loco en otras palabras?!!?! :D @LuciaVega14
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