Menos de 10 caps para el fin de la nove!! :) comenten comenten.. pronto me voy a dormir porque mañana me tengo que despertar muy temprano.. pero si hay muchos comentarios antes de que me vaya.. puede que suba uno más! Ustedes deciden.. disfruten!!
—Te juro que dejaré de preocuparme si me prometes
hablarme en gaélico la próxima vez que hagamos el amor —le provocó al tiempo
que esbozaba una sonrisa.
Peter sabía que ella mentía, que seguiría
preocupándose, pero maldición, aprovecharía cualquier oportunidad de volver a
llevarla a la cama.
—Trato hecho. —Le dio un beso rápido para quedarse con
su sabor en los labios antes de irse; antes de regresar a las sombras que le
esperaban.
Un beso que hubiera jurado que ella alimentó con todo
el amor que él también creía sentir.
Capítulo
49
Mientras salía de la estancia y se dirigía al sótano
donde le esperaban Yeyo, Vico y Agus, se preguntó de nuevo qué ocurriría si
aquella ilusión de amor fuera protegida, mimada y alentada como ella hacía.
Con sus hombres había otros dos: su sobrino Bautista y
un ex ranger con el que Peter había trabajado en algunas misiones, Turk.
—Comandante —saludó Turk a Peter cuando entró en el
sótano y cerró la puerta.
Las bombillas de baja intensidad y las botellas de
vino apiladas a lo largo de las paredes contribuían a crear una atmósfera
opresiva, a pesar de que al fondo estaba abierta la puerta que conducía a un
viejo túnel que ocultaba una salida secreta.
—¿Cuál es la situación? —preguntó a Turk y Bauti.
—Casey e Iron están vigilando a Julieta —respondió
Turk—. El chip que colocaste en el piercing que lleva en el ombligo funciona
perfectamente. Si alguien hace algún movimiento contra ella, lo sabremos al
instante.
—El almacén ha sido desmantelado y las armas
confiscadas —le informó Yeyo—. Ascarti no estaba allí, pero conseguimos
localizar a uno de sus guardaespaldas anoche en un bar. Utilizó la tarjeta de
crédito para pagar las bebidas. Ahora mismo está recuperándose de la resaca en
un hotel, así que aún no nos ha llevado hasta Ascarti.
—Quiero que sea localizado de inmediato —masculló
Peter. Tenía que contener a duras penas la furia que ardía en sus entrañas cada
vez que pensaba en que aquel cabrón seguía con vida.
—Estamos en ello —asintió Yeyo.
—Uno de los mercenarios que trabajan para él, Mark
Tenneyson, ha pasado varias veces en coche por esta calle —informó Bauti—.
Hemos intentado seguirle, pero siempre hemos acabado perdiéndole. Hasta ahora
no hemos visto nada sospechoso ni tenemos motivos para pensar que pueda haber
más implicados.
—Aun así, estoy de acuerdo con Peter en que algo no
acaba de cuadrar —gruñó Agus—. Todo lo relativo a Ascarti apesta; resulta
demasiado conveniente.
—Agus, Rochi, Pablo y Mery estarán con Lali en la
fiesta — intervino Peter—. Ella lleva encima un localizador y será imposible
que la perdamos de vista. Estoy seguro de que los que van tras ella intentarán
actuar esta noche. No encontrarán una situación mejor y lo saben, en especial
si les ha llegado la información que Gas y Pablo han puesto a su alcance.
Peter había previsto todas las contingencias posibles.
Desde el momento en que había comenzado la operación, había recurrido a cada
uno de sus contactos y ejercido la presión suficiente para ir por delante de
los hombres que suponían una amenaza para Lali.
Esa fiesta era la única posibilidad que les quedaba
para raptarla en un futuro inmediato. Habían hecho correr el rumor de que a la
mañana siguiente llegaría un equipo que la conduciría a una posición
desconocida, donde el aspecto de Lali podría ser alterado por completo para que
no volvieran a encontrarla.
Quienquiera que la siguiera, ya fuera Ascarti o un
enemigo desconocido, no se arriesgaría a no poder encontrarla ni identificarla
de nuevo.
—Nuestro contacto en Afganistán también nos ha
facilitado una información interesante. —Yeyo se apoyó en la pared y frunció el
ceño pensativamente mientras cruzaba los brazos—. Parece que la identidad de Lali
y su localización fueron filtradas en una fiesta por un criminal de bajo nivel
que trabajó para Carlos, Thaddeus Alchoni.
—Thaddeus es un aristócrata francés que espiaba para Carlos
— continuó Vico—. Nuestro contacto me llamó para informarme de que, poco
después de la muerte de Carlos, corrió un rumor que decía que cualquier
información concerniente a la hija de de éste debería ser comunicada a alguien
conocido como Marquis. Alchoni le envió la información mediante un protocolo
que Carlos estableció años antes de su muerte para cualquiera que quisiera
ponerse en contacto con él. Hemos puesto a un agente a trabajar en ello pero,
hasta ahora, no tenemos más información.
—¿Por qué no hemos sabido nada de eso hasta ahora?
—inquirió Peter con cólera contenida.
—Porque no se transmitió a través de la organización
—respondió Yeyo, interviniendo de nuevo en la conversación—. Esa orden la
recibieron sólo los cabecillas más importantes después de la muerte de Carlos.
—Lo ocultaron muy bien. Igual que la madre de Mery y
muchos de sus buenos amigos lograron ocultar lo que estaban haciendo — gruñó Vico.
A todos les habían sorprendido los secretos que
salieron a la luz cuando Mery regresó a su vida anterior después de que casi
fuera asesinada.
Las vidas privadas de algunos de los personajes más
ricos del mundo habían quedado al descubierto. Se dedicaban a manipular a sus
hijos y a comprar y vender a sus mujeres como si no fueran más que mascotas o
yeguas de cría.
Los hombres elegían a sus amantes, a sus futuras
esposas o a los juguetes sexuales de sus hijos, y luego llegaban a un acuerdo
con sus padres, o si se terciaba con sus madres, para que fueran educadas de
una determinada manera o se orientaran sus intereses según conviniera.
Las chicas que se rebelaban eran enviadas a una
clínica en Suiza donde se usaban crueles torturas para asegurarse de que jamás
volvieran a sublevarse.
Convertían a sus hijas en marionetas y a sus hijos en
monstruos.
Y si no obtenían los resultados esperados, hombres
como Carlos arreglaban «accidentes» tan convincentes que, en la mayoría de los
casos, ni los propios padres llegaban a sospechar por qué habían muerto sus
hijos.
Peter sacudió la cabeza para centrarse en el presente
y miró a Bauti.
—Quiero que Turk y tú vayáis a relevar a Iron y Casey,
y que estéis muy atentos. Estoy casi seguro de que esto está a punto de
estallar.
—Tienes un mal presentimiento al respecto, ¿verdad?
—inquirió Yeyo.
Su sobrino había trabajado con él muy a menudo, le
conocía mejor que nadie y sabía leer entre líneas.
—Algo no encaja —admitió Peter—. Actuarán hoy, pero me
niego a creer que Ascarti mueva los hilos. —Negó con la cabeza—. No puedo
explicar por qué, Yeyo. —Y eso era raro, muy raro. Cuando tenía esa tipo de
presentimientos la misión que tuvieran entre manos podría acabar mal. Muy mal.
Yeyo entrecerró los ojos.
—Nos aseguraremos de que no pase nada.
Peter sabía que lo harían, pero lo cierto era que la
sensación de que algo iba a salir mal nunca había sido tan fuerte.
Por vez primera a lo largo de toda su carrera militar,
ya fuera como SEAL o como comandante de las Fuerzas Especiales, no se reconocía
a sí mismo. Le costaba pensar con frialdad cuando la vida de la mujer que más
le importaba en el mundo estaba en juego.
—Turk, largaos ya a reemplazar a Iron y Casey, y estad
preparados para cualquier cosa. Quiero que Lali esté siempre vigilada por
alguien. Y si, a pesar de todo, lograran secuestrarla, la quiero localizada
cada segundo.
Bauti asintió con firmeza, aunque la mirada que
dirigió a Peter y luego a Yeyo distaba mucho de ser serena. Pero en vez de
decir nada, se dio la vuelta y salió de la bodega acompañado por Turk a través
del túnel secreto que conducía a una profunda y protegida cañada, a casi medio
kilómetro de distancia.
—Vico, tú y Agus vigilad los jardines que rodean el
salón de baile. No apartéis la vista de las puertas por si a Lali se le
ocurriera salir en algún momento.
—Tenemos micrófonos y videocámaras inalámbricas
ocultos en los portalones y los muros que rodean toda la propiedad —le recordó Vico—.
Estamos preparados, Peter.
El asintió brevemente con la cabeza y, cuando
salieron, clavó la mirada en Yeyo, su lugarteniente en aquella misión,
entendiendo por primera vez lo que debía haber supuesto para él la posibilidad
de perder a su esposa años atrás.
A Yeyo le habían tentado para que se acostara con
mujeres que, en su mente, eran su esposa. Tanto Fuentes como Carlos pensaban
que si conseguían que quebrara sus votos matrimoniales, algo que consideraba
sagrado, se harían también con la lealtad que sentía por su patria.
Pero él —que entonces respondía al nombre de Stefano —
había respetado sus votos. Ni siquiera durante los años posteriores a su
rescate, antes de que su esposa supiera que había sobrevivido a su última
misión, había traicionado las promesas hechas el día de su boda.
Ahora era feliz con Camila. Y su hijo iba ya al
colegio; su mayor afición era volver locos a sus padres. Yeyo vivía por y para
ellos.
—¿Estás
bien? —preguntó Yeyo en voz baja, observándole fijamente.Continuará...
me encanto el capitulo sube mas
ResponderEliminarojala subas uno mas :D
ResponderEliminarotro otro otro
ResponderEliminarya quiero saber que asara con lali y quien mas la busca
ResponderEliminarquedan re poquitos caps :(
ResponderEliminarMAS
ResponderEliminarAlgo grave se acerca... no es cierto?
ResponderEliminarllena de intriga estoy!!!
ResponderEliminarOtroooo otroooo otrooooi
ResponderEliminarSubi otro maas poor faa
ResponderEliminarmasss porfaaa
ResponderEliminarSubiiiiiiiiiiiiiiiii Masssssssssssssssssssss :DD
ResponderEliminarMe encanta!! Me da miedo el presentimiento oque tiene peter!! Más!
ResponderEliminartengo mucha intriga!!! quiero saber como sigue todo esto!!
ResponderEliminarespero más nove
maaaaaaaaaaas
ResponderEliminarAl fin subistes mas jejeje me encanta!!!!
ResponderEliminar@CasiAngeles_TA_
Kme encantaaaaa quieri ya leerla todaa please
ResponderEliminarme estas MA-TAN-DO q buena q esta esta nove!!!
ResponderEliminarmassss
excelente
ResponderEliminarmas por favooor
ResponderEliminarquiero que se acabee
ResponderEliminaresa foto es montaje? la de fondo
ResponderEliminarPeter con un mal presentimiento.Como es él ,se avecinan problemas.
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