miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capítulo 2

Holaa :) Disfruten y comenten chicas.  Estan un poquito flojas con los comentarios.. no sé si les gusta o no. :(   Pero les cuento que todavía estamos en el pasado.. creo que en el capítulo 8 empieza la historia en el presente,  ahí empieza toda la historia, la acción (real y no sexual jajaja) y el misterio. Pronto ustedes van a ir entendiendo mejor la historia. Y con relación a la acción sexual, les cuento que pasa en el pasado y tambien despues que lleguemos en la historia presente. Y como ya dije, cuando suba esos capítulos voy a poner un aviso para las chicas que no quieran leer. :) Recomiendo 3 noves: http://www.tunovelalaliter.blogspot.com.ar/  - @mimundoeslali ;  http://fandelalii.blogspot.it/ -  @porLali_ITALIA ; http://mordiaaa.blogspot.com.br/ - @morditaaa
Bueno, disfruten y comenten!! Besos ♥  @siempreconlyp




Capítulo 2

Ella era una belleza.
Bajo la tenue luz de la silenciosa sala de comunicaciones de la base de la Unidad de Fuerzas Especiales, situada en el corazón del parque nacional de Big Bend, Lali Espósito parecía esperar al amante que cumpliría sus sueños más atrevidos. Y por la expresión de su cara, se diría que se trataba de un amante que la había dejado sola demasiado tiempo.
Un amante que haría realidad todos sus sueños, y no solo aquellos que implicaban sexo ardiente y lujurioso. Buscaba un final feliz y eros era algo que él no podía darle.
Peter Lanzani lo había aceptado hacía mucho tiempo. Esa certeza le había llevado a los SEALs, y la vida en la Marina le enseño que nada duraba eternamente. Que un hombre no podía tener amigos que no soportaría perder, ni amantes de las que no podría alejarse.
Era posible que se saltara alguna regla todos los días, pero esa en concreto la había seguido siempre como el militar de elite que era.
Como comandante de la Unidad de Fuerzas Especiales, había sido fiel a una sola consigna: jamás intimar demasiado con sus agentes. Y solo uno había estado próximo a él, el sobrino al que casi había perdido antes de entrar a formar parte de aquella organización secreta.
Sin embargo, había estado a punto mil veces de saltarse esa norma con aquella mujer.
La observo con detenimiento. Por alguna extraña razón, la desierta sala de comunicaciones era el escenario perfecto para su cuerpo apenas cubierto. Para la sexualidad que rezumaba por cada poro de su piel.
Estaban solos y los dos lo sabían. Lo supieron desde el momento en el que el último agente abandono la base por la mañana.
Lali permanecía de pie orgullosa, en medio del cavernoso centro de operaciones que había debajo de la pasarela de metal desde donde Peter la miraba. Sabía que podría desnudarse o disfrazarse de la manera que quisiera y nadie lo sabría salvo él.
En realidad, Peter debería estar en su apartamento, no allí, deseándola. Con las entrañas contraídas por una necesidad tan intensa que resultaba una agonía. Negarse a acostarse con ella le estaba matando.
Lali estaba descalza y cubierta hasta los tobillos por un largo vestido de seda negra que se cenia a los generosos pechos por unas estrechas cintas. Lo ponía duro como una barra de hierro.
Le hacía sentir tan condenadamente hambriento por ella que incluso dolía. Tenía los testículos tensos y el pene palpitante. Todo le impulsaba hacia ella; a acariciarla, a llevársela a la cama y tenerla. A tomarla hasta que aquel ansia infernal que le hacía arder por dentro fuera saciada y se aliviara la necesidad que le consumía.
Pero se obligo a permanecer allí, contemplándola en silencio.
Lali miro a su alrededor acariciado con los ojos los silenciosos ordenadores, los mapas apagados, las pantallas oscuras donde antes parpadeaban las imágenes que recibían vía satélite.
Parecía perdida, como si no supiera donde estaba ni adonde ir ahora que aquella parte de su vida había acabado.
La Unidad de Fuerzas Especiales había desaparecido. Todos los agentes habían cumplido el contrato de ocho años que firmaron. Algunos lo tenían de doce, pero también esos contratos habían finalizado. Los cinco hombres que habían formado la Unidad seguirían ahora su propio camino en la vida guiados por las mujeres que, finalmente, habían salvado sus almas.
¿Dónde diablos le dejaba eso a él? ¿Dónde dejaba a Lali?
La captaron cuando era una chica por sus conocimientos en comunicaciones y por los contactos que poseía en el extranjero. Peter la había aceptado a su pesar, pero lo cierto era que había encajado por completo en una Unidad que no sabía que la necesitaba tanto.
Si hubiese dependido de él, Lali jamás habría desperdiciado aquellos años de su vida en el interior de esa montaña. No habría estado tanto tiempo con los ojos clavados en los ordenadores, participando en misiones que les habían llevado más allá del hacer y las paredes de roca y cemento que les rodeaban ahora.
Debería haber vivido. Debería haber ido a la universidad. Tendría que haberse casado y llenado una casa de bebes, en vez de esconderse en la segura y secreta base de operaciones de las Fuerzas especiales.
Mientras él la observaba, ella se peino con los dedos los largos mechones de pelo que le caían por la espalda. Era raro que no lo llevara recogido. Durante años la había visto con una trenza apretada o una coleta.
Se pregunto si podría haber mantenido las manos alejadas de ella durante todo aquel tiempo si lo hubiera llevado suelto como esa noche.
Aquellos largos y gruesos mechones le tentaban, le provocaban, le desafiaban. Y Peter no era hombre que diera la espalda a un reto.
Durante los años que Lali trabajo en la Unidad, el se obligo a mantenerse apartado de ella, pero no podía negar que la joven se había convertido en una parte imprescindible del equipo.
Había sido el cerebro del centro de comunicaciones y la mano derecha de Daniela. También había sido su ayudante y, desde luego, nadie podía haber hecho un trabajo mejor.
Fue ella quien se ocupo de mantener los archivos al día, clasificar la información de las misiones, suministrar café caliente en abundancia y ponerle duro como una piedra.
Tan duro como estaba ahora mismo, con los testículos tensos y palpitantes y los músculos rígidos por el esfuerzo que le costaba mantenerse alejado de él. Tenía que conseguir ignorar la muda invitación que había visto tantas veces en sus ojos.
Era una tentación que no volvería a ver después de que amaneciera. Entonces, Lali se iría y abandonaría la base para comenzar una nueva vida. Aprendería a ser Marianella Rinaldi, una mujer que se había pasado la vida clasificando datos en las oficinas de una importante empresa. Una de esas abejas anónimas que rara vez sabía de algo más que de la información y los archivos que caían en sus manos.
Desaparecería de su vida… y él no sabía qué demonios haría entonces.
Peter cerró los puños al ver que Lali se retiraba el pelo de la cara y que la espesa mata se ondulaba sobres su espalda como una ola de seda. Le hormiguearon los dedos por el deseo de enredarse entre aquellos exuberantes rizos.
Los largos mechones la envolvieron cuando ella negó con la cabeza y suspiro, un sonido suave y lleno de pesar, antes de darse la vuelta y salir de la mal iluminada estancia. La observó en silencio, ignorando el fiero deseo que le hacía tensar los rasgos.
Por suerte, solo había sido necesario estar cerca de Lali en contadas ocasiones. Fue su compañera en algunas misiones secretas debido a su habilidad para entrar en cualquier sistema y pinchar cualquier tipo de conexión. Durante esas operaciones encubiertas, se vieron forzados a mantener una relación muy estrecha. Tanto que, más de una vez, tuvieron que dormir en la misma cama.
No era necesario decir que, precisamente en esas misiones, no había dormido demasiado. Tampoco conseguiría dormir esa noche sabiendo que estaban solo en la base y que podría ser suya si quisiera.
Ella encendía su deseo de tal manera que a veces era como si estuviera envuelto en una neblina de lujuria tan caliente que le resultaba casi imposible mantener el pene dentro de los pantalones.
En sus fantasías, Lali estaba desnuda, con los ojos brillantes de deseo y la cara sonrojada por el placer que él le proporcionaba. Le gustaba jugar con la joven antes de satisfacer el deseo que crepitaba entre los dos. Veía como se encendía su piel, como se dilataban oscurecían sus pupilas, como arqueaba las caderas. Su sexo estaba hinchado, anegado de fluidos y, cuando la penetraba, ceñía su pene como un guante.
Sus fosas nasales se dilataron al revivir aquella fantasía imposible de ignorar. Volvió a la realidad cuando escucho que se abría la pesada puerta de acero y que Lali la traspasaba para dirigirse a los apartamentos que se encontraban en el interior de la montaña.
La sala de comunicaciones estaba situada en el nivel inferior de la base. Una base oculta en la montaña que ocultaba diez pisos perfectamente seguros.
Los apartamentos de los miembros de la Unidad ocupaban la planta que estaba justo debajo de la superficie exterior, y cada uno estaba equipado con un dormitorio, cuarto de baño, salón y cocina. Los agentes, entrenados y preparados para casi todo, no se privaban de nada. Pero ahora todos se habían marchado. Todos, excepto Lali y él.
Peter se había despedido de cada uno de sus hombres con una sensación de amargura imposible de ignorar, a pesar de que había sido decisión suya quedarse solo; convertirse en un tío complaciente que malcriaría a sus sobrinos. En realidad envidiaba la felicidad que sus hombres habían alcanzado. Todos tenían esposas, hijos…
Disfrutaban de la libertad de reírse y amar.
Algo que Lali nunca había vivido. Sin embargo, si había temido año tras año que encontrar a un hombre adecuado para ella y, durante todo ese tiempo, no había dejado de preguntarse cuál sería su respuesta ante esa tesitura.
Incluso permitir ahora que se fuera le resultaba casi imposible. Lali era la razón de que todavía estuviera allí. La había mantenido ocupada a propósito todo el día, asegurándose de que fuera la última en marcharse. No quería perderla de vista hasta que no quedara mas remedio, hasta que una nueva Unidad tomara posesión del control de la base.
¿Por qué la había retenido allí? Durante la última semana la había evitado por completo. La miraba desde lejos mientras intentaba convencerse a sí mismo de que podría dejarla marchar, y se masturbaba por la noche, cuando la lujuria amenazaba con hacerle perder la razón.
Negó con la cabeza consciente del ansia que desgarraba su control, metió las manos en los bolsillos de los pantalones y finalizo la inspección antes de alejarse.
A la mañana siguiente abandonarían la base, quizá por última vez.
Tenía la opción de regresar y liderar la nueva Unidad. En ese caso, el nuevo comandante, Nicolas Riera, sería su segundo al mando y Peter asumiría el control de la base y de las operaciones.
Le habían dado un mes para tomar la decisión. Podía dedicar otros doce años de su vida a las Fuerzas Especiales o renunciar, encontrar su lugar en el mundo civil y vivir como un ciudadano normal.
El único problema era que no se veía viviendo fuera de esa montaña y tampoco podía imaginar que Lali no formara parte de su vida, aunque fuera de esa manera superficial. No podía pensar en que la joven ya no le atormentaría con aquella graciosa y descarada sonrisa que le ponía más caliente que el infierno y que le impulsaba a penetrarla hasta que los dos quedaran saciados.
¡Joder!
Acaricio la endurecida longitud de su miembro mientras entraba en el ascensor que había al final de la pasarela y presiono el botón para acceder al piso de los apartamentos. Pensar en la marcha de Lali provocaba que la necesidad de hacerla suya le atravesara con una intensidad que casi le hacía explotar. Anhelaba ir junto a ella, estrecharla con fuerza, alzarla para que esas increíbles piernas le rodearan las caderas y sumergirse en su cuerpo.
Lali atravesaría las puertas de la base en cuanto amaneciera y él pensaba asegurarse de que sus caminos jamás volverían a cruzarse.
¡Qué dios le ayudara! ¿Sería capaz de mantenerse alejado de ella esa noche?
Lo dudaba mucho.
Su intención era ir directo a su propio apartamento. No quería volver a verse tentado por ella, pero de repente se encontró ante la puerta de la joven. Duro y palpitante, con todo el cuerpo en tensión por culpa del ansia imparable que le recorría de pies a cabeza como una adictiva droga.
No se había despedido de ella. A Lali le dolería que no le dijera algo antes de irse, y lo último que quería era hacerle daño.
Oprimió el timbre con el índice para anunciar su presencia y esperó. En vez de responderle por el interfono, Lali abrió la puerta metálica.

Continuará...

Qué pasará? Lali, Peter ... solos en la Unidad. Ustedes creen que ellos podran resistir?? :) 

23 comentarios:

  1. Lo dudo con ese clima de calentamiento global q se respira ahí!JAJA!

    ResponderEliminar
  2. aajajaj me emncantaaaaaaaaaaaaa
    hoto hot
    ajajaj masssssssssss

    ResponderEliminar
  3. Me encantaaa :D
    ya quiero saber que pasara

    ResponderEliminar
  4. jajajaaj que hoooot va a estar el proximoo capitulo jaja
    @RochiMyWorld_

    ResponderEliminar
  5. Super sxy y hot lo que se viene va me imagino pero igual me encants esta nueva nocve!! Siempre elegis lo mejor GRACIAS!!!!

    ResponderEliminar
  6. PETER me parece k esta como k muy desesperado jajaja ya no puede controlarse.

    LALITER sera esta la ocasion para despedirse como el quiere.

    ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

    ResponderEliminar
  7. jajajjajaja MAAAAAAAAAAAAAAAAAS

    ResponderEliminar
  8. APAAAA que buen capitulo! me rei mucho de la situacion

    ResponderEliminar
  9. quiero qie sea mañana para leer tu cap!!! vendra zarpado o discutiran que sera??

    ResponderEliminar
  10. me encanta!!!!!!!!! no para mi no se resisten estan solos y todo da para que pase algo pero bueno veremos!!
    espero el proximo

    ResponderEliminar
  11. Nahhh quiero mas! No me dejes asi... mas pliss.
    Ah y te sigo via twitter ;)
    Besiitos.Abril

    ResponderEliminar
  12. mmm no entiendo, porque si la historia empieza en el pasado, en el capitulo 1 dice 8 anios despues?
    8 anios despues de que?
    no seria mas bn el futuro?
    haha ya me enrede cx

    ResponderEliminar
  13. como despues de todo eso no agan nada voy a tu casa y te mato xD

    ResponderEliminar
  14. Presiento que algo va a suceder!!! jajajaja
    Nose por cuanto tiempo mas PEter podra resisitirse y mas sabiendo que no hay hìnadie mas que ellos dos! jajajaja
    Espero el proximo
    Besos

    ResponderEliminar
  15. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
    estaa re buena la novee

    ResponderEliminar
  16. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH nah que se van a resistir si Peter ya dejo bastante en claro que verla lo vuelve loco en otras palabras?!!?! :D @LuciaVega14

    ResponderEliminar