martes, 2 de octubre de 2012

Capítulo 18


+ comentarios = + capítulos !! Ayer no subi otro porque me fui a dormir.. no me sentia muy bien :s  Perdón!  Disfruten :) 




No se esperaba que hubiera adquirido una casa y un negocio. Que hubiera echado raíces. Cuando era más joven y estaba en Texas, ella jamás habría corrido ese riesgo.
Todo aquello hacía la operación más complicada, pero quizá saliera algo bueno de todo aquello. Esconderla no aseguraba ponerla a salvo de quienquiera que estuviera decidido a encontrarla, ni que siguiera estándolo en el futuro.
De esta manera, al menos, ninguna de las dos posibilidades sería una opción cuando él saliera de su vida. Lali estaría a salvo o los dos habrían muerto. Esperaba que fuera lo primero.

Capítulo 18
A pesar de las previsiones, Gaston, Rochi, Pablo y Maria tardaron casi una hora en llegar. Entraron silenciosamente y de uno en uno por la puerta trasera.
Lali había preparado más café. Se había puesto vaqueros, camiseta y zapatillas de lona, y también un sujetador, aunque de poco servía para ocultar sus duros pezones.
Recordaba demasiado bien las ingentes cantidades de café caliente que bebían en la base cuando preparaban una misión. Aquellas reuniones podían llegar a durar días. Solían trabajar minuciosamente en las fases previas de las operaciones, tratando de encajar toda la información que poseían, y permanecían en vela hasta que la falta de sueño comenzaba a afectar su habilidad para razonar. Entonces dormían unas horas y, al despertar, lo primero que hacían era acercarse a la cafetera y luego regresar a la sala de reuniones.
Era ella quién compraba los víveres suficientes para que no tuvieran que preocuparse por nada, así que pensó con resignación que sería mejor que abasteciera la nevera. Era imposible que lograra alimentarles con lo que tenía ahora allí. Estaba escribiendo la lista de la compra cuando Rochi y Mery entraron en la casa, seguidas de cerca por Gas y Pablo.
—No me extraña que no lográramos ponernos en contacto contigo. Lo siento, Lali, jamás me imaginé que Nicolas fuera un hijo de perra —dijo Rochi, acercándose a ella para darle un abrazo.
Mery la siguió con el ceño fruncido.
—Ojalá lo hubiera tenido cerca cuando me enteré. Se merece una buena paliza.
—Eso como mínimo —musitó Lali. Pero si era sincera consigo misma, sabía que no podía culparle. ¿Qué no haría ella para proteger a sus amigos? ¿A las personas que consideraba su familia? Nicolas había hecho lo mismo que hubiera hecho ella.
—En cualquier caso, estoy segura de que todo acabará resolviéndose —dijo Mery al tiempo que lanzaba una mirada a los tres hombres que hablaban en voz baja a pocos metros de ellas.
Mery y Rochi eran diferentes tanto en el aspecto físico como en temperamento, pero ambas eran frías y letales cuando se trataba de llevar a cabo una misión o de proteger a un amigo. Lali las había visto en acción durante años. Habían sido ellas, con la ayuda de Dani, las que habían procurado que todo fuera como la seda en la base. Las que lograron que los hombres estuvieran centrados de una manera que no hubiera sido posible sin la presencia femenina. Estaba segura de que eran ellas las que habían conseguido que siguieran siendo humanos.
—Peter me ha dicho que fue tu red de contactos la que destapó todo el asunto —comentó Lali, mirando a Rochi—. ¿Qué ocurrió?
El hermoso rostro de Rochi se contrajo en una mueca de disgusto.
—Uno de nuestros contactos en Afganistán escuchó que alguien estaba haciendo preguntas sobre tu presunta muerte y poco después nos confirmaron los rumores. Al parecer, Ira Arthur y Mark Tenneyson habían estado examinando las ruinas del almacén que la Unidad hizo explotar para hacerte desaparecer y alguien les escuchó comentar tu nuevo nombre y localización. Todavía ignoramos quién destapó el asunto, pero no cabe duda de que hubo una filtración. — Hizo una pausa significativa—. Luego se lo comunicamos a Pablo para que investigara más profundamente y el resto ya lo sabes.
—¿Tu contacto sabe qué es lo que piensan hacer al respectos —preguntó, estremeciéndose al pensar en las posibilidades.
—No. —Rochi negó con la cabeza—. Pero antes de ponernos anoche en camino, supimos que Stephen Espósito y varios de sus socios estaban en los Estados Unidos para supervisar la compra de una planta de productos químicos en Pittsburg, y que también estaban siendo vigilados por Arthur y Tenneyson.
Stephen Espósito.
Lali dio la espalda a las otras mujeres para coger unos tazones de la alacena y ocultar su reacción a esa información.
Stephen Espósito era su tío abuelo. Cuando su abuelo, Bernard Espósito, y su esposa murieron, fue Stephen quien asumió el control de la fortuna Espósito y de todas sus empresas. No conocía todos los detalles porque en esa época tuvo que lidiar con la muerte de su madre, pero sabía que no habían sido tiempos fáciles para la familia.
¿Cuánto tiempo hacía de ello?
Demasiado. Poco antes de morir en Nicaragua, Majo Espósito, desesperada, había pedido ayuda a sus padres, rogándoles que enviaran a alguien para auxiliarlas a ella y a su hija. Pero Carlos las acechaba de cerca e interceptó el mensaje, como ella bien sabía.
Menos de veinticuatro horas más tarde asesinaron a Bernard en un atraco en una calle de París, y al día siguiente su esposa fue encontrada muerta por sobredosis.
Después de eso, su madre no tardó en morir a manos de un loco decidido a encontrar a Lali por razones que ella, aún ahora, no alcanzaba a comprender.
Carlos le explicó que ella era la mujer que había ofrecido a su hijo, su hermanastro. Que lo único que Lali tenía que hacer era regresar y que él se aseguraría de que no sufriera el mismo destino de su madre.
Durante meses, la joven se planteó la posibilidad de rendirse y quitarse la vida. Eran tantas las personas que habían muerto al intentar protegerla que no se atrevió a ponerse en contacto con Stephen Espósito, el hermano de su abuelo. Le aterraba pensar que Carlos pudiera matarle también a él y al resto de su familia.
—¿De verdad creéis que se pondrían en contacto con mi familia después de tantos años? —inquirió sin girarse mientras cogía las tazas, el azúcar y la leche de otra alacena.
—Cuando ayudaste a las autoridades francesas a entrar en los ordenadores de Carlos y les condujiste a los sótanos donde mantenía secuestradas a varias mujeres, se hizo público que eras la hija de Majo Espósito —señaló Mery—. Se sabe que unos años después Stephen intentó localizarte para comprobar si realmente eras la heredera Espósito y que tú nunca respondiste a los mensajes que te envió a través del gobierno francés.
Lali negó con la cabeza y se volvió hacia ellas esperando tener ahora las emociones bajo control.
—Sí que respondí. Le aseguré que no estaba relacionada con él —repuso con voz suave—. Le dije que debía buscar en otro lugar a su sobrina nieta. Unos días después, tuve que volver a huir porque intentaron matarme de nuevo. Y después de eso, jamás volvió a intentar localizarme.
Esperaba que Stephen hubiera aceptado su palabra. Sus abuelos fueron asesinados porque intentaron ayudarla y no quería que murieran más miembros de su familia ni que corrieran riesgos inútiles, como cuando su madre acudió a ellos para librarse de su padre.
—Sin embargo, es evidente que alguien se ha dado cuenta de la conexión y que piensa que tú establecerás contacto con él —apuntó Mery—. Sospecho que ésa es la razón por la que Arthur y Tenneyson vigilan a tu tío abuelo, por si pueden llegar a ti a través de él.
—El informe que recibió nuestro contacto dice que corren rumores de que has estado trabajando como agente para el gobierno desde que te fuiste de Francia, y que escenificaste tu muerte en aquella explosión. —Los ojos de Rochi brillaron de preocupación—. Saben demasiado.
—Eso parece —murmuró ella.
Peter, Pablo y Gaston eligieron ese momento para acercarse en busca de una taza de café.
—¿Qué? ¿Ya tenemos planes C, D y E? —les preguntó Rochi con tono burlón.
Peter les había enseñado a sus hombres a tener siempre más de un plan. Lali ya estaba al tanto de que, por su culpa, habían naufragado los planes A y B, y era evidente que los demás también lo sabían.
—Estamos en ello —respondió Gas. La mirada que le dirigió a su esposa estaba repleta de amor y devoción.
Lali había soñado una vez con que Peter la mirara de la misma manera, pero ese sueño murió la mañana que abandonó Texas.
Era la misma clase de mirada que Pablo Martinez dirigía con frecuencia a su esposa, Mery. Ella le hacía sentir completo de la misma manera que él la completaba a ella. Los dos matrimonios eran ejemplos perfectos de la relación que ella había anhelado mantener con Peter.
—¿Qué os parece si capturamos a Arthur y a Tenneyson, y dejamos que Victorio les interrogue? —sugirió Lali, preguntándose si se habría vuelto loca. Santo Dios, acababa de proponer a sus amigos que fueran a por los hombres de Carlos, que éstos tuvieran oportunidad de atacarles como habían hecho con todas las personas que trataron de proteger a su madre y a ella.
Habían asesinado incluso a la joven monja que la había ocultado en un convento, poco después de que cumpliera seis años, mientras su madre intentaba alejar de ella a Carlos y a sus hombres.
Unos meses después, Majo había enviado una carta advirtiendo que era posible que Carlos hubiera averiguado su localización. Lali recordaba perfectamente que la hermana Mary la despertó y que la ayudó a vestirse en la oscuridad, diciéndole que se apresurara.
Habían abandonado el convento por un pequeño túnel oculto en el muro de piedra de la bodega del sótano, y cuando salieron del pasadizo en medio del bosque, Lali escuchó disparos a lo lejos y gritos femeninos. Todas las demás monjas habían encontrado una horrible muerte esa noche.
Tres años después, Lali se encontraba bajo la protección de un ex agente de la CIA que la hermana Mary había conocido en la universidad. Aquel hombre logró mantenerla a salvo durante unos años, pero murió apenas unos días después de enviarla con un amigo suyo que vivía en las montañas de Washington.
Era el mismo hecho repetido muchas veces. Un breve período de paz y, cuando aprendía a dormir sin temor, todo comenzaba de nuevo.
Lali tenía quince años cuando le comunicaron la muerte de su madre. Por eso no podía soportar ser la causa de más muertes. No quería ver más derramamiento de sangre inocente por el simple hecho de haberla ayudado.
Y ahora parecía que el pasado regresaba para reírse de ella.
Pensar que esos hombres y mujeres, sus amigos, arriesgaran sus vidas y el amor que habían encontrado, era demasiado difícil de aceptar.
—Podríamos intentar interrogarles, pero sospechamos que han asumido una nueva identidad y, por el momento, abordarlos es más arriesgado de lo que nos gustaría. No queremos ponerles sobre aviso de que sabemos lo que traman —explicó Mery.
Lali cerró los puños para intentar contener el pánico.
—¡No puedo soportarlo más! —La exclamación la sorprendió a ella tanto como a sus antiguos compañeros—. Deberíais iros todos de aquí. No quiero que os arriesguéis más. Por el amor de Dios, marcharos a vuestras casas.
No esperó una respuesta de ninguno de ellos. Pasó ante las dos mujeres y escapó rápidamente al dormitorio. No podía seguir viendo muestras de amor entre las dos parejas y saber que se pondrían en peligro si se involucraban en su lucha. Lo había intentado. Había combatido contra sus miedos, pero era muy consciente de que nadie que hubiera intentado ayudarla había sobrevivido. Y saber que ella había sido la causa de la muerte de Peter o de la de cualquier ex compañero le destrozaría el alma de una manera de la que jamás se recuperaría.
La Unidad de Fuerzas Especiales le había permitido vivir en paz ocho años, ¿qué más podía pedir? No era culpa de nadie que la Unidad se hubiera disuelto, que los contratos hubieran llegado a su fin. No era culpa suya estar maldita por el pasado.
—Espera. —La voz de Mery estaba llena de determinación cuando la detuvo junto a la puerta entreabierta del dormitorio—. Somos amigas. ¿No nos ayudarías a Pablo y a mí si tuviéramos problemas?
Lali se dio la vuelta y clavó la vista en los demás, demorando, se en la alta figura de Peter.
—Pero yo no tengo a nadie, Mery. No hay nadie a quién yo le importe como tú le importas a Pablo. Es algo que deberíais pensar todos. Tenéis familias y una razón para vivir. ¿De verdad queréis arriesgarlo todo por alguien que no vale la pena?
Sin más, entró en la habitación a toda prisa, cerró de golpe y pasó el pestillo antes de correr hacia el tocador.
Su pequeña mochila para emergencias estaba en el lugar de costumbre. Contenía un arma, algo de dinero en efectivo, tarjetas de crédito y la llave de repuesto del coche.
Dudaba que tuviera alguna posibilidad de llegar hasta el Viper, pero al menos tenía que intentarlo. Tenía que alejarse de la aceptación y el amor que se mostraban las dos parejas. Estaba tan desesperada por obtener lo mismo, que pensar en lo que arriesgaban para ayudarla la hacía morir por dentro.
Si lo sopesaba bien, con lógica, estaba segura de que allí no le ocurriría nada, con Peter dispuesto a salvarla a toda costa y los otros cuatro agentes apoyándole. Pero ahora no estaban en la base. Allí era libre, no estaba a salvo, y Peter no siempre estaría allí para protegerla.
Aquélla era una batalla que tenía que luchar por sí misma.

Continuará.. 

24 comentarios:

  1. Pobre Lali con todo lo que paso pero que no se valla!

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  2. Pobre ese sentimiento de culpa no la deja pensar,seria bueno q Peter de una vez sea claro en cuanto a sus sentimientos!

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  3. Ufaaaa me da penita Lali
    me encxanta
    masssssssssssssss

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  4. Pobre lali todo lo que le toco pasa, y todavía lo que le queda por pasar. Y peter que no es capaz de demostrarle un poco de amor para que ella se siente bien!! más!!

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  5. buenisimooo!!! me da pena lali :(

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  6. mas mas mas mas mas mas

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  7. Lo que tubo que vivir Lali, entiendo lo que le pasa despues de todo lo que paso...

    @Camhii_Infante

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  8. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS

    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOVEEEEE

    POOOOOOOOOOOOOOR FAVOOOOOOR.

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  9. Puchaa! :// que triste lo de lali pero que no se valla corre un monton de riesgoo! :S Estaa super interesante la novee :DD

    @mf_lazaro

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  10. LALI pobre se siente mal y culpable no quiere k mas persoans mueran x su causa x ayudarla no kiere verlos sufirr.

    LALI no soporta todo lo k le pasa toda la vida huyendo ahora siente k ella tiene k luchar.

    ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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  11. LALI se kiere alejar de sus amigos xk no kiere verlos morir como tnata gente k la ayudo.

    GAS al igual k los demas solo kieren protegerla a LALI.

    MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

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  12. Muy interesante el cap.

    Espero mas caps

    MASSSSSSSSSSSSSS

    MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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  13. que terrible la situaion de lali =/

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  14. Dale no seas malota pone mas ca op s

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  15. Todo lo que ha sufrido lali, que peter le demuestre que la quiere y no todo es sexo.
    no podré firmarte seguido pero te leeré desde el cel.
    @masi_ruth

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  16. pobre lali !! lo equivocada que esta peter siempre va estar ahi para protegerla !!!
    quiero más nove

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  17. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
    @RochiMyWorld_

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  18. Con todo lo k pasó desde k era pequeña ,es normal k se sienta así ,las fuerzas especiales le importan mucho.

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  19. pobrecita todo lo que tuvo que vivir y ahora intenta librar esta batalla sola @LuciaVega14

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