Perdon por tardar tanto en subir!! Disfruten y comenten chicas. @siempreconlyp
No estaba completamente segura de poder confiar
en Peter, pero estaba harta de trabajar como una mula de carga por un sueldo
miserable. Quizá debiera darle a Peter una oportunidad, igual que él había
hecho con ella.
Le dirigió una sonrisa a su jefa con la
convicción de que estaba haciendo lo correcto y le dijo:
—Sí que la tengo, señora Montgomery. Y elijo
dejar este empleo.
Capítulo 5
—Señorito Peter, siento interrumpirlo, pero hay
una persona que quiere verlo.
Peter alzó la vista de la pantalla del
ordenador y se encontró a la señora Garcia de pie ante la puerta abierta de su
despacho. Se hizo a un lado y entró Lali. Sus mejillas estaban sonrosadas por
el frío, y el suéter de angora que llevaba puesto dejaba entrever su embarazo.
Peter se puso de pie.
—Has vuelto —le dijo.
La joven asintió y esbozó una sonrisa
vacilante.
—He vuelto.
La señora Garcia cruzó con Peter una mirada de
reproche antes de salir y cerrar la puerta, una mirada que decía que todo
aquello era un error.
—Imagino que tu visita de hoy significa que has
tomado una decisión —le dijo a Lali.
Ella asintió.
—Sí, he dejado mi trabajo esta mañana, mis
maletas están abajo… y en fin, aquí estoy para quedarme hasta que salga de
cuentas.
El oír aquellas palabras hizo que a Peter lo
invadiera un profundo alivio. Al fin las cosas estaban bajo control y podría
velar por la seguridad del bebé y la de ella.
—Con tu permiso voy a sentarme —le dijo ella
señalando la silla frente a su escritorio—. Se me ha quedado el coche parado a
medio kilómetro de aquí y he tenido que hacer el resto del trayecto a pie
tirando de las maletas.
—Vaya, qué faena.
Lali se encogió de hombros.
—El carburador estaba en fase terminal.
¿Podrías prestarme dinero para cambiarlo por uno nuevo? Te lo devolveré en
cuanto pueda.
—No te preocupes; yo me haré cargo.
Podría haberlo preocupado que fuese un ardid
para sacarle dinero, pero en los últimos días había averiguado lo suficiente
sobre ella como para convencerse de lo contrario. Había contratado a un
detective privado para que la investigara, y éste no había encontrado ningún
antecedente delictivo en su pasado ni nada que indicase que estaba intentando
engañarlo.
De hecho había resultado que Lali era exactamente
lo que aparentaba ser: una mujer trabajadora que hacía lo que podía para salir
adelante. Era evidente que no había mentido cuando le había dicho que sólo
necesitaba de él una pequeña ayuda económica.
—Bueno, ¿y cuáles van a ser las reglas del juego?
—le preguntó Lali.
—Las mismas que acordamos el otro día
—respondió él—. Te quedarás aquí hasta que nazca el niño, y luego os compraré
un apartamento y te asignaré una pensión.
Los ojos de Lali escrutaron su rostro, como si
la joven estuviera intentando adivinar qué pensamientos estaban pasando por su
cabeza en ese momento. La noche en que se conocieron le parecieron a Peter unos
ojos inusuales, lo había fascinado el brillo de curiosidad que relumbraba en
ellos.
De hecho había estado observándola durante un
buen rato antes de acercarse a ella, atraído por su belleza singular, por sus
cálidas y sinceras sonrisas mientras charlaba con el camarero. Luego, cuando se
había vuelto y sus ojos se habían encontrado fue como si saltasen chispas entre
ellos; chispas capaces de derretir un iceberg entero.
—Parece demasiado bonito para ser cierto —dijo Lali.
—¿Qué quieres decir?
—Bueno, no es que piense que eres una mala
persona, pero…
—Pero no te fías de mí —adivinó él. Lali se
encogió de hombros incómoda—. No pasa nada; no me has ofendido. Si yo estuviera
en tu lugar me pasaría lo mismo.
—Vaya, pues es un alivio, porque como te digo
pareces un tipo decente… un poco controlador, quizá, pero en fin… —añadió con
una media sonrisa—. El caso es que necesito cubrirme las espaldas porque
arriesgo mucho aceptando venirme a vivir aquí sin saber nada de ti.
Peter asintió.
—Lo entiendo, y ya he hablado con mi abogado
para que redacte un contrato.
Lali entornó los ojos.
—¿Y se supone que tengo que fiarme de ese
abogado?
—Bueno, eres libre de llevarle los papeles al
que tú consideres oportuno antes de firmar nada. Y por supuesto yo correré con
los gastos.
—Eso parece justo.
—Y hablando de contratos, mi abogado me ha
insistido en la conveniencia de incluir una cláusula de confidencialidad.
—¿De confidencialidad? —repitió ella perpleja—.
¿Crees que voy a dar exclusivas a la prensa o algo así?
—La finalidad de esa cláusula es protegeros
tanto a ti y al bebé como a mí. Fue espantoso ver cómo los medios exploraron la
muerte de mi esposa. Meses después de que falleciera siguieron haciendo de mi
vida un infierno. Incluso se escribió una biografía no autorizada de su vida e
hicieron una película para la televisión. Y por supuesto no sólo no la
retrataban de un modo precisamente halagüeño, sino que además faltaban a la
verdad. Créeme cuando te digo que no te gustaría pasar por eso.
Lali se quedó callada un momento.
—Cuando descubrí por mis compañeras de trabajo
quién eras fui a la biblioteca de la ciudad y estuve indagando un poco.
—¿Sobre qué?
—Estuve buscando artículos sobre ti en
periódicos y revistas viejas, y también estuve mirando en Internet.
En otras circunstancias Peter se habría sentido
indignado, pero no podía culparla cuando él había hecho lo mismo.
—¿Y qué conclusiones sacaste?
—Me quedé espantada con lo que esa gente de la
prensa puede llegar a hacer, justo como tú has dicho, así que entiendo tu
preocupación.
—Ahora las cosas se han calmado un poco y me
gustaría que siguieran como están —le dijo Peter—. Cuantas menos personas estén
al corriente de esto, mejor —añadió. No quería alarmarla, pero creía que era
justo ponerla sobre aviso respecto adonde se estaba metiendo—. No quiero decir
que tengas que dejar de ver a tus amistades, sólo que…
—No tengo amigos —lo interrumpió ella. Esbozó
una sonrisa y añadió—: No tienes que sentir lástima de mí; no lo he dicho por
eso. Lo que pasa es que llevo poco tiempo viviendo aquí así que no he tenido la
posibilidad de hacer muchas amistades aún. Pero tampoco tienes que preocuparte
por eso; tendré cuidado.
—Bien, entonces supongo que eso es todo —dijo Peter.
—Em… todo no —replicó ella—. Hay un par de
cosas más que me gustaría que hablásemos.
—Está bien.
—Bueno, pues… la verdad es que no sé cómo
decirte esto. No voy a vivir con un alcohólico, así que quiero que dejes la
bebida.
Aquello era lo último que Peter había esperado
que le dijese. ¿Acaso le había dado la impresión de que tenía problemas con el
alcohol? ¿Habría leído quizá en algún periódico que se había dado a la bebida
tras la muerte de su esposa? Habían escrito tantas mentiras sobre él que
llegado un punto había decidido ignorar por completo a aquella gentuza.
Abrió la boca para negar que fuera alcohólico,
pero cayó de pronto en la cuenta de que eso exactamente sería lo que haría alguien
que tuviera problemas con la bebida.
—¿Y si me niego? —le preguntó para ver cuál
sería su reacción.
—Entonces no hay trato.
Bueno, dado que no era alcohólico no supondría
un sacrificio para él.
—De acuerdo; no volveré a tomar ninguna bebida
con alcohol —le dijo.
Lali lo miró con desconfianza.
—¿Así de fácil?
—Así de fácil —repitió él. De vez en cuando le
gustaba tomar un trago, pero no era algo sin lo que no pudiera pasar.
Lali entornó los ojos, como si siguiera sin
estar segura de que podía confiar en él a ese respecto.
—¿Lo incluirás en el contrato?
—Hecho. ¿Alguna cosa más?
Lali asintió.
—Cuando nazca el bebé querría que me prestaras
dinero para volver a estudiar. Me gustaría ir a la universidad para poder
encontrar un empleo mejor.
—Con la asignación mensual que te daré no te
hará falta estudiar.
—Supongo que en tu círculo social a las mujeres
les gustará sentarse a tomar bombones y embadurnarse de cremas antiarrugas,
pero yo quiero hacer algo con mi vida. Quiero poder echar la vista atrás y
sentirme orgullosa de mí misma.
—Ya veo. Bueno, no es que yo tenga nada en
contra de las madres trabajadoras —dijo él—, pero sí pienso que un hijo debe
ser criado por sus padres, no por una niñera.
Lali se preguntó si su esposa, que había sido
estrella de cine, habría planeado abandonar su carrera cuando su hijo hubiese
nacido. Lo dudaba.
—Bueno, en eso estamos de acuerdo —respondió
ella—. Siempre pensé que si me casaba y tenía un hijo dejaría de trabajar hasta
que el niño tuviese edad de ir al colegio. Claro que la situación es un poco
distinta porque voy a ser madre soltera, así que me temo que tendrás que
esperar bastante para que pueda devolverte el dinero.
—No quiero que me lo devuelvas.
—Me da igual; te lo devolveré de todos modos.
Por un momento Lali tuvo la impresión de que Peter
iba a replicar de nuevo, pero en vez de eso dejó escapar un suspiro y sacudió
la cabeza, como si hubiese concluido que era inútil intentar convencerla.
—¿Alguna cosa más?
—El otro día dijiste que podré seguir con mi
médico —apuntó Lali.
—Si es lo que quieres…
—Bien, pues entonces creo que tenemos un trato.
Los labios de Peter se curvaron en una sonrisa,
y Lali sintió que le flaqueaban las piernas, como si fuese una colegiala.
—En ese caso llamaré a mi abogado y le pediré
que redacte el contrato —le dijo Peter.
Ella asintió pero se quedó mirándolo con
curiosidad, como si quisiera preguntarle algo y no se atreviera.
—¿Qué?
—Pues que… si no quieres el bebé… ¿por qué
haces todo esto?
Petter se quedó callado un momento, y cuando la
miró había una tristeza inmensa en sus ojos.
—Nunca rehuyo la responsabilidad de mis actos.
Lali sacudió la cabeza.
—No creo que ése sea el motivo. A mí me parece
que este niño sí te importa —le dijo poniendo una mano sobre su vientre—. Te
habría sido mucho más fácil firmarme un cheque y desentenderte.
—Yo nunca he dicho que no me importara.
Y si le importaba… ¿por qué no podía ser parte
de su vida? Y entonces de pronto Lali comprendió; de pronto supo por qué había
insistido en que se fuera a vivir allí con él hasta que diera a luz. No
entendía cómo no había caído en la cuenta antes.
Peter se culpaba por la muerte de su esposa y
de su hijo, y parecía que creía que al tenerla allí con él podría asegurarse de
que no les ocurriría nada ni al bebé ni a ella.
—Peter, si estás haciendo todo esto porque
temes que pueda pasarnos algo al bebé o a mí… no tienes por qué preocuparte, de
verdad —le dijo—. Estoy acostumbrada a cuidarme sola.
Él le lanzó una mirada tan llena de angustia y
de dolor que Lali sintió que se le encogía el corazón.
—No fui capaz de proteger a mi esposa y a mi
hijo y por eso ahora ya no están —respondió—, y ése es un error que no voy a
cometer de nuevo.
Continuará...
mori de amor <3 subis maaaaaaas? xd
ResponderEliminarTIERNO...
ResponderEliminarOTRO CAP
Es un tierno y cuando conozca a fondo a lali no podra dejarla ir!
ResponderEliminarEsa foto q elegiste me bencanta.CUANTOS BUENOS RECUERDOS!
ResponderEliminarQUE TIERNO PETER <3<3
ResponderEliminar@RochiMyWorld_
son unos tiernos...
ResponderEliminaray pobre Peter me da cosita pero que buena se ve la nove :D
ResponderEliminarJajajaja mas tierno peter :3 me encanta mas mas mas
ResponderEliminarhay me da cosita peter con su ultimo comentario de que ella no los pudo cuidar, pero bueno tiene que entender que cada persona es diferente :P mas
ResponderEliminarPeter continua con miedo x lo sucedido con su mujer y su hijo,y se va a volcar en Lali y su embarazo.
ResponderEliminarNMe encanta masssss
ResponderEliminarmi vidaaa! juan Pedro te amo! Y Lalita miamor, mas tierna..
ResponderEliminarEse bebe va a ser PERFECTO
segui subiendo y avisame! :)
@YoSoyLalita
Que lindo lo ultimo que dijo Peter, es un tierno. Me encanta la nove! @Alumbranmiser
ResponderEliminarMe gusta este trato más!!
ResponderEliminarme encantooooooooooo subi masssssssssss
ResponderEliminarPobre peter . Me encanto MAS NOVE!!!!!
ResponderEliminarme encanto estoy en españa al las 22:59 esperando a que subas otroooo
ResponderEliminarMori de amor con peter!! es un tierno me encanta que quiera cuidar a lali y al bebe
ResponderEliminarespero más
Pobre Peter todo lo que le paso :( Espero que con la llegada de Lali con el tiempo vuelva a ser un poco mas feliz y no se sienta tan responsable de la morte de su mujer y su hijo!
ResponderEliminarjaja Lali y lo de la bebida! jajaja Creo q algun dia Peter tendra q decirle q el no es un borracho! jajajaa
Espero el proximo
Besos
Giada
Ojala que se enamore de Lali... asi como en la otra nove. :) S
ResponderEliminarEsta muuy buena la nove. Tardaste mucho en subir.
Pasas por mi nove?
www.tusnovelalitter.blogspot.com
Besos
mas noveee me encantaaa
ResponderEliminarawwwww pobrecitooo, debe haber sufrido muchisimo por culpa de ese accidente horrible y encima mas si se culpa de la muerte de ellos :( me encantoooo la noveeeeee @LuciaVega14
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