Capítulo 21

DISFRUTEN :) pero tambien comenten eh! jaja Besos y gracias por todo. ♥  @siempreconlyp

—Oh, Peter, ha sido…

Se quedó callada, como si no pudiera encontrar el adjetivo adecuado, y él terminó la frase por ella:

—…ha sido sólo el principio.

 Capítulo 21

Le abrió los muslos con la rodilla, se posicionó entre sus piernas, y se deslizó entre sus pliegues húmedos y calientes con un gruñido de satisfacción.

El interior de Lali se cerró en torno a su miembro como un suave puño, y a Peter se le nubló la visión.

Lali alzó las manos para tomar su rostro, lo atrajo hacia sí, y lo besó. Sus labios se abrieron, y las lenguas de ambos se entrelazaron en una danza frenética a imitación de la que el cuerpo de él había iniciado, entrando y saliendo de ella.

Sin embargo, en un momento dado Peter despegó sus labios de los de ella, y sin dejar de moverse se miró en sus ojos, hundiéndose en sus profundidades mientras las manos de Lali subían y bajaban por su espalda.

Con un gemido, la joven levantó las piernas y empujó las caderas, moviéndose con él y cuando los dos comenzaron a estremecerse Peter bajó la cabeza y la besó al tiempo que volaban juntos hacia el cielo.

A Lali le dolía la espalda, tenía calambres en las piernas, y estaba segura de que debía tener rozaduras en las nalgas de frotarse contra la alfombra, pero no quería que Peter saliese de su interior ni que se quitase de encima de ella.

Intentó hacerlo en ese momento, de hecho, pero Lali lo retuvo, exhalando un suave gemido.

—No… —Le dijo rodeándolo con los brazos y apretándolo contra sí—. No te muevas.

Peter se rió y su cálido aliento sopló sobre la curva de su cuello.

—Si no lo hago te aplastaré.

—No soy tan frágil como parezco —le aseguró ella cerrando los ojos para disfrutar mejor de la sensación de su miembro moviéndose de nuevo dentro de ella.

Peter se apoyó en los codos y la miró a la cara.

—¿No prefieres que sigamos con esto arriba… en el dormitorio? —le preguntó con una media sonrisa—. Ya sabes, en una cama y no en el suelo.

—Mmm… —murmuró ella, empujando sus caderas contra las de él. Cuando lo oyó aspirar por la boca con brusquedad, sus labios se curvaron en una sonrisa. Le gustaba comprobar que no era la única que estaba siendo engullida de nuevo por las llamas del deseo—. Después.

—Después —repitió él dándole un beso largo y lento que culminó tirando de su labio inferior entre los suyos.

—Lo de antes ha sido increíble, Peter —murmuró ella cuando pudo hablar de nuevo—. Increíble de verdad.

—Sí, creo que esa definición se ajusta bastante —asintió él.

—¿Crees que podríamos repetirlo?

Peter sonrió.

—¿Eso es un desafío?

—¿Necesitas que te desafíe para volver a hacerlo? —inquirió ella a su vez moviendo las caderas de nuevo.

Peter aspiró una bocanada de aire y empujó las caderas también hacia las de ella.

—No.

Y entonces, sin previo aviso, rodó con ella, y a pesar del brusco movimiento logró mantenerse en su interior. Lali quedó a horcajadas de él, y sus manos, esas manos hábiles y experimentadas, comenzaron a acariciar sus senos.

Lali se irguió y arqueó la espalda al tiempo que tomaba más de él dentro de sí, y al oírlo gemir abrió los ojos y lo observó sintiéndose poderosa mientras se movía sobre él, balanceándose hacia delante y hacia atrás, y luego rotando las caderas. Cada pequeño cambio de postura provocaba unas sensaciones increíbles en ella.

Peter se arqueó hacia ella, como si quisiese llegar aún más adentro de su cuerpo.

—Lali… —jadeó tirándole suavemente de los pezones.

La joven subió las manos y cubrió con ellas las de él, apretándolas contra sus senos.

Peter apretó la mandíbula, como si estuviera intentando resistir un poco más, y Lali sonrió, sintiéndose halagada por ser capaz de llevar a un hombre tan experimentado al límite de su control.

Peter intentó moverse para rodar otra vez con ella hacia un lado para colocarse de nuevo sobre ella y marcar el ritmo, pero Lali levantó los brazos por encima de la cabeza y siguió subiendo y bajando encima de él.

—Déjame a mí esta vez, Peter… déjame ser yo quien te lleve al cielo.

—Estás matándome, Lali —jadeó él sin aliento.

Ella sonrió, y continuó cabalgando sobre él, tomándolo en su interior y liberándolo a un ritmo lento que estaba llevándolos al borde de la desesperación. Su cuerpo se tensó al sentir que estaba llegando al límite, y disfrutó de las deliciosas sensaciones que estaban estallando en su interior.

Se tumbó hacia atrás, arqueándose hasta que el miembro de Peter estuvo en la posición que quería para presionar justo en el punto que sabía que la dispararía a lo más alto.

—Peter… —susurró sin aminorar el ritmo—. Peter, creo que estoy a punto de…

—Yo también… —murmuró él.

Peter buscó con su mano la unión entre sus cuerpos, y acarició con un dedo su pubis. Lo pasó por él una y otra vez hasta que ella empezó temblar, ansiando alcanzar la cima que sabía que estaba sólo a unos pasos.

Lali jadeó, luchando por respirar, luchando por prolongar el placer que estaba experimentando. Quería llegar al clímax, pero también quería que aquel instante no acabase nunca.

Habría querido poder detener el tiempo, quedarse por toda la eternidad en aquel exquisito momento, pero el cuerpo de Peter seguía moviéndose debajo del suyo, y finalmente exploto. Lali lo oyó gritar su nombre, pero no dejó de acariciarla, y pronto comenzó a ver fuegos de artificio a través de sus párpados cerrados y sintió que se olvidaba de todo lo que los rodeaba.

Continuará...