Hola hola.. la historia va mejorando eh. JA :) Disfruten y comenten chicas! @siempreconlyp Besos ♥
Él le lanzó una mirada tan llena de angustia y
de dolor que Lali sintió que se le encogía el corazón.
—No fui capaz de proteger a mi esposa y a mi
hijo y por eso ahora ya no están —respondió—, y ése es un error que no voy a
cometer de nuevo.
Capítulo
6
Cuando la señora Garcia condujo a Lali a la
habitación de invitados, lo primero en lo que se fijó la joven fue en lo enorme
que era. Sin embargo las cortinas estaban corridas casi por completo y la
penumbra le daba a la estancia un aire sombrío y deprimente.
—¿Aquí no encienden nunca las luces? —le
preguntó al ama de llaves mientras buscaba un interruptor con la mirada.
La mujer le lanzó una mirada irritada antes de
ir hasta el ventanal y descorrer las pesadas cortinas. La luz del sol invadió a
raudales la habitación, transformándola por completo.
Si hubiera tenido todas las habitaciones del
mundo para escoger, habría escogido aquélla.
—Es preciosa… —murmuró extasiada—. Y todo
parece tan nuevo…
—Pues sí; y procure que así se mantenga —le
dijo la señora Garcia en un tono insolente—. Si necesita alguna cosa hágamelo
saber. El señorito Peter me ha pedido que me asegure de que todo está a su
gusto.
Instrucciones que sin duda seguiría, se dijo Lali,
pero no de buen grado. Ella sin embargo no quería problemas, y estaba decidida
a ser correcta con el ama de llaves aun cuando tenía la sensación de que iba a
tener unos cuantos encontronazos con ella en los cinco meses que iba a estar
allí.
—Gracias.
—Me he tomado la libertad de retirar los
objetos de valor —añadió la señora Garcia.
Por el desdén con que la miraba parecía como si
para ella fuese un chicle que se le hubiese pegado a la suela del zapato y no
una invitada, pensó Lali. Obviamente Peter no le había dado instrucciones de
que fuese amable con ella.
Pues no iba a darle a aquella vieja bruja la
satisfacción de saber que la había herido en su orgullo.
—Vaya por Dios. En fin, a lo mejor consigo
sacar algo con ese cuadro en el mercado negro —ironizó señalando una acuarela
de un paisaje que hay sobre la cabecera de la cama.
Al ama de llaves su broma al parecer no le hizo
gracia.
—Después de todo por lo que ha pasado el
señorito Peter no se merece esto; no dejaré que le haga daño —le espetó como
una osa protegiendo feroz a sus cachorros.
Lali estuvo a punto de recordarle que Peter era tan
responsable como ella de aquella situación, pero se dijo que probablemente no
sirviera de nada. Sin duda aquella mujer ya la había juzgado y condenado. Lo
más seguro era que pensase que se había quedado embarazada a propósito para
cazar a Peter o quedarse con su dinero.
—La cena se sirve a las siete en el comedor —le
dijo el ama de llaves con aspereza.
Luego se giró sobre los talones y salió de la
habitación cerrando detrás de ella.
Lali exhaló un suspiro cansado. Lo mejor sería
que deshiciese las maletas, decidió. Sin embargo, no pudo resistir la tentación
de curiosear un poco.
Recorrió la habitación fijándose en cada
detalle, y al llegar a las puertas del balcón las abrió de par en par. Inspiró
profundamente para llenarse los pulmones con el aire fresco, y observó
embelesada la hermosa vista de los jardines, llenos de flores multicolores, que
se extendían hasta donde llegaba la vista.
Vaya. A aquello desde luego no le costaría nada
acostumbrarse. Se dio la vuelta y fue hasta los pies de la enorme cama, donde
habían dejado sus maletas, pero al ver la puerta del cuarto de baño
entreabierta se olvidó de ellas y se acercó para verlo. Había una bañera
redonda tan grande que podría bañarse en ella una familia entera. Seguramente
fuera un jacuzzi, pensó.
Aquello era más impresionante que la suite
presidencial del hotel en el que trabajaba.
Se frotó la dolorida espalda y volvió a posar
con ansia la vista en la bañera, pero se dijo que sería mejor que primero
deshiciese las maletas.
Sin embargo, cuando hubo terminado de colocar
la ropa en el armario estaba tan cansada que lo único que quería hacer era
echarse y descansar.
«Una siesta de quince minutos», se dijo. Luego
iría a explorar el resto de la casa.
Se desnudó, apartó la colcha, se metió en la
mullida cama, y al cabo de un rato se quedó dormida.
A Maria le habría encantado ver los jardines en
aquella época del año; llenos de flores, en todo su esplendor, se dijo Peter
mientras miraba por la ventana de su despacho. Si cerraba los ojos era capaz de
imaginarla allí fuera, jugando con su hijo. Ya tendría un año, y quizá habría
empezado a andar y a decir sus primeras palabras.
En su imaginación aquel pequeño siempre tenía
el pelo castaño, como él, los ojos grises de su madre, y una sonrisa radiante.
Siempre estaba feliz; siempre estaba riendo.
La puerta se abrió en ese momento, y al volverse
vio a la señora Garcia.
—Ya la he llevado a su habitación —le dijo.
—Gracias.
—¿Quiere alguna cosa más, señorito?
—No, nada más. No… espere, señora Garcia. Sí
hay una cosa que quiero que haga. Por favor deshágase de todas las bebidas
alcohólicas que haya en la casa.
El ama de llaves frunció el entrecejo.
—¿Para qué?
—Una de las condiciones que ha puesto Lali para
quedarse es que dejara la bebida —le explicó él con una media sonrisa—. Cree
que soy alcohólico.
—¿Y usted no le ha dicho que no lo es?
—No me importa lo que piense; lo que quiero es
que se sienta cómoda, así que por favor haga lo que le he pedido.
La señora Garcia frunció los labios pero no
discutió.
—Como quiera, aunque permita que le diga una
vez más que esto me parece un error.
—Lo sé —murmuró él.
También le había parecido un error que se
casase con Maria, pero las dos habían aprendido a convivir. La verdad era que
la señora Garcia era tan protectora con él que Peter estaba seguro de que
ninguna mujer le habría parecido adecuada.
—Sé que aún te sientes culpable por lo que
pasó, Peter, pero no fue culpa tuya.
La señora Garcia nunca se lo había dicho
claramente, pero Peter sabía que en su opinión la única culpable de la muerte
de su hijo había sido Maria. Siempre había dicho que era demasiado egoísta y
que le consentía demasiadas cosas.
En cierto modo tenía razón. La carrera de Maria
apenas había empezado a despegar cuando había descubierto que estaba
embarazada. Más que sentirse ilusionada aquello le había provocado cierto
fastidio por las limitaciones que supondría para su trabajo.
De hecho, preocupada de que pudiese significar
un retroceso en su carrera, por no hablar de las estrías, había dicho incluso
que quizá debería considerar la opción de abortar, pero por fortuna él había
logrado convencerla para que no lo hiciera.
Estaba seguro de que con el tiempo habría
disfrutado de la experiencia y que habría sido una buena madre, o al menos eso
era lo que había querido pensar.
Ya nada de eso importaba.
—¿Ha llamado a sus padres? —le preguntó la
señora Garcia.
Sus padres… Tener que explicarles aquello
suponía otro problema. Nunca habían sido unos padres agobiantes o
controladores; todo lo contrario; y de hecho no los había visto ni había sabido
de ellos desde el Día de Acción de Gracias, pero sabía que no iba a ser fácil
hablar con ellos de aquello.
—No, todavía no.
—¿Y no cree que debería hacerlo?
—¿Por qué? No tiene sentido que haga que se
ilusionen con un nieto al que nunca van a ver.
Continuará...
Que bruja garcia con lali pobre espero k cambie x k no se merece como la esta tratando . MAS NOVE!!!
ResponderEliminarME ENCANTAAAAAAAAAAAAAA
ResponderEliminar@SWEETLALITER
mas noveeee
ResponderEliminarMAS NOVEEEE
ResponderEliminarque mala que es la señora garcia con lalo aunque estoy segura que con el tiempo la a terminar queriendo al igual que el señorito peter jajaja
ResponderEliminarespero más novee
hay que feo pero bueno tiene razon si peter no quiere que el nino este en su vida para que lo da a conocer, pero que feo deberia de aunque sea querer o tener una ilusion en el
ResponderEliminarBueno tendremos q aflojar a la sra GARCIA,seguro en unos días lali se la mete en el bolsillo!Me gusta!
ResponderEliminarQ vieja de mierda!!! Jaja.
ResponderEliminarHermosa la Nove.
Como que nunca lo van a ver?
ResponderEliminarme encantaaa! Pobre Peter, sigue mal :S
ResponderEliminarseguime avisando :)
@Yosoylalita un beso
Me encanta más!!
ResponderEliminarUhh qué densa la señora García!! Más nove, me encanta! :)
ResponderEliminarme encanta
ResponderEliminarpero peter cree que maria en parte era egoista por no haberse ilusionado con su hijo y ahora el esta haciendo lo mismo =(
Mas noveeee
ResponderEliminar@_maroly_
hay que capitulossss
ResponderEliminarme perdi varios jajaja, asi que los acabo de leer
me encanta la nove
ojala se lleven bien la señora garcia y lali
besos
Pobre lali cm la trato mas mas mas no entendí lo q dijo peter
ResponderEliminarLa foto q pusiste de Julia es perfecta por el personaje! jajaja
ResponderEliminarPobre Lali, no creo que merece ser tratada asi, entiendo q Julia quiera defender a PEter porque lo considera como un hijo, pero es un poco exagerada!
Espero el proximo
Besos :D
me encantaaaaa
ResponderEliminar@RochiMyWorld_
¿k desconfiada la señora Garcia!.Lali va a hacer k cambie d opinión.
ResponderEliminarQue bueno que Lali se pudo controlar yo me tendria que haber puesto cinta en la boca para no contestarle... me da tanta cosita Peter pobrecito todo lo que tuvo que pasar @LuciaVega14
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