+ comentarios = + capítulos !! Ayer no subi otro porque me fui a dormir.. no me sentia muy bien :s Perdón! Disfruten :)
No se esperaba que hubiera adquirido una casa y un
negocio. Que hubiera echado raíces. Cuando era más joven y estaba en Texas,
ella jamás habría corrido ese riesgo.
Todo aquello hacía la operación más complicada, pero
quizá saliera algo bueno de todo aquello. Esconderla no aseguraba ponerla a
salvo de quienquiera que estuviera decidido a encontrarla, ni que siguiera
estándolo en el futuro.
De esta manera, al menos, ninguna de las dos posibilidades
sería una opción cuando él saliera de su vida. Lali estaría a salvo o los dos
habrían muerto. Esperaba que fuera lo primero.
Capítulo
18
A pesar de las previsiones, Gaston, Rochi, Pablo y
Maria tardaron casi una hora en llegar. Entraron silenciosamente y de uno en
uno por la puerta trasera.
Lali había preparado más café. Se había puesto
vaqueros, camiseta y zapatillas de lona, y también un sujetador, aunque de poco
servía para ocultar sus duros pezones.
Recordaba demasiado bien las ingentes cantidades de
café caliente que bebían en la base cuando preparaban una misión. Aquellas
reuniones podían llegar a durar días. Solían trabajar minuciosamente en las
fases previas de las operaciones, tratando de encajar toda la información que
poseían, y permanecían en vela hasta que la falta de sueño comenzaba a afectar
su habilidad para razonar. Entonces dormían unas horas y, al despertar, lo
primero que hacían era acercarse a la cafetera y luego regresar a la sala de
reuniones.
Era ella quién compraba los víveres suficientes para
que no tuvieran que preocuparse por nada, así que pensó con resignación que
sería mejor que abasteciera la nevera. Era imposible que lograra alimentarles
con lo que tenía ahora allí. Estaba escribiendo la lista de la compra cuando Rochi
y Mery entraron en la casa, seguidas de cerca por Gas y Pablo.
—No me extraña que no lográramos ponernos en contacto
contigo. Lo siento, Lali, jamás me imaginé que Nicolas fuera un hijo de perra
—dijo Rochi, acercándose a ella para darle un abrazo.
Mery la siguió con el ceño fruncido.
—Ojalá lo hubiera tenido cerca cuando me enteré. Se
merece una buena paliza.
—Eso como mínimo —musitó Lali. Pero si era sincera
consigo misma, sabía que no podía culparle. ¿Qué no haría ella para proteger a
sus amigos? ¿A las personas que consideraba su familia? Nicolas había hecho lo
mismo que hubiera hecho ella.
—En cualquier caso, estoy segura de que todo acabará
resolviéndose —dijo Mery al tiempo que lanzaba una mirada a los tres hombres
que hablaban en voz baja a pocos metros de ellas.
Mery y Rochi eran diferentes tanto en el aspecto
físico como en temperamento, pero ambas eran frías y letales cuando se trataba
de llevar a cabo una misión o de proteger a un amigo. Lali las había visto en
acción durante años. Habían sido ellas, con la ayuda de Dani, las que habían
procurado que todo fuera como la seda en la base. Las que lograron que los
hombres estuvieran centrados de una manera que no hubiera sido posible sin la
presencia femenina. Estaba segura de que eran ellas las que habían conseguido
que siguieran siendo humanos.
—Peter me ha dicho que fue tu red de contactos la que
destapó todo el asunto —comentó Lali, mirando a Rochi—. ¿Qué ocurrió?
El hermoso rostro de Rochi se contrajo en una mueca de
disgusto.
—Uno de nuestros contactos en Afganistán escuchó que
alguien estaba haciendo preguntas sobre tu presunta muerte y poco después nos
confirmaron los rumores. Al parecer, Ira Arthur y Mark Tenneyson habían estado
examinando las ruinas del almacén que la Unidad hizo explotar para hacerte
desaparecer y alguien les escuchó comentar tu nuevo nombre y localización.
Todavía ignoramos quién destapó el asunto, pero no cabe duda de que hubo una
filtración. — Hizo una pausa significativa—. Luego se lo comunicamos a Pablo
para que investigara más profundamente y el resto ya lo sabes.
—¿Tu contacto sabe qué es lo que piensan hacer al
respectos —preguntó, estremeciéndose al pensar en las posibilidades.
—No. —Rochi negó con la cabeza—. Pero antes de
ponernos anoche en camino, supimos que Stephen Espósito y varios de sus socios
estaban en los Estados Unidos para supervisar la compra de una planta de
productos químicos en Pittsburg, y que también estaban siendo vigilados por
Arthur y Tenneyson.
Stephen Espósito.
Lali dio la espalda a las otras mujeres para coger
unos tazones de la alacena y ocultar su reacción a esa información.
Stephen Espósito era su tío abuelo. Cuando su abuelo,
Bernard Espósito, y su esposa murieron, fue Stephen quien asumió el control de
la fortuna Espósito y de todas sus empresas. No conocía todos los detalles
porque en esa época tuvo que lidiar con la muerte de su madre, pero sabía que
no habían sido tiempos fáciles para la familia.
¿Cuánto tiempo hacía de ello?
Demasiado. Poco antes de morir en Nicaragua, Majo
Espósito, desesperada, había pedido ayuda a sus padres, rogándoles que enviaran
a alguien para auxiliarlas a ella y a su hija. Pero Carlos las acechaba de
cerca e interceptó el mensaje, como ella bien sabía.
Menos de veinticuatro horas más tarde asesinaron a Bernard
en un atraco en una calle de París, y al día siguiente su esposa fue encontrada
muerta por sobredosis.
Después de eso, su madre no tardó en morir a manos de
un loco decidido a encontrar a Lali por razones que ella, aún ahora, no
alcanzaba a comprender.
Carlos le explicó que ella era la mujer que había
ofrecido a su hijo, su hermanastro. Que lo único que Lali tenía que hacer era
regresar y que él se aseguraría de que no sufriera el mismo destino de su
madre.
Durante meses, la joven se planteó la posibilidad de
rendirse y quitarse la vida. Eran tantas las personas que habían muerto al
intentar protegerla que no se atrevió a ponerse en contacto con Stephen Espósito,
el hermano de su abuelo. Le aterraba pensar que Carlos pudiera matarle también
a él y al resto de su familia.
—¿De verdad creéis que se pondrían en contacto con mi
familia después de tantos años? —inquirió sin girarse mientras cogía las tazas,
el azúcar y la leche de otra alacena.
—Cuando ayudaste a las autoridades francesas a entrar
en los ordenadores de Carlos y les condujiste a los sótanos donde mantenía
secuestradas a varias mujeres, se hizo público que eras la hija de Majo
Espósito —señaló Mery—. Se sabe que unos años después Stephen intentó
localizarte para comprobar si realmente eras la heredera Espósito y que tú
nunca respondiste a los mensajes que te envió a través del gobierno francés.
Lali negó con la cabeza y se volvió hacia ellas
esperando tener ahora las emociones bajo control.
—Sí que respondí. Le aseguré que no estaba relacionada
con él —repuso con voz suave—. Le dije que debía buscar en otro lugar a su
sobrina nieta. Unos días después, tuve que volver a huir porque intentaron
matarme de nuevo. Y después de eso, jamás volvió a intentar localizarme.
Esperaba que Stephen hubiera aceptado su palabra. Sus
abuelos fueron asesinados porque intentaron ayudarla y no quería que murieran
más miembros de su familia ni que corrieran riesgos inútiles, como cuando su
madre acudió a ellos para librarse de su padre.
—Sin embargo, es evidente que alguien se ha dado
cuenta de la conexión y que piensa que tú establecerás contacto con él —apuntó Mery—.
Sospecho que ésa es la razón por la que Arthur y Tenneyson vigilan a tu tío
abuelo, por si pueden llegar a ti a través de él.
—El informe que recibió nuestro contacto dice que
corren rumores de que has estado trabajando como agente para el gobierno desde
que te fuiste de Francia, y que escenificaste tu muerte en aquella explosión.
—Los ojos de Rochi brillaron de preocupación—. Saben demasiado.
—Eso parece —murmuró ella.
Peter, Pablo y Gaston eligieron ese momento para
acercarse en busca de una taza de café.
—¿Qué? ¿Ya tenemos planes C, D y E? —les preguntó Rochi
con tono burlón.
Peter les había enseñado a sus hombres a tener siempre
más de un plan. Lali ya estaba al tanto de que, por su culpa, habían naufragado
los planes A y B, y era evidente que los demás también lo sabían.
—Estamos en ello —respondió Gas. La mirada que le
dirigió a su esposa estaba repleta de amor y devoción.
Lali había soñado una vez con que Peter la mirara de
la misma manera, pero ese sueño murió la mañana que abandonó Texas.
Era la misma clase de mirada que Pablo Martinez
dirigía con frecuencia a su esposa, Mery. Ella le hacía sentir completo de la
misma manera que él la completaba a ella. Los dos matrimonios eran ejemplos
perfectos de la relación que ella había anhelado mantener con Peter.
—¿Qué os parece si capturamos a Arthur y a Tenneyson,
y dejamos que Victorio les interrogue? —sugirió Lali, preguntándose si se
habría vuelto loca. Santo Dios, acababa de proponer a sus amigos que fueran a
por los hombres de Carlos, que éstos tuvieran oportunidad de atacarles como
habían hecho con todas las personas que trataron de proteger a su madre y a
ella.
Habían asesinado incluso a la joven monja que la había
ocultado en un convento, poco después de que cumpliera seis años, mientras su
madre intentaba alejar de ella a Carlos y a sus hombres.
Unos meses después, Majo había enviado una carta advirtiendo
que era posible que Carlos hubiera averiguado su localización. Lali recordaba
perfectamente que la hermana Mary la despertó y que la ayudó a vestirse en la
oscuridad, diciéndole que se apresurara.
Habían abandonado el convento por un pequeño túnel
oculto en el muro de piedra de la bodega del sótano, y cuando salieron del
pasadizo en medio del bosque, Lali escuchó disparos a lo lejos y gritos
femeninos. Todas las demás monjas habían encontrado una horrible muerte esa
noche.
Tres años después, Lali se encontraba bajo la
protección de un ex agente de la CIA que la hermana Mary había conocido en la
universidad. Aquel hombre logró mantenerla a salvo durante unos años, pero
murió apenas unos días después de enviarla con un amigo suyo que vivía en las
montañas de Washington.
Era el mismo hecho repetido muchas veces. Un breve
período de paz y, cuando aprendía a dormir sin temor, todo comenzaba de nuevo.
Lali tenía quince años cuando le comunicaron la muerte
de su madre. Por eso no podía soportar ser la causa de más muertes. No quería
ver más derramamiento de sangre inocente por el simple hecho de haberla
ayudado.
Y ahora parecía que el pasado regresaba para reírse de
ella.
Pensar que esos hombres y mujeres, sus amigos,
arriesgaran sus vidas y el amor que habían encontrado, era demasiado difícil de
aceptar.
—Podríamos intentar interrogarles, pero sospechamos
que han asumido una nueva identidad y, por el momento, abordarlos es más
arriesgado de lo que nos gustaría. No queremos ponerles sobre aviso de que
sabemos lo que traman —explicó Mery.
Lali cerró los puños para intentar contener el pánico.
—¡No puedo soportarlo más! —La exclamación la
sorprendió a ella tanto como a sus antiguos compañeros—. Deberíais iros todos
de aquí. No quiero que os arriesguéis más. Por el amor de Dios, marcharos a
vuestras casas.
No esperó una respuesta de ninguno de ellos. Pasó ante
las dos mujeres y escapó rápidamente al dormitorio. No podía seguir viendo
muestras de amor entre las dos parejas y saber que se pondrían en peligro si se
involucraban en su lucha. Lo había intentado. Había combatido contra sus
miedos, pero era muy consciente de que nadie que hubiera intentado ayudarla
había sobrevivido. Y saber que ella había sido la causa de la muerte de Peter o
de la de cualquier ex compañero le destrozaría el alma de una manera de la que
jamás se recuperaría.
La Unidad de Fuerzas Especiales le había permitido
vivir en paz ocho años, ¿qué más podía pedir? No era culpa de nadie que la
Unidad se hubiera disuelto, que los contratos hubieran llegado a su fin. No era
culpa suya estar maldita por el pasado.
—Espera. —La voz de Mery estaba llena de determinación
cuando la detuvo junto a la puerta entreabierta del dormitorio—. Somos amigas.
¿No nos ayudarías a Pablo y a mí si tuviéramos problemas?
Lali se dio la vuelta y clavó la vista en los demás,
demorando, se en la alta figura de Peter.
—Pero yo no tengo a nadie, Mery. No hay nadie a quién
yo le importe como tú le importas a Pablo. Es algo que deberíais pensar todos.
Tenéis familias y una razón para vivir. ¿De verdad queréis arriesgarlo todo por
alguien que no vale la pena?
Sin más, entró en la habitación a toda prisa, cerró de
golpe y pasó el pestillo antes de correr hacia el tocador.
Su pequeña mochila para emergencias estaba en el lugar
de costumbre. Contenía un arma, algo de dinero en efectivo, tarjetas de crédito
y la llave de repuesto del coche.
Dudaba que tuviera alguna posibilidad de llegar hasta
el Viper, pero al menos tenía que intentarlo. Tenía que alejarse de la
aceptación y el amor que se mostraban las dos parejas. Estaba tan desesperada
por obtener lo mismo, que pensar en lo que arriesgaban para ayudarla la hacía
morir por dentro.
Si lo sopesaba bien, con lógica, estaba segura de que
allí no le ocurriría nada, con Peter dispuesto a salvarla a toda costa y los
otros cuatro agentes apoyándole. Pero ahora no estaban en la base. Allí era
libre, no estaba a salvo, y Peter no siempre estaría allí para protegerla.
Aquélla era una batalla que tenía que luchar por sí
misma.
Continuará..
Pobre Lali con todo lo que paso pero que no se valla!
ResponderEliminarPobre ese sentimiento de culpa no la deja pensar,seria bueno q Peter de una vez sea claro en cuanto a sus sentimientos!
ResponderEliminarUfaaaa me da penita Lali
ResponderEliminarme encxanta
masssssssssssssss
Pobre lali todo lo que le toco pasa, y todavía lo que le queda por pasar. Y peter que no es capaz de demostrarle un poco de amor para que ella se siente bien!! más!!
ResponderEliminarbuenisimooo!!! me da pena lali :(
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarLo que tubo que vivir Lali, entiendo lo que le pasa despues de todo lo que paso...
ResponderEliminar@Camhii_Infante
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOVEEEEE
POOOOOOOOOOOOOOR FAVOOOOOOR.
Puchaa! :// que triste lo de lali pero que no se valla corre un monton de riesgoo! :S Estaa super interesante la novee :DD
ResponderEliminar@mf_lazaro
LALI pobre se siente mal y culpable no quiere k mas persoans mueran x su causa x ayudarla no kiere verlos sufirr.
ResponderEliminarLALI no soporta todo lo k le pasa toda la vida huyendo ahora siente k ella tiene k luchar.
ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
LALI se kiere alejar de sus amigos xk no kiere verlos morir como tnata gente k la ayudo.
ResponderEliminarGAS al igual k los demas solo kieren protegerla a LALI.
MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Muy interesante el cap.
ResponderEliminarEspero mas caps
MASSSSSSSSSSSSSS
MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
como siempre pobre laliii =/
ResponderEliminarque terrible la situaion de lali =/
ResponderEliminarsube mas me encanta
ResponderEliminarNove!
ResponderEliminarInove!
ResponderEliminarDale no seas malota pone mas ca op s
ResponderEliminarMas!
ResponderEliminarTodo lo que ha sufrido lali, que peter le demuestre que la quiere y no todo es sexo.
ResponderEliminarno podré firmarte seguido pero te leeré desde el cel.
@masi_ruth
pobre lali !! lo equivocada que esta peter siempre va estar ahi para protegerla !!!
ResponderEliminarquiero más nove
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminar@RochiMyWorld_
Con todo lo k pasó desde k era pequeña ,es normal k se sienta así ,las fuerzas especiales le importan mucho.
ResponderEliminarpobrecita todo lo que tuvo que vivir y ahora intenta librar esta batalla sola @LuciaVega14
ResponderEliminar