martes, 9 de octubre de 2012

Capítulo 23


Hola hola :)  Disfruten y comenten mucho chicas, porfa!!! + comentarios = + capítulos :)  




No, no podía ser ella. Imposible.
No era suya la voz que repetía sin cesar: Oh, Dios, Peter, te amo.
No.
No podía haber dicho eso ¿verdad? Todavía no se había vuelto tan loca.

Capítulo 23
 Un buen rato después, Lali estaba descansando en la cama con la espalda contra el pecho de Peter y rodeada por sus brazos. Sentía el lento latido del corazón masculino y sólo ansiaba seguir disfrutando por siempre de aquella lánguida saciedad que la invadía. La atravesaba de arriba abajo, la iluminaba por dentro y daba vida a cada una de sus células con una reconfortante calidez a la que no quería renunciar.
No, no podía renunciar a aquella satisfacción física, a esa agitación emocional, a la certeza de que finalmente estaba donde tenía que estar: entre los brazos de Peter. Era una sensación de absoluta y total placidez interior.
Peter no había mencionado nada sobre lo que ella había gritado al llegar al éxtasis. No le había aconsejado que no le amara ni le había largado un sermón sobre las emociones que provocaba la adrenalina. No había dicho nada que hubiera destrozado aquel increíble momento.
Quizá sólo hubiera gritado aquella declaración de amor para sus adentros. Rezaba para que fuera así, porque prefería morirse antes que tener que soportar a un Peter omnisciente disertando sobre falsas ilusiones de amor.
El se había limitado a cogerla en brazos, tumbarse con ella en la cama y envolverla en el calor de su cuerpo.
Peter dormía ahora junto a ella con una musculosa pantorrilla entre las suyas y el antebrazo sobre su estómago. Tenía apoyada la barbilla en su cabeza y, con cada aliento, la intimidad les envolvía y arropaba como una manta.
Lali se sentía segura, a salvo y en paz.
Era algo que no había experimentado ni siquiera cuando adquirió la casa o el negocio. Jamás en su vida había disfrutado de esa sensación, aunque creía haberla anhelado la mayor parte de su vida.
Era una sensación de paz casi absoluta. Habría sido completa no ser por la certeza de que tan pronto estuviera a salvo otra vez él se iría.
¿No era eso lo que hacían los caballeros de brillante armadura? Al fin y al cabo, ella no era la única damisela del mundo en peligro,
—No estás durmiendo. —Había una cierta pereza relajada en la voz de Peter. Una cierta saciedad que provocó en ella una oleada de orgullo femenino.
Pero el orgullo, la intimidad sexual o el amor que la joven guardaba en su corazón no eran suficientes para alargar aquella fantasía. La realidad se instaló en su mente con suma rapidez y le hizo recordar el motivo exacto por el que había acabado allí; la discusión que había provocado el primer e incitante beso.
Peter seguía siendo un hombre arrogante y dominante. Había hecho sus planes y estaba decidido a llevarlos a cabo. Y por desgracia, involucraban a una familia.
La suya.
—¿Por qué quieres complicar a la familia Espósito en esto? —preguntó ella finalmente, en vez de enfrentarse a las desgarradoras emociones que la atravesaban y a un sentimiento que sabía que era baldío.           
El movió el brazo y le rozó el estómago con la punta de los dedos antes de detener la mano sobre la parte superior del muslo.
La caricia provocó en ella una oleada de calor. Un ardor que la impulsaba a apretarse contra él y deleitarse en las consecuencias.
—Por varias razones —respondió Peter finalmente en voz baja—. Los dos hombres que estuvieron investigando sobre tu muerte en Afganistán también vigilan a Stephen Espósito, por lo que es lógico pensar que quien te persigue, sabe quién es tu familia y la siguen de cerca.
—Alguien ha descubierto que estoy viva y que soy la hija de Majo Espósito —susurró ella dolorosamente—. Nada, ni siquiera una tapadera tan sólida como la mía, dura para siempre, ¿verdad?
—Algunas cosas sí —repuso él con un suspiro—. Desafortunadamente, ésta no es una de ellas.
Lali se humedeció los labios. La poderosa energía que la inundaba debería de ser suficiente para alejarse de sus brazos; pero no lo hizo. Permaneció inmóvil junto a él, intentando hablar racionalmente de qué debería hacer en vez de hacer lo que quería. Pensando cómo iba a asimilar que ya no estaba tan segura como creía.
—No quiero conocerles —musitó conteniendo las lágrimas. No podría soportar enfrentarse a su familia ni ponerla en peligro—. Tenemos que resolverlo sin que ellos sepan nada de esto. Es muy tarde para hacerme un lugar entre ellos, Peter. Demasiado tarde para formar parte de una familia que ni siquiera sabe que existo y que está muy bien sin mí.
Cerró los ojos intentando controlar el dolor que sentía ante lo que él proyectaba hacer. Puede que no la amara, pero se preocupaba por ella. Algunos años antes Peter le sugirió que llamara a su familia, que les dijera que estaba viva, pero se había negado entonces y no pensaba cambiar de idea ahora.
—Por supuesto, no voy a obligarte. —Las secas palabras le indicaron que le había ofendido—. Lali, ¿crees que sería capaz de hacerte tanto daño? ¿Qué arriesgaría tu futuro cuando aún no has resuelto tu pasado?
No era el futuro lo que le asustaba, era el rechazo al que sabía que se enfrentaría y la posibilidad, aunque distante, de que los Espósito se vieran envueltos en el peligro que ella corría. Además, lo último que querría su familia era que ella regresara.
Stephen, su tío abuelo, sabía que perdería el imperio Espósito en cuanto ella recuperara su verdadera identidad. Cuando Bernard Espósito, el abuelo de Lali, se vio forzado a cambiar su testamento tras la desaparición de su única hija, había nombrado heredero a su hermano Stephen; pero había una cláusula al final del documento en la que se indicaba que aquello cambiaría si aparecía alguno de los descendientes directos de Majo.
Entonces, las propiedades familiares y las empresas pasarían a sus manos, y Stephen sólo conservaría el cargo de director general.
Aquello provocaría resentimiento e incomodidad. Daba igual que ella reclamara o no la herencia, se trataba de algo más que la pertenencia legal de la misma.
Bernard Espósito había heredado de su padre aquel imperio y lo había mantenido con éxito, pero durante los últimos quince años, fueron Stephen Espósito y su hijo Craig quienes lo habían gestionado y disfrutado. No querrían renunciar ahora a él y Lali no podía culparles.
Aquello les daba una razón para rechazarla. Una razón para temerla.
Podría renunciar al grupo empresarial, cedérselo a Stephen o a su hijo Craig, pero había una porción irrenunciable de la herencia que le correspondería siempre a ella. Una riqueza compuesta por oro, acciones y bienes inmuebles que sumaba mucho más valor de las Industrias Espósito. Una herencia que Lali estaba determinada a reclamar si finalmente cumplía su sueño de ser madre conseguían acabar con el peligro que la perseguía.
—¿Cómo tienes pensado anunciar que sigo viva sin que los Espósito sepan quién soy? —Curvó los dedos sobre la almohada y trató de contener las lágrimas.
—Ya has establecido un primer contacto. ¿Por qué te da tanto miedo conocer al resto de tu familia cuando has contratado a tu prima y te has hecho amiga suya? —preguntó, acelerándole el corazón.
Lali debería de haberse figurado que Vico habría investigado a fondo a todos los que la rodeaban antes de que la Unidad se desplazara allí.
—¿Cuánto tiempo te llevó encontrarla? —insistió él ante el persistente silencio de la joven.
Lali cerró los ojos. Le hubiera gustado poder conservar aquello para sí misma, para disfrutar y apreciar aquel pequeño contacto con un familiar. No quería que su prima tuviera que enfrentarse al mismo peligro que ella.
—Lo sabías antes de venir —intuyó él—. ¿Cuánto tiempo esperaste antes de establecer contacto?
—Llevo años siguiéndole la pista —confesó Lali finalmente—. Me enteré de que había venido a América para ir a la universidad poco antes de que se disolviera la Unidad. —Casi sonrió—. Te gustaría, créeme. No quiero que se meta en problemas.
—Así que decidiste velar por ella —supuso Peter, controlando su tono como si supiera que cualquier rastro de cólera en su voz sólo provocaría un enfrentamiento entre ellos—. Según el informe de Vico, su vida es como hubiera sido la tuya si hubieras crecido en el seno de tu familia. Es una rebelde; inconformista y terca como ella sola. Se rumorea que suele reñir a menudo con su abuelo y que la única razón por la que no la metieron en un internado fue porque siguieron la tradición familiar de enviar a las chicas a América para completar su educación.
Sí, así era Juli. Era tan joven, tan decidida... Lali estaba muy orgullosa de ella.
De repente se dio cuenta de que no podía seguir allí, en la cama.
No podía contener la excitación nerviosa que bullía en su interior.
Se levantó y miró a Peter por encima del hombro, pero apenas pudo ver su expresión de curiosidad bajo la tenue luz de la estancia.
—Si tu intención es utilizar a Juli en este plan tuyo, será mejor que te lo quites de la cabeza —le advirtió—. Entonces sí que tendrías que vértelas conmigo.
Peter casi se rió ante la manera en que Lali intentaba proteger a su prima. No le sorprendió. Juli ni siquiera imaginaba quién era en realidad su amiga y jefa. Tenían una personalidad tan parecida que Vico había comentado que era una suerte que físicamente no hubiera similitudes importantes, ya que habría sido imposible ocultar su parentesco.
Apoyó un codo contra el colchón y reposó la cabeza en la mano para observarla pacientemente mientras esperaba que continuara.
—Se parece mucho a mi madre cuando tenía su edad —dijo finalmente Lali con voz rota—. A veces imagino cómo habrían sido nuestras vidas si Carlos no la hubiera matado. Creo que mi madre hubiera sido feliz. Que habría llenado de alegría a todos los que la rodeaban. No importaba cuántas veces tuviera que huir, siempre encontraba la manera de hacerme sonreír.
—Es una cualidad que has heredado de ella, La —le aseguró él, observando cómo se movían suavemente los largos rizos cuando ella negó con la cabeza.
—¿Cómo vas a implicar a los Espósito en esto? Utilizar a Juli no estaría bien, Peter. No se lo merece.
Además, a Juli se le rompería el corazón si se enteraba de que Lali era la hija perdida de la difunta Majo; le dolería saber que su prima no había confiado en ella. En realidad, más que dolida estaría furiosa.
—Lo cierto es que pensábamos utilizar otro tipo de estrategia para aproximarnos a los Espósito —aclaró Peter—. Kell Krieger ha decidido entrar en política con la ayuda de su suegro, el senador Stanton, y están organizando una serie de recepciones para respaldar su candidatura. —Sonrió ampliamente, como burlándose de sí mismo—. Peter Lanzani es uno de los hombres que financian su campaña, así que aparecerá con su nueva amante, Marianella Rinaldi, para apoyar a su buen amigo y compañero en los SEALs.
Lali cogió la bata de la silla que estaba junto a la cama y se la puso lentamente mientras procesaba la información.
Acabaría con un buen dolor de cabeza antes de que terminara la noche. Notaba cómo crecía detrás de sus ojos a causa de la tensión a la que había estado sometida ese día.
—¿No irás de incógnito? ¿Piensas arriesgar tu seguridad y tu familia? —No podía creer que él hiciera tal cosa. No era posible que utilizara su apellido real en una operación.
—Me conoce demasiada gente, en especial en Washington, y utilizar un nombre falso sólo crearía más problemas.
—No me gusta nada tu plan. —Lali sacudió la cabeza—. Dios, Peter, ¿vas a poner en peligro a tu padre? ¿A Camila? ¿Al niño?
—No corren ningún riesgo —replicó él con una determinación que casi la convenció. Casi—. Además, yo sería el único que correría algún peligro.
Ella separó los labios para decir algo.
—Lali —la interrumpió antes de que hablara—, ¿por qué se molestaría nadie en ir contra mi familia? No serviría de nada. Ni siquiera Carlos se habría molestado en llegar tan lejos. Una vez que los hombres que te persiguen sean neutralizados sólo sabrán que una agencia del gobierno tuvo éxito. Peter Lanzani jamás se verá relacionado.
—No. Me niego. Lo último que quiero es que tú salgas perjudicado de todo esto —repuso tajante.
—Siempre podemos volver a retomar el plan A. —Se encogió de hombros—. No sé si te dije que el comandante de la base de los SEALs de Florida se mostró interesado en incluirte en su equipo después de que rechazaras incorporarte a la Unidad de Nicolas.
Ella le dirigió una colérica mirada mientras se sentaba en el borde de la cama.
—Muy bien. Iré a Florida. —Pasaría el resto de su vida escondiéndose. Sin amigos de verdad, sin nada que pudiera llamar suyo. Iría otra vez a un apartamento subterráneo sin ventanas, sabiendo que jamás tendría un hogar; que no podría ser libre.
Peter sabía de sobra que ella sería capaz de hacerlo, pero jamás se lo permitiría. Lali merecía ser libre y disfrutar de la vida sin temor a nada.
—No cambiaré de planes —le aseguró con una divertida y arrogante sonrisa—. Pero te llevaré allí en cuanto amanezca si es lo que quieres.
—Deberías pasar a la reserva. —Lali tragó saliva—. Irte a casa y ayudar a criar a tu sobrino. Siempre has dicho que si no estás allí, Yeyo y Camila malcriarán demasiado al niño.
Yeyo y su esposa, Camila, estaban completamente locos por su hijo y sería incluso peor con el nuevo bebé, que sería una niña a la que llamarían Mariana.
Él negó con la cabeza lentamente. Un movimiento que se correspondía a la perfección con la amplia y burlona sonrisa que bajaban sus labios.
—El juego comienza dentro de tres días. Mañana por la tarde saldremos con destino a Washington, así que prepárate. Tenemos una suite reservada en el Four Seasons de Georgetown. A partir de entonces asistiremos a una serie de acontecimientos sociales minuciosamente coordinados hasta que alguien muerda el anzuelo. Nos vamos de caza.
De caza.
Era una expresión que él solía utilizar en aquellas misiones en las que habían lanzado un cebo y esperado a ver quién picaba.
—Olvídalo —dijo con firmeza—. El riesgo es demasiado grande.
Peter salió de la cama y se acercó a ella, desnudo y poderoso. La obligó a levantarse asiéndola por los hombros y la despojó de la bata lentamente.
—Tenemos que dormir, Lali —susurró mientras le quitaba la prenda de seda y la obligaba a tumbarse en la cama—. Vamos, confía un poco en mí. Te explicaré los pros y los contras de camino a Washington.
Se acomodó contra ella después de cubrir a ambos con la sábana y la rodeó con los brazos.
—Tenemos que hablar sobre ello —protestó la joven en voz baja. Nunca había sido fácil hacer cambiar a Peter de opinión cuando estaba convencido de tener razón—. Eres condenadamente terco.
—Te equivocas, soy razonable. Y muy bueno usando la lógica, Lali. Confía en mí.
La joven permaneció inmóvil, mirando sin ver en la oscuridad. Escuchando el latido pesado y constante de su propio corazón mientras el pánico se apoderaba de cada rincón de su cuerpo. Sabía que la batalla final —ésa que llevaba toda su vida esperando— se acercaba a pasos agigantados.
Por otro lado, tal y como él le acababa de decir, Peter era realmente bueno cuando se trataba de utilizar la lógica y trazar planes. Comprobaba cada ángulo y se aseguraba de que no hubiera grietas en su equipo. Era su mejor oportunidad de sobrevivir y ella lo sabía aunque eso no quería decir que tuviera que gustarle.

Continuará...

27 comentarios:

  1. me encanta me encanta massssssssssssssssss

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  2. moooooooooooooooooooreeeee

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  3. fue MUUUY tierno Peteer

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  4. me muero si lo tengo a peter hablandome asi y en bolas jajaja, es perjudicial para una persona
    quiero massssssssssssssssss
    besos

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  5. ahhh me encanta! "Peter Lanzani y su nueva amante Marianella Rinaldi"
    Estos deben empezar a decirse lo que realmente sienten.

    @angelaliter

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  6. me encanto mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  7. me encanta mas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  8. Muyyyyyyyyyyyyyyyyy bueno el cap!!!!!!!!! Brasil

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  9. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas<3
    @RochiMyWorld_

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  10. Peter se ha d salir siempre con la suya.Hace d todo para protegerla.

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  11. Maaassssssss esta demasiado buena esta noveeeeee amo so momentos de entendimiento y razonamiento entre ellos

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  12. ay ay ay ay aaaaaaaaaaaaaaay maaaasss!!! quiero que atrapen de una vez a esos hdp ¬¬

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  13. Que hermosos Peter!! me muero de como la cuida espero ya el otro cap!!

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  14. LALI se niega rotundamente a usar a su familia no kiere k les pase nada malo.

    PETER aun asi trata de convencerla para k acepte y lleven el plan a cabo.

    ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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  15. MUY INTERESANTE CAP

    LALI Y PETER ojaal pronto logren atrapar a esos hombres.

    +++++++++++++++++++++++++++++++++

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  16. Peter se escuda en su trabajo de jefe y no le dice que no quiere perderla y lali tiene mucho miedo y esconde sus sentimientos.
    masi_ruth

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  17. Me encanto!! quiero saber si peter escucho el te amo, no se puede hacer el indiferente a eso.. trarde o tempreno algo le tiene que decir!! a menos que lali lo haya dicho para si misma cosa que no creo ajajja-
    subi más porfas!

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  18. jajaja me encnta la nove , segui subiendo.
    lo amo a Peter ,es un tierno , espero los proximos capitulos.
    mas mas mas mas mas :l

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  19. me encantooooooooooooooooooooooooooooo<3

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  20. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!! ME ENCANTA LA NOVELA! Quiero mas!

    @Camhii_Infante

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  21. Me encanta, peter en este capitulo me mata de amor! más!!

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  22. Awwwwwwwwwwwwwwwwwwww me encanto el cap estoy con vale me encantoo Peter en este cap fue mas tierno!!! ♥ @LuciaVega14

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